El Aquidah de los Ahlus Sunnah wal Yama-ah

Por: el Sheik Muhammad As Salih Al-Uthaymin

Localizado en: http://www.salafisocietydc.org/index.php?option=com_content&task=view&id=16&Itemid=24

Traducido (del árabe al inglés) por: el Dr. Maneh Hamad Al-Yohani

Traducido (del inglés al español) por: Musa Abdullah Reyes H.

Para: www.islam-mexico.net.

 

Tabla de contenido

Prefacio del Sheik Abdul Aziz Ibn Baz

Prólogo del Traductor

Introducción del Autor

Capítulo I.- Nuestro Credo.

Creencia en el Señorío de Alláh; La Unicidad y la Voluntad Universal y Legal de los Atributos de Alláh; Más de los Atributos de Alláh; Describiendo a Alláh por Su Revelación.

Capítulo II.- El Corán y la Sunnah.

Fuentes de Sus Atributos; Libre de las Contradicciones.

Capítulo III.- Ángeles.

Creencia; las Funciones de los Ángeles.

Capítulo IV.- Los Libros de Alláh.

Creencia; Libros conocidos; El Corán está protegido de los cambios; Escrituras previas cambiadas.

Capítulo V.- Mensajeros.

Creencia; El Primero y el Último Mensajeros; Los Mejores Mensajeros; Los Mensajeros son seres humanos; El Islam, el Mensaje Final y Universal; Los Califas Correctamente Guiados; los Compañeros del Profeta.

Capítulo VI.- El Día del Juicio.

Creencia; La Resurrección; Los Registros y Escalas; La Intercesión del Profeta; La Alberca del Profeta; La Vía Recta; El Paraíso y el Infierno, Lo que sucede en la Tumba.

Capítulo VII.- El Destino y el Decreto Divino.

Creencia; Niveles de Creencia, El Libre Albedrío del Hombre, No hay excusa para los Pecadores; La maldad no es atribuible a Alláh.

Capítulo VIII.- Beneficios.

Virtudes de la creencia en Alláh, Virtudes de la creencia en los Ángeles; Virtudes de la creencia en los Libros; Virtudes de la creencia en los Mensajeros; Virtudes de la creencia en el Día del Juicio; Virtudes de la creencia en el Destino.

 

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En el Nombre de Alláh; el Más Clemente, el Más Misericordioso.

Prefacio del Sheik Abdul Aziz Ibn Baz.

Las alabanzas pertenecen a Alláh solo; la paz y las bendiciones sean sobre el último Profeta, su familia y sus Compañeros.

Me fue presentado el valioso y conciso tratado sobre la creencia musulmana preparado por nuestro hermano, el gran escolar, el Sheik Muhammad As-Salih Al-Uthaymin. Yo lo escuché y encontré que cubre el credo de los sunnitas y la corriente principal de la mayoría de los musulmanes en el área de la Unicidad de Alláh, Sus Atributos, la creencia en los Ángeles, los Libros y los Mensajeros, el Día del Juicio y en la creencia en el Destino y el Decreto Divino. Él tuvo éxito en colectar lo que el buscador de conocimiento y todo musulmán necesita para su creencia en Alláh, Sus Ángeles, Sus Escrituras, Sus Mensajeros, el día del juicio y el Destino. Él incluyó en su tratado información útil relativa a las creencias musulmanas que no está prontamente disponible en muchos de los libros escritos sobre estos tópicos. Que Alláh recompense al autor, lo incremente en conocimiento y guía, y que haga a este libro y a su otro libro útil. Que Alláh, el Omnioyente y el Cercano, nos bendiga a nosotros y a él y a todos los hermanos y nos haga de entre aquellos quienes están guiando y son correctamente guiados para llamar a la gente a Alláh con conocimiento seguro.

Dictado por el Sheik Abdul Aziz Ibn Baz; que Alláh lo perdone y derrame paz y bendición sobre nuestro Profeta Muhammad, su familia y sus Compañeros.

 

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Prólogo del Traductor.

Encontré en este tratado del credo musulmán una concisa y útil presentación de un tópico muy importante, la necesidad de este tratado, especialmente entre los lectores que no hablan árabe, no puede se sobreestimada. Por lo tanto yo decidí traducirlo y hacerlo accesible a los lectores de lengua inglesa.

Me gustaría dirigir la atención de los lectores hacia los siguientes puntos:

- Yo le di al libro el título “La Creencia Musulmana” en vez del título del autor “Aqidatu Ahl-As-Sunnah wal Yama-ah”, el cual puede ser traducido como “El Credo de la Gente de la Sunnah y del Grupo”. Pienso que mi preferencia está justificada por: A) el título que preferí es más corto; B) los dos títulos casi tienen el mismo significado; C) El título original contiene algunos términos técnicos que no solamente son difíciles de traducir, sino también difíciles de entender por muchos lectores; y D) el título original puede antagonizar a algunos lectores quienes están mal informados acerca de las verdaderas designaciones de las palabras en el título original.

- Proveí, en paréntesis después de cada verso coránico, los números de capítulos y versos citados por el autor sin dar su referencia apropiada. Esto lo juzgué conveniente para los lectores quienes no conocen el Corán por el corazón (es decir, no lo han memorizado) y para quienes les gustaría revisar estos versos.

- Porque el autor en la mayoría de los casos cita o parafrasea algunas de las tradiciones proféticas sin indicarlas a los lectores, yo traté, siempre que pude reconocer estas tradiciones, de ponerlas en citas y citar entre paréntesis las colecciones proféticas en las cuales están reportadas. En la mayoría de los casos, me limité a las colecciones de Bukhari y Muslim cuando el dicho era citado de ellos. Si no es de estas dos colecciones, yo menciono una o dos de las otras colecciones que cotejan el dicho citado.

- Proveí el arreglo del texto en capítulos y títulos para facilidad de la lectura y el entendimiento. También proveí una tabla de contenido para facilidad de la referencia.

- En la traducción de los versos coránicos citados en este tratado, no seguí una traducción específica del Corán. Aproveché de más de una, pero seguí mi propia preferencia.

Es mi sincero deseo y esperanza que este libro sea de gran ayuda para aquellos quienes lo consulten. Por favor incluyan en su oración a todos aquellos quienes contribuyeron a esta forma presente.

Dr. Maneh Hamad Al-Yohani.

 

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Introducción del autor.

Alabado sea el Señor del universo quien da la mejor recompensa al que tiene temor de Alláh y la gran pérdida para el trasgresor. Atestiguo que no hay dios sino Alláh. Él no tiene socio y posee una soberanía real. Yo atestiguo que Muhammad es su siervo y mensajero, el sello de los profetas y el líder de los que temen a Alláh. Que Alláh lo bendiga a él, su familia, sus Compañeros y a aquellos quienes los sigan hasta el Día del Juicio.

Alláh ha enviado a Su Mensajero Muhammad (صلى الله عليه وسلم) con la guía real y la verdadera religión como una misericordia para la humanidad, como un modelo para aquellos quienes hacen el bien, y como Su argumento contra la humanidad. A través de Muhammad y lo que le fue revelado (el Corán y los dichos proféticos), Alláh mostró a la humanidad todas las formas de reformarse a sí misma y enderezando sus asuntos religiosos y mundanos en sonadas creencias, conducta recta, moral fina y maneras laudables. El Profeta (صلى الله عليه وسلم) “dejó a sus seguidores sobre una vía recta clara, solamente los condenados se desviarán de ella” (Ibn Mayah y Ahmad). Sus seguidores, los Compañeros, sus seguidores y aquellos quienes los sigan fielmente son lo mejor de la humanidad. Ellos establecieron su ley, sostuvieron su vía y se aferraron a ello rápidamente a ello como una creencia y práctica, una moral y una manera. Así “ellos son considerados como del partido quienes son victoriosos, sobre la vía recta, no dañados por aquellos quienes estén contra ellos hasta el final del mundo” (Bukhari y Muslim).

Gracia a Alláh, nosotros estamos siguiendo sus pasos y estamos siendo guiados por sus ejemplos, los cuales están apoyados por el Corán y las tradiciones proféticas. Nosotros estamos diciendo esto solamente como un anuncio de las bendiciones de Alláh y como una clarificación de lo que cada musulmán debería creer. Nosotros pedimos a Alláh que nos mantenga a nosotros y a nuestros hermanos sobre la vía recta en esta vida y en el más allá. Que Él nos dé misericordia, porque Él es el Dador.

Debido a la importancia de este tópico y la diferencia de opiniones acerca de ello, yo quiero explicar brevemente nuestro credo, la creencia de los sunnitas y la mayoría de los musulmanes (Ahl as-Sunnah wal Yama-ah). Este credo es la creencia en Alláh, Sus Ángeles, Sus Libros, Sus Mensajeros, el Día del Juicio, el Destino, ya sea bueno o malo. Yo pido a Alláh que haga este esfuerzo sincero por Él, de acuerdo con Su deseo y útil para Su gente.

 

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Capítulo I.- Nuestro Credo.

Nuestro credo es creer en Alláh, Sus Ángeles, Sus Libros, Sus Mensajeros, el Día del Juicio, el Destino, ya sea bueno o malo.

Creer en el Señorío, la Unicidad y los Atributos de Alláh.

Nosotros creemos en la Divinidad de Alláh; eso es que Él es el Señor, el Creador, el Soberano y el Manejador de todos los asuntos.

Nosotros creemos en la Deidad de Alláh; eso es que Él es el verdadero Dios y cualquier otra cosa llamada deidad es falsa.

Nosotros creemos en Sus Nombres y Atributos, eso es que Él tiene los nombres más magnificentes y los atributos perfectos y sublimes.

Nosotros creemos en Su unicidad de todo esto, eso es que Él no tiene asociado en su Divinidad, Su Deidad, Sus Nombres o Sus Atributos. Alláh dice en el Corán: “Él es el Señor de los cielos y la tierra y todo lo que está entre ellos, así que adórenlo a Él y sean pacientes en Su adoración, ¿Ustedes conocen alguna cosa igual a Él?” (19:65).

Nosotros creemos que Él es “Alláh, no hay dios sino Él, el Viviente, el Perpetuo. El dormir no lo alcanza a Él, ni el sueño; a Él pertenece todo lo que está en los cielos y la tierra. ¿Quién hay que intercederá con Él, excepto por Su permiso? Él conoce lo que está ante ellos y lo que está detrás de ellos, y ellos no abarcan nada de Su conocimiento, excepto lo que Él desea. Su tono se extiende sobre los cielos y la tierra, la preservación de ellos no le pesa, Él es el Alto, el Grande” (2:255).

Nosotros creemos que “Él es Alláh, no hay dios sino Él, el Conocedor de lo No Visto y lo Visible. Él es el Más Agraciado, el Más Misericordioso. Él es Alláh, no hay dios sino Él, el Rey, el Sagrado, la Fuente de Paz, el Guardador de la Fe, el Guardián, el Altísimo, el Sometedor, el Sublime. La Gloria sea para Alláh por encima de lo que ellos asocian con Él. Él es Alláh, el Creador, el Hacedor, el Formador. Suyos son la mayoría de los nombres hermosos. Todo lo que está en los cielos y la tierra lo glorifica a Él. Él es el Altísimo, el Sabio” (59:22-24).

Nosotros creemos que a Él pertenece el Reino de los Cielos y la tierra: “Él crea lo que a Él le place. Él da a quien Él desea, mujeres, y Él da a quien Él desea, hombres o Él hace parejas, hombres y mujeres, y Él hace estéril a quien Él desea. Seguramente, Él es el Conocedor, el Poderoso” (42:49-50).

Nosotros creemos que “no hay nada como Él, Él es el Omnioyente, el Omnividente. A Él pertenecen las llaves de los cielos y la tierra. Él alarga o restringe la provisión a quien Él desea. Seguramente, Él tiene el conocimiento de todo” (42:11-12).

Nosotros creemos que “no hay criatura que se mueva sobre la tierra sino que su provisión dependa de Alláh. Él conoce su morada y su lugar de descanso. Todo está registrado en un claro libro” (11:6).

Nosotros creemos que “con Él están las llaves de lo no visto, ninguno las conoce sino Él. Él sabe lo que está en la tierra y en el mar, ni una hoja cae, pero Él lo sabe. Ni un grano en la profunda oscuridad de la tierra, ni una cosa verde o seca, sino que está en un claro Libro” (6:5-9).

Nosotros creemos que “solo Alláh tiene el conocimiento de la Hora, envía la lluvia y conoce lo que hay en los vientres. Ninguna alma sabe lo que ganará mañana; y ninguna alma sabe en qué tierra morirá. Seguramente Alláh es el Omnisapiente, el Todo Consciente” (31:34)

Nosotros creemos que Alláh habla lo que a Él le place cuando a Él le place: “Y Alláh habló a Moisés directamente” (4:164); “Y cuando Moisés vino a Nuestro lugar citado, y Su Señor le habló” (7:143); “Nosotros lo llamamos a él desde el lado derecho del Monte (Sinaí) y Nosotros lo acercamos en comunión” (19:52).

Nosotros creemos que “si el océano se volviera tinta para las palabras de mi Señor, el océano se terminaría antes de que las palabras de mi Señor lleguen a su fin” (18:109); “Y si todos los árboles que están en la tierra fueran plumas, y el océano (fuera tinta), con los siete océanos inflamándolas, las palabras de Alláh no serían terminadas. Seguramente Alláh es el Altísimo, Sabio” (31:27).

Nosotros creemos que las palabras de Alláh son las más veraces en comunicar la información, el más justo en gobernar, y el más equitativo en la conversación. Él dijo: “La palabra de tu Señor ha sido cumplida en veracidad y justicia” (6:115); “¿Y quién es más veraz en su palabra que Alláh?” (4:87).

Nosotros creemos que el Corán es la palabra de Alláh. Él literalmente se lo habló a Gabriel, quien lo comunicó al Profeta (صلى الله عليه وسلم): “Di (Oh, Muhammad): El Espíritu Santo lo ha traído de su Señor en verdad” (16:102): “Verdaderamente esta es la revelación del Señor del Mundo traída sobre tu corazón por el Espíritu Fiel para que así tú puedas ser uno de los advertidores, en una clara lengua árabe” (26:192-195).

Nosotros creemos que Alláh está por encima de sus criaturas en Su Persona y Sus Atributos, porque Él dice: “Él es el Alto, el Grande” (2:22); “Él es Supremo sobre Sus sirvientes, y Él es el Sabio, el Siempre Conocedor” (6:18).

Nosotros creemos que Él “creó los cielos y la Tierra en seis días, luego se colocó Él a sí mismo sobre el Trono; Él maneja todo” (10:3). Su “colocarse sobre el trono” significa que Él está sentándose en persona sobre Su Trono en una manera que está volviéndose hacia su Majestad y grandeza. Nadie excepto Él sabe exactamente cómo Él está sentándose.

Nosotros creemos que Él está con Sus criaturas mientras Él aún está en Su Trono. Él conoce sus condiciones, escucha sus dichos, ve sus hechos, y maneja sus asuntos. Él provee al pobre y al necesitado.

Él le da la soberanía a quien a Él le place y quita la soberanía a quien a Él le place, Él exalta a quien Él desea y Él abate a quien Él desea. En Su Mano está todo el bien y Él es poderoso sobre todo. Quienquiera que posea estas cualidades está literalmente con Sus criaturas aún si Él está literalmente encima de ellos, sobre su Trono: “No hay nada como Él, Él es el Que todo lo oye, el Que todo lo ve” (43:11).

Nosotros no decimos, como lo hacen los encarnacionistas entre los Yahomitas y otros, que Alláh está viviendo con Sus criaturas sobre la Tierra. Nosotros consideramos que quien dice esto es un no creyente o uno quien se ha desviado, porque él ha atribuido a Alláh lo que no le corresponde de defectos.

Nosotros creemos en lo que su Mensajero nos dijo, que Él desciende al cielo cercano antes del último tercio de la noche y dice: “¿Quién reza hacia Mí y Yo responderé sus oraciones? ¿Quién me pide y Yo le daré? ¿Quién Me pide perdón y Yo lo perdonaré?” (Bukhari y Muslim).

Nosotros creemos que Él vendrá en el Día del Juicio para juzgar entre Su gente porque Él dijo: “¡No efectivamente! Cuando la tierra sea reducida a polvo y Tu señor venga con los ángeles en filas tras filas, y el Infierno sea traído ese día. En ese día el hombre recordará ¿pero qué remembranza le aprovechará?” (89:21-23).

Nosotros creemos que Él es el Hacedor de lo que Él desea:

La Voluntad de Alláh: Universal y Legal:

Nosotros creemos que Su voluntad es de dos tipos: a) Voluntad Universal; a través de la cual Su intención es llevada a cabo. No es necesario que lo que es llevado a cabo le sea gustado a Él. Este tipo de voluntad significa permiso, como Alláh dijo: “Si Alláh quisiera, ellos no hubieran peleado uno contra otro, pero Alláh hace cualquier cosa que Él desea” (2:253) y “Si Alláh deseara llevarlos al extravío, Él es su Señor” (11:34); y b) Voluntad Legal; la cual no necesariamente conlleva la ejecución de Su deseo. Su voluntad, en este caso, no puede ser sino lo que Él desea, como Él dijo: “Alláh quiere perdonarlos” (4:27).

Nosotros creemos que Sus voluntades universal y legal son parte de su sabiduría. Cada cosa que Él lleva a cabo en el universo o que requiere legalmente de Sus criaturas es por una buena razón y de acuerdo a Su sabiduría, ya sea que lo aprovechemos o no: “¿No es Alláh el mejor de los Jueces?” (95:8). “¿Y quién es mejor que Alláh en juzgar para una gente quien tiene fe firme?” (5:50).

Nosotros creemos que Alláh ama a sus sirvientes selectos y que ellos los aman a Él: “Di: si ustedes aman a Alláh, síganme y Alláh los amará a ustedes” (3:31); “Alláh traerá a una gente a quien Él amará y quienes lo amarán a Él” (5:54); “Alláh ama a los firmes” (3:146); “Y actúen justamente, seguramente, Alláh ama a los justos” (49:9); y “Hagan el bien; que Alláh ama a aquellos quienes hacen el bien” (5:93).

Nosotros creemos que a Alláh le gusta lo que Él prescribió de buenos hechos y dichos y que le disgusta lo que Él prohibió de malos hechos y dichos: “Si ustedes descreen, seguramente Alláh no los necesita a ustedes; aún más, a Él no le gusta la incredulidad para Sus sirvientes; si ustedes son agradecidos; esto le place a Él” (39:7); y “Pero a Alláh les disgustaba su marcha. Así que Él los mantuvo atrás, y fue dicho para ellos: Quédense con los débiles” (9:46).

Nosotros creemos que Alláh está complacido con aquellos quienes creen en Él y hacen buenos actos: “Alláh está bien complacido con ellos y ellos están bien complacidos con Él. Aquello es para quien teme a su Señor” (98:8).

Nosotros creemos que Alláh está enojado con aquellos quienes merecen Su ira de entre los incrédulos y otros: “Y aquellos quienes piensan malos pensamientos de Alláh, contra ellos se vuelve la mala fortuna, Alláh está enojado con ellos” (48:6); “Pero quienquiera que abre su corazón a la incredulidad, sobre ellos es la cólera de Alláh y ellos tendrán un severo castigo” (16:106).

Más de los Atributos de Alláh: Nosotros creemos que Alláh una gloriosa y dignificada faz: “Ahí permanecerá la Faz de su Señor, majestuosa y espléndida” (55:27).

Nosotros creemos que Alláh tiene dos manos generosas: “No, Sus manos ambas están abiertas ampliamente, él gasta como a Él le place” (5:64); “Ellos no estiman a Alláh con la estima que es debida hacia Él. La tierra entera será su puñado en el Día de la Resurrección, y los cielos serán enrollados en su mano derecha. La Gloria sea para Él y exaltado es Él por encima de lo que ellos asocian con Él” (39:67).

Nosotros creemos que Alláh posee dos ojos reales, porque Él dijo: “Y construye el arca bajo Nuestros ojos como Nosotros lo revelemos” (11:37). El Profeta (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Su velo es la luz y Él lo ha removido, la sublimidad de su contenido hubiera quemado todo lo que Su vista alcanzara” (Muslim e Ibn Mayah). Los Sunitas han acordado unánimemente que él tiene dos ojos. Esto es apoyado por el dicho del Profeta acerca del Dayal (el Anti-Cristo) que “Él (el Dayal) es tuerto y tu Señor no es tuerto” (Bukhari y Muslim).

Nosotros creemos que la visión no puede percibirlo a Él; pero Él percibe toda la visión. “Él es el Sutil, el Omnisapiente” (6:103).

Nosotros creemos que los creyentes verán a su Señor en el Día de la Resurrección: “En ese día algunos rostros estarán radiantes, mirando fijamente sobre su Señor (75:22-23).

Nosotros creemos que Alláh no tiene igual porque Sus Atributos son perfectos: “No hay nada como Él. Él es el que todo lo Oye, el que todo lo Ve” (42:11); Nosotros creemos que “Ni la somnolencia ni el sueño lo alcanzan” (2:255); porque su vida es perfecta y eterna.

Nosotros creemos que Él no le hace ninguna injusticia a nadie, porque su imparcialidad es perfecta.

Nosotros creemos que Él no está desadvertido de los hechos de sus siervos, porque Él tiene perfecta supervisión y conocimiento que lo abarca todo.

Nosotros creemos que Él es el Todo Capaz de hacer cualquier cosa en los Cielos o en la Tierra, por Su perfecto conocimiento y poder: “Efectivamente, su orden, cuando Él desea una cosa, es solamente decir: “Sé” y ello es” (36:82).

Nosotros creemos que Él está libre del cansancio y la debilidad, por su infinito poder: “Seguramente, Nosotros creamos los Cielos y la tierra y todo lo que está entre ellos en seis días y ningún cansancio Nos tocó” (50:38).

Describiendo a Alláh por Su Revelación:

Nosotros creemos en todo lo que Él se Asignó a Él mismo o aquello con lo que Su Mensajero lo describió, de nombres y atributos. Por lo tanto, nosotros rechazamos dos conceptos: 1) El decir o creer que los atributos de Alláh son similares a aquellos de sus criaturas; y 2) El decir o creer que los atributos de Alláh son tal y tal.

Nosotros negamos todo lo que Él negó acerca de Él mismo o lo que Su Mensajero negó acerca de Él. Nosotros creemos que la negación implica la afirmación de su perfecto opuesto. Nosotros no discutimos lo que Él o Su Mensajero no mencionaron acerca de Él.

Nosotros creemos que seguir este enfoque es un deber, porque lo que Alláh afirmó o negó concerniente a Él mismo es una declaración que Él hizo acerca de Él mismo. Él se conoce a Él mismo mejor. Sus palabras son más justas y veraces, y la gente no puede saber todo acerca de Él. Lo que el Mensajero de Alláh afirmó o negó acerca de Él es una declaración que él hizo acerca de Alláh. Junto a conocer a Alláh mejor que ninguno, él es el más veraz, sincero y elocuente entre la gente. Así, en lo que Alláh dijo y lo que su Profeta dijo concerniente a Sus Nombres y Atributos está la verdad, el conocimiento y la clarificación. Por lo tanto, nosotros no tenemos excusa para rechazar o aún dudar en aceptarlo.

 

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Capítulo II.- El Corán y la Sunnah.

Fuentes de Sus Atributos:

Todo lo que hemos mencionado acerca de los Atributos de Alláh, ya sea brevemente o en detalle y afirmativa o negativamente, está basado en el Libro de nuestro Señor (el Corán) y las tradiciones de nuestro Profeta. Ello también está de acuerdo con la práctica de las generaciones previas de musulmanes y los escolares correctamente guiados quienes vinieron después de ellos.

Nosotros creemos que es obligatorio el tomar los textos del Corán y las tradiciones proféticas concediendo a los Atributos de Alláh en su valor de frente e interpretarlos en una manera que sea apropiada para Alláh, el Altísimo. Nosotros rechazamos la práctica de aquellos quienes tuercen los significados de estos textos y los entienden en una manera que no fue intentada por Alláh y Su Mensajero.

Nosotros también rechazamos la práctica de aquellos quienes los hacen desprovistos de sus significados como fue comunicado por Alláh y Su Mensajero. Finalmente, nosotros rechazamos el enfoque de aquellos quienes exageran, quienes les dan una interpretación física que hace a Alláh similar a algunas de sus criaturas.

Libre de contradicciones:

Nosotros sabemos por seguro que lo que está revelado en el Libro de Alláh y en las tradiciones de Su Mensajero es la verdad. Ello no contiene ninguna contradicción: “¿Ellos no ponderan sobre el Corán? Si hubiera sido de otro que Alláh, seguramente ellos hubieran encontrado en él muchas diferencias” (4:82).

Contradicciones en declaraciones los falsifican. Es imposible que haya una contradicción en cualquier declaración revelada por Alláh y lo que Él dijo por Su Mensajero (صلى الله عليه وسلم). Quienquiera que clame que hay contradicciones en el Corán, las tradiciones proféticas o entre los dos, tiene malvadas intenciones y un corazón desviado. Él debería arrepentirse y callar su pecado. Si alguien imagina que hay algunas contradicciones en el Corán, los dichos del Profeta o entre estos dos, esto debe ser resultado de su poco conocimiento, inadecuado entendimiento, o falta de pensamiento profundo. Por lo tanto, él debería buscar el conocimiento y hacer su mejor esfuerzo para reflexionar sobre los asuntos hasta que la verdad sea clara para él. Si después de todos estos esfuerzos, la verdad no es clara para él, él debería dejar el asunto entero a Aquel quien lo conoce y debería cesar su imaginación. Él debería decir, como hacen aquellos quienes están firmemente enraizados en el conocimiento: “Nosotros creemos en ello, todo es de Nuestro Señor” (3:7). Él debe saber que no hay contradicciones ni diferencias en el Corán, la Sunnah o entre los dos.

 

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Capítulo III.- Ángeles.

Creer en los Ángeles:

Nosotros creemos en la existencia de los ángeles e Alláh y que ellos “siervos honrados”. Ellos no hablan antes de que Él lo haga, ellos actúan solamente por Su orden” (21:26). Alláh los creó y ellos Lo adoran y obedecen. “Aquellos quienes en Su presencia no desdeñan adorarlo a Él, ni se cansan” (21:19).

Los ángeles están ocultos de nosotros, así que nosotros no podemos verlos. Alláh puede mostrarlos a alguno de Sus siervos. El Profeta Muhammad (صلى الله عليه وسلم) vio a Gabriel en su forma real con seiscientas alas que cubrían los horizontes (Bukhari y Muslim). Gabriel tomó la forma de un humano bello siendo quien encontró a maría y se empleó en la conversación con ella. Él vino al Profeta mientras él estaba entre los Compañeros con la apariencia de un hombre desconocido quien no mostraba ningún signo de un viaje largo, con ropas muy blancas y cabello muy negro. Él se sentó encarando al Profeta, sus rodillas hacia las rodillas del Profeta (صلى الله عليه وسلم), y sus palmas sobre los muslos del Profeta y habló con el Profeta. El Profeta más tarde dijo a sus Compañeros que el hombre al que ellos vieron era Gabriel (Bukhari y Muslim).

Las Funciones de los Ángeles:

Nosotros creemos que a los ángeles les son asignadas ciertas funciones. Entre los ángeles está Gabriel quien es confiado con la revelación. Él la trae de Alláh a quienquiera que Él desee de entre Sus Profetas y Mensajeros.

Entre ellos está Miguel, quien está a cargo de la lluvia y el crecimiento de las plantas; Israfil quien está a cargo de soplar el cuerno en el momento de la caída del trueno y la resurrección; el ángel de la muerte, quien aleja las almas de la gente en el momento de la muerte. Entre los ángeles está aquel quien está a cargo de las montañas; y Malik, el guardián del infierno.

Algunos ángeles están a cargo de los embriones en los vientres, otros son responsables por proteger a los seres humanos y otros están ocupados registrando los hechos de los hombres: hay dos ángeles para cada persona: “Cuando los dos ángeles reciban (sus hechos), uno sentado a la derecha y otro sentado a la izquierda, ninguna palabra pronuncia, sino que por él es un observador listo” (50:18). Algunos otros ángeles están a cargo de preguntar al muerto después de que es puesto en su última morada. Dos ángeles vienen a él y le preguntan acerca de Su Señor, su religión y su Profeta. Ahí “Alláh confirma a aquellos quienes creen con el dicho firme, en la vida presente y en el más allá, y Alláh lleva al extravío a los malhechores y Alláh hace lo que Él desea” (14:27).

Algunos ángeles están a cargo de los moradores del Paraíso: “Los ángeles entran a ellos desde cada puerta, diciendo: La paz sea sobre ustedes por aquello con lo que fueron pacientes. ¡Cuán excelente es su hogar final!” (13:24).

El Profeta (صلى الله عليه وسلم) nos dijo que “Setenta mil ángeles entran o rezan en la casa populosa en el cielo cada día. Ellos nunca retornan a ella mientras vivan (porque su regreso nunca vendrá)” (Bukhari y Muslim).

 

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Capítulo IV.- Los Libros de Alláh.

Creer en los Libros de Alláh:

Nosotros creemos que Alláh reveló Libros a sus Mensajeros como una prueba contra la humanidad y una guía para los trabajadores rectos. Ellos purificaron y les enseñaron su sabiduría por estos libros. Nosotros creemos que Alláh envió un libro con cada mensajero, porque él dice: “Efectivamente, Nosotros enviamos a Nuestros Mensajeros con signos claros, y Nosotros los enviamos con ellos el libro y el balance, para que así la gente pueda llevar a cabo la justicia” (57:25).

Libros conocidos:

Entre los Libros que Él reveló, nosotros conocemos:

1) La Toráh, la cual fue revelada a Moisés (عليه سلم). Es el más grande de entre los libros israelitas: “Seguramente Nosotros enviamos la Toráh, donde está la guía y la luz; por sus leyes los judíos han sido juzgados por los Profetas quienes se rindieron ellos mismos ante Alláh, los rabinos y los doctores de la ley, porque a ellos les fue confiada la protección del libro de Alláh y fueron testigos de ello” (5:44).

2) El Evangelio el cual Alláh reveló a Jesús (عليه سلم). Es una confirmación de la Toráh y un complemento a ello: “Y Nosotros le dimos el Evangelio, donde hay guía y luz y confirma la Toráh de antes de él, como una guía y una admonición hacia los que temen a Dios” (5:46). “Y para hacer lícitas ciertas cosas que, antes estaban prohibidas para ustedes” (3:50).

3) Los Salmos, los cuales Alláh dio a David (عليه سلم)

4) Las Tablas de Abraham y Moisés (عليه سلم).

5) El Glorioso Corán, el cual fue revelado a Su Profeta Muhammad, el Sello de los Profetas. Es: “Una guía para la gente y signos claros de guía y el criterio entre el bien y el mal”  (2:185).

El Corán está protegido de los cambios:

El Corán está: “Confirmando la escritura que fue antes de él y se mantiene como un guardián sobre ello”. Así, por vía del Corán, Alláh abrogó todo los libros revelados previos. Alláh también garantizó su protección de cualquier juego o distorsión maliciosa: “Efectivamente, Nosotros enviamos el Mensaje y Nosotros lo guardaremos” (15:9), porque el Corán es una prueba contra toda la humanidad hasta el Día del Juicio.

Escrituras previas cambiadas.

Las escrituras previas fueron válidas para un periodo limitado. Si uso terminó con la revelación del Corán, el cual las abrogó y expuso sus distorsiones y cambios. Esto es el porqué no estuvieron protegidas de la corrupción. Ellas se sometieron a la distorsión, adición y omisión: “Algunos judíos pervirtieron las palabras de sus significados” (4:46); “Así afligen a aquellos quienes escribieron el Libro con sus manos, y luego dicen: “Esto es de Alláh”; para que ellos puedan venderlo por un precio bajo. Así que los afligen por lo que sus manos han escrito, y los afligen por sus ganancias” (2:79); “Di: ¿quién envió el Libro que Moisés trajo como una luz y una guía hacia la gente? Ustedes lo pusieron en hojas de papel mostrando algunas de ellas y escondiendo muchas” (6:91); “Y hay un grupo de entre aquellos quienes tuercen sus lenguas con el Libro, para que ustedes piensen que es una parte del Libro, pero no es una parte del Libro. Y ellos dicen “Es de Alláh”, aunque no es de Alláh y ellos dicen una mentira contra Alláh y lo saben. No es para ningún ser humano a quien Alláh ha dado el Libro, la Sabiduría y la Profecía el decir a los hombres “Adórenme a mí en vez de adorar a Alláh” ” (3:79); “Gente del Libro. Nuestro Mensajero ha venido a ustedes, haciendo claras para ustedes muchas cosas que ustedes han estado disimulando del Libro y perdonándolos mucho. Una luz ha venido para ustedes de Alláh y un glorioso Libro, con el cual El guiará a quienquiera que siga su complacencia en el camino de la paz y los traiga de la oscuridad a la luz por Su voluntad” (5:15-16).

 

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Capítulo V.- Mensajeros.

Creer en los Mensajeros.

Nosotros creemos que Alláh ha enviado a Su gente Mensajeros quienes estuvieron “trayendo buenas noticias y advertencias, para que así la humanidad no pudiera tener argumento en contra de Alláh después de los Mensajeros. Alláh es el Más Alto, el Omnisapiente” (4:165).

El primero y el último de los Mensajeros.

Nosotros creemos que el primero de entre los Mensajeros es Noe y el último es Muhammad, la paz sea sobre todos ellos: “Nosotros nos revelamos a ti como nos revelamos a Noe y a los profetas después de él” (4:163); y “Muhammad no es el padre de ninguno de sus hombres, sino el Mensajero de Alláh y el Sello de los Profetas” (33:40).

Los mejores Mensajeros.

Nosotros creemos que el mejor de entre los Mensajeros es Muhammad, luego Abraham, Moisés, Noe y Jesús el hijo de María. Ellos son los referidos por el siguiente verso coránico: “Y cuando nosotros tomamos un compilado de entre los profetas, y de entre ustedes, y de Noé, y Abraham, luego Moisés, y Jesús el hijo de María. Nosotros hicimos de ellos un compilado solemne” (33:7).

Nosotros creemos que el mensaje de Muhammad (صلى الله عليه وسلم) incluye todos los méritos de los mensajes de aquellos mensajeros dignificados, porque Alláh dice: “El ordenó para ustedes lo que El impuso sobre Noé y lo que El les reveló a ustedes y lo que El impuso sobre Abraham, Moisés y Jesús; a saber, declarar su fe y estar unidos en ella” (42:13).

Los Mensajeros son seres humanos.

Nosotros creemos que todos los mensajeros son seres humanos creados, quienes no tienen ninguna de las cualidades divinas de Alláh. Alláh, el Exaltado, dijo acerca de Noé, quien fue el primero de ellos: “Yo no digo para ustedes: “Yo poseo los tesoros de Alláh”. Yo no conozco lo no visto, y yo no digo: “Soy un ángel” ” (11:31). Alláh ordenó a Muhammad quien es el último de entre ellos decir: “Yo no digo a ustedes que poseo los tesoros de Alláh, ni que conozco lo no visto, y no les digo que soy un ángel” (6:50), y decir que “Yo no tengo el poder de traer beneficio o daño para mí mismo, sino solamente como lo que Alláh desea” (7:188); y “No tengo el poder para dañar o beneficiarlos a ustedes. Di: Ninguno puede protegerme de Alláh, ni puedo encontrar ningún refugio además de El” (72:91-92).

Nosotros creemos que los mensajeros están entre los siervos de Alláh. Él los bendijo con el mensaje y los describió como siervos, en el contexto de alabarlos y honrarlos. El dice acerca de Noé, el primero de ellos: “Ustedes son los descendientes de aquellos a quienes Nosotros llevamos con Noé, él era verdaderamente un siervo agradecido” (17:3).

Alláh dijo acerca del último de entre ellos, Muhammad (صلى الله عليه وسلم): “Bendito sea El quien envió el Corán a su Siervo, para que él pueda advertir a toda la humanidad” (25:1). Como para algunos otros mensajeros, El dijo: “Y Menciona a Nuestros siervos Abraham, Isaac y Jacob, hombres de grandeza y visión” (38:45). “Y recuerden a Nuestro siervo David, quien era un hombre fuerte y penitente” (38:45); “Y a David, Nosotros le dimos a Salomón, él era un siervo excelente y penitente” (38:30).

Alláh dijo acerca de Jesús, el hijo de María: “El solamente es un siervo a quien Hemos bendecido y Nosotros lo hicimos un ejemplo para los niños de Israel” (43:59).

Nosotros creemos que Alláh concluyó todos los mensajes con el mensaje de Muhammad (صلى الله عليه وسلم), para toda la gente, porque El dice: “Di: Oh humanidad, yo soy el mensajero de Alláh para todos ustedes. A El pertenece el Reino de los Cielos y la tierra, no hay dios sino El. El ordena la vida y la muerte. Así que crean en Alláh y en Su Mensajero, el profeta iletrado quien cree en Alláh y en Sus Palabras. Síganlo a él para que así puedan estar correctamente guiados” (7:158).

El Islam: el Mensaje Universal y Final.

Nosotros creemos que la Sharíah del Profeta Muhammad (صلى الله عليه وسلم) es la religión del Islam, la cual Alláh ha elegido para Sus siervos. Él no acepta cualquier otra religión de ninguno, porque El, el Exaltado, dijo: “Seguramente, la verdadera religión a la vista de Alláh es el Islam” (3:19); “Hoy he perfeccionado su religión para ustedes, y he completado Mi Favor sobre ustedes, y he escogido el Islam para que sea su religión” (5:3); y “Quienquiera que desee otra religión que el Islam, ello nunca será aceptado de él, y en el Más Allá estará entre los perdedores” (3:85).

Es nuestra opinión que quienquiera que clame que cualquier otra religión que el Islam, tales como el judaísmo, el cristianismo y así sucesivamente, es un no creyente. Se le debería pedir que se arrepienta.

También es nuestra opinión que quienquiera que rechace el mensaje universal de Muhammad (صلى الله عليه وسلم), rechaza el mensaje de todos los mensajeros, aún si él clama que cree y sigue a su mensajero. Alláh, el Exaltado, dijo: “La gente de Noé rechazó a los Mensajeros” (26:105). Así que Alláh los consideró como rechazaban a todos los mensajeros a pesar del hecho de que no hubo mensajero antes de Noé. Esto también es claro de los siguientes versos: “Aquellos quienes descreen en Alláh y sus Mensajeros, y desean hacer división entre Alláh y Sus Mensajeros y dicen: “Nosotros creemos en algunos y descreemos en otros” deseando tomar un término medio. Aquellos efectivamente, son incrédulos, y Nosotros hemos preparado para los incrédulos un humillante castigo” (4:150-151).

Nosotros creemos que no hay profeta después de Muhammad (صلى الله عليه وسلم) el Mensajero de Alláh. Quienquiera que clame la profecía después de él, o crea en alguien que la clame, es un incrédulo y uno quien rechaza a Alláh, a Su Mensajero y el consenso de los musulmanes.

Los Califas correctamente guiados:

Nosotros creemos que el Profeta (صلى الله عليه وسلم) tiene sucesores correctamente guiados quienes llevaron a cabo su Sunnah en difundir el conocimiento llamando hacia el Islam, y manejando los asuntos de los musulmanes. Nosotros creemos que entre los mejores y los más capacitados para el Califato estaban Abu Bakr as-Sidiq, luego Umar Ibn Al-Khatab, luego Uthman Ibn Afan y luego Ali ibn Abu Talib, que Alláh esté complacido con todos ellos. Así su sucesión para el Califato era de acuerdo a sus virtudes. Alláh, el Exaltado, quien posee infinita sabiduría, no señalaría a un gobernante sobre las mejores generaciones a menos que él fuera el más superior entre ellos y tuviera el mejor reclamo para el califato.

Nosotros creemos que el inferior de entre aquellos correctamente guiados compañeros puede ser superior en una virtud específica para aquellos quienes eran mejores que él, pero que él no merece absoluta superioridad, porque los elementos que constituyen la superioridad son varios y numerosos.

Nosotros creemos que la Ummah Musulmana es la mejor de entre las naciones, y Alláh, el Dignificado y Exaltado, la ha bendecido, porque Él dijo: “Ustedes son la mejor nación jamás traída a la humanidad, imponiendo lo que es correcto y prohibiendo lo que es malo, y creyendo en Alláh”.

Los Compañeros del Profeta.

Nosotros creemos que los mejores entre la Ummah Musulmana son los Compañeros del Profeta, luego sus seguidores, y luego aquellos quienes les siguieron.

Nosotros también creemos que un grupo de esta Ummah siempre permanecerá victorioso sobre la vía correcta, sin ser dañados por aquellos quienes los dejan abajo o aquellos quienes se oponen a ellos, hasta el Día del Juicio.

Nosotros creemos que las disputas que tuvieron lugar entre los Compañeros del Profeta fueron el resultado de sinceras interpretaciones por las que ellos trabajaron duro para alcanzar. Quienquiera que estuviera correcto de entre ellos será recompensado doblemente, y quienquiera que estuviera mal de entre ellos será recompensado una vez y su error será perdonado.

Es nuestra opinión que nosotros deberíamos parar de hablar acerca de sus errores y mencionar lo que ellos merecen de bella alabanza. Nosotros deberíamos purificar nuestros corazones del odio y la malicia contra cualquiera de ellos, porque Alláh dijo acerca de ellos: “Ellos no son iguales: aquellos de entre ustedes quienes gastaron y quienes pelearon antes de la conquista de Makkah. Aquellos son más altos en rango que aquellos quienes gastaron y pelearon después de eso. Pero para todos Alláh ha prometido una gran recompensa” (57:10). Y Alláh dijo acerca de nosotros: “Y aquellos quienes vinieron después de ellos dice: Señor Nuestro, perdónanos a nosotros y a nuestros hermanos quienes nos precedieron en la fe, y no pongas en nuestros corazones ninguna malicia contra aquellos quienes han creído. Señor Nuestro, Tú eres el Más Bondadoso, el Más Misericordioso” (59:10).

 

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Capítulo VI.- El Día del Juicio.

Creer en el Día del Juicio.

Nosotros creemos en el Día Final, el cual es el Día del Juicio, cuando la gente será resurrecta y entonces le será dicho el permanecer en la morada del gozo o en la morada del castigo severo.

La Resurrección.

Nosotros creemos en la resurrección, la cual es que Alláh traerá ala vida a todos aquellos quienes han muerto, y luego Israfil soplará el cuerno por segunda vez. “Y la trompeta será soplada y todos los que están en los cielos y quienes están en la tierra caerán desvaneciéndose excepto aquellos a los que Alláh enloquecerá. Luego será soplada de nuevo y ellos se levantarán fijando la vista alrededor de ellos” (39:68). La gente se levantará de sus tumbas, respondiendo al llamado del Señor del universo. Ellos estarán descalzos, desnudos e incircuncisos. “Como Nosotros comenzamos la primera creación, así que Nosotros la traeremos de regreso otra vez. Esta es una promesa de Nosotros, y Nosotros seguramente la cumpliremos” (21:104).

Los Registros y Escalas.

Nosotros creemos en los registros de hechos que serán dados a la gente en sus manos derechas o detrás de sus espaldas en sus manos izquierdas: “Como para aquel a quien es dado su libro en su mano derecha, él seguramente recibirá un ajuste de cuentas fácil y regresará a su familia regocijándose. Pero como para aquel a quien le es dado su libro detrás de su espalda, él será llamado para la destrucción de sí mismo y será quemado en un fuego ardiente” (84:7-12). “El trabajo de cada hombre, Nosotros los hemos atado a su propio cuello, y en el Día del Juicio Nosotros traeremos para él un libro el cual verá abierto, diciendo “Lee tu propio libro. Suficiente para ti en este día es que tu propia alma te llame a cuentas” ” (17:13-14).

Nosotros creemos que las escalas de los hechos serán puestas en el Día del Juicio, y que ninguna alma será dañada: “Quienquiera que haya hecho un átomo de bien, lo verá” (99:7-8). “Aquello cuyas escalas son pesadas, ellos son los exitosos; pero aquellos cuyas escalas son ligeras, ellos son aquellos quienes han perdido sus almas que morarán en el Infierno por siempre. El fuego quemará sus caras y ahí ellos serán desfigurados con los labios desplazados” (23:102-104). “Aquel que hace un buen hecho será recompensado con diez veces lo similar de ello, y aquel quien haga un mal hecho solamente será recompensado por lo similar a ello, y ellos no serán dañados” (6:160).

La Intercesión de los Profetas.

Nosotros creemos en la gran y especial intercesión del Profeta Muhammad (صلى الله عليه وسلم). Él suplicará con Alláh, después de su permiso y sobre la mitad de la humanidad, para juzgar entre Sus siervos cuando ellos sufran de entre las preocupaciones y problemas que ellos no pueden soportar. Ellos irán a Adam (عليه سلم), luego a Noé (عليه سلم), luego a Abraham (عليه سلم), luego a Moisés (عليه سلم), luego a Jesús (عليه سلم), y finalmente al Profeta Muhammad (صلى الله عليه وسلم).

Nosotros creemos en la intercesión en lo que concierne a algunos creyentes quienes fueran a ser sacados del infierno. Esta mediación está garantizada al Profeta Muhammad (صلى الله عليه وسلم) y a otros de entre los Profetas, los creyentes y los ángeles.

Nosotros creemos también que Alláh salvará del Infierno a algunos de los creyentes sin la intercesión de ninguno; sino solo por Su Gracia y Misericordia.

La Alberca del Profeta.

Nosotros creemos en la Alberca del Profeta (صلى الله عليه وسلم), el agua de la cual es más blanca que la leche y más dulce que la miel y de mejor fragancia que el almizcle, cada uno de su largo y ancho es la distancia de un mes de viaje. Sus vidrios son como estrellas en belleza y número. Los creyentes de entre los seguidores de los Profetas vienen para tomar de esta gran cisterna un trago después del cual ello nunca volverán a estar sedientos.

La Vía Recta.

Nosotros creemos en la vía recta (Sirat) puesta sobre el Infierno. La gente la pasa de acuerdo a sus hechos: los primeros de ellos tan rápidos como la luz, luego tan rápido como el viento, luego tan rápido como los pájaros y luego tan rápido como un hombre corriendo. El Profeta estará parado sobre la vía, diciendo: “Señor ¡Sálvalo! ¡Sálvalo!”, tanto como los hechos de algunas gentes alcanzarán poco. Algunos de ellos vendrán nadando. A ambos lados del camino hay ganchos diseñados para tomar a quien Alláh desea, algunos son salvados pero machucados; otros son arrojados en el Infierno (Bukhari y Muslim).

Nosotros creemos en todo lo que está mencionado en el Corán o en los dichos proféticos concernientes a ese día y sus horrores; que Alláh nos salve de ellos.

Nosotros creemos en la intercesión (Shafa-ah) del Profeta Muhammad (صلى الله عليه وسلم), por la gente para que entre en el paraíso. Esta intercesión está limitada exclusivamente al Profeta Muhammad (صلى الله عليه وسلم).

El Paraíso y el Infierno.

Nosotros creemos en el Paraíso y el Infierno. El Paraíso es la morada de regocijo, la cual Alláh, el Exaltado, ha preparado para los rectos. Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, y ningún ser humano ha jamás pensado en las bendiciones que ellos disfrutarán ahí: “Ninguna alma sabe qué confort es mantenido oculto para ellas, como una recompensa por sus hechos” (32:17). El Infierno es la morada del castigo que Alláh ha preparado para los incrédulos y los malhechores. La tortura y el horror en ello no pueden ser imaginados: “Seguramente Nosotros hemos preparado para los malhechores un fuego, cuya muralla los encerrará. Si ellos claman por ayuda, ellos serán ayudados con agua como cobre derretido el cual escaldará sus caras. Cuán funesta bebida y cuán mal lugar de reposo” (18:29).

Ambos, el Paraíso y el Infierno existen ahora y nunca perecen: “Quienquiera que crea en Alláh, Él lo admitirá en los jardines debajo de los cuales fluyen ríos, para morar ahí por siempre. Efectivamente Alláh ha hecho para él una excelente provisión” (65:11). “Ciertamente Alláh ha maldecido a los incrédulos y ha preparado para ellos un fuego ardiente para morar en él por siempre, ellos no encontrarán protector ni ayudador. En el día cuando sus caras sean tornadas en el fuego ellos dirán: “Hubiéramos obedecido a Alláh y al Mensajero” ” (33:64-66).

Nosotros confirmamos el Paraíso para quien está confirmado en el Corán o las tradiciones proféticas por nombre o descripción. Entre aquellos a quienes está garantizado el paraíso y mencionados por nombre están Abu Bakr, Umar, Uthman, Ali y otros quienes fueron especificados por el Profeta (صلى الله عليه وسلم) (Bukhari y Muslim). Entre aquellos a quienes nosotros les confirmamos entrar al paraíso porque ellos cumplen la descripción son los llenos de fe y los piadosos.

Nosotros, similarmente confirmamos el Infierno para quienes está confirmado en el Corán y los dichos del Profeta, ya sea en nombre o descripción. Entre aquellos quienes son mencionados por nombre para estar en el Infierno están Abu Lahab, Amr Ibn Luhai al-Khuzai y otros (Bukhari y Muslim). La confirmación del infierno que está basada sobre la descripción incluye a cada incrédulo, politeísta o hipócrita.

Lo que sucede en la Tumba.

Nosotros creemos en el Juicio de la Tumba, el cual involucra preguntar a la persona fallecida en su tumba acerca de su Señor, su Religión, y su Profeta. Ahí “Alláh confirma a aquellos quienes creen con un firme dicho, en la presente vida y en el Más Allá” (14:27). El creyente dirá: “Alláh es mi Señor, el Islam es mi religión, y Muhammad es mi Profeta”. El incrédulo o el hipócrita dirán: “Yo no sé. Yo escuché a la gente diciendo algo y lo dije”.

Nosotros creemos en el confort de la tumba para los creyentes: “Aquellos cuyas vidas los ángeles toman en estado de pureza, diciendo: “La paz sea contigo, entra en el paraíso por lo que estabas haciendo” ” (16:32).

Nosotros creemos en el castigo de la tumba para los incrédulos trasgresores: “Si ustedes pudieran solamente cuando los malhechores están en las agonías de la muerte y los ángeles están apretando sus manos, diciendo: “Den por vencidas sus almas. Hoy ustedes serán recompensadas con el castigo de la humillación por lo que ustedes acostumbraban decir falso acerca de Alláh, y por rechazar desdeñosamente Sus signos” (6:93). Los dichos del Profeta son numerosos y bien conocidos en esta área. Un musulmán debe creer en todo lo que es reportado en el Corán y en las tradiciones proféticas concernientes a los asuntos no vistos. Él no debería contradecirlos por su experiencia mundana porque los asuntos del Más Allá no pueden ser medidos por los asuntos de esta vida. La diferencia entre ellos es muy grande. Alláh es la fuente de ayuda.

 

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Capítulo VII.- El Destino y el Decreto Divino.

Creencia.

Nosotros creemos en el destino, ya sea bueno o malo, el cual Alláh ha medido y ordenado para todas las criaturas de acuerdo a su previo conocimiento y como juzgado adecuado por Su sabiduría.

Niveles de Creencia.

La creencia en el Destino tiene cuatro niveles:

1) Conocimiento: Nosotros creemos que Alláh, que Él sea Exaltado, sabe todo. Él sabe todo lo que ha sucedido y todo lo que sucederá y cómo sucederá. Su conocimiento es terno. Él no adquiere nuevo conocimiento ni olvida lo que sabe.

2) Registro: Nosotros creemos que Alláh ha registrado en la tabla segura (Al Lowh al Mahfuz) cualquier cosa que vaya a suceder hasta el Día del Juicio. “¿No sabían que Alláh conoce todo lo que está en el cielo y en la tierra? Seguramente que está en un libro. Seguramente que para Alláh es un asunto fácil” (22:70).

3) Voluntad: Nosotros creemos que Alláh ha deseado todo en el cielo y la tierra. Nada sucede excepto por Su Voluntad. Cualquier cosa que Él desea, tendrá lugar, y cualquier cosa que Él no desea, no sucederá.

4) Creación: Nosotros creemos que “Alláh es el Creador de todas las cosas, Él es el guardián sobre todas las cosas, y a Él pertenecen las llaves de los cielos y la tierra” (39:62-63). Este nivel incluye cualquier cosa que Alláh Mismo hace y cualquiera de Sus criaturas. Así, cada dicho, hecho u omisión de la gente es sabido por Alláh, Quien los ha registrado, deseado y creado: “Para aquellos de entre ustedes quienes deseen ser rectos. Pero ustedes no desearán excepto como Alláh desea, el Señor de los Mundos” (81:28-29); “Y Alláh hubiera deseado que ellos no hubieran peleado uno contra otro, pero Alláh hace cualquier cosa que Él desea” (37:96).

El Libre Albedrío del Hombre.

Nosotros creemos, de cualquier forma, que Alláh ha garantizado al hombre un poder y un libre albedrío por el cual él lleva a cabo sus acciones. Que los hechos del hombre son hechos por su poder y libre albedrío puede ser probado por los siguientes puntos:

1) Alláh dice: “Así que aproxímense a sus campos (esposas) cuando y como ustedes deseen” (2:223); y “Ellos hubieran deseado ir adelante, ellos hubieran hecho alguna preparación para ello” (9:46). En estos versos, Alláh afirmó para el hombre un “adelantarse” y “una preparación” por su deseo.

2) Dirigir a un hombre para hacer o no hacer: Si un hombre no tiene libre albedrío y poder, estas direcciones significan que Alláh está pidiendo al hombre que haga aquello que no puede hacer. Esta proposición es rechazada por la Sabiduría, la Misericordia y la Declaración veraz de Alláh: “Alláh no carga a una alma más allá de su capacidad” (2:286).

3) Alabar a los virtuosos por sus hechos y culpar a los malhechores por sus acciones y recompensar a cada uno de ellos con lo que merece. Si la acción no es hecha por el libre albedrío, entonces el alabar al virtuoso es una broma y el castigar al malhechor es una injusticia; y Alláh está, por supuesto, lejos de la broma y de ser injusto.

4) Alláh ha enviado Mensajeros quienes están “trayendo buenas noticias, y advirtiendo, para que así la humanidad no pueda tener argumento contra Alláh después de los Mensajeros” (4:165). Si las acciones individuales no son llevadas a cabo por su libre albedrío, su argumento no es válido por el envío de Mensajeros.

5) Cada hacedor de acciones siente que hace o no hace una cosa sin coerción. Se levanta y se sienta, entra y sale, viaja y se queda por su propio libre albedrío sin sentir que nadie lo fuerza para hacer alguna de estas acciones. De hecho, él claramente distingue entre hacer algo de su propio libre albedrío y alguien más forzándolo a hacer aquella acción. La Ley Islámica también sabiamente distingue entre estos estados de los asuntos. No castiga a un malhechor por una acción hecha bajo compulsión.

No hay excusa para los Pecadores.

Nosotros creemos que el pecador no tiene excusa en el Decreto Divino de Alláh, porque él comete su pecado por su libre albedrío, sin saber lo que Alláh ha decretado para él, porque nadie conoce el decreto de Alláh antes de que tenga lugar: “Ninguna alma conoce lo que ganará mañana” (31:34) ¿Cómo puede ser posible entonces, presentar una excusa que no es conocida para la persona quien la está anteponiendo cuando comete su ofensa? Alláh invalidó este tipo de argumento diciendo: “Los idólatras dirán: “Si Alláh hubiera deseado, no hubiéramos sido idólatras, ni nuestros padres, ni hubiéramos tenido nada prohibido”. Así que la gente antes de ellos lloró lágrimas hasta que ellos probaron Nuestro poder. Di: ¿Tienen ustedes alguna prueba que puedan mostrarnos? Ustedes no siguen sino la asunción y están mintiendo” ” (6:148). Nosotros decimos al pecador quien está usando el Decreto Divino como una excusa: ¿Por qué no llevaste a cabo hechos de obediencia, asumiendo que Alláh los ha decretado sobre ti, desde que tú no conoces la diferencia entre los buenos hechos y los pecados? Esto es el por qué, cuando el Profeta Muhammad dijo a sus Compañeros que la posición de cada uno en el Paraíso o en el Infierno ya ha sido asignada, ellos dijeron: “¿No deberíamos depender de esto y dejar de trabajar?”. Él dijo: “No, trabajen y cada uno será dirigido hacia lo que es creado para él” (Bukhari y Muslim).

Nosotros decimos al pecador quien está tratando de encontrar una excusa en el Decreto Divino: “Supón que quieres viajar a Makkah. Hay dos caminos que pueden llevarte allá. Te es dicho por una persona veraz que uno de estos caminos es peligroso y difícil, el otro es fácil y seguro. Tú tomarás el segundo camino. Tú no tomarás el primero y dirás “está decretado sobre mí”. Si lo hicieras la gente te consideraría loco”.

Nosotros también podemos decirle: “Si te ofrecieran dos trabajos, uno el cual tiene un salario más alto, tu ciertamente tomarías aquel con el salario más alto. ¿Por qué escogerías lo que es más bajo en el Mas Alláh y usarías el Decreto Divino como una excusa?”.

Nosotros podemos aún decirle: “Nosotros vemos que cuando tú eres afligido con una enfermedad, tocas a la puerta de cada médico buscando tratamiento y soportando cualquier dolor que pueda resultar de las operaciones de cirugía y la amargura de la medicina. ¿Por qué no haces lo mismo cuando tu corazón está enfermo espiritualmente con los pecados?”.

La maldad no es atribuible a Alláh.

Nosotros creemos que la maldad no debería ser atribuida a Alláh, debido a Su perfecta Misericordia y Sabiduría. El Profeta dijo: “Y la maldad no es atribuida a Ti” (Muslim). Así, el Decreto de Alláh por sí mismo no tiene ningún mal, porque está viniendo de la Misericordia  la Sabiduría. La maldad puede, de cualquier forma, resultar de alguno de Sus decretos, porque el Profeta dijo en la suplicación por Gunut aquello lo cual él pensó para al-Hasan: “Y protégenos de la maldad de lo que Tú has creado” (Tirmidi y otros). Aquí el Profeta atribuyó la maldad alo que Él decretó. A pesar de esto la maldad en Su decreto no es maldad pura. Más bien es maldad en un aspecto y bien en otro, o es maldad en un caso y bien en otro. Así, la corrupción en la tierra resultante de la sequía, la enfermedad, la pobreza y el miedo es maldad; pero ello es bueno en otro aspecto. Alláh, el Exaltado dijo: “La corrupción ha aparecido en la tierra y en el mar por lo que las manos de los hombres han ganado. Alláh ha ordenado esto para los hombres para que así ellos puedan probar algo de lo que ellos han hecho, en orden de que ellos puedan tornarse atrás (de la maldad)” (30:41) cortar la mano del ladrón o lapidar al adúltero es una cosa malvada para el ladrón y el adúltero, pero es bueno para ellos en un aspecto, porque ello es una purificación para ellos, para que así el castigo de esta vida y el del Más Alláh no sean combinados para ellos. Estos castigos son buenos en otro aspecto: su aplicación protege la propiedad, el honor y las relaciones.

 

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Capítulo VIII.- Beneficios.

Esta sublime creencia, la cual incluye aquellos grandes principios guarda numerosos y útiles tipos de frutos para quienquiera que crea en ello.

Virtudes de la creencia en Alláh.

Creer en Alláh, Sus nombres y Sus atributos, inspira en el individuo el amor ya la glorificación de Alláh, que resulta en su llevar a cabo las instrucciones de Alláh y evitar Sus prohibiciones. Estas son las formas de lograr la última felicidad en este vida y en el Más Alláh para ambos, el individuo y la sociedad: “Quienquiera, hombre o mujer, que haga buenos hechos, mientras crea, Nosotros seguramente le garantizaremos una buena vida, y Nosotros lo recompensaremos de acuerdo a los mejores de sus hechos” (16:97).

Virtudes de la creencia en los Ángeles.

Apreciar la dignidad de Alláh, Su Alteza y Su Soberanía.

Gratitud hacia Alláh porque Él pone a algunos de los ángeles a cargo de sus siervos, registrando sus hechos y otras cosas que los benefician.

Amor y admiración por los ángeles por lo que ellos están haciendo, a saber, adorando a Alláh en la mejor manera posible y orando por los creyentes.

Virtudes de la creencia en los Libros.

Apreciar la misericordia y cuidado de Alláh por su gente en que Él envió un libro para cada nación para su guía.

Apreciar la Sabiduría de Alláh, porque Él reveló en estos libros para cada nación aquello lo cual les conviene. El Glorioso Corán es el libro final y es conveniente para toda la gente en todos los tiempos hasta el Día del Juicio.

Mostrar gratitud por la misericordia de Alláh en revelar estos libros.

Virtudes de la creencia en los Mensajeros.

Apreciar la misericordia y cuidado de Alláh por Su gente por enviar a estos grandes mensajeros para guiarlos hacia la vía recta. Agradecer a Alláh por este gran favor.

Amar y respetar a los profetas y alabarlos en lo que ellos se merecen, porque ellos son los mensajeros de Alláh y Su elección de entre Su gente. Ellos adoraron a Alláh de acuerdo a lo mejor de su capacidad, comunicaron su mensaje a la humanidad, dieron sincero consejo a la gente, y soportaron pacientemente cualquier daño que recibieron.

Virtudes de la creencia en el Día del Juicio.

Esforzarse para obedecer a Alláh para obtener la recompensa de ese día y para evitar cualquier desobediencia hacia Él por miedo de Su castigo.

Una consolidación para el creyente por cualquier cosa que él pierda de goce mundanal por lo que él espera de ganancia de bendiciones y recompensa en el Más Allá.

Virtudes de la creencia en el Destino y el Decreto Divino.

Dependencia en Alláh cuando se haga alguna acción, porque ambos, la causa y el efecto, son el resultado del decreto de Alláh.

Tranquilidad de la mente y confort, porque cuando el individuo sabe que todo es por el decreto de Alláh y que las desgracias van a tener lugar de cualquier forma, su alma estará en la tranquilidad y su corazón estará satisfecho con el decreto de Alláh. Nadie tiene una vida más confortable, un alma libre de preocupaciones, y una confianza más fuerte que un creyente en el destino.

Libertad de la arrogancia cuando una meta es lograda, porque esto es una bendición de Alláh a través de lo que Él decretó de las causas del bien y el éxito. El individuo debería agradecer a Alláh por eso y librarse a sí mismo de la arrogancia.

Libertad de la preocupación y del aburrimiento en caso de fallo o desgracia, porque eso es por el Decreto de Alláh, Aquel quien posee los cielos y la tierra. Desde que va a suceder de cualquier forma, el individuo debería ser paciente y esperar por la recompensa de Alláh. Alláh señala a las últimas dos virtudes en el siguiente verso: “Ninguna mala fortuna puede suceder sobre la tierra o en ustedes mismos si no está registrada en el decreto antes de que nosotros lo traigamos a la existencia; esto es realmente fácil para Alláh; que ustedes no puedan afligirse por lo que escapa de ustedes, ni regocijarse por lo que ha venido a ustedes. Alláh no ama a ningún jactancioso vanaglorioso” (57:22-23).

Nosotros alabamos a Alláh, el Exaltado, para que nos recompense con esta creencia, para que realice para nosotros sus frutos, para que incremente nuestras bendiciones, para que nos mantenga sobre el camino recto hacia el cual Él nos ha guiado, y que confiera sobre nosotros una bendición de Él. Él es, efectivamente, el Dador. Alabanza y y gratitud sean para Alláh, el Señor de los Mundos; y la paz y las bendiciones sean sobre el Profeta Muhammad, su familia, sus Compañeros, y aquellos quienes los sigan rectamente.