Sahih Al-Kalim At-Taiyib

Coleccionado y editado por: Sheik Mohammed Naser-ud-Din Al-Albani.
Traducido del árabe al inglés por Mohammed Said Dabas.
Editado por: K. H. Dabas.
Editorial: International Islamic Publishing House.
Trad. al Español: Mussa Abdullah Reyes
Para: http//www.islam-mexico.net


 

INDICE

 

  1. La virtud del Dhikr

  2. La virtud de alabar a Alláh

  3. Recuerdo de Alláh, el Altísimo en el comienzo y al fin de cada día

  4. Oraciones a la hora de irse a la cama

  5. Oraciones para despertar en la noche

  6. Oraciones para los sueños

  7. La virtud de las oraciones nocturnas

  8. Oraciones al entrar al hogar de uno

  9. Oraciones al entrar o salir de la Mezquita

  10. La llamada para la oración y aquellos quienes la escuchan

  11. Suplica al inicio de la oración

  12. Suplicas durante la oración (en rukú (inclinación), postración y asiento entre postraciones)

  13. Suplica durante la oración (después del Tasha-hud durante el sentado final)

  14. La oración opcional (Istikharah)

  15. Suplicas en tiempos de preocupación y tristeza

  16. Suplicas cuando se encuentre a un enemigo y gente en la autoridad

  17. Suplicas cuando Satán aparece ante el hombre

  18. El llamado a la oración despide a Satán.

  19. Aceptar la predestinación de un hombre sin negligencia o exageración.

  20. Gracias conferidas sobre el hombre.

  21. Suplicaciones cuando las desgracias/calamidades mayores o menores encaran a un creyente.

  22. Suplicaciones cuando se está en deuda.

  23. Suplicaciones sobre entrar a un cementerio.

  24. Suplicaciones cuando se busca la lluvia.

  25. Suplicaciones en caso de tormentas de viento.

  26. Suplicaciones al oír al trueno.

  27. Suplicaciones sobre la caída de la lluvia.

  28. Suplicaciones sobre el ver la luna nueva.

  29. Suplicaciones cuando se viaja.

  30. Suplicaciones sobre usar transportes.

  31. Suplicaciones cuando se arraiga en un lugar.

  32. Suplicaciones sobre el comer o beber (artículos lícitos).

  33. Suplicaciones para los visitantes o invitados.

  34. Suplicaciones concernientes a los saludos.

  35. Suplicaciones concernientes a estornudar y bostezar.

  36. Suplicaciones concernientes al matrimonio.

  37. Suplicaciones concernientes al nacimiento.

  38. Suplicaciones sobre el escuchar el cacareo de un gallo, el rebuzno de un burro y el ladrido de un perro.

  39. Suplicaciones concernientes a las reuniones (y visitas).

  40. Suplicaciones concernientes a la ira.

  41. Suplicaciones concernientes a la aflicción o calamidad.

  42. Suplicaciones cuando se entra en un mercado.

  43. Suplicaciones de lo que si una montura tropieza.

  44. Suplicaciones para regalar los obsequios y orar por el que los da.

  45. Suplicaciones sobre el remover un asunto dañino.

  46. Suplicaciones por el primer fruto de la temporada.

  47. Suplicaciones cuando se ve algo que a uno le gusta con temor de que el mal de ojo la afecte.

  48. Suplicaciones concernientes al optimismo y pesimismo.

 

INDICE            FINAL

           

 

1.- La virtud del Dhikr (recuerdo de Alláh, el Altísimo)


 

1.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "¿No debería yo hablarles acerca de los mejores hechos y acciones? Los más puros y aceptados hechos hacia su Señor, Alláh, el Altísimo, son hechos que eleven su nivel y posición y son mejores para ustedes que gastar el oro y el dinero en caridad. Estos hechos son mejores que confrontar a sus enemigos, peleando con ellos, cortando sus cuellos y sus enemigos cortando el suyo". Entonces sus seguidores dijeron: "¡Oh Profeta de Alláh! Por favor háblanos". Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: "El recuerdo de Alláh".

 

2.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Aquellos quienes son elegidos han ganado la carrera; ellos han vencido al resto". Ellos, sus compañeros dijeron: "¿Quiénes son aquellos quienes han sido elegidos, oh Profeta de Alláh?". Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Aquellos quienes recuerdan a Alláh, de ambos, hombres y mujeres".

 

3.- Abdullah Bin Bosr (رضي الله عنه) afirmó que un hombre una vez habló al Mensajero de Alláh (صلى الله عليه وسلم): "¡Oh Profeta de Alláh! Estoy sobrecargado por los deberes islámicos prescritos hacia mí. Por favor guíame hacia algo a lo cual pueda adherirme". Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Deja que tu lengua continuamente se mueva con el recuerdo de Alláh, el Altísimo".

 

4.- Es reportado que el Apóstol de Alláh dijo: "La comparación de la persona quien recuerda a Su Señor y una quien no lo hace, es como lo viviente y lo muerto.

 

5.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "una persona quien se queda en un lugar donde él no hace recuerdo de Alláh, el Altísimo será responsable por este fracaso. Y aquel quien llega a un lugar donde no recuerda a Alláh, el Altísimo también será responsable ante Alláh, el Altísimo por su negligencia". Al final, tal persona lamentará sus fracasos y su negligencia.

 

INDICE            FINAL

 

2.- La virtud de alabar a Alláh, el Altísimo al decir "No hay Dios salvo Alláh" y "Glorificado sea Alláh, el Altísimo"

 

6.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Quien dice cien veces diariamente: "No hay Dios salvo Allá. Él no tiene socio. A Él le pertenece el Reino, a Él pertenecen todas las alabanzas. Él es el más capaz de hacer lo que Él desee" recibirá una recompensa equivalente a la de la emancipación de diez esclavos. Le será acreditado como cien buenas obras. Adicionalmente cien obras malas serán omitidas o borradas. También lo fortalecerá contra el mal en el día entero. Ninguna persona será considerada mejor a menos que una segunda persona exceda lo que la primera ha hecho".

 

7.- Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Decir: "Toda la Gloria y la Alabanza es debida a Allá" cien veces diariamente, causará que los pecados de uno sean omitidos o borrados aún si los pecados de uno son tan numerosos como los picos blancos sobre las olas del mar".

 

8.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Hay dos frases ligeras para la lengua, pero muy pesadas en términos de la recompensa. Adicionalmente, ellas son las más amadas para Alláh, el Benéfico. Estas frases son: "Toda la Gloria y Alabanza es para Alláh. Alláh, el Altísimo es Uno para ser Glorificado en todos los tiempos, nada se compara a Él".".

 

9.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Decir "Subhana-Alláh" (toda la Gloria es debida a Alláh), "Alhamdu-lilláh" (toda la oración es debida a Alláh); "La-illaha-il-lalláh" (No hay dios salvo Alláh) y "Alláh-u-Akbar" (Alláh es el más grande).es más amado para mí que la tierra entera". Esto es reportado sobre la autoridad de Muslim.

 

10.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Las siguientes cuatro frases son las más amadas hacia Alláh, el Altísimo. Uno puede empezar diciendo cualquiera de ellas: "Subhana-Alláh; Alhamdu-lilláh); La-illaha-il-lalláh y Alláh-u-Akbar" (toda la Gloria es debida a Alláh, toda la oración es debida a Alláh, no hay dios salvo Alláh, Alláh es el más grande). Esto es reportado sobre la autoridad de Muslim.

 

11.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "¿Porqué un creyente fallaría en ganar un millar de buenos hechos diariamente si él pudiera (ganarlos)?" Sobre lo que uno de sus Compañeros preguntó: "¿Cómo puede uno ganar mil buenos hechos?". Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Diciendo mil veces: "Subhana-Alláh" (toda la Gloria es debida a Alláh) uno puede ganar mil buenos hechos o mil de sus pecados pueden ser perdonados".

 

12.- Es reportado que Juwairiyeh, Um-ul-Muminin (la madre de los fieles creyentes) (رضي الله عنها) dijo: "Una vez, después de ofrecer la oración del Fajr, el Profeta (صلى الله عليه وسلم) dejó el área mientras yo me quedaba en el mismo lugar donde yo había ofrecido mis oraciones. Él (صلى الله عليه وسلم) regresó, me encontró en el mismo punto y dijo: "¿Estás todavía en la misma posición en la que te dejé?" Yo respondí afirmativamente. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Yo pronuncié cuatro frases tres veces cada una y después te dejé. Si estas frases fueran a ser comparadas con todo lo que tú dijiste esta mañana, ellas pesarían más que todas tus afirmaciones, estas frases son: "Toda la Gloria es debida a Alláh, tan numerosas como son las creaciones de Alláh. Toda la Gloria es debida a Alláh, tanto como a Él le place. Toda la Gloria es debida a Alláh tanto como el número de Sus palabras".

 

13.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo una vez a un beduino: "Di: "No hay dios sino Alláh, Él no tiene socio. Alláh es el más Grande. Toda la oración es debida a Alláh, el Señor de los Mundos. No hay ninguna fuerza o poder excepto con Alláh, el más Dignificado, el Sabio". El Beduino en turno dijo: "Estas palabras son para mi Señor, Alláh, el Altísimo, pero ¿qué hay acerca de algo para mí?". Él (صلى الله عليه وسلم) replicó: "Di: "¡Oh Alláh! Perdóname. ¡Oh Alláh! Sé Misericordioso conmigo. ¡Oh Alláh! Guíame. ¡Oh Alláh! Cúrame y perdóname. ¡Oh Alláh! Incrementa mis provisiones y sustento".

 

14.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Yo vi al Profeta Ibrahim (AS) durante la noche de la Ascensión (al Cielo) quien dijo: "¡Oh Muhammad! Dale a tu nación mis saludos y diles a ellos: "El Paraíso es una tierra muy fértil, con excelente agua fresca. Es como los planos. Los mejores retoños y plantones en preparación para el Paraíso es decir: "Toda la Gloria es debida a Alláh, toda la oración de debida a Alláh, no hay dios sino Alláh, Alláh es el más Grande".

 

15.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: "¿Debería yo guiarlos al Tesoro del Paraíso?". Los Compañeros (رضي الله عنهم) dijeron: "¡Oh Profeta de Alláh! Por favor hazlo". El Profeta (صلى الله عليه وسلم) dijo: "Digan "La-Hawla-wa-la-Qu-wata-il-lal-bil-lah" (No hay fuerza ni poder excepto con Alláh, el Altísimo".".

 

 

INDICE            FINAL

 

3.- Recuerdo de Alláh, el Altísimo en el comienzo y al fin de cada día
 

16.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Él, cualquiera que dice (al despertar) en la mañana, y (al irse a la cama) en el anochecer: “Subhana Alláhi wa bihamdihi” (Toda la Gloria es debida a Alláh; toda la oración es debida a Él) unas cien veces, no será superado en buenos hechos en el Día del Juicio excepto por una persona quien hace lo mismo, o más”.

 

17.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba decir cada tarde: “El anochecer ha venido. El Reino pertenece a Alláh. Toda la oración es debida a Alláh. No hay dios sino Alláh. Él no tiene socio. A Él pertenece el Reino y la Oración. Él es el más Capaz de hacer lo que a Él le place. ¡Oh Alláh! Yo te pido por lo mejor de esta noche y por lo mejor de las noches por venir. ¡Oh Alláh! Yo busco refugio del mal de esta noche y del mal de las noches por venir. ¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de la pereza. ¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de la debilidad y la edad anciana. ¡Oh Alláh! Yo busco refugio en Ti de la tortura del Fuego del Infierno y de la tumba”. En la mañana él (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba repetir lo anterior, excepto por “Es la mañana y el Reino pertenece a Alláh, el Altísimo”.

 

18.- Abdullah Bin Khobaib (رضي الله عنه) dijo: “Una vez, en una lluviosa y muy oscura noche, nosotros salimos a pedir al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) que rezara por nosotros. Cuando estuvimos con él (صلى الله عليه وسلم), (me) dijo: “Di”. Pero yo no dije nada. Entonces él (صلى الله عليه وسلم) dijo (otra vez): “Di”. Pero yo no dije nada otra vez. Entonces él (صلى الله عليه وسلم) dijo (otra vez): “Di”. Yo pregunté: “¡Oh Profeta de Alláh! ¿Qué diría yo?”. Él (صلى الله عليه وسلم) replicó: “Di Alláh es Uno, y (las suras 112, 113 y 114 de) el Sagrado Corán cada vez que tu vayas a la cama y cuando despiertes en la mañana. Di esto tres veces y ello deberá protegerte (de todo mal)”.

 

19.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba enseñar a sus Compañeros: “Al despertar en la mañana, uno debería decir: “¡Oh Alláh! Es (debido a Tu bendición) que nosotros despertamos y pasamos el día. Es (debido a Tu bendición) que nosotros vivimos y morimos, y a Ti pertenece el asunto de la Resurrección”. A la llegada del anochecer, uno debería decir: “¡Oh Alláh! El anochecer ha venido y pertenece a Ti. Es a través de Tu deseo que nosotros vivimos y morimos, y hacia Ti es nuestro destino final”.”.

 

20.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “La Oración Maestra del Perdón es: “¡Oh Alláh! Tú eres mi Señor. No hay dios sino Tú. Tú me creaste y yo Tu esclavo sirviente. Yo debería preservarte y honrarte tanto como sea capaz. Yo busco refugio Contigo de todos mis pecados. Yo te confieso la Gracia y las incontables bondades que has derramado sobre mí. Yo admito mi culpa y todos mis pecados. Así que, por favor, perdóname. Nadie puede expiar ni perdonar pecados sino Tú”. Aquel quien dice esto antes de retirarse o dormirse y muere (durante la noche) entrará al Paraíso. Y aquel quien lo dice al despertarse y muere antes del final del día también entrará al Paraíso”.

 

21.- Abu Bakú as-Siddiq (رضي الله عنه) dijo: “EL Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Siempre que uno se levanta o va a dormir, debería decir: “¡Oh Alláh! El Todo Conocedor de lo visto y de lo no visto, el Originador de los Cielos y la Tierra, el Señor de todas las cosas y el Rey de todos los seres. Yo soy testigo de que no hay dios sino Tú. Busco refugio Contigo de todos mis males y de los males de Satanás. Busco refugio Contigo de la asociación de otros contigo, como la de Satanás”. Un reporte adhirió: “Busco refugio Contigo de dañar mi propia alma o traer cualquier daño a un musulmán”. Digan esto cuando despierten, al final del día y cuando se vayan a dormir”.

 

22.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Cualquier esclavo sirviente de Alláh, el Altísimo, quien dice en la mañana y en el anochecer: “En el Nombre de Alláh, en cuyo Nombre nada en la tierra o en el cielo dañará o será dañado. Él es el que Todo lo Oye, el que Todo lo Sabe, tres veces, nada (con la ayuda de Alláh, el Altísimo) lo lastimará”.

 

23.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno dice en el crepúsculo: “Yo estoy satisfecho con Alláh el Altísimo como mi Señor, el Islam como mi religión (y modo de vida) y Mohammed (صلى الله عليه وسلم) como mi Profeta (y Mensajero de Alláh)”, se vuelve incumbente sobre Alláh el Altísimo el satisfacerlo”.

 

24.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) nunca fue negligente en la siguiente oración en la mañana o en el anochecer:

“¡Oh Alláh! Busco tu Perdón en esta vida y en el más allá.

¡Oh Alláh! Busco tu Perdón por mi fe, por mis asuntos mundanos, mi familia y mi salud.

¡Oh Alláh! Protégeme de todos los horrores y el peligro.

¡Oh Alláh! Protégeme el frente y la espalda, la derecha y la izquierda.

¡Oh Alláh! Busco refugio Contigo de ser asesinado de debajo mío”.

 

INDICE            FINAL

 

4.- Oraciones a la hora de irse a la cama

 

25.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) sobre irse a la cama en la noche, acostumbraba decir: “¡Oh Alláh! Por Tu Nombre yo muero, y por Tu Nombre yo vivo”. Acerca de despertar en la mañana, él (صلى الله عليه وسلم) decía: “Toda la alabanza es debida a Alláh. Él quien nos resurrecta después de la muerte. La Resurrección pertenece a Él”.

 

26.- Cada noche el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) sobre irse a la cama, acostumbraba poner ambas manos juntas, soplar en ellas y recitar Surahs “Ikhlas”, “Falaq” y “Nas”. Luego él (صلى الله عليه وسلم) pasaba sus manos sobre su cuerpo entero comenzando con su cara y cabeza y las movía hasta el pecho y continuaba bajando. Él repetía esto tres veces.

 

27.- Es reportado que Abu Huraira (رضي الله عنه) dijo: “Una persona se deslizó durante la noche y trató de robar de los artículos presentados al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) para las almas (caridad), lo cual fue confiado a mí. Él no fue exitoso. La persona regresó la siguiente noche de nuevo sin éxito. Finalmente en la tercera noche yo lo caché y hablé con él, que lo iba a reportar con el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). La persona dijo: “¿Si yo te enseño algunas frases que te beneficiarán (me dejarías ir)?” (Los Compañeros del Apóstol de Alláh acostumbraban estar interesados en acumular tantos buenos actos como fuera posible). El ladrón dijo: “Al ir a la cama a dormir, recita Ayat-ul-Kursi (versículo 256 de la Surah Al-Baqara (La Vaca). Alláh enviará (a un ángel) a cuidarte hasta la mañana”. Al oír esta historia, él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aunque el ladrón es un mentiroso, él te dijo la verdad. Ése ladrón era Satán”.

 

28.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Será suficiente (para la protección) el recitarlos últimos dos versos de la Surah Al-Baqara (La Vaca).

 

29.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo:”Si Uno deja su cama, luego regresa, él debería sacudirla con la punta de su manto (camiseta o algo más) tres veces. Uno no sabe qué pudo haberle pasado a la cama en su ausencia. Cuando se acueste en su cama a dormir, uno debería decir: “¡Oh mi Señor! Con Tu Nombre yo me acuesto y con Tu Ayuda yo me levanto. Si Tú reclamas mi alma, por favor sé misericordioso para ello. Y si Tú me dejas (permanecer vivo), protégeme de la misma forma que Tú proteges a Tu gente recta”. Cuando uno despierta, uno debería decir: “Toda la alabanza es debida a Alláh, el Altísimo, quien guardó mi seguro y salvo, retornó mi alma a mi cuerpo y me permitió recordarlo”.

 

30.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo a Ali (رضي الله عنه) y Fátima (su hija) (رضي الله عنها): “¿Debería guiarlos a ustedes con lo que es mejor para ustedes que un esclavo (o sirviente)? Antes de dormir digan 33 veces “SubhanaAlláh”, 33 veces, “Alhamdulilláh” y 34 veces “Alláh-u-Akbar”.

Ali (رضي الله عنه) dijo: “Yo nunca fui negligente al decir estas declaraciones después de que las escuché del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). Ali una vez fue preguntado: “¿No fuiste negligente con ello durante la noche de la Batalla de Siffin?”. Él (رضي الله عنه) dijo: “No”.

 

31.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba poner su mano derecha (la palma) bajo su mejilla antes de ir a dormir y decir: “¡Oh Alláh! Protégeme de la tortura cuando Tú resucites a Tus esclavos sirvientes”. Él (صلى الله عليه وسلم) repetía esto tres veces.

 

32.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba decir antes de ir a dormir: “Toda la alabanza es debida a Alláh, Él es Aquél Quien nos alimenta, nos da los suficiente para beber y un abrigo (adecuado). Hay muchos cuyas necesidades no están siendo llenadas”.

 

33.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) una vez ordenó a un hombre decir al ir a la cama: “¡Oh Alláh! Tú creaste mi alma y Tú eres Aquel Quien la reclamará. La vida y la muerte están en Tus Manos. Si Tú dejas mi alma viva, por favor protégela. Y si Tú la tomas, por favor, perdónala y a sus pecados. ¡Oh Alláh! Yo busco tu perdón y tu compasión”.

 

34.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) al ir a la cama decía: “¡Oh Alláh! El Señor de los cielos y la tierra, Señor del Gran Trono. Tú eres Nuestro Señor y Señor de todo. Tú eres Aquel quien separa la semilla de la piedra. Tú eres Aquel quien envió la Torá, la Biblia y el Sagrado Corán. Yo busco refugio Contigo de la maldad de todas las cosas que Tú posees. ¡Oh Alláh! Tú eres el Primero, no hay nada antes que Tú. ¡Oh Alláh! Tú eres el Último, no hay nada detrás de Ti. ¡Oh Alláh! Tú eres el Más Alto, no hay nada encima de Ti. ¡Oh Alláh! Tú sostienes la parte más interna de todo, no hay nada oculto o escondido de Ti. ¡Oh Alláh! Por favor, absuelve nuestras deudas y provéenos con Tus Generosidades. Protégenos de la pobreza”.

 

35.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Antes de que uno vaya a la cama uno debería llevar a cabo el wudu (ablución) como si se preparara para ofrecer la oración, luego yaciendo sobre el lado derecho de uno, decir: “¡Oh Alláh! Yo me vuelvo a mí mismo hacia Ti. Yo dirijo mi cara hacia Ti. Yo confío en Ti con todos mis asuntos. Yo cedo mi espalda a Tu buena gana, sin miedo y con respeto por Ti. No hay refugio para ser buscado, excepto Contigo. Yo creo en el libro, el cual Tú has revelado y mandado. Yo creo en Tu Apóstol y Mensajero”. Por lo tanto si uno muere durante la noche, uno morirá en la pureza y en la inocencia. Dejen que sus palabras finales antes de dormir sean éstas”.

 

INDICE            FINAL

 

5.- Oraciones para despertar en la noche

 

36.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno se despierta (por miedo o por otra razón) durante la noche y dice: “No hay dios más que Alláh. Él no tiene socio. A Él pertenece el Reino, a Él pertenece toda la alabanza. Él es el más Capaz (de hacer lo que le place). Toda la alabanza es debida a Alláh. Toda la Gloria es debida a Alláh. No hay dios más que Alláh. Alláh es el Más Grande. No hay fuerza ni poder excepto con Alláh, el Más Grande, el Omnipotente”. Luego uno debería decir: “¡Oh Alláh! perdóname” u ofrecer suplicación, luego la oración de uno será seguramente aceptada. También si uno lleva a cabo la ablución y ofrece la oración, la oración será aceptada”.

 

37.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno va a la cama limpio (habiendo llevado a cabo la ablución) y pronuncia la remembranza de Alláh, el Altísimo hasta ser sobrepuesto por la somnolencia, entonces mientras se duerme se despierta en cualquier tiempo durante la noche pidiendo a Alláh, el Altísimo, por los beneficios de este mundo o del más allá, ellos será garantizado para él”.

 

38.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Cuando uno despierta, en la mañana, uno debería decir: “Toda la alabanza es debida a Alláh quien ha retornado mi alma, curado mi cuerpo y me ha hecho capaz de Glorificarlo” “.

 

39.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) recomendó lo siguiente a sus Compañeros para las situaciones espantosas: “Con las palabras más completas y perfectas palabras de Alláh yo busco refugio de la ira de Alláh, los actos perversos de sus esclavos sirvientes, de los chismes y de la presencia de Satán”.

 

 

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6.- Oraciones para los sueños

 

40.- Abu Salamah bin Abdur Rahman (رضي الله عنه) dijo: “Escuché a Abu Qatadah bin Ribie (رضي الله عنه) decir: “Escuché al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) decir: “Un buen sueño es de Alláh, el Altísimo, y un mal sueño es de Satán. Si alguien tiene un mal sueño (pesadilla) uno debería escupir (ligeramente) tres veces a su lado izquierdo al despertar. Luego buscar el refugio con Alláh, el Altísimo, del sueño malvado porque ello no causará daño sin el permiso de Alláh, y uno no debería hablar a otros acerca de ello” ”.

Abu Salamah (رضي الله عنه) dijo: “Los sueños solían molestarme mucho antes de escuchar esta solución. Algunas veces los sueños pesaban tanto como una montaña sobre mi pecho. Pero desde que he practicado este hadith, pongo poca atención a mis sueños”.

 

41.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno tiene un sueño que le disgusta, que esta persona escupa (ligeramente) a su izquierda tres veces, luego busque refugio tres veces, luego se voltee hacia el otro lado del cual él estaba durmiendo”.

 

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7.- La virtud de las oraciones nocturnas

 

Alláh, el Altísimo declaró en el Sagrado Corán, Surat al-Muzzamil (73:1-4): “¡Oh tú, envuelto en mantos! Levántate a rezar por las noches, pero no toda la noche, la mitad o un poco menos o un poco más; y recita el Corán en tonos rítmicos mesurados”.

 

42.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Alláh, Nuestro Señor, desciende (Él mismo) a los cielos de este universo hacia el último tercio de la noche y anuncia: “A cualquiera que le gustara llamarme puede hacerlo que Yo le responderé (cumplir su oración). A cualquiera que le gustara pedir de Mí puede hacerlo, tal que Yo pueda garantizar su respuesta. Quienquiera que gustara buscar Mi perdón puede hacerlo que Yo lo indultaré (y perdonaré sus pecados)”.

 

43.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Lo más cerca que uno puede estar de Alláh, el Altísimo es durante la tercera (o última) porción de la noche. Si uno puede pronunciar remembranza de Alláh, el Altísimo en este tiempo, que lo haga”.

 

44.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Verdaderamente hay una hora durante la noche (entera) cuando cualquier musulmán (sometido a la Voluntad de Alláh, el Altísimo) puede llamar a Alláh, el Altísimo y solicitar cualquier cosa de Él, sin tener cuidado de si el asunto es mundano o del más allá. Diligentemente Alláh, el Altísimo garantizará y cumplirá la solicitud. Este es el caso cada noche”.

 

45.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Uno debería declarar y anunciar la siguiente declaración al abandonar el lugar de uno (lugar de morada): “En el nombre de Alláh. Yo creo en Alláh y dependo de Él. No hay fuerza más grande ni poder sino con Alláh, el Altísimo”. Una voz responderá entonces a la persona diciendo: ”Tú has sido suficientemente protegido y guiado”. Satán se alejará diciendo: “¿Qué puedes a una persona quien es guiada y protegida?”.

 

46.- Um Salamah (رضي الله عنها) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) nunca dejó mi hogar sin levantar los ojos al cielo diciendo: “¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de ser desviado o de desviar a otros, caer (en las trampas dejadas por Satán) o causa que otros caigan, dañarme a mí mismo o dañar a otros, sufrir de la ignorancia, o permitir a otros sufrir de la ignorancia”.

 

 

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8.- Oraciones al entrar al hogar de uno

 

47.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno pronuncia la remembranza de Alláh, el Altísimo al entrar al hogar de uno y al comer la comida de uno, Satán dirá (a sus agentes) que ustedes los han privado de ambos, de quedarse y de la cena (en la casa de esa persona) debido a la remembranza de Alláh, el Altísimo. Pero si la persona entra a su casa y no pronuncia la remembranza de Alláh, él (Satán) dirá (a sus agentes) que ustedes le han garantizado el permiso para quedarse (en la noche en su hogar). Y si la persona no pronuncia la remembranza de Alláh al comer, él (Satán) dirá (a sus agentes) que ustedes les han asegurado ambos, quedarse en la noche y tener la cena”.

 

48.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Cuando uno entra a su casa, debería decir: “¡Oh Alláh! Pido de ti la mejor entrada y la mejor salida. En el nombre de Alláh, el Altísimo, nosotros hemos entrado, en el nombre de Alláh, el Altísimo (deberíamos) salir Nosotros contaremos con Nuestro Señor”. Luego uno debe saludar a la familia de uno”.

 

49.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: ”¡Hijo! Si entras a tu morada después de saludar, ello será una bendición para ambos, para ti y para tu casa”.

 

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9.- Oraciones al entrar o salir de la Mezquita

 

50.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) al entrar a la mezquita decía: “¡En el nombre de Alláh! ¡Oh Alláh! Bendice a Muhammad”. Al salir (él acostumbraba decir: “¡En el nombre de Alláh! ¡Oh Alláh! Bendice a Muhammad”.

 

51.- Él (صلى الله عليه وسلم) también dijo: “Al entrar a una mezquita, uno debería enviar saludos a mí. Uno debería además, decir: “¡Oh Alláh! Abre Tus puertas de Misericordia”. Al dejar la mezquita uno debería decir lo mismo, pero agregar: “¡Oh Alláh! Te pido que me garantices de Tus generosidades”.

 

52.- Era el hábito del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) el decir, al entrar a una mezquita: “Yo busco refugio con Alláh, el Más Grande, con Su Honorable Ser y Su Divina Autoridad del demonio maldito”. Satán dirá entonces: “Esta persona tiene la protección garantizada contra mí por el resto del día”.

 

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10.- La llamada para la oración y aquellos quienes la escuchan

 

53.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si la gente supiera las virtudes del llamado de la oración y el pararse en primera fila durante la oración, ellos tomarían una carrera para estar en la primera fila”.

 

54.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si la oración es llamada, Satán se volteará sobre su espalda para evitar escuchar el llamado a la oración. Cuando el llamado a la oración termina, él se voltea, entonces cuando la oración es llamada para ser llevada a cabo, él se voltea otra vez e intenta susurrar en los oídos para recordar esto, recordar aquello y así. Esto puede ser desvío suficiente para causar que uno olvide aún cuántos Rakás de la oración ha llevado a cabo”.

 

55.- Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Todos los humanos y los Yins (criaturas no vistas) quienes oyen el llamado a la oración serán testigos y testificarán en el Día del Juicio por la persona quien llamaba para la oración”.

 

56.- {El (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Al escuchar el llamado de la oración, uno debería repetir después el llamado”.

 

57: El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Al escuchar el llamado para la oración, repítanlo como él (el anunciador) lo dice. Entonces digan, bendiciones y saludos hacia mí (el Profeta (صلى الله عليه وسلم)), y quienquiera que envía saludos a mí; Alláh, el Altísimo le ofrecerá una decena de bendiciones. Luego; pidan a Alláh, el Altísimo que me garantice el gran poder (de intervención), como está un lugar en el paraíso garantizado solamente a un esclavo sirviente de Alláh, el Altísimo, quien espero seré yo (el esclavo sirviente). Aquél quien pide a Alláh, el Altísimo que me garantice tales poderes, será elegible para (mi) intervención”.

 

58.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Cuando el anunciador (de la oración) dice “Alláh hu Akbar” (dos veces), la persona que escucha debería repetir lo mismo. Luego hasta que el anunciador diga “Haya Alas Salah” (vengan a la oración), el que escucha debería decir: “No hay fuerza ni poder sino con Alláh, el Altísimo”. Luego cuando el anunciador finalmente dice: “Alláh hu Akbar” (dos veces) y “La ilaha ila Alláh”, el que escucha debería repetir lo mismo desde el fondo de su corazón. Tal persona entrará en el paraíso”.

 

59.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquel quien dice, al escuchar el llamado para la oración: “¡Oh Alláh! Señor del Completo y Más Perfecto Llamado, la Oración Establecida, garantiza a Muhammad (صلى الله عليه وسلم) los poderes y la virtud. (¡Oh Alláh!) Revívelo (a Muhammad (صلى الله عليه وسلم)) en la posición loable la cual Tú has prometido” será intitulado a mi intercesión en el Día del Juicio”.

 

60.- Es reportado de Abdullah Ibn Omar (رضي الله عنه) que un hombre vino al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) y dijo: “¡Oh Profeta de Alláh! ¿Aquellos quienes anuncian la oración serán mejores que nosotros; (qué deberíamos hacer para estar con ellos)?”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Digan como dicen ellos, cuando ustedes terminen, pidan cualquier osa que deseen y ello será garantizado”.

 

61.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Las suplicaciones (invocaciones) (ofrecidas) entre los (dos) llamados para la oración, nunca serán rechazadas”. Los Compañeros (رضي الله عنهم) dijeron: “¡Oh Profeta de Alláh! ¿Qué deberíamos decir?”. Él dijo: “Pidan a Alláh, el Altísimo que les garantice el perdón (y buena salud) en ambas, esta vida y el más allá”.

 

62.- Es reportado que Sahl Bin Said (رضي الله عنه) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Dos suplicaciones nunca (o raramente) son rechazadas. 1.- la cual es ofrecida cuando el llamado para la oración es anunciado, y 2.- la cual es ofrecida en el campo de batalla durante la confrontación”.

 

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11.- Suplica al inicio de la oración

 

63.- Al Apóstol de Alláh le fue dicho que hiciera una pausa por un periodo corto antes de comenzar la recitación en la oración. Viendo esto Abu Huraira (رضي الله عنه) preguntó: “¡Oh Profeta de Alláh! ¡Pueden ambos de mis padres ser sacrificados por ti! ¿Qué dices cuando haces pausa antes de recitar (en la oración)?”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Yo digo: “¡Oh Alláh! Haz la distancia entre mis pecados y yo como la distancia entre el Este y el Oeste. ¡Oh Alláh! Purifícame de mis pecados como las ropas blancas están limpias de todas las impurezas. ¡Oh Alláh! Lava mis pecados con nieve, agua (lluvia) y granizo”.

 

64.- Es reportado de Jobair bin Mutim (رضي الله عنه) quien vio al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) ofreciendo la oración y diciendo (al principio): “Alláh hu Akbar” (Él es grande). Toda la alabanza es debida a Alláh. Toda la Gloria pertenece a Alláh, el Altísimo, en el día y en la noche. Yo busco refugio con Alláh, el Altísimo del demonio maldito (la arrogancia), su respiro (poemas), su silbido y su susurro (la muerte espiritual)”.

 

65.- Es reportado de Aisha (رضي الله عنها) y Abu Said (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) al principio de la oración acostumbraba decir: “Toda la Gloria es debida a Ti. ¡Oh Alláh! Bendito es tu nombre. Nada es igual a Ti. No hay deidad sino Tú”.

 

66.- Es reportado de Omar (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba comenzar su oración con: “Alláh hu Akbar” y luego la suplicación anterior.

 

67.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba comenzar cada oración diciendo: “Yo dirijo mi cara hacia Él quien creó los cielos y la tierra. Yo no estoy entre aquellos quienes asocian (a otros con Alláh el Altísimo). Verdaderamente, mi oración, mi adoración mi vida y mi muerte pertenecen a Alláh, el Altísimo. Con esto yo fui ordenado por el Señor de los Mundos. Él no tiene socio. Yo estoy entre los musulmanes (aquellos quienes se rinden y se someten a sí mismos a Alláh, el Altísimo). ¡Oh Alláh! Perdona mis pecados. No hay nadie que perdona los pecados sino Tú. ¡Oh Alláh! Guíame hacia la buena moral. No hay guía sino Tú. ¡Oh Alláh! Remueve toda la mala moral de mi corazón. No hay nadie capaz de hacerlo sino Tú. ¡Oh Alláh! Yo me apresuro hacia Ti en el cumplimiento de tu llamado. Todas las cosas buenas están en Tus Manos. Ninguna maldad es tuya. Yo busco refugio Contigo. Mi dignidad es debida a Ti. Bendito es Tu Nombre y el Más Dignificado es tu Status. Yo busco Tú perdón y me arrepiento hacia Ti”.

 

68.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo al comenzar su oración: “Yo dirijo mi cara hacia Él quien creó los cielos y la tierra. Yo estoy sobre la vía recta. Yo no estoy entre aquellos quienes asocian algo con Alláh, el Altísimo. Verdaderamente, mi oración, mi adoración, mi vida y mi muerte (todas) pertenecen a Alláh, el Señor de los Mundos. Él no tiene socio. Yo estoy entre los musulmanes (quienes se someten a Él voluntariamente). ¡Oh Alláh! Tú eres el Rey. No hay dios sino Tú. Tú eres mi Señor. Yo soy tu esclavo. Yo le hecho mal a mi alma. Yo admito todos mis errores y pecados. ¡Oh Alláh! Por favor, perdona todos mis pecados. No hay nadie para perdonar ni para disculpar pecados sino Tú. ¡Oh Alláh! Guíame hacia las mejores éticas y actitudes. No hay mejor guía que Tú. ¡Oh Alláh! Remueve, limpia y borra mis pecados. No hay nadie para borrar los pecados sino Tú. Yo estoy respondiéndote a Ti. Mi placer es Contigo. Toda la bondad es tuya. La maldad no es tuya. A ti yo pertenezco. Yo creo en Ti. Bendito Seas. Tú eres el Más Alto. Yo busco Tu perdón. Yo me arrepiento hacia Ti”. Esto es reportado bajo la autoridad de Muslim.

 

69.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo al levantarse durante la noche a rezar: “¡Oh Alláh! Toda la alabanza es debida a Ti. Tú eres la luz de los cielos, la tierra y todo lo que está en ellos. Toda la alabanza es debida a Ti. Tú eres el sustentador de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos. Toda la alabanza es debida a Ti. Tú eres el Verdadero (Dios). Tu promesa es verdad. Tus palabras son verdad. Encararte (en el Día del Juicio) es verdad. El paraíso es verdad. El fuego del infierno es verdad. Los Profetas son todos verdaderos. Muhammad es verdadero. La Hora (el Día del Juicio) es verdad. ¡Oh Alláh! Yo me rindo (a mí mismo) ante Ti. Yo creo en Ti. Yo confío en Ti. Yo dependo de Ti. Yo me arrepiento ante Ti y regreso a Ti. ¡Oh Alláh! Por Ti yo peleo. A Ti presento mi clamor. ¡Oh Alláh! Perdona mis pecados pasados y futuros (aquellos los cuales yo declaro abiertamente y aquellos los cuales yo oculto). Tú eres mi Señor. No hay dios sino Tú”.

 

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12.- Suplicaciones durante la oración (en rukú (inclinación), postración y asiento entre postraciones)

 

70.- Fue reportado por Huthaifa (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) fue escuchado decir, durante su rukú (inclinación en la oración): “Subhana Rabia al-Athim” (Glorificado sea Mi Señor, el Más Grande), tres veces. Y cuando él (صلى الله عليه وسلم) se postraba decía tres veces: “Subhana Rabia Al-Ala” (Glorificado sea Mi Señor, el Más Alto).

 

71.- Ali (رضي الله عنه) reportó una descripción del Apóstol de Alláh en la oración: “Mientras estaba en Rukú, él (صلى الله عليه وسلم) decía: “¡Oh Alláh! A Ti yo te reverencio. En Ti yo creo. A Ti me rindo. ¡Oh Alláh! Mi oído es debido a Ti, (tanto como es) mi vista, mi cerebro, mis huesos y mis nervios”. Después de levantarse del Rukú, él (صلى الله عليه وسلم) continuaba: “Alláh escucha a aquellos quienes lo alaban a Él. ¡Oh Nuestro Señor! A Ti es debida toda la alabanza, tanta como para que llene los cielos, la tierra, la distancia entre cualquier cosa más que Tú quieras y desees”. Al postrarse, él decía: “¡Oh Alláh! A Ti yo me postro. En Ti yo creo. A Ti yo me rindo. Mi cara se postra ante Ti, quien la creó; le dio forma y abrió su oído y su vista. Bendito sea Él, el mejor de los Creadores”.

 

72.- Aisha (رضي الله عنها) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) siempre decía durante el Rukú y la postración: “¡Glorificado seas Tú, Nuestro Señor! Toda la alabanza es debida a Ti. ¡Oh Alláh! Discúlpame y perdóname”, en un intento de usar el significado del verso coránico: “Elabora la alabanza de Tu Señor y busca el perdón. Verdaderamente él es el Perdonador” (71:10).

 

73.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) siempre decía durante el Rukú y la postración: “Glorificado seas Tú. Tú eres el Más Santo. Tú eres el Señor de los ángeles y las almas”.

 

74.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “¡Verdaderamente! Yo he sido ordenado para no recitar el Sagrado Corán durante el Rukú o la postración. Como para el Rukú, traten de glorificar al Señor tanto como sea posible. Pero en postración, persistan con suplicaciones tanto como ustedes puedan porque tales suplicaciones son convenientes y pueden ser cumplidas”.

 

75.- Awf bin Malik (رضي الله عنه) dijo: “Yo pasé una noche en oración con el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). Él se paró y recitó Surat Al-Baqarah, (la Vaca) del Sagrado Corán. Cada vez que él recitaba un verso que consistía en buscar la misericordia de Alláh, el Altísimo, él (صلى الله عليه وسلم) hacía una pausa y pedía a Alláh, el Altísimo por misericordia. Cada vez que él (صلى الله عليه وسلم) recitaba un verso que advertía de la tortura, él (صلى الله عليه وسلم) hacía una pausa y buscaba refugio con Alláh, al Altísimo de Su cólera. Luego, él (صلى الله عليه وسلم) se inclinaba (en Rukú) tomando un monto similar de tiempo como cuando recitaba mientras estaba de pie. Él (صلى الله عليه وسلم) decía durante su Rukú: “Toda la Gloria es debida a Él, el Altísimo, el Todopoderoso, el Todo dignificado y el Más Grande”. Luego él (صلى الله عليه وسلم) repetía lo mismo en su postración”.

 

76.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo al levantar su cabeza del Rukú: “Alláh escucha a quien le alaba a Él”. Luego, al levantarse, él decía: “¡Oh Nuestro Señor! Toda la alabanza te pertenece a Ti”.

 

77.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo al levantar su cabeza del Rukú: “¡Oh Nuestro Señor! A Ti pertenece toda la alabanza, toda lo que llene los cielos, la tierra, la distancia que hay entre ellos, y todo lo demás que Tú desees. Tú eres el merecedor de toda la alabanza y gloria. Esta es la declaración más veraz que cualquier esclavo sirviente pueda decir. Todos nosotros somos Tus esclavos sirvientes. ¡Oh Alláh! Verdaderamente no hay nadie capaz de prevenir lo que Tú has dado. ¡Oh Alláh! No hay nadie capaz de dar aquello con lo que Tú has provisto. ¡Oh Alláh! Aún la persona más afortunada no se beneficiará de la buena fortuna a menos que Tú lo declares”.

 

78.- Rifa bin Rafi (رضي الله عنه) dijo: Una vez estábamos rezando detrás del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). (Lo escuchamos decir) al levantar su cabeza del Rukú: “Alláh oye a aquel quien lo alaba a Él”. Un hombre rezando atrás de él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “¡Oh Alláh! A Ti pertenece toda la alabanza, una purificada, plena y bendita alabanza”. Cuando él (صلى الله عليه وسلم) completó su oración, se volteó y dijo: “¿Quién dijo (esa frase)?”. El hombre dijo: “Yo lo hice”. El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo entonces: “Yo vi a más de treinta ángeles corriendo a registrar este hecho antes que los otros”.

 

79.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Lo más cercano de un esclavo sirviente a Su Señor es mientras está en postración. Por lo tanto, traten de hacer tantas suplicaciones como sea posible durante este tiempo”.

 

80.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo mientras estaba en postración: “¡Oh Alláh! (Por favor) perdona todos mis pecados, mayores y menores, primero y último, y los secretos y los conocidos”.

 

81.- Aisha (رضي الله عنها) dijo: “Una vez encontré al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) ausente (de mi cama). Miré y lo encontré con la planta de sus pies apuntando hacia abajo (los dedos de los pies contra el piso) mientras se postraba en oración. Él (صلى الله عليه وسلم) estaba diciendo: “¡Oh Alláh! Yo busco refugio con Tu placer de Tu cólera. Yo busco refugio con Tu perdón de Tu tortura. Yo busco refugio Contigo. Yo no puedo alabarte lo suficiente, como Tú te alabas a Ti mismo”.

 

82.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo entre ambas Sajdha (postraciones) (durante la pausa): “¡Oh Alláh! Perdóname ¡Oh Alláh! Perdóname”.

 

83.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo entre ambas Sajdha (postraciones) durante las pausas: ¡Oh Alláh! Perdóname. Sé Misericordioso conmigo. Guíame. Ayúdame. Cúrame (perdóname) y provéeme (con lo que yo necesito)”.

 

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13.- Suplicación durante la oración (después del Tasha-hud durante el sentado final)

 

84.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Al terminar el sentado final (durante la oración), uno debería buscar refugio con Alláh, el Altísimo de cuatro cosas: la tortura de la tumba, la tortura del fuego del Infierno, las pruebas de la vida y de la muerte y el mal causado por el Falso Mesías”.

 

85.- Es reportado por Aisha (رضي الله عنها) que El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) ofreció las siguientes suplicaciones durante la oración: “¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de la tortura de la tumba. Yo busco refugio Contigo de la prueba del Falso Mesías. Yo busco refugio Contigo de las tentaciones de la vida y de la muerte. ¡Oh Alláh! O busco refugio Contigo de mis pecados y de estar en deuda”. Un hombre dijo: “¡Oh Mensajero de Alláh Yo te escuché repitiendo ésta última porción de tu suplicación (¿Cuál es el significado de ello?)”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Uno quien está en deuda mentirá cuando hable y siempre rompe sus promesas”.

 

86.- Es reportado de Abdullah bin Amr (رضي الله عنه) que Abu Bakr al-Sidiq una vez dijo al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم): “(Por favor) enséñame una suplicación que yo pueda usar en la oración”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Di: “¡Oh Alláh! Yo he dañado grandemente mi alma. No hay nadie para perdonar todos mis pecados, excepto Tú. ¡Oh Alláh! Por favor perdóname y sé misericordioso hacia mí. Tú eres el Más Perdonador, el Más Misericordioso”.

 

87.- La declaración final del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) durante el sentado final antes de completar sus oraciones era: “¡Oh Alláh! Perdona mis pecados pasados y futuros, mis pecados ocultos y descubiertos y mi negligencia (de la que estás más al pendiente que yo mismo). Tú eres el Primero y el Último. No hay Dios sino Tú”.

 

88.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Una vez un hombre me dijo que siempre decía: “¡Oh Alláh! Yo busco el paraíso. Yo busco refugio Contigo del fuego del Infierno”. Yo le dije que (¡por Alláh!) Yo no puedo hacer tanto bien como tú y Mouath. Todos nosotros deberíamos suplicar a Alláh, el Altísimo por lo mismo”.

 

89.- Ammar Bin Yasir (el bien conocido compañero) (رضي الله عنه), una vez ofreció una oración simple y corta. Alguna gente en atención dijo: “¡Oh Ammar! Tú has cortado la oración corta”. Él dijo: “¿No debería haberlo hecho? Yo usé la misma suplicación que escuché al Profeta (صلى الله عليه وسلم) ofrecer en su oración”. Al irse un hombre siguió a Ammar y le preguntó acerca de las suplicaciones. Ammar dijo: “¡Oh Alláh! Con Tu conocimiento de lo no visto y Tu total dominio de sobre Tu creación, déjame vivir tanto como Tú sepas que la vida es buena para mí. Déjame morir si Tú sabes que la muerte es mejor para mí. ¡Oh Alláh! Yo busco Tu ayuda para hacerme capaz de temerte abierta y secretamente. ¡Oh Alláh! Hazme capaz de hablar palabras de justicia y verdad en ambas, ira y placer. ¡Oh Alláh! Ayúdame a ser moderado en la pobreza y en la riqueza. ¡Oh Alláh! Confiere sobre mí eternas bienaventuranzas. ¡Oh Alláh! Garantízame el último placer. ¡Oh Alláh! Bendíceme con la aceptación de Tu decreto y destino. ¡Oh Alláh! Bendíceme con una vida pacífica y feliz después de la muerte. ¡Oh Alláh! Garantízame el último placer de mirar Tu Ser. Garantízame el verdadero camino para encontrarte a Ti en el Día del Juicio sin privación, pruebas severas, juicios o tentaciones que puedan desviarme. ¡Oh Alláh! Garantízanos los ornamentos de la fe. Haznos guías y estar correctamente guiados”.

 

90.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) siempre decía: “Astaghfir-ul-lah” (Yo busco el Perdón de Alláh) tres veces al terminar sus oraciones. También él (صلى الله عليه وسلم) decía: “¡Oh Alláh! Tú eres la Paz. La paz es de Ti. Bendito seas Tú, el Honorable, el Más Dignificado”.

 

91.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) al terminar sus oraciones acostumbraba decir: ¡Oh Alláh! No hay Dios sino Tú. Tú no tienes socio. A Ti pertenece el Reino. A Ti pertenece toda la alabanza. Tú eres el Más Capaz de hacer cualquier cosa que Tú desees. ¡Oh Alláh! Nadie puede quitar lo que Tú has dado. Nadie puede garantizar lo que Tú previenes. Ninguna fortuna beneficiará a un hombre si Tú no lo deseas”.

 

92.- Es reportado que Abdullah bin Al-Zubair (رضي الله عنه) dijo lo siguiente después de terminar su oración: “No hay Dios sino Alláh. Él no tiene socio. A Él pertenece el Reino. A Él solo pertenece toda la alabanza. Él es el Más Capaz de hacer lo que a Él le place. No hay fuerza ni poder sino con Alláh, el Altísimo. No hay Dios sino Alláh. No adoramos a nadie sino a Él. A Él pertenece toda la gracia. A Él pertenece todo el Favor. A Él pertenece la más preciosa alabanza. No hay Dios sino Alláh. Nosotros lo adoramos a Él solo aún si los incrédulos nos detestan” El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba decir lo mismo después de cada oración”.

 

93.- Es reportado por Abu Huraira (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) fue abordado por musulmanes emigrantes pobres quienes dijeron: “¡Oh Apóstol de Alláh! Los musulmanes ricos han ganado las más altas posiciones y moradas permanentes en el Paraíso (bienaventuranzas). Ellos ofrecen oraciones similares a las nuestras. Ellos ayunan o mismo que nosotros lo hacemos, pero ellos tienen fondos extra con los que pueden llevar a cabo el Hajj y la Umrah. Ellos son capaces de esforzarse (pelear) y pagar caridad”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “¿Debería yo enseñarles algo que los hará capaces de ponerse al parejo con aquellos quienes están a la cabeza de ustedes, moverse a la cabeza de aquellos quienes les siguen y causar que nadie sea mejor que ustedes, excepto aquellos quienes hacen lo que ustedes hacen?”. Ellos (los emigrantes pobres de Makkah) dijeron: “Sí, en efecto”. Él dijo: “Ustedes deberían glorificar a Alláh, Alabarlo y decir lo siguiente 33 veces después de cada oración (prescrita) “SubhanaAlláh, Alhamdulilláh y Alláh hu Akbar”.

 

94.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquél quien dice 33 veces “SubhanAlláh”, 33 veces “Alhamdulilláh”, 33 veces “Alláh hu Akbar” y una vez “La ilaha ila Alláh”, tan bien como: Él está solo. A Él pertenece el Reino. A Él pertenece toda la alabanza. Él es el más Capaz de hacer cualquier cosa que Él desee. Tales personas serán perdonadas y sus pecados abolidos aún si ellos fueran numerosos como las burbujas blancas de las olas en el mar”.

 

95.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Hay dos características de los buenos musulmanes y aquel quien las mantiene entraré (definidamente) en el Paraíso. Ellas son simples, pero pocos son aquellos quienes actúan sobre ellos. (Ellas son como siguen): decir “SubhanAlláh” 10 veces, “Alhamdulilláh” 10 veces y “Alláh hu Akbar” 10 veces. Estas son 150 pronunciaciones, pero contando hasta 1500 en la actual cuenta (de hechos). Luego al ir a la cama uno debería decir: “Alláh hu Akbar“ 34 veces, “Alhamdulilláh” 33 veces y “SubhanAlláh” 33 veces. Estas son 100 pronunciaciones pero cuentan como 1000 en la cuenta actual de hechos. El reportador de este hadith dijo: “Yo vi al Apóstol de Alláh contar esto muchas veces con los nudillos de sus dedos”. Los compañeros del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) preguntaron: “¡Oh Profeta de Alláh! ¿Porqué aunque dices que estas cosas son simples pocos actúan sobre ellas?”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “(Satán) viene a una persona y le causa que caiga dormido antes de que haya terminado de decirlo. O él (Satán) vendrá a una persona y le recordará otras cosas antes de que sea capaz de completarlas”.

 

96.- Es reportado que Uqbah bin Amir (رضي الله عنه) dijo: “El Apóstol de Alláh me ordenó recitar los capítulos 113 y 114 después de cada oración”.

 

97.- Es reportado por Muadh bin Jabal (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) (una vez) tomó su mano y dijo: “¡Oh Muadh! Yo verdaderamente te amo. Nunca seas negligente para decir después de cada oración (las siguientes palabras): “¡Oh Alláh! Asísteme en hacer remembranza de Ti, agradecerte a Ti y adorarte a Ti en la mejor manera.

 

 

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14.- La oración opcional (Istikharah)

 

98.- (Es reportado que) el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba enseñar la oración opcional en todos los problemas como él acostumbraba enseñar una Sura (capítulo) del Sagrado Corán. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno intenta hacer una decisión, uno debe ofrecer una oración especial de dos Rakás en adición a las oraciones prescritas. Uno debe decir: “¡Oh Alláh! Busco Tu Conocimiento y Tu Habilidad. Busco Tus Grandes Bondades. Tú puedes, pero yo no puedo. Tú sabes, pero yo no. Tú eres aquel quien conoce todo los no visto. ¡Oh Alláh! Si Tú sabes que este asunto particular (aquí debe ser declarado el asunto y probado que es lícito y legítimo) es bueno para mi fe (religión), mi vida y mis inmediatos y futuros asuntos, entonces (¡Oh Alláh!) (por favor) cúmplelo, hazlo fácil y bendícelo para mí. Y si Tú sabes que tal asunto es malo (y dañino) para mí, para mi vida y para mi futuro inmediato y a largo término, (¡Oh Alláh!) (por favor) remuévelo y remuéveme de ello. ¡Oh Alláh! Por favor, ordena el bien para mí cualquiera que pueda ser. ¡Oh Alláh! Permíteme aceptarlo”.

 

99.- Una persona quien busca una opción de Alláh, el Altísimo y consulta de otros nunca tendrá pesar. Esta persona se sentirá asegurada que está haciendo lo correcto para su alma.

Alláh, el Altísimo declaró en el Sagrado Corán 3:159: “Y consúltalos en asuntos (del momento). Luego cuando hayas tomado una decisión, pon tu confianza en Alláh, el Altísimo”.

Qatadah (رضي الله عنه) compañero del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) reportó lo siguiente: “Cualquier grupo (partido o comité) quien consulta a otro en sus asuntos por el placer de Alláh, el Altísimo será bendecido con la guía la cual sea mejor para ellos”.

 

 

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15.- Suplicaciones en tiempos de preocupación y tristeza

 

100.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba decir lo siguiente en tiempos de preocupación: “No hay Dios sino Alláh, el Más Grande, el Altísimo, el Omnipotente. No hay Dios sino Alláh, el Señor del Gran Trono. No hay Dios sino Alláh, el Señor de los Cielos, la Tierra y el Gran Trono.

 

101.- Es reportado que el Profeta (صلى الله عليه وسلم) que cuando encaraba con dificultad, él acostumbraba decir: “¡Oh Alláh! Tú eres el Vivo. Tú eres el Sustentador. Con Tu Misericordia yo busco refugio”.

 

102.- Es reportado por Abu Bakr (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “La oración de una persona preocupada debería ser (como sigue): “¡Oh Alláh! Yo busco Tu Misericordia. (Por favor) no me dejes sin Tu Misericordia, aún por la ceguera de un ojo. ¡Oh Alláh! (Por favor) mejora todos mis asuntos. No hay Dios sino Tú”.

 

103.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo a Asma bint (hija) de Omais (رضي الله عنها): “¿Debería yo enseñarte una suplicación que puedas decir en tiempos de dificultad?” (Di:) “¡Oh Alláh! ¡Oh Alláh! Tú eres Mi Señor. Yo no tomo compañero o asociado Contigo”.

 

104.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Thin Nus (Jonás el profeta (صلى الله عليه وسلم)) pronunció esta oración mientras estaba en el vientre de la ballena: “(¡Oh Alláh!) No hay dios sino Tú. Sea la Gloria para Ti. Verdaderamente yo estaba entre los malhechores”. Las oraciones de cualquier persona quien usa esta suplicación para cualquier asunto (e invoca a Alláh, el Altísimo) será satisfecho”.

 

105.- Es reportado que el Profeta de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Cualquier esclavo sirviente de Alláh, el Altísimo, quien sea tocado con preocupaciones o tristezas y reza: “¡Oh Alláh! Yo soy Tu esclavo, el hijo de Tu esclavo sirviente, el hijo de Tu esclava sirviente. Mi frente está en Tu mano (Tú me controlas). Tu juicio pasará hasta mí. Tu sentencia hasta mí es justa y equitativa. ¡Oh Alláh! Te pido con cada nombre (atributo) con el que Tú mismo Te has llamado, con el Libro que Has enviado y enseñado a Tus esclavos sirvientes, y cualquier cosa que Tú has guardado oculta en lo no Visto para Tu Propio Conocimiento. ¡Oh Alláh! (Por favor) haz del Sagrado Corán la primavera de mi corazón, la luz para mi pecho, el removedor de mi tristeza y la abolición de mis preocupaciones”, Alláh, El Altísimo removerá la tristeza y preocupaciones de esa persona reemplazándolas con facilidad y comodidad”.

 

 

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16.- Suplicaciones cuando se encuentre a un enemigo y gente en la autoridad

 

106.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba decir si él temía a un grupo de gente (malvada): “¡Oh Alláh! Nosotros Te ponemos en frente de esta (gente). Nosotros buscamos refugio Contigo de su maldad”.

 

107.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) cada vez que estaba en contacto con un enemigo acostumbraba decir: “¡Oh Alláh! Tú eres mi Ayudador. Tú eres mi Apoyador. (¡Oh Alláh!) Contigo yo me muevo. Contigo (yo tengo el poder para) pelear”.

 

108.- Abdullah Ibn Abas (رضي الله عنه) dijo: “Para nosotros, Alláh es suficiente. Él es el Que Mejor dispone de nuestros asuntos” (Sagrado Corán 3:173). Esta es la oración que Ibrahim, el Profeta (صلى الله عليه وسلم) pronunció cuando fue arrojado al fuego. Es la misma oración que Muhammad, el Profeta (صلى الله عليه وسلم) también pronunció cuando: “Los hombres les dijeron: “Un gran ejército está reuniéndose contra ustedes” (Sagrado Corán 3:173).

 

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17.- Suplicaciones cuando Satán aparece al hombre

 

Alláh declaró en el Sagrado Corán (23:97-98): “Y di: “¡Oh Mi Señor! Yo busco refugio en Ti de las sugerencias de los malvados. Yo busco refugio Contigo para que ellos no vengan cerca de mí”.

 

109.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba decir: “Yo busco refugio con Alláh, el Que Todo lo Oye, el Que Todo lo Sabe, del demonio que ha sido maldito, su susurro, su respiración y su lengua”. Esto está basado sobre el verso del Sagrado Corán (41:36): “Y si ustedes (en cualquier tiempo) una tentación a la discordia es hecha para ustedes por el malvado, que busque refugio en Alláh, el Altísimo, quien oye y sabe todas las cosas”.

 

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18.- El llamado a la oración despide a Satán.

 

110.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Cuando la oración es llamada, Satán aleja su espalda. Tan rápido como la llamada a la oración sea completada él se voltea sobre su espalda. Cuando la segunda llamada para la oración es anunciada, él hace lo mismo (se aleja). Pero tan pronto como la segunda llamada para la oración es completada, él se voltea”.

 

111.- Suhail bin Abi Salih (رضي الله عنه) dijo: “Mi padre una vez me envió a Bani Hanifah con un sirviente, o uno de nuestros compañeros. Alguien llamó al hombre por su nombre desde una granja cercada (junto al camino). El hombre brincó la cerca para ver quien estaba llamando, pero no encontró a nadie. Al retorno, yo mencioné lo que había pasado a mi padre quien dijo: “Si hubiera sabido que ustedes encontrarían tales cosas, no los hubiera mandado. De cualquier manera, si ustedes oyen algo como eso de nuevo, hagan el llamado a la oración. Yo escuché a Abu Hurairah decir que el Apóstol de Alláh dijo: “Verdaderamente, Satán se volverá sobre su espalda y se alejará si la oración es llamada”.

 

112.- Abu Darda (رضي الله عنه) dijo: Una vez, el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) se levantó y rezó. Nosotros lo (صلى الله عليه وسلم) escuchamos diciendo: “Yo busco refugio con Alláh, el Altísimo de ustedes”. Entonces él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Yo los maldigo con la maldición de Alláh tres veces”. Luego él (صلى الله عليه وسلم) alzó su mano como si fuera a ponerla sobre algo. Al terminar su oración, nosotros le dijimos a él (صلى الله عليه وسلم): “¡Oh Profeta de Alláh! Nosotros te escuchamos diciendo cosas que nunca oímos de ti mientras tu estabas rezando. Nosotros también te vimos alzar la mano”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Verdaderamente el enemigo de Alláh (Iblis, el demonio malvado) trajo una antorcha flameante y la colocó en frente de mi cara. Así que, yo busqué refugio con Alláh, el Altísimo tres veces de él (el demonio maldito). Luego, dije: “Te maldigo con la maldición completa de Alláh, el Altísimo tres veces. Él, el demonio no se fue. Entonces yo alcé mi mano para agarrarlo. Yo intenté tomarlo. ¡Por Alláh! Si no fuera por mi hermano Sulaiman (Salomón (عليه سلم), el profeta), yo lo hubiera tenido (al demonio) atado para que los niños de Madinah pudieran jugar con él”.

 

113.- Othman Bin Abil-Aas (رضي الله عنه) dijo: “Le dije al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم): “¡Oh Apóstol de Alláh! Satán está interrumpiendo mi oración. Él (intenta) confundirme mientras yo estoy recitando el Sagrado Corán durante la oración”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Este es un demonio conocido como Khanzab. Si tú (o cualquiera) siente su presencia, ustedes deberían buscar refugio con Alláh, el Altísimo de él. Y, ustedes deberían escupir tres veces hacia la izquierda”. El narrador de este hadith (رضي الله عنه) dijo: “Por lo tanto, yo hice lo que me fue dicho y aquel demonio fue despachado lejos de mí”.

 

114.- Abu Zumail (رضي الله عنه) dijo: “Yo le dije a Ibn Abas (رضي الله عنه) acerca de algo que yo sentí (de duda y sospecha)”. Él (رضي الله عنه) dijo: “Si tu sientes algo de esa clase di: “Alláh es el Primero y el Último. Él es el Más Interno y el Más Aparente. Él está advertido de todas las cosas”.

 

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19.- Aceptar la predestinación de un hombre sin negligencia o exageración.

 

Alláh el Altísimo, declaró en el Sagrado Corán 3:156: ¡Oh ustedes quienes creen! No sean como los incrédulos quienes dicen a su respiro cuando ellos están viajando por la tierra o están ocupados en pelear: “Si ellos se hubieran quedado con nosotros; ellos no hubieran muerto, ni hubieran sido matados”. Esto es así que Alláh, el Altísimo puede hacerlo una causa de dolor en sus corazones. Es Alláh, el Altísimo, el que da la vida y la muerte; y Alláh, el Altísimo que ve todo lo que ustedes hacen.

 

115.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Un El creyente fuerte es mejor y más amado ante Alláh, el Altísimo, que (un) (creyente) débil. Cada uno de ellos, de cualquier forma es bendecido con bondad (por sí mismo). Uno debería observar qué beneficios uno debe. Uno debería buscar el refugio de Alláh, el Altísimo. Uno no debería pensar en la incapacidad de uno mismo (para hacer algo). Si uno es probado con dificultades, uno no debería decir: “Si lo hubiera hecho de forma diferente, si hubiera llevado a cabo algo más o con mejor”. Sino más bien, uno debe decir: “Cualquier cosa que Alláh, el Altísimo ha predestinado me sucederá”. “Si” abre la (puerta) para un acto malvado”.

 

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20.- Gracias conferidas sobre el hombre.

 

Alláh, el Altísimo declaró en el Sagrado Corán 18:39: “Por qué ustedes no dijeron, cuando entraban a su jardín: “¡Será lo que Alláh quiera! ¡No hay poder sino con Alláh! Si tú me ves menor que a ti en riqueza e hijos, puede ser que mi Señor me dará algo mejor que tu jardín” ”.

 

116.- Es reportado que cuando el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) estaba complacido con lo que él veía, él decía: “Toda la alabanza es debida a Alláh, el Altísimo. Es solamente por Su Gracia que todas las cosas buenas están completas”. Y si él (صلى الله عليه وسلم), veía algo que le disgustaba o lo con lo cual no estaba complacido, él decía: “Toda la alabanza es debida a Alláh, el Altísimo en cualquier forma (y en cualquier caso)”.

 

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21.- Suplicaciones cuando las desgracias/calamidades mayores o menores encaran a un creyente.

 

Alláh, el Altísimo, declaró en el Sagrado Corán 2:156-157: “Quienquiera que dice cuando es afligido con la calamidad: “A Alláh, el Altísimo, pertenecemos, y a Él es nuestro retorno. Ellos son aquellos sobre quienes (descendieron) bendiciones y misericordia de Alláh, el Altísimo. Ellos son aquellos que reciben la guía”.

 

117.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Uno debería decir la misma frase (como fue indicado arriba) siempre que el daño lo alcance, aún si el zapato de uno es viejo. Porque tales problemas (insignificantes) están entre las calamidades”.

 

118.- Um-mu Salamah (رضي الله عنها) dijo: “Yo escuché al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) decir: “Cualquier esclavo sirviente de Alláh, el Altísimo, quien está afligido con una calamidad (de cualquier clase o tamaño) debería decir lo siguiente: “Seguramente a Alláh, el Altísimo pertenecemos y a Él retornaremos. ¡Oh Alláh! Asísteme en esta prueba y reemplázala con una mejor condición”. Alláh, el Altísimo lo asistirá a uno (y lo recompensará a uno por su paciencia): y Él, el Altísimo lo reemplazará con una mejor condición. Ella, Um-mu Salamah (رضي الله عنها) dijo: “Sobre la muerte de Abu Salamah (su esposo); yo dije lo que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) ha recomendado que digamos. Y Alláh, el Altísimo reemplazó mi pesar con una mejor condición (Yo me convertí en la esposa del) Mensajero de Alláh (صلى الله عليه وسلم))”.

 

119.- Um-mu Salamah (رضي الله عنها) también reportó: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) entró a nuestro hogar en la muerte de Abu Salamah (su esposo); cuyos ojos estaban abiertos en la muerte. Él (صلى الله عليه وسلم) cerró los ojos de Abu Salamah y dijo: “Verdaderamente cuando el alma es tomada, la vista la seguirá”. Un grupo de la familia de Abu Salamah estaba llorando y sus voces se elevaron. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: (¡Oh gente!) no lloren, excepto con una oración para sus propias almas. Verdaderamente los ángeles dirán “Amín (¡Oh Alláh! Acepta la oración) para cualquier invocación y suplicación que ustedes ofrezcan”. Luego él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “¡Oh Alláh! Perdona a Abu Salamah, eleva su posición y rango entre aquellos quienes son guiados, reemplaza su descendencia después de su muerte (con un guardián de Ti) y perdónanos a todos. ¡Oh Alláh! Tú eres el Señor de los Mundos. ¡Oh Alláh! Expande su tumba y llénala con luz.

 

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22.- Suplicaciones cuando se está en deuda.

 

120.- Es reportado de Ali Bin Abi Talib que un esclavo contratado vino a él y dijo. “Yo soy incapaz de pagar mi deuda a mi amo de acuerdo al contrato que él hizo para mi libertad. ¿Me ayudarías?”. Él dijo: “¿Debería yo enseñarte unas pocas palabras las cuales me fueron enseñadas por el Apóstol de Alláh? Si uno las dice teniendo una deuda que se ve tan grande como una montaña, ella será pagada (por la Gracia y la Voluntad de Alláh). (Dí:) “¡Oh Alláh! Me basta con tu botín lícito y no con lo cual es ilícito. ¡Oh Alláh! Enriquéceme con Tu Gracia y tu Bondad para que así yo no esté en necesidad de alguien (que sea otro que Tú)”.

 

121.- Abu Said Al-Khudri dijo: “Un grupo de los compañeros del Apóstol de Alláh salieron en una misión. Ellos se quedaron en un lugar que pertenecía a una tribu árabe. El grupo buscó la hospitalidad de aquellos árabes (beduinos) pero les fue denegada. La cabeza (el jefe) de la tribu fue mordido por una víbora (venenosa). Su gente intentó todo lo posible para tratarlo, pero ellos fallaron. Uno de ellos sugirió buscar ayuda de los Compañeros del apóstol de Alláh, esperando encontrar una cura para su jefe. Se acercaron al grupo y les informaron de las condiciones del jefe árabe (beduino). Ellos fueron preguntados si tenían algún remedio para la mordedura de víbora dada a su jefe. Uno de los compañeros dijo: “Sí yo tengo algo para curarlo y relevarlo de su dolor. De cualquier manera, desde que ustedes han rechazado ser hospitalarios con nosotros, hay un precio por este tratamiento, el precio es una manada de ovejas. La tribu árabe acordó pagarlas si el jefe se recuperaba. Los Compañeros del Profeta entonces escupieron en el lugar donde el jefe fue mordido y recitaron la Fatiha (el capítulo de apertura del Sagrado Corán). El hombre lastimado (un poco después) se levantó y comenzó a correr como si ya no sufriera más dolor.  Así la tribu árabe pagó a los Compañeros como se había acordado. Algunos de los Compañeros sugirieron distribuir la ganancia al dividirla entre los miembros del grupo, pero el hombre quien llevó a cabo el acto de recitación sugirió esperar hasta que ellos retornaran al Apóstol de Alláh para buscar su opinión. Al regresar, ellos relataron lo que había sucedido. El Apóstol de Alláh dijo: “¿Cómo supieron que ésta es la cura?”. Él continuó: “ustedes estuvieron correctos en lo que hicieron, dividan la ganancia y denme una parte”. Entonces él se rió.

 

122.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) buscó protección de Alláh, el Altísimo para Al-Hasan (رضي الله عنه) y Al-Husain (رضي الله عنه) diciendo: “Yo busco refugio con las palabras perfectas de Alláh (para su protección), de cada demonio y cada criatura (que se arrastre, camine o vuele) y de todos los (malvados) ojos. Su ancestro (el Profeta Ibrahim (عليه سلم)) acostumbraba decir lo mismo para Ismail (عليه سلم) e Isaac (عليه سلم).

 

123.- Es reportado de Aishah (رضي الله عنها) que siempre que alguien se acercaba quejándose de heridas o enfermedades, el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) tocaba el suelo con su dedo diciendo: “En el nombre de Alláh, el Altísimo. Con la tierra de tu terreno y la saliva de algunos de nosotros (los musulmanes); nuestro enfermo será curado con el permiso de Nuestro Señor, el Altísimo”. Sufyan bin Oyainah (رضي الله عنه) también decía lo mismo.

 

124.- También es reportado de Aishah (رضي الله عنها) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) siempre buscó refugio y protección con Alláh, el Altísimo por ciertos miembros de su familia. Él (صلى الله عليه وسلم) los tocaba (limpiaba) con su mano derecha diciendo: “¡Oh Alláh! Señor de toda la gente. Por favor remueve toda la aspereza y calamidad. Cúralo. Tú eres el Curador. No hay cura para ninguna enfermedad sino la Tuya. Cura (a esta persona) y no dejes trazos de enfermedad”.

 

125.- Una vez Toman bin Abi-al-Aas (رضي الله عنه) se quejó de algún dolor. Él le dijo al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) que él había estado sufriendo con este dolor desde que abrazó el Islam. El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Pon tu mano donde sientes dolor y di tres veces: “En el nombre de Alláh”. Luego di siete veces: “Yo busco refugio con la Fuerza, la Dignidad y el Poder de Alláh del toque malvado que siento, el dolor y el miedo (de ello)” “.

 

126.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquél quien visita a una persona enferma (cuyo destino de muerte aún no se ha vuelto debido) y dice siete veces: “Yo pido a Alláh, el Altísimo, el Señor del Gran Trono que te cure”. La persona enferma será curada (con el permiso de Alláh)”.

 

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23.- Suplicaciones sobre entrar a un cementerio.

 

127.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) enseñó a sus Compañeros a decir, al entrar a un cementerio: “La paz sea sobre ustedes, moradores de estas tumbas, creyentes y musulmanes. Verdaderamente nosotros les seguiremos, si Alláh desea. Nosotros pedimos a Alláh, el Altísimo por salud y perdón para ustedes tanto como para nosotros mismos”.

 

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24.- Suplicaciones cuando se busca la lluvia.

 

128.- Es reportado que Ibn Parir bin Abdullah (رضي الله عنه) dijo: “Un grupo de mujeres llorando vino (quejándose de la sequía) hacia el Apóstol de Alláh quien dijo al verlas: “¡Oh Alláh! Bendícenos con la lluvia pacífica (como opuesto a lo dañino) que trae el cultivo y el crecimiento de todas las plantas rápidamente (no retrasada)”. Tan pronto como él (صلى الله عليه وسلم) había terminado su suplicación, las nubes aparecieron en el cielo de cada dirección y la lluvia cayó (continuamente)”:

 

129.- Es reportado de Aishah (رضي الله عنها) que la gente se quejaba ante el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) acerca de una severa sequía y escasez de lluvia en el área inmediata. Él (صلى الله عليه وسلم) ordenó un púlpito para ser puesto en el área de oración (la mezquita). Él (صلى الله عليه وسلم) puso una fecha para que la gente viniera para la oración. Cuando el sol se había elevado en el cielo en esa fecha, el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) vino, se sentó en el púlpito y dijo: “Alláh hu Akbar” (Alláh es el Más Grande). Toda la alabanza sea para Él. Ustedes se han quejado acerca de una sequía en su área y el retraso en las lluvias esta temporada. Alláh, el Altísimo ha ordenado que ustedes lo invoquen a Él. Él, el Altísimo ha prometido cumplir y responder a sus oraciones. Toda la alabanza es debida a Alláh, el Señor de todos los mundos. No hay dios sino Alláh. Él hace lo que Él desea. ¡Oh Alláh! Tú eres el Señor. No hay dios sino Tú. Tú eres el Rico, el Poseedor. Nosotros somos los pobres. ¡Oh Alláh! Trae la lluvia hasta nosotros y haz (que) su fuerza (sea) suficiente por un cierto tiempo”. El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) entonces levantó sus manos hacia arriba hasta que la gente pudo ver sus axilas. Luego, él (صلى الله عليه وسلم) volteó su espalda y volteó su manto hacia adentro mientras aún levantaba sus manos. Él (صلى الله عليه وسلم) entonces volteó su cabeza otra vez hacia la gente, bajó del púlpito y ofreció una oración de dos Rakás. (Antes de que él hubiera terminado) Alláh, el Altísimo formó una nube en el cielo con un trueno y un relámpago. Luego, con el permiso de Alláh se desató (la lluvia). Antes de que pudiéramos regresar a la mezquita, los charcos de agua estaban (casi) en todos lados. Cuando el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) vio qué tan rápido estaba la gente buscando refugio de la lluvia, él se rió tanto que la mayoría de sus dientes podían ser vistos. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Yo atestiguo que Alláh, el Altísimo es el Más Capaz de hacer todas las cosas. Yo atestiguo que yo soy Su esclavo, sirviente y mensajero”.

 

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25.- Suplicaciones en caso de tormentas de viento.

 

130.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “El viento es (hecho) del Espíritu de Alláh. Ello trae la misericordia y (posiblemente) la tortura. Si ustedes notan (la presencia) del viento, no lo maldigan. Pidan a Alláh, el Altísimo que les conceda lo mejor de ello y busquen refugio con Él de su daño”.

 

131.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) cuando notaba (la presencia) del viento, rezaba: “¡Oh Alláh! Yo te pido lo mejor de ello (del viento), lo mejor de lo que lleva, y lo mejor de lo que es enviado (manejado) con ello. Yo busco refugio Contigo de su mal, del mal de lo que lleva y del mal de lo que es enviado con ello”.

 

132.- Cuando notaba un cambio en el horizonte, El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) detenía lo que estaba haciendo, aún si estaba ofreciendo la oración y decía: “¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de su daño (del viento)”. Si la lluvia aparecía, él (صلى الله عليه وسلم) decía: “¡Oh Alláh! Deja que la lluvia sea pacífica y feliz”. Este hadith fue reportado por Abu Dawud, An-Nasai e Ibn Mayah.

 

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26.- Suplicaciones al oír al trueno.

 

133.- Abdullah bin al-Zubair (رضي الله عنه) acostumbraba detenerse si hablaba y decir, al escuchar el trueno: “La Gloria es debida a Alláh, el Altísimo, en cuyo Nombre el trueno glorifica en Su Alabanza, los ángeles lo glorificarán a Él, el Altísimo (temiéndole a Él)”.

 

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27.- Suplicaciones sobre la caída de la lluvia.

 

134.- Zaid Bin Khalid Al-Yohani (رضي الله عنه) dijo: Una vez, el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) hizo la oración del Fayr (amanecer) en el área de Hodaibiyah (después de que llovió durante la noche). Al completar la oración, él (صلى الله عليه وسلم) se volteó hacia la gente reunida y preguntó: “¿Ustedes saben lo que Alláh, Su Señor ha dicho?”. La gente dijo: “Alláh, el Altísimo y su Apóstol son los mejores conocedores”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Algunos de Mis siervos esclavos se están volviendo creyentes, mientras otros nos. Aquellos quienes recibieron la lluvia a través de la Misericordia y Bendiciones de Alláh son todos creyentes en Mí (Alláh, el Altísimo) e incrédulos en los planetas. Aquellos quienes dicen que la caída de la lluvia es debido a las estrellas, planetas o las estaciones son incrédulos en Mí y creyentes en los planetas”.

 

135: Anas  dijo: “Un hombre entró a la mezquita (del Profeta (صلى الله عليه وسلم)) un viernes, mientras el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) estaba de pie dando un discurso. El hombre dijo: “¡Oh, Profeta de Alláh! Todo (lo que la gente) posee (posesiones y pertenencias) ha sido destruido. Todos los medios han sido agotados. (Por favor) reza a Alláh, el Altísimo para que nos ayude”. Él (صلى الله عليه وسلم) levantó sus manos a los cielos y rezó: “¡Oh Alláh! Garantízanos la lluvia; ¡Oh Alláh! Garantízanos la lluvia”. Anas (رضي الله عنه) dijo: “Por Alláh. No había una sola nube en el cielo (para ser vista). El horizonte estaba claro y abierto entre nosotros (en la mezquita) y la montaña de Sala”. También había construcciones o casas entre nosotros. Nosotros miramos como una nube apareció desde detrás de la montaña. Se expandió arraigada en el centro del cielo y comenzó a llover. Por Alláh Nosotros no vimos el sol por una semana entera. La siguiente semana en el mismo día y tiempo (viernes), mientras el Profeta (صلى الله عليه وسلم) estaba parado dando un discurso, un hombre apareció y dijo: “¡Oh Profeta de Alláh! Todas las posesiones y pertenencias han sido destruidas. Todos los caminos están cerrados. (Por favor) reza a Alláh, el Altísimo para que pare la lluvia”. El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) levantó sus manos al cielo y rezó: “¡Oh Alláh! (Por favor) causa que la lluvia caiga alrededor de nosotros, pero no directamente sobre nosotros. ¡Oh Alláh! (Por favor) envía la lluvia a las colinas alrededor de nosotros, los campos y granjas, los valles y a donde crecen los árboles”. La lluvia paró (inmediatamente) y el sol se elevó. Nosotros salimos (de la mezquita) y caminamos bajo el cielo soleado”.

 

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28.- Suplicaciones sobre el ver la luna nueva.

 

136.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo al ver el creciente (la luna nueva): “Alláh hu Akbar ¡Oh Alláh! Deja que el creciente (la luna nueva) aparezca para nosotros (mientras estamos) disfrutando de paz y fe, riqueza e Islam (sumisión a Alláh, el Altísimo) y guía hacia la complacencia de Alláh, el Altísimo. Nuestro Señor (y el suyo) es Alláh, el Altísimo”.

 

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29.- Suplicaciones cuando se viaja.

 

137.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquel quien intenta viajar debería decir a los que se quedan atrás: “Yo los dejo con la confianza de Alláh, el Altísimo, en cuyas (manos) los artículos confiados no estarán perdidos” ”.

 

138.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si Alláh, el Altísimo, es confiado con algo, Él, el Altísimo lo protegerá”.

 

139.- Salem (رضي الله عنه) reportó que Ibn Omar (رضي الله عنه) le decía a una persona que intentaba viajar: “Acércate a mí para que así yo pueda decirte de despedida cono el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) lo hacía: “Yo confío en Alláh, el Altísimo, con tu fe, confianza y tu destino”. Salem (رضي الله عنه) también reportó que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) nunca solía tomar su mano de la mano de otro hombre (quien a estaba estrechando) hasta que el hombre dejara su propio agarre”.

 

140.- Un hombre una vez vino al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) y dijo: “¡Oh Apóstol de Alláh! Yo quiero viajar. Por favor provéeme (con algún consejo)”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Que Alláh, el Altísimo te garantice la Taqwa (temor de Alláh, el Altísimo) y la piedad”. El hombre además dijo: “Dame  más consejo”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Que Alláh, el Altísimo, perdone tus pecados”. El hombre otra vez preguntó por más consejo. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Que Alláh, el Altísimo, te dirija hacia cosas buenas, dondequiera que tú puedas estar”.

 

141.- Abu Hurairah (رضي الله عنه) reportó que un hombre una vez dijo al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم): “¡Oh Apóstol de Alláh! Yo quiero viajar. Por favor provéeme (con algún consejo)”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Debes temer a Al´lah, el Altísimo (siempre. Dondequiera que tú estés sube a una colina (en tierra alta) y di: “Alláh hu Akbar”. Cuando el hombre partió, él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “¡Oh Alláh! (Por favor) acorta la distancia para él y facilita su jornada”.

 

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30.- Suplicaciones sobre usar transportes.

 

142.- Ali bin Rabiah (رضي الله عنه) dijo: “Yo vi a Ali (رضي الله عنه) cuando fue presentado a con animal para montar, diciendo al poner su pie en el estribo: “Bismilláh” (en el Nombre de Alláh). Cuando se sentó en la silla él (رضي الله عنه) dijo: “Al-Hamdu-lil-láh” (toda la alabanza es debida a Alláh, el Altísimo), toda la gloria es debida a Alláh, el Altísimo, quien ha sujetado a estos (animales) para nuestro uso, porque nosotros nunca hubiéramos terminado esto (por nosotros mismos)” (Sagrado Corán, 43:13). Luego él (رضي الله عنه) dijo: “Al-Hamdu-lil-láh” tres veces. “La Gloria es debida a Ti. ¡Oh Alláh! Yo he dañado a mi propia alma. Perdóname. No hay nadie para perdonar los pecados sino Tú. Entonces él (رضي الله عنه) sonrió. Alguien de entre la asistencia preguntó: “¡Oh Amir-ul-Muminin! ¿Porqué estás sonriendo?”. Él (رضي الله عنه) dijo: “Yo vi al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) hacer lo que yo he hecho y luego sonrió. Yo le hice la misma pregunta y él (صلى الله عليه وسلم) replicó: Alláh, el Altísimo, encomienda a cualquiera quien sepa que no hay nadie capaz de perdonar los pecados excepto Alláh el Altísimo, y diga: “¡Oh Alláh! Perdona mis pecados”.

 

143: El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) decía siempre que se colocaba sobre su camello para viajar: “Alláh hu-Akbar” tres veces. “La Gloria es debida a Él (el Altísimo) quien ha sujetado esto (al animal) para nuestro uso, porque nosotros nunca hubiéramos terminado esto (por nosotros mismos). Verdaderamente, a Alláh, el Altísimo, debemos retornar” (Sagrado Corán, 43:13). Entonces él (صلى الله عليه وسلم) decía: “¡Oh Alláh! Nosotros Te pedimos (que nos garantices) la piedad y la rectitud en nuestra jornada. Haznos capaces de hacer lo que te complace. ¡Oh Alláh! Haz este viaje fácil, encoge la distancia. Tú, el Altísimo, eres Nuestra Compañía en este viaje. Tú eres el Cuidador de nuestras familias. ¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de las dificultades del viaje, el cambio de las apariencias y un desagradable regreso a la familia y riqueza”.

 

Al regreso, él (صلى الله عليه وسلم) dijo lo mismo añadiendo: “(Nosotros estamos) retornando, arrepintiéndonos y adorando (a Alláh, el Altísimo). A Nuestro Señor (Alláh, el Altísimo) pertenece toda la alabanza”.

 

144.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) y sus compañeros (رضي الله عنهم) decían: “Alláh hu Akbar” cuando subían una colina o bajaban a un valle (mientras viajaba). Adicionalmente, ellos continuamente glorificaban a Alláh, el Altísimo.

 

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31.- Suplicaciones cuando se arraiga en un lugar.

 

145.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquel quien se arraiga en un lugar y dice: “Yo busco refugio con la más completa de las palabras de Alláh, el Altísimo, de todo lo que Él ha creado”, no vendrá a él ningún daño hasta que él parte de ese lugar.

 

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32.- Suplicaciones sobre el comer o beber (artículos lícitos).

 

Alláh, el Altísimo, declaró en el Sagrado Corán (2:172): “¡Oh ustedes quienes creen! Coman de las cosas buenas que Nosotros hemos provisto para ustedes, y sean agradecidos hacia Alláh, si es a Él a quien ustedes adoran”.

 

146.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “¡Oh mi hijo! Menciona el nombre de Alláh, el Altísimo (comienza con ello cuando comas). Come con tu mano derecha. Y come de las cosas que están próximas (cercanas) a ti”.

 

147.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno come, menciona el nombre de Alláh, el Altísimo (en el nombre de Alláh, el Beneficente y Más Misericordioso) en el principio de la comida. Pero si uno olvida hacerlo, entonces menciona el nombre de Alláh, el Altísimo, en el principio y en el final (de la comida)” Tirmidhi (رحمه الله) resportó este para se un buen y conocido hadith.

 

148.- Es reportado que Abu Hurayrah (رضي الله عنه) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) nunca decía nada malo acerca de ninguna comida. Si a él (صلى الله عليه وسلم) le gustaba una clase (de comida) la comía; de otra forma, no la comía”.

 

149.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Alláh, el Altísimo, está complacido con Su esclavo cuando él come o bebe y agradece a Alláh, el Altísimo, por ello (Sus Bondades)”.

 

150.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquel quien dice después de comer (cualquier clase de comida lícita): “Toda la alabanza es debida a Alláh, el Altísimo, quien me ha provisto con esta (comida) sin ninguna fuerza o poder de mi parte”, Alláh el Altísimo perdonará sus pecados pasados”.

 

151.- Es reportado de un sirviente del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) que él decía, siempre que una comida era ofrecida: “Bismilláh” (en el nombre de Alláh). Cuando terminaba su comida, él (صلى الله عليه وسلم) decía: “¡Oh Alláh! Tú has conferido sobre nosotros Tu Favor, nos has guiado y nos han dejado sobrevivir. Toda la alabanza es debida para Ti por (todo) lo que nos has dado”.

 

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33.- Suplicaciones para los visitantes o invitados.

 

152.- Abdullah bin Bost (رضي الله عنه) reportó que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) vino a visitara su padre. Ellos le ofrecieron comida y una mezcla de dátiles, yogurt seco y ghi de lo cual él (صلى الله عليه وسلم) comió. Luego a él (صلى الله عليه وسلم) le fue ofrecido algo de beber. Él (صلى الله عليه وسلم) bebió y alargó la vasija a la persona que estaba sentada a su derecha. El reportador (رضي الله عنه) añadió: “Cuando él (صلى الله عليه وسلم) estaba listo para partir, mi padre se levantó, sostuvo su aparejo de montar y dijo: “(¡Oh Profeta de Alláh! Reza por nosotros”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “¡Oh Alláh! Bendice lo que has provisto para ellos, perdónalos y sé Misericordioso (y bondadoso) para con ellos”.

 

153.- Fue reportado por Anas (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) vino a Sad bin Obadah (رضي الله عنه) quien sirvió algún pan con aceite (de olivo). El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) comió y dijo: “Que la persona ayunante rompa su ayuno contigo. Que la persona recta (piadosa) coma tu comida. Y que los ángeles (de Alláh, el Altísimo) recen por ti”.

 

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34.- Suplicaciones concernientes a los saludos.

 

154.- Es reportado por Abdullah bin Amr (رضي الله عنه) que un hombre una vez preguntó al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم): “¿cuál es la mejor forma de Islam?”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “(Es) ofrecer comida (a los otros) y decir los saludos (de paz y misericordia de Alláh, el Altísimo) hacia aquellos quines conoces y hacia aquellos quienes no conoces”.

 

155.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) una vez dijo: “Ustedes no entrarán al Paraíso hasta que se vuelvan (completos) creyentes. Y ustedes no se volverán (completos) creyentes hasta que se amen uno al otro. ¿Debería yo decirles algo que, si es hecho (regularmente), los hará capaces de amarse uno al otro? (Ello es) difundir los saludos de “Paz” entre ustedes”.

 

156.- Amar bin Yasir (رضي الله عنه) dijo: “Aquel quien mantiene estas tres características disfrutará de la completa fe: Aplicar la justicia a otros a expensas de uno mismo, ofrecer los saludos de “Paz” a todas las personas y gastar (por causas caritativas)”.

 

157.- Imran bin Husain (رضي الله عنه) reportó: “Un hombre vino al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) y dijo: “La paz sea sobre ti”. Él (صلى الله عليه وسلم) regresó el saludo y dijo “Diez (recompensas)”. Luego otro hombre vino y dijo: “Que la paz y ma Misericordia de Alláh sean sobre ti”. Él (صلى الله عليه وسلم) regresó el saludo y dijo: “Veinte (recompensas)”. Un tercer hombre vino y dijo: “Que la Paz, la Misericordia y las Bendiciones de Alláh sean sobre ti”. El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) regresó el saludo y dijo: “Treinta (recompensas)”.

 

158.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “La persona más digna de (la Misericordia) de Alláh, el Altísimo, es aquel quien ofrece el saludo de paz para otros”.

 

159.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Satisface a un grupo sentado junto el ser representado por uno en regresar el saludo. Similarmente, si un grupo está pasando, es suficiente el ofrecer los saludos por uno de ellos”.

 

160.- De acuerdo a Anas (رضي الله عنه), el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo al pasar por donde estaba un grupo de niños jugando (en la calle): “Que la paz, la misericordia y las bendiciones de Alláh sean sobre ustedes”.

 

161.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Tan rápido como uno obtiene el lugar donde intentaba sentarse, ofrezca los saludos. Si él desea, él puede entonces sentarse. Luego, cuando se prepare para irse, ofrezca los saludos de nuevo. El primero (al entrar y llegar) no es más importante que el último (a la hora de partir)”.

 

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35.- Suplicaciones concernientes a estornudar y bostezar.

 

162.- Es reportado que El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo. Verdaderamente Alláh, el Altísimo le gusta el estornudo y le disgusta el bostezo. Por lo tanto si uno estornuda, alaba a Alláh, el Altísimo. También se vuelve un derecho debido de esta persona el recibir los saludos de cualquiera de los musulmanes en su presencia. Donde uno o más estén presentes, será suficiente para el grupo decir: “Que Alláh, el Altísimo, sea Misericordioso hacia ti”. Bostezar es un acto de Satán. Por lo tanto, uno debe intentar evitarlo y prevenirlo. Si uno bosteza, Satán se ríe”.

 

163.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si alguno estornuda, entonces, uno debería decir: “Toda la alabanza es debida a Alláh, el Altísimo”. Cualquier musulmán cerca de esta persona debe decir: “Que Alláh, el Altísimo, sea Misericordioso hacia ti”. La persona que estornuda debe replicar: “Que Alláh, el Altísimo te guíe y satisfaga tu mente”.

 

164.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno estornuda, entonces alabe a Alláh, el Altísimo, todos (aquellos quienes lo escuchen) deben decir en réplica: “Que Alláh, el Altísimo, sea Misericordioso hacia ti”. Pero si la persona que estornuda no dice los saludos, ustedes no deberían decir nada”.

 

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36.- Suplicaciones concernientes al matrimonio.

 

165.- Abdullah Ibn Masud (رضي الله عنه) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) nos dio el “sermón de la necesidad”.

 

“Toda la alabanza es debida a Alláh, el Altísimo. Nosotros lo alabamos a Él, buscamos Su ayuda y pedimos Su perdón. Buscamos refugio con Alláh, el Altísimo de la maldad de nosotros mismos. Buscamos refugio con Él de nuestros pecados. Aquel quien es guiado por Alláh, el Altísimo, no será desviado. Aquel quien es desviado por Alláh, el Altísimo, no será guiado por nadie. Yo  atestiguo que no hay deidad digna de adoración sino Alláh solo. Él no tiene socio. Yo atestiguo abiertamente que Muhammad (صلى الله عليه وسلم) es Su esclavo sirviente y mensajero. ¡Oh ustedes gente! Teman a Su Señor quien los creó de una sola alma. Él, el Altísimo creó a sus parejas de ello. Después, Él, el Altísimo (expandió) a muchos hombres y mujeres sobre la tierra. Teman a Alláh, el Altísimo, por Quien ustedes serán interrogados (en el Día del Juicio). Sean buenos con su parentela. Verdaderamente Alláh, el Altísimo, observa (sus actos)” (Sagrado Corán, 4:1), “¡Oh ustedes quienes creen! Teman a Alláh, el Altísimo, en la mejor forma y no mueran excepto como musulmanes” (Sagrado Corán, 3:102). “¡Oh ustedes quienes creen! Teman a Alláh, el Altísimo, y digan una declaración recta. Él, el Altísimo guiará sus actos y perdonará sus pecados. Aquel quien obedece a Alláh, el Altísimo y a Su mensajero (صلى الله عليه وسلم) será verdaderamente exitoso” (Sagrado Corán, 33:70-71)

 

166.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) felicitaba a los hombres recién casados como sigue: “Que Alláh, el Altísimo te bendiga, la bendiga (a ella) para ti, y haga de ello una combinación bendita (para ambos de ustedes)”.

 

167.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si un hombre (musulmán) se casa con una mujer o adquiere una sirviente, uno debe decir: “¡Oh Alláh! Yo te pido a Ti (que me garantices) lo mejor de ella (la mujer o la sirviente) y lo mejor de aquello con lo que está hecha (moralmente, emocionalmente o físicamente). Y ¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo de cualquier malvado y de cualquier maldad que ellos puedan llevar”. Además, si uno adquiere un camello sostiene sus aparejos y dice lo mismo”.

 

168: Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno declara la siguiente declaración al acercarse sexualmente a la pareja de uno: “¡Oh Alláh! Déjanos quedarnos lejos de Satán y provócale que se quede lejos de nosotros” y concibe un niño, Satán no será capaz de dañar a ese niño (con el Deseo de Alláh)”.

 

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37.- Suplicaciones concernientes al nacimiento.

 

169: Abu Rafi (رضي الله عنه) dijo: “Yo vi al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) anunciando el llamado para la oración en el oído de al-Hasan (رضي الله عنه) (su nieto) al ser dado el nacimiento por Fátima (رضي الله عنها)”.

 

170.- Aishah (رضي الله عنها) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) solía ser presentado con los niños recién nacidos en orden de que él (صلى الله عليه وسلم) rezara por sus bendiciones. Él (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba mascar un dátil ligeramente, ponerlo sobre su dedo y enjugar el interior de la boca del niño”.

 

171.- Es reportado de Amr Bin Shoaib, de su padre y de su abuelo que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: él (صلى الله عليه وسلم) ordenó (a los padres) sacrificar dos borregos por un niño y un borrego por una niña. Esto es hecho para remover todas las cosas dañinas del camino del niño y debería ser hecho en el séptimo día de vida”.

 

172.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) nombró a Ibrahim, hijo de Ibn Abi Musa, Abdullah bin Abi Tala y Al-Monthir bin Abi Usaid. Él les dio a estos niños éstos nombres un tiempo después de su nacimiento”.

 

173.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Los más amados de los nombres a la vista de Alláh, el Altísimo son (como sigue): Abdullah y Abdur-Rahman”.

 

174.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) siempre cambiaba los nombres disgustados por otros mejores. Zainab, por ejemplo, solía ser llamada “Barrah”, la recta. La gente puede decir que la mujer está clamando para sí misma el ser recta. Por lo tanto él (صلى الله عليه وسلم) cambió su nombre a Zainab. También él (صلى الله عليه وسلم) odiaba escuchar a la gente decir: “El Apóstol de Alláh vino a la casa de Barrah”. (Además) él (صلى الله عليه وسلم) una vez preguntó a un hombre su nombre. El hombre dijo: “Mi nombre es Hazan (tierra ruda)”. Él (صلى الله عليه وسلم): “Nay, tú eres más bien Sahl (tierra fácil y plana)”. Él (صلى الله عليه وسلم) cambió el nombre de una mujer llamada Asiyah (desobediente) a Yamilah (bella). El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) preguntó a otro hombre su nombre y el hombre replicó: “Mi nombre es Asram (el límite)”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Nay, tú más bien eres Zorah (fértil). Él (صلى الله عليه وسلم) también cambió el nombre de un pedazo de tierra que era conocida como Afrah (tierra polvorienta) renombrándola Khadira (verde).

 

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38.- Suplicaciones sobre el escuchar el cacareo de un gallo, el rebuzno de un burro y el ladrido de un perro.

 

175.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Busquen refugio con Alláh, el Altísimo, de Satán al escuchar el rebuzno de un burro. El (burro) debe haber visto a Satán. Pero si ustedes escuchan el cacareo de un gallo, pidan a Alláh, el Altísimo que confiera Sus virtudes (y gracia) sobre ustedes porque el gallo debe haber visto un ángel”.

 

176.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si ustedes oyen a un perro ladrar o a un burro rebuznar durante la noche, busquen refugio con Alláh, el Altísimo. Ellos ven lo que ustedes no pueden”.

 

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39.- Suplicaciones concernientes a las reuniones (y visitas).

 

177.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquel quien se sienta en una reunión donde hay muchos discursos y dice antes de irse: “La Gloria es debida a Alláh, Nuestro Señor. Toda la alabanza es debida a Ti. Yo atestiguo que no hay deidad sino Alláh solo. Yo busco tu perdón y me arrepiento ante Ti”, Alláh, el Altísimo abolirá todos los pecados, de uno, cometidos en esa reunión (o visita)”.

 

178.- En otro reporte, el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si una reunión era buena en naturaleza, ella será sellada con el bien. Pero si era de otra forma, la declaración anterior aún actúa como expiación (por el discurso cometido).

 

179.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si un grupo parte hacia un lugar de reunión donde ellos no recuerdan a Alláh, el Altísimo o lo mencionan, ellos estarán como si partieran hacia un lugar similar a la tumba de un burro. Esta salida será una desgracia para ellos”.

 

180.- Es reportado que Ibn Omar (رضي الله عنه) dijo: “Era muy raro ver al Profeta (صلى الله عليه وسلم) abandonando una reunión con sus Compañeros (رضي الله عنهم) antes de que él ofreciera la siguiente oración”.

 

“Allahum-maq-sim lana min Khashyatika Matahulo bihi bainanawa baina masiyatik. Wa min ta-atika ma tobal-lighuna bihi Yan-natak Waminal-Yaqini ma tuhaw-winu alaina bihi masaidab-dahr. Allahuma Mat-tina bi Asmaina. Wa Absarina wa quwatina Ma Ahyaitana. Way Allah al-Waritha Mina Wayal Tharana Ala man Thalamana wa surna Ala man Adana Wala Tayal Musibatana fi Dinina. Wala tosal-lit alaina Man la Yarhamona”.

 

La traducción de lo cual es como sigue:

 

¡Oh Alláh! Garantízanos de Tu Piedad que nos hace esquivar lejos de cometer los pecados (restringidos). ¡Oh Alláh! Garantízanos de tu obediencia que nos lleva hacia Tu Paraíso. ¡Oh Alláh! Garantízanos una fe profunda para soportar los problemas de este mundo. ¡Oh Alláh! Déjanos disfrutar (completamente) de nuestra vista, nuestra visión, nuestro oído y el resto de nuestras facultades tanto como Tú, el Altísimo, nos permitas vivir (en esta vida) y haz que eso sea heredado (por nuestra progenie). ¡Oh Alláh! Sé el vengador contra aquellos quienes nos hacen daño. ¡Oh Alláh! Sé el apoyador contra aquellos quienes son nuestros enemigos. ¡Oh Alláh! No dejes que ninguno de nuestros problemas estén en nuestra fe y religión. ¡Oh Alláh! No dejes que los asuntos mundanos sean nuestra mayor preocupación y nuestro mayor conocimiento. ¡Oh Alláh! No dejes que aquellos inmisericordes hacia nosotros nos priman y estén confiados con nuestros asuntos”.

 

 

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40.- Suplicaciones concernientes a la ira.

 

Alláh, el Altísimo declaró en el Sagrado Corán, Surah Fusilat, 41:36: “Y si (en cualquier tiempo) una tentación para la discordia es hecha a ellos por el malvado, busquen refugio en Alláh, el Altísimo. Él es Aquel quien escucha y sabe todas las cosas”.

 

181.- Sulaimán bin Surd (رضي الله عنه) dijo: “Una vez yo estaba sentado con el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). Dos hombres se maldijeron uno al otro. La vena yugular de uno de los hombres estaba alargada (debido a la ira) y su cara se tornó roja. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Yo conozco una palabra (frase) que permitirá que el hombre no sienta ira. Él (el hombre enojado) debería decir: “¡Oh Alláh! Yo busco refugio Contigo, el Altísimo del demonio maldito”.

 

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41.- Suplicaciones concernientes a la aflicción o calamidad.

 

182.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquel quien ve a una persona afligida con una calamidad y dice: “Toda la alabanza es para Alláh, el Altísimo, quien me ha curado de lo que te aflige y me prefiere por encima de muchas otras criaturas” no estará sujeto a esa aflicción”.

 

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42.- Suplicaciones cuando se entra en un mercado.

 

183.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Aquel quien entra en un mercado debería decir: “No hay dios sino Alláh, Él no tiene socio. A Él pertenece el Reino. A Él pertenece toda la alabanza. Él da y toma la vida. Él está vivo. Él nunca muere. En Su Mano está todo lo bueno. Él es el Más Capaz (de hacer cualquier cosa que Él desee)”; Alláh, el Altísimo le registrará un millón de buenos actos, y abolirá un millón de malos actos para esta persona. Él, el Altísimo, también elevará el grado de esta persona un millón de posiciones”.

 

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43.- Suplicaciones de lo que si una montura tropieza.

 

184.- Un hombre reportó: “Yo estaba montando detrás del Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) sobre una montura (animal). El animal del Profeta se tropezó. Por lo tanto yo dije: “Que Satán sea maldito”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “No digas esto. Si tú lo haces Satán se sentirá más grande y crecerá hasta ser tan grande como una casa. Él (Satán) dirá: “Yo hice eso con mis poderes”. Tú deberías decir: “En el nombre de Alláh, el Altísimo”. Esto causará que Satán se vuelva tan insignificante como una mosca”.

 

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44.- Suplicaciones para regalar los obsequios y orar por el que los da.

 

185.- Es reportado que Aishah (رضي الله عنها) dijo: “Una oveja fue dada como un regalo al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). Él le dijo (a Aishah): “Distribúyela (entre los musulmanes necesitados)”. Aishah  preguntaba al sirviente después de regresar después de cada entrega: “¿Qué te dijo la gente (quienes recibieron la carne)?”. El sirviente dijo: “Que Alláh, el Altísimo te bendiga”. Aishah (رضي الله عنها) al oír esto dijo: “Que Alláh, el Altísimo, también los bendiga. Nosotros deberíamos retornar su bendición y guardar nuestra recompensa de Alláh, el Altísimo”.

 

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45.- Suplicaciones sobre el remover un asunto dañino.

 

186.- Es reportado que Omar (رضي الله عنه) una vez alcanzó la cabeza o la barba de otro hombre y removió algo (que colgaba de ella). El hombre dijo: “Que Alláh, el Altísimo remueva todas las cosas malas de ti”. Omar (رضي الله عنه) dijo: “Alláh, el Altísimo, ha removido todas las cosas dañinas y malas para nosotros desde que nos volvimos musulmanes. No digas eso. Tú deberías decir: “Que tus manos reciban cosas buenas”.

 

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46.- Suplicaciones por el primer fruto de la temporada.

 

187.- Abu Hurairah (رضي الله عنه) dijo: “La gente acostumbraba traer el primer fruto de la temporada al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم). Él (صلى الله عليه وسلم) acostumbraba sostenerla y decir: “¡Oh Alláh! Bendice nuestra fruta, bendice nuestra ciudad y bendice nuestras medidas”. Luego él (صلى الله عليه وسلم) daba la fruta a la persona más joven que estuviera presente”.

 

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47.- Suplicaciones cuando se ve algo que a uno le gusta con temor de que el mal de ojo la afecte.

 

Alláh, el Altísimo declaró en el Sagrado Corán (18:39): “¿Por qué ustedes no, mientras entraban en su jardín, dijeron: “El Deseo de Alláh (sea hecho). No hay poder sino con Alláh. Si ustedes me ven menos que ustedes en riqueza e hijos, puede ser que mi Señor me dará algo mejor que su jardín?”.

 

188.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “El (mal de) ojo es (un) real (asunto). Si cualquiera puede vencer la predestinación del destino, el mal de ojo será”.

 

189.- Es reportado que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno ve lo que le gusta para él mismo o sus pertenencias, uno debería buscar las bendiciones de Alláh, el Altísimo. Verdaderamente, el mal de ojo es un asunto real”.

 

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48.- Suplicaciones concernientes al optimismo y pesimismo.

 

190.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “No debe (haber temor del) contagio, ni pesimismo. Más deseable es el optimismo”. Un compañero (رضي الله عنه) dijo: “¿Qué es eso?”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Es una palabra agradable la cual un hombre escucha”.

 

191.- Al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) le gustaba el estado de optimismo.

 

192.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “En mi sueño, estábamos en la casa de Oqbah bin Rafi. Alguien nos trajo algo de los dátiles de Ibn Tab. Yo interpreté esto para ser dignidad en este mundo y éxito en el más allá. Nuestro Dinn (Religión) se ha vuelto buena y fructífera (deliciosa)”.

 

193.- Como para el pesimismo: Muawiyah bin al-Hakam (رضي الله عنه) dijo: “Yo le dije al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم): “Hay hombres entre nosotros quienes son pesimistas. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Esto es algo que la gente siente en sus pechos (corazones). No dejes que eso te detenga (de hacer lo que intentabas hacer)”.

 

Este trabajo ha sido completado por la Gracia y Ayuda de Alláh, el Altísimo.

 

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