Las virtudes de los diez primeros días de Dul-Hiyyah y las modalidades del Sacrificio
El Profeta (B. y P.) explicó y aclaró las virtudes
de estos días, en los cuales recomendó multiplicar las buenas acciones. El Profeta dijo: “No existe días en los
cuales las acciones son más apreciadas por Dios que los primeros días de Dul- Hiyyah”.
La acción más virtuosa y preferida es el Hayy (quinto pilar fundamental del Islam) ya
que este acto reúne en sí todas las gracias y recompensas de Dios. Según el
dicho del Profeta: “Quien lleva a cabo el Hayy sin cometer
ningún pecado, regresa a su país como si hubiese nacido de nuevo”.
Ayunar los nueve
primeros días del mes pues el ayuno es una de las ofrendas más dignas que el
creyente puede presentar a Dios. Ayunar el día de ‘Arafat. Según lo dicho y recomendado por
el Profeta (B. y P.): “Espero que Dios me perdone los pecados que cometí este año, el año pasado”.
Recordar, engrandecer y alabar a Dios con las
siguientes palabras: Al-Láhu akbar, Al-Láhu akbar, la iláha il-la Al-Lah. Al-Láhu
akbar, Al-Láhu akbar, wa lil-Láhi
al-hamd.
Y si uno añade también: Al-Láhu
äkbaru kabíra, wal hámdu lil-Láhi
Kacira. Wa Subhana Allahi bukratan wa asila.
Así lo hicieron los compañeros del Profeta (B. y
P.).
Estas alabanzas
deben efectuarse en todo momento y en todo lugar (casas, calles, negocios,
etc.).
El Sacrificio
El día de la Fiesta, y tres días después se realiza el sacrificio a Dios -¡Exaltado sea!- mediante el sacrificio de corderos o vacas u otro animal. Esta es una tradición confirmada y algunos sabios opinan que para todo musulmán pudiente, es una obligación. Su virtud: Según ha dicho el Profeta (B. y P.): “El acto que más complace a Dios es el del Sacrificio”.
Cuando sus compañeros preguntaron al Profeta (B.y P.) acerca del significado de este rito, él les
respondió que era una tradición que
venía desde el patriarca Abraham. Dijeron: Qué ventajas tenemos en ello? Respondió: “Por cada pelo tendrás una recompensa: Replicaron: ¿Y en cuanto a la lana? Dijo:
Por cada pelo de las lanas tendrán recompensa”. El sacrificio
tiene muchos y variados beneficios.
Dice un versículo del Corán:
“Reza a Dios y cumple con el
Sacrificio” y “En verdad, mi Oración, mis actos de devoción, mi vida y mi
muerte pertenecen a Dios, Señor del Universo que no tiene asociados. Y eso es lo que me ha sido
ordenado y yo soy el primero de los musulmanes” (6:162-163).
Revivir la tradición del primer monoteísta, Abraham
(las bendiciones y la Paz sean con él) a quien en un sueño se le reveló que
debía inmolar a su hijo, Ismael y al que luego Dios rescató.
Dijo Dios:
“Y lo rescatamos poniendo en su lugar una magnífica
ofrenda” (37:107).
Incrementar y multiplicar alegrías, compartiéndolas
con la familia y
ayudando a los necesitados a través del regalo de carne. Agradecer a Dios
-¡Alabado sea!- por las gracias que de Él recibimos. Dijo Dios:
“Después
comed de lo que habéis sacrificado y
alimentad a los pobres y a los necesitados”.
Modalidades del Sacrificio
Edad del animal:
El Profeta dijo:“No
sacrifiquéis sino a un animal adulto,
Si les es imposible hacerlo pues que sea un animal de seis meses”.
De nada vale el sacrificio de un animal que no
tenga, por lo menos, seis meses de edad. Si fuere un cabrito deberá tener un
año. En el caso de los bovinos, dos años (y el sacrificio se puede compartir
entre siete familias). Para el camello, la edad es de cinco años (también puede
compartirse entre siete familias).
Condición física del animal:
No se puede
sacrificar animales que no estén en óptimas condiciones de salud. No sirve un
cordero enfermo, rengo o tuerto; tampoco sirve un animal al que se le haya
cortado una oreja o que tenga un asta rota. El animal debe ser perfectamente
sano y no tener defectos. Ha dicho el Profeta (B.y
P.): “Son cuatro los animales defectuosos que no sirven para el sacrificio: el
tuerto, el enfermo el rengo y el flaco”.
Lo mejor en el sacrificio:
El animal que se prefiere
para sacrificar, es el carnero blanco con tonalidades negras alrededor de los
ojos y las patas. Así lo recomendó el Profeta (B. y P.) y así eran los animales
que él sacrificaba. Dijo ‘Aisha -¡qué Dios la
bendiga!- que el Profeta (B.y P.) sacrificó un
carnero de color casi negro.
El Tiempo para la realización del sacrificio:
El tiempo del sacrificio
comienza después de la Oración del ‘Id
y se extiende hasta el segundo y tercer día posteriores. El Profeta dijo: “Si se hiciere antes, no
tendría validez y la carne serviría únicamente como alimento personal; en tanto
que si el sacrificio se efectúa en el tiempo indicado –esto es, después de la
Oración del ‘Id- se cumple con la Sunnah”.
Lo más apreciable en el momento del sacrificio:
Se recomienda mirar hacia la quibla
y pronunciar la siguiente fórmula:
“Me dirijo hacia el Creador de los Cielos y la
Tierra. No soy idólatra. Soy monoteísta”. “En verdad, mi Oración, mis actos
de devoción, mi vida y mi muerte pertenecen a Dios, Señor del Universo que no
tiene asociados. Y eso es lo que me ha sido ordenado y yo soy el primero de los
musulmanes” (6:162-163).
Antes de comenzar el corte, es imprescindible decir
“bismil-Lah”, es preferible agregar “al-Láhu akbar. Al-Lahúmma, háda minka wa ‘ilaika”. Dice
el Sagrado Corán: “Y no comáis de aquello sobre lo cual no haya sido
mencionado el nombre de Dios, pues eso sería una perversión” (6:21).
¿Quién lo realiza?
Siempre es preferible que el musulmán realice el
Sacrificio por sí mismo, pero eventualmente según aceptan los sabios, puede
delegar esa tarea en alguien que lo represente.
Repartición de la carne
Lo aconsejable es dividir la carne en tres partes;
una para la propia familia, otra para los amigos y la restante para distribuir
entre los pobres y necesitados. Sin embargo, también es posible regalarla en su
totalidad.
El Pago a realizar por el sacrificio:
El carnicero que realice el Sacrificio no debe
cobrar por su trabajo. El imam ‘Ali -¡qué Dios lo bendiga-, relató lo
siguiente: “El Profeta (B. y P.) me encomendó que controlase los sacrificios y
que luego regalase la carne, achuras y cueros; pero sin pagarle nada al carnicero, ya que luego le
pagaríamos de otro sacrificio”. En todo caso; es recomendable pagar al
carnicero con dinero y no con la
carne misma.
¿Es suficiente un solo sacrificio por familia?
Para una familia, aún cuando fuere numerosa, es
suficiente con un solo cordero. Según relató un compañero del Profeta (B. y P.)
de nombre ‘Abu Aiub -¡qué Dios lo
bendiga!- "En el tiempo del Profeta (B. y P.), Realizábamos el sacrificio
de un solo cordero en nombre de toda la familia”.
¿Qué es lo que se debe evitar en cuanto al que hace el
sacrificio?
Está prohibido al que va a sacrificar, tomar o
cortar cualquier parte (ya fuere lana, pelo o uñas) del animal que va a ofrendar. Esta prohibición rige desde el
comienzo del mes de Dul-Hiyyah hasta el mismo
momento del Sacrificio. Según dijo el Profeta (B. y P.) "Cuando
visualicen la luna de Dul-Hiyyah, no deberán tocar al
animal destinado al Sacrificio sino mantenerlo intacto hasta ese momento”.
El Sacrificio del Mensajero Por toda la nación
Musulmana.
Aquellos musulmanes que se encuentren imposibilitados de realizar el Sacrificio, no deben preocuparse; ya que el Profeta mismo, cuando realizó su Sacrificio, ofreció uno de los dos carneros en nombre propio y el otro en nombre de toda la Ummah (comunidad islámica).