SAHIH MUSLIM

Vol. II

 

Del Imam Abi Al Husayn Muslim bin Al-Hayyay Al-Qushayri

Al-Nisaburi


Traducido por: Abdurrahman Colombo

Recopilado por: Centro Salafí de México

Para: http://www.islam-mexico.net

 

INDICE VOL. II

                                                     

                                           Libro de la Oración

          Libro de las Mezquitas o Lugares de Oración

                                           Libro del Yummu'ah

                                           Libro de la oración de las dos festividades

                                           Libro de la oración para que llueva

                                           Libro del eclipse

                                           Libro de los Funerales

 

 

                                                         FINAL VOL. II               INDICE SAHIH MUSLIM                                         

 

                                                   

                                           


Libro de la Oración

 

I. EL COMIENZO DEL ADHAN (LLAMADO A LA ORACIÓN)

 

Abdullah ibn ‘Umar relató: “Cuando los musulmanes llegaron a Medina solían reunirse tratando de saber el momento de la oración, pues no había nadie que los convocara a ella. Un día estaban hablando de eso y algunos dijeron: Utilizad una campana como las campanas de los cristianos, y otros dijeron: (utilizad) un cuerno como los que usan los judíos. Entonces ‘Umar dijo: ¿Y por qué no se designa a un hombre para que llame a la oración? Dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘¡Bilal Levántate y llama a la oración.’”

 

Anas relató: “Se le ordenó a Bilal repetir (las frases) del adhan y las del iqamah no”. Dijo (el narrador): “Mencioné esto a Ayyub y dijo: Excepto (decir) Qad qamatis-salah (se ha establecido la oración) (que si se repite).”

 

Anas ibn Malik relato: “Discutían (los Compañeros) sobre cómo dar a conocer los momentos de la oración mediante algo que fuese reconocido por todos; algunos sugirieron que se iluminase con fuego o que se tocase una campana. Entonces se le ordenó a Bilal que (diga las formas del) adhan en número par y las del iqamah en número impar.”

 

Este hadiz ha sido narrado por Jalid Al-Hadhdha’ con la misma cadena de transmisores (y las palabras son): “Cuando la mayoría de la gente discutía sobre cómo conocer…”, y sigue el hadiz como el anterior narrado por Az-Zaqafi con el cambio: “…que enciendan un fuego…”

 

Anas relató: “Se le ordenó a Bilal que (diga las frases del) adhan en número par y las del iqamah en número impar.”

 

II. CÓMO ES EL ADHAN

 

Abu Madura dijo que el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le enseñó este adhan: ‘Allah es el Más Grande, Allah es el Más Grande, Atestiguo que no hay más dios que Allah, atestiguo que no hay más dios que Allah. Atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah, atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Dios.’ Luego hay que repetir: ‘Atestiguo que no hay más dios que Allah, atestiguo que no hay más dios que Allah. Atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah, atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah. Venid a la oración (dos veces), venid a la felicidad (dos veces).’ E Isaac agregó (en su versión): ‘Allah es el Más Grande, No hay más dios que Allah.’

 

III. ES RECOMENDABLE TENER DOS MUECINES EN UNA MISMA MEZQUITA

 

Ibn ‘Umar relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) tenía dos muecines: Bilal e Ibn Umm Maktum, el ciego.”

 

Este hadiz ha sido narrado también por ‘A’ishah con otra cadena de transmisores.

 

Narro Hisham de su padre que ‘A’ishah dijo: “Ibn Umm Maktum hacia el adhan para el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y era ciego.”

 

Narró Muhammad ibn Salamah Al-Muradi, de… de Hisham, con el mismo isnad un hadiz igual (al anterior).

 

IV. LA ABSTENCIÓN DE ATACAR A GENTE DEL TERRITORIO DE INCRÉDULOS SI ALLÍ SE ESCUCHA EL ADHAN

 

Anas ibn Malik relato: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía atacar (al enemigo) al amanecer y (esperaba) a escuchar el adhan, si lo escuchaba, se abstenía y sino, atacaba. (Una vez) escuchó a un hombre decir: ¡Allah es el Más Grande!, ¡Allah es el Más Grande! Entonces dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘El que sigue la fitrah (el Islam).’ Luego dijo: Atestiguo que no hay más dios que Allah, atestiguo que no hay más dios que Allah. Entonces dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘Has salido del Fuego.’ Y miraron hacia el y era un pastor de cabras.”

 

V. ES RECOMENDABLE (MUSTAHAB), PARA QUIEN ESCUCHA EL LLAMADO DEL MUECÍN, REPETIR LO QUE DICE, Y LUEGO PEDIR LA BENDICIÓN PARA EL PROFETA (Assalalahu alayhi wa salaam) Y LA UASILAH

 

Abu Sa’id Al-Judri relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si escucháis el llamado (a la oración) repetid lo que dice el muecín.’”

 

Abdullah ibn ‘Amru ibn Al-‘As relató que escuchó al profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Si escucháis al muecín decid lo mismo que él dice, luego bendecidme, pues ciertamente al que me bendice una vez, Allah lo bendice diez; luego pedidle a Allah que me dé la uasilah, que es una morada en el paraíso que le pertenece sólo a uno de entre los siervos de Allah, y yo espero ser ése. Quien pida para mí la uasilah tiene asegurada mi intercesión.”

 

‘Umar ibn Al-Jattab relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Cuando un muecín dice: ¡Allah es el Más Grande!,… entonces cada uno de vosotros debe decir: ¡Allah es el Más Grande!..., y luego (cuando) dice (el muecín): Atestiguo que no hay más dios que Allah, (cada) uno dice: Atestiguo que no hay más dios que Allah, luego dice: Atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah, uno dice: Atestiguo que Muhammad es el siervo de Allah, luego dice: Venid a la oración, uno dice: ¡No hay más fuerza ni poder si no es por Allah!, luego dice: Venid a la felicidad, uno dice: ¡No hay fuerza ni poder si no es por Allah!, luego dice: ¡Allah es el Más Grande,…, uno dice: ¡Allah es el Más Grande!,…, luego dice: No hay más dios que Allah, uno dice: No hay más dios que Allah, (si uno hace todo eso) de corazón, entrará al Paraíso.’”

 

Sa’d ibn Abu Waqqas relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Quien diga al escuchar al muecín: ¡Atestiguo que no hay más Dios que Allah, único y sin asociado alguno, y que Muhammad es Su siervo y Su mensajero, estoy satisfecho con Allah como mi Señor, con Muhammad como Mensajero y con el Islam como modo de vida!, sus pecados serán perdonados.’” Ibn Rumh en su versión dice: ‘Quien diga al escuchar al muecín: Y yo atestiguo…’”, Qutaybah no menciona; ‘Y yo…’

 

VI. LA EXCELENCIA DEL ADHÂN (7) Y CÓMO SATANÁS HUYE AL OÍRLO.

Talhâh ibn Yahia relató que su tío le dijo: “Estaba con Mu ‘âbiah ibn Abû Sufyân cuando vino el muecín y llamó a la oración, entonces Mu ‘âbiah dijo: ‘Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: “Los Muecines tendrán los cuellos más largos en el Día de la Resurrección.’” (8)

Yâbir relató: “Escuché al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: “Ciertamente cuando Shaytân oye el llamado a la oración huye hasta llegar a Rawhâ’.” Dijo Sulaymân: “Le pregunté sobre Rawhâ’, y respondió: ‘Está a unas 36 millas de Medina’.”

Abû Mu ‘âwiah reñlató este hadiz bajo la autoridad de Al-A ‘mash con la misma cadena de transmisores.

Abû Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) Dijo: “Ciertamente cuando Shaytân escucha el llamado a la oración es escapa rápidamente para no oírlo y cuando termina vuelve y susurra (a los orantes) (9), y cuando escucha el iqâmah huye para no oírlo y cuando termina vuelve y susurra.”

Abû Hurayrah relató: “Dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘Cuando el muecín entona el adhân, Satanás huye de modo vehemente’”.

Suhayl relató: “Mi padre me envió a Banu Hariza con un joven de los nuestros (o con un compañero nuestro) y alguien lo llamó por su nombre desde un vallado, él miró hacia el vallado pero no vio a nadie. Le conté esto a mi padre, y entonces me dijo: ‘Si hubiera sabido que te iba a pasar esto, no te hubiera enviado, pero si oyes un sonido (o voz) extraño haz el llamado a la oración, ya que escuché a Abû Hurayra contar que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) Dijo: ‘Cuando Shaytân escucha el llamado a la oración escapa velozmente’.” (10)

Abû Hurayra relató: “Ciertamente el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) Dijo: ‘Cuando se llama a la oración, Shaytân se escapa echando ventosidades para no escuchar el llamado, y cuando el llamado termina, vuelve y cuando se recita el iqâmah se escapa y cuando termina vuelve y susurra al hombre diciendo: ‘Acuérdate de esto y acuérdate de esto otro’, refiriéndose a cosas que no recordaba, hasta que la persona no sabe cuanto ha rezado.”

Un Hadiz como éste ha sido narrado de Abû Hurayra a través de otra cadena, excepto el cambio de palabras: ‘…hasta que la persona no sabe cómo ha rezado’.
 

VII. ES RECOMENDABLE LEVANTAR LAS MANOS A LA ALTURA DE LOS HOMBROS AL COMENZAR LA ORACIÓN, EN EL MOMENTO DE INCLINARSE Y AL LEVANTARSE DE LA INCLINACIÓN (11).

Sâlim relató bajo la autoridad de su padre quien narró: “Vi al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) que levantaba las manos a la altura de los hombros cuando comenzaba la oración, antes de inclinarse y cuando se levantaba de la inclinación y no las levantaba entre las 2 prosternaciones” (12).

Ibn ‘Umar relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando se disponía a orar levantaba las manos hasta la altura de los hombros luego decía el takbîr (Allahu Akbar: Allah es el Más Grande) y cuando se disponía a inclinarse lo hacía nuevamente y cuando se levantaba de la inclinación lo hacía nuevamente, pero no lo hacía al levantar la cabeza de la prosternación.

Este hadiz ha sido transmitido con la misma cadena de transmisores por Al-Zuhri. Como dijo Ibn Yurayÿ: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se disponía a orar solía levantar las manos hasta que estaban a la altura de sus hombros y enseguida pronunciaba el takbîr”.

Abû Qilâbah relató que vio a Mâlik ibn Huayriz que cuando hacía la oración decía el takbîr, luego levantaba las manos, cuando iba a inclinarse levantaba sus manos, y cuando levantaba su cabeza de la inclinación levantaba sus manos. Contó que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía hacerlo así.

Mâlik ibn Huayriz relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decía el takbîr levantaba sus manos hasta la altura de sus orejas, cuando se iba a inclinar levantaba sus manos hasta la altura de sus orejas, y cuando levantaba su cabeza de la inclinación decía: ‘Allah escucha a quien la alaba’ (sami ‘allâhu liman hamidah), y hacía lo mismo”.

Este hadiz ha sido transmitido por Catada con la misma cadena de transmisores , de que vio al Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) (haciendo esto), y dijo: “(levantando las manos) hasta la altura del lóbulo de sus orejas”.


VIII. LA PRONUNCIACIÓN DEL TAKBÎR AL INCLINARSE Y AL LEVANTARSE EN LA ORACIÓN, EXCEPTO AL LEVANTARSE DE LA INCLINACIÓN EN QUE SE DEBE DECIR: “ALLAH ESCUCHA A QUIEN LO ALABA”.

Abû Salamah relató: “Abû Hurayra dirigió la oración para nosotros y pronunció el takbîr cada vez que se inclinó y se levantó. Y cuando terminó dijo: ‘¡Por Allah! Ciertamente mi oración es la que más se parece a la del mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) entre vosotros’.”

Abû Hurayra relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se disponía a rezar pronunciaba el takbîr, luego lo decía cuando se inclinaba, luego decía: ‘Allah escucha a quien lo alaba’ cuando volvía a la posición erecta desde la inclinación, luego decía parado: ‘Tú eres nuestro Señor y para ti son las alabanzas’ (RABBANÂ WA LAKA-L-HAMD), luego pronunciaba el takbîr cuando iba a prosternarse, luego lo hacía al levantar la cabeza, luego al volver a prosternarse y al volver a levantar la cabeza, luego repetía esto en toda la oración hasta completarla y volvía a pronunciar el takbîr al levantarse de los 2 rak ‘ats después de adoptar la posición sentada.” Y luego agregó Abû Hurayra: “Ciertamente mi oración es la que más se parece a la del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) entre vosotros”.

Abû Hurayra relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se disponía a rezar pronunciaba el takbîr estando de pie…”, y el resto del hadiz es como el (anterior) narrado por Ibn Yurayÿ, pero no menciona las palabras de Abû Hurayra: “Ciertamente mi oración es la que más se parece a la del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) entre vosotros”.

Abû Salamah relató que en la época en que Abû Hurayra había sido nombrado por Marwân su representante en Medina, cuando se disponía a dirigir la oración obligatoria pronunciaba el takbîr; luego el resto del hadiz es como el narrado por Ibn Yurayÿ, pero con el agregado de estas palabras; “Cuando terminaba la oración, y saludaba, se dirigía a la gente de la mezquita y decía: ‘¡Por aquel en cuyas manos está mi vida! Ciertamente mi oración es la que más se parece a la del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) entre vosotros’.”

Abû Salamah relató que Abû Hurayra recitaba el takbîr en la oración en todas las ocasiones en que se inclinaba y se levantaba, entonces le dijimos; “¡Oh Abû Hurayra! ¿Qué es ese takbîr?” Contestó: Ciertamente es la oración del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).”

Suhayl relató bajo la autoridad de su padre que Abû Hurayra recitaba el takbîr cada vez que se inclinaba o se levantaba y que contó que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) lo hacía así.

Mutarrif relató: “Yo e ‘Imrân ibn Husayn hicimos la oración detrás de ‘Alî ibn Abî Tâlib, y he aquí que cuando se prosternaba pronunciaba el takbîr; cuando levantaba su cabeza decía el takbîr, y cuando se levantaba de la posición de sentado luego de 2 rak ‘ats recitaba el takbîr. Cuando terminamos la oración, ‘Imrân me tomo de la mano y luego dijo: “Ciertamente ha dirigido la oración como Muhammed (Assalalahu alayhi wa salaam)”,o bien dijo: “Me ha recordado la oración de Muhammed (Assalalahu alayhi wa salaam)”.

 

IX. LA OBLIGATORIEDAD DE RECITAR LA FÁTIHA EN CADA RAK ‘AH.

‘Ubâdah ibn Al-Sâmit relató del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘No es válida la oración del que no recita (en ella) la Fâtiha-l-Kitâb’ (13).

‘Ubâdah ibn Al-Samît relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘No es válida la oración para el que no recite Ummu-l-Qurân (la fátiha)’.”

Mahmûd ibn Al-Rabî’, aquel al que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) roció su rostro con agua de su pozo, relató bajo la autoridad de ‘Ubâdah ibn Al-Sâmit que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘No es válida la oración para el que no recite Ummu-l-Qurân’.

Este hadiz también ha sido transmitido por Ma ‘mar de Al-Zuhrî con la misma cadena de transmisores, con el agregado de estas palabras: ‘...y algo más (del Corán, además de la fátiha)’.

Abû Hurayrah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Quien hace la oración sin recitar en ella Ummu-l-Qurân, su oración es deficiente’, repitiéndolo 3 veces. Y añadió: ‘(La oración) está incompleta’. Y le dijeron a Abû Hurayrah: “A veces estamos detrás del Imâm” (14). Entonces recitadla en voz baja, porque escuché al Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Allah, el altísimo, dijo: ‘Dividí la oración entre Mi y mi siervo en 2 partes. Y para mi siervo es lo que me pida.’ Por eso, cuando dice el siervo: La alabanza pertenece a Allah, Señor de los mundos. Allah, el Altísimo, dice: ‘Mi siervo me ha alabado.’ Cuando dice: El Misericordioso, el Compasivo. Allah, el Altísimo, dice: ‘Me ha elogiado mi siervo.’ Cuando dice: Soberano del Día del Juicio. Dice (Allah): ‘Me ha glorificado mi siervo (y a veces dirá: Mi siervo ha confiado [sus asuntos] en mi).’ Cuando dice: Sólo a ti adoramos y sólo a ti pedimos ayuda. Dice: Esto es entre Mi y Mi siervo, y él tendrá lo que me pide .’ Y cuando dice: Guíanos por el camino recto, el camino de los que has favorecido, no de los que son motivo de ira ni de los extraviados. Dice: ‘Esto es para Mi siervo, y Mi siervo tendrá lo que pide’.” Sufyân (el transmisor) dijo: “Al- ‘Alâ ibn ‘Abdu Arman ibn Ya ‘qûb me lo contó cuando fui a visitarlo mientras estaba enfermo en su casa, y le pregunté sobre ello.”

Ha sido narrado bajo la autoridad de Abû Hurayra que escuchó al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Quien hace la oración y no recita Ummu-l-Qurân…’, y el resto del hadiz es el mismo que el transmitido por Sufyân, y en este hadiz las palabras son: ‘Allah, el altísimo, dijo: ‘ Dividí la oración en 2 mitades, una mitad para Mí, y la otra para Mi siervo’…

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Quien hace una oración y no recita en ella la Apertura del Libro, su oración está incompleta’.” Y lo repitió 3 veces.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘No hay oración sin recitación (del fátiha)’.” Agregó Abû Hurayra: “Lo que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba en voz alta nosotros (también) lo hacemos en voz alta para vosotros, y lo que hacía en voz baja, lo hacemos en voz baja para vosotros (así tenéis un ejemplo de su oración).”

Abû Hurayra relató: “En todas las oraciones hay que recitar (la fátiha). Lo que nos hacía escuchar el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), es lo que nosotros os hacemos escuchar, y lo que él recitaba en voz baja, nosotros así lo hacemos para vosotros.” Entonces un hombre le preguntó: “¿Y si recitamos sólo la madre del Libro (la fátiha)?” Le contestó:” Si le agregas algo (otros versículos del Corán) es mejor, pero si te contentas sólo con ello (la fátiha) es suficiente para ti”.

Abû Hurayra dijo: “En cada oración debe haber una recitación. Loque nos hacía escuchar el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) [porque lo pronunciaba en voz alta] os lo hacemos escuchar, y lo que él recitaba internamente nosotros lo hacemos (también) internamente para vosotros. Aquel que recite sólo Umm Al-Kitâb, es suficiente para él, y si alguien agrega algo es mejor para él.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) entró a la mezquita y un hombre entró y rezó, luego fue y saludó al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le devolvió el saludo y le dijo: ‘Vuelve y ora (nuevamente), pues no has rezado.’ El hombre regresó y rezó como había rezado antes, y luego volvió ante el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) y lo saludó. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Y contigo sea la Paz.’ Y enseguida dijo: ‘Vuelve a orar, pues no has rezado.’ Y esto se repitió 3 veces. Entonces el hombre dijo: ‘¡Por aquel que te envió con la verdad! Lo que pueda hacer para mejorar esto, ¡enséñamelo!’ Dijo: ‘Cuando te dispongas a rezar pronuncia el takbîr, luego recita lo que puedas del Corán, luego inclínate hasta quedarte quieto en esa posición, luego levántate hasta quedar quieto de pie (derecho), luego prostérnate hasta quedarte quieto en esa posición, luego levántate y siéntate tranquilamente. Haz esto a lo largo de toda tu oración’ (15).”

Abû Hurayra relató: “Un hombre entró en la mezquita y rezó. El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba en un rincón…”, y sigue el hadiz como el anterior, pero se agrega (al principio de la explicación del Profeta): ‘Cuando te dispongas a rezar, haz tu ablución completa, luego enfrenta la qiblah (la dirección de la mezquita sagrada de Makkah) y pronuncia el takbîr…’.
 

X. LA PROHIBICIÓN DE RECITAR EN VOZ ALTA PARA QUIEN SIGUE AL IMÂM EN LA ORACIÓN.

‘Imrân ibn Husayn relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en la oración del dhuhr (o ‘asr) y dijo al (terminar): ‘ ¿Quién de vosotros recitó detrás de mí (los versículos): Glorifica el nombre de tu Señor, el altísimo (87:1)’. Un hombre dijo: ‘Yo, y sólo quise el bien.’ Dijo: ‘Pensé que alguno de vosotros competía conmigo en la recitación’.”

‘Imrân ibn Husayn relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó (la oración del) dhuhr y un hombre detrás suyo recitó: Glorifica el nombre de tu Señor, el altísimo (87:1), cuando terminó la oración preguntó: ‘¿Quién de vosotros recitó (o: Quién fue el recitador)?’. Y un hombre dijo: ‘Yo’. Entonces dijo: Pensé que alguno de vosotros competía en la recitación’.”

Este hadiz ha sido narrado por Catada con la misma cadena de transmisores, que el mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó dhuhr y dijo: ‘Pensé que alguno de vosotros competía conmigo en ello.’
 

XI. ARGUMENTO DE LOS QUE DICEN QUE EL PROFETA (Assalalahu alayhi wa salaam) NO RECITABA EL BISMILLÂH (EN EL NOMBRE DE ALLAH) EN VOZ ALTA.

Anas relató: “Recé con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), Abû Bakr, ‘Umar y ‘Uzmân y no escuché a ninguno de ellos recitar (en voz alta): En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso.”

Shu ‘ba narró este hadiz con la misma cadena de transmisores, agregando estas palabras: “Le pregunté a Qatâdah: ‘¿Lo escuchaste de Anas?’ Contestó: ‘Sí, nosotros le preguntamos sobre ello’.”

‘Abdah relató: “ ‘Umar ibn Al-Jattâb recitaba en voz alta estas palabras: ‘Gloria a Ti, oh Allah, y para Ti son las alabanzas y bendito es tu nombre y exaltada sea Tu majestad y no hay otro Dios excepto Tú’ (16). Y catada le escribió informándole que Anas ibn Mâlik le contó esto: ‘Recé detrás del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), de Abû Bakr, de ‘Umar y de ‘Uzmân, y comenzaron (la oración) recitando: Las alabanzas son para Allah, Señor de todos los mundos. Y no recitaban (en voz alta): En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso,ni en el principio ni en el final’.”

Ha sido relatado bajo la autoridad de Abû Talha que escuchó a Anas ibn Mâlik narrar este hadiz.
 

XII. ARGUMENTO DE LOS QUE AFIRMAN QUE EL BISMILLÂH ES PARTE DE CADA SÛRAH EXCEPTO SÛRAH AT-TAUBA (#9)

Anas relató: “Un día el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estuvo sentado entre nosotros y es adormeció, luego levantó su cabeza sonriendo. Le preguntamos: ‘¿Qué es lo que te hace sonreír, Mensajero de Allah?’ Respondió: ‘Me acaba de ser revelada una sûrah (un capítulo del Corán)’. Y la repitió: En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso. Es cierto que te hemos dado Al-Kauzar (la abundancia).Por eso reza a tu Señor y ofrece sacrificios. Porque quien te detesta no tendrá posteridad (sura 108). Luego dijo: ‘¿Sabéis lo que es Al-Kauzar?’ Contestamos: ‘Allah y su Mensajero saben más’. Dijo: ‘Es un río que me ha prometido mi Señor, Poderoso y Majestuoso, y en él hay mucho bien. Tiene un estanque al que mi gente irá el Día del Juicio, sus bebedores serán numerosos como las estrellas. Un siervo será alejado de allí, entonces diré: ‘¡Mi Señor! ¡Es de mi gente!’ Y se me dirá: ‘No sabes lo que innovó (en la religión) después de ti’. Ibn Huÿr, en su versión del hadiz, agregó: “…sentado entre nosotros en la mezquita.” Y dijo: “Lo que innovó después de ti.”

Mujtar ibn Fulful relató: “Escuché a Anas ibn Mâlik decir: ‘El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se adormeció…’”, y el resto del hadiz es como el narrado por ibn Mus-hir, excepto por las palabras: ‘…Es un río que me ha prometido mi Señor, Poderoso y Majestuoso, en el Paraíso, en él hay un estanque…’, y no menciona: ‘…sus bebedores serán numerosos como las estrellas…’.

 

XIII. LA POSICIÓN DE LA MANO DERECHA SOBRE LA IZQUIERDA DESPUÉS DEL PRIMER TAKBIR, ABAJO DEL PECHO Y ARRIBA DEL OMBLIGO Y LUEGO SU UBICACIÓN (DE LAS MANOS) A LOS COSTADOS DE LOS HOMBROS EN LA PROSTERNACIÓN.

Wâ’il ibn Huÿr relató que vio al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) levantar las manos al comenzar la oración, y pronunciar el takbîr (Allâhu Akbar) (Hammâm-en su versión-describió que levantó las manos hasta las orejas), luego arroparse en su capa y poner la mano derecha sobre la izquierda debajo de la capa, y cuando estaba por inclinarse, sacarlas de su vestimenta y levantarlas, pronunciar el takbîr e inclinarse, y cuando decía (al levantarse): “Allah escucha a quien lo alaba”, levantar (de nuevo) sus manos, y cuando se prosternaba, hacerlo entre sus manos a la altura de sus hombros (puestas a los costados de la cabeza).
 

XIV.EL TASHAHHUD (17) EN LA ORACIÓN.

Abdullah (ibn Mas ‘ûd) dijo: “Cuando hacíamos la oración detrás del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solíamos decir: ‘La Paz sea para Allah, la Paz sea para fulano’.Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cierto día nos dijo: ‘Ciertamente Allah es la Paz, entonces cuando uno de vosotros está en la posición sentada diga: ‘Los saludos son para Allah y las oraciones y las cosas buenas. La Paz sea contigo, oh profeta y la misericordia de Allah y sus bendiciones. La Paz sea con nosotros y con los justos siervos de Allah.’ Porque si dice esto, le llega a todo siervo justo en los cielos y en la tierra. (Luego que diga) ‘Atestiguo que no hay más Dios que Allah y atestiguo que Muhammed es Su siervo y mensajero’, luego puede elegir la súplica que desee’.”

Shu ‘bah ha narrado este hadiz bajo la autoridad de Mansûr con la misma cadena de transmisores, pero sin mencionar las palabras: ‘…luego puede elegir la súplica que desee.’

Esta hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de Mansûr con la misma cadena de transmisores, pero mencionando: ‘luego puede elegir la súplica que le guste (o que desee).’

Abdullah (ibn Mas ‘ud) relató: “Estábamos sentados con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) en la oración…”, y el resto del hadizes como el narrado por Mansûr. Pero dice (al final): ‘…Luego puede elegir una de las súplicas.’

Ibn Mas ‘ud relató: “ElMensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) me enseñó el tashahhud tomando mis manos entre las suyas como (cuando) me enseñaba una sûrah del Corán”, y narró el tashahhud como ha sido narrado anteriormente.

Ibn ‘Abbâs relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía enseñarnos el tashahhud como nos enseñaba una sûrah del Corán, y decía (como tashahhud): ‘Los saludos, las bendiciones, las oraciones y las cosas buenas son para Allah; la Paz sea contigo, oh Profeta y la misericordia de Allah y sus bendiciones; la Paz sea con nosotros y con los siervos justos de Allah. Atestiguo que no hay más Dios que Allah y atestiguo que Muhammed es el Mensajero de Allah’.” En la versión de Ibn Rumh dice: ‘…como nos enseñaba el Corán…’.

Tawus relató bajo la autoridad de Ibn ‘Abbâs: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía enseñarnos el tashahhud como nos enseñaba una sûrah del Corán.”

Hittân ibn Abdullah Al-Raqâshî relató: “Hice la oración con Abû Mûsa Al-Ash ‘arî y cuando estaba en la posición de sentado, un hombre entre la gente dijo: ‘Se ha hecho obligatoria la oración con la piedad y el zakat.’ Y uando Abû Mûsa terminó la oración después de saludar se dirigió a la gente y preguntó: ‘¿Quién fue el que dijo esto y aquello?’ Hubo silencio entre la gente. Luego repitió: ‘¿Quién fue el que dijo esto y aquello?’ Siguió el silencio entre la gente. Dijo: ‘¿Quizá has sido tú, Hittân?’ Contesté: ‘No lo he dicho yo pues sé que te habrías molestado por ello.’ Entonces un hombre entre los orantes dijo: ‘Yo lo dije, y sólo quise el bien’. Entonces dijo Abû Mûsa: ‘¿No sabéis lo que tenéis que recitar en vuestras oraciones? Ciertamente el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se dirigió a nosotros y nos aclaró todos los aspectos y nos enseñó nuestra oración y dijo: ‘Cuando hacéis la oración que las filas estén rectas, luego que uno de vosotros sea el Imâm, y cuando él pronuncia el takbîr vosotros también lo pronunciáis y cuando él diga:…no el de los que son motivo de ira, ni el de los extraviados (final de la sûrah Al-Fátiha). Decid: ‘Âmîn’. Que Allah os responderá. Y si pronuncia el takbîr y se inclina, pronunciar el takbîr e inclináos, pues ciertamente el imâm se inclina antes que vosotros y se levanta antes que vosotros.’ El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo (además): ‘Uno equivale a otro (18). Y si dice (el imâm): ‘Allah escucha a quien la alaba’, decid: ‘Allahumma, Señor nuestro, para Ti son las alabanzas’ (Allâhumma rabbana laka-l-hamd).Allah os escucha, ya que ciertamente Allah, bendito y exaltado, dijo por boca de Su Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) : ‘Allah escucha a quien Le alaba’. Y si pronuncia (el imâm) el takbîr y se prosterna, pronunciad el takbîr y prosternaos. Pues ciertamente el imâm se prosterna antes que vosotros y se levanta antes que vosotros.’ Y dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘Uno equivale al otro. Y cuando esté (el imâm) sentado lo primero que debe decir cada uno de vosotros es: ‘Los saludos, las cosas buenas y las oraciones son para Allah, la Paz sea contigo oh Profeta y la misericordia de Allah y Sus bendiciones, y la Paz sea con nosotros y con los siervos justos de Allah. Atestiguo que no hay más Dios que Allah y atestiguo que Muhammed es Su siervo y mensajero’.

Este mismo hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de Qatâda, con otra cadena de transmisores que incluye a Yarîr y Sulaymân, y con la siguiente adición: ‘…Cuando (el Corán) es recitado (en la oración) debes guardar silencio…’; y las siguientes palabras no es encuentran en ningún hadiz excepto el anterior transmitido por Abû Kâmil (transmisor del hadiz anterior): ‘…ya que ciertamente Allah, bendito y exaltado, dijopor boca de su Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘Allah escucha a quien Le alaba’.’ Abû Is-hâq (un discípulo del imâm Muslim) dijo: “Abû Bakú el hijo de la hermana de Abû Nadr ha criticado este hadiz. El imâm Muslim dijo: ‘¿A quien puedes encontrar que sea un transmisor de hadices más fiel que Sulaymân?’ Entonces le respondió Abû Bakr: ‘¿Yqué pasa con el hadiz de Abû Hurayra? (en el que se dice que cuando el Corán se recita en la oración se guarda silencio)’. Contestó : ‘Es auténtico, o sea que cuando se recita el Corán se guarda silencio’. Abû Bakú dijo: ‘¿Entonces porqué no lo has incluído en tu colección?’ Contestó (el imâm Muslim): ‘No he registrado todos los hadices auténticos sino aquéllos sobre los que además hay concenso (entre los tradicionistas)’.”

Este hadiz ha sido transmitido por Qatâdah con la misma cadena de transmisores (con las siguientes palabras):<<…ya que ciertamente Allah, bendito y exaltado, decretó por boca de Su Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) : ‘Allah escucha a quien Le alaba’.>>
 

XV. LA BENDICIÓN AL PROFETA (Assalalahu alayhi wa salaam) DESPÉS DEL TASHAHHUD.

Abdullah ibn Zayd Al-Ansârî (Abdullah ibn Zayd es el que vio en un sueño el llamado de la oración) narró bajo la autoridad de Mas ‘ûd Al-Ansârî que dijo: “Vino con nosotros el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) mientras estábamos sentados con Sa ‘d ibn ‘Ubâdah, y entonces Bashîr ibn Sa ‘d le dijo: ‘Allah, el Altísimo, nos ordenó que pidiéramos bendiciones para ti (19), Mensajero de Allah, ¿cómo hemos de bendecirte?’ El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se quedó callado al punto que pensamos que no iba a contestar. Luego dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): <<Decid: ‘¡Allâhumma! Bendice a Muhammed y a la familia de Muhammed como bendijiste a la familia de Abraham; y agracia a Muhammed y a la familia de Muhammed como agraciaste a la familia de Abraham. En todos los mundos, Tú eres digno de alabanzas y glorioso.’ Y los saludos (decidlos) como los habéis aprendido (20)>>”

Ibn Abî Layla relató: “Ka ‘b ibn ‘Uÿrah me encontró y dijo: ‘¿Te puedo hacer un regalo?’ (y agregó) ‘Vino a nosotros el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y le dijimos: Hemos aprendido a saludarte (a desearte la Paz) ¿Pero cómo pedimos bendiciones para ti? Respondió: <<Decid: ‘¡Allâhumma!, bendice a Muhammed y a la familia de Muhammed, como bendijiste a la familia de Abraham, ciertamente eres Digno de Alabanzas y Glorioso; Allâhumma, agracia a Muhammed y a la familia de Muhammed como agraciaste a la familia de Abraham, ciertamente eres Digno de Alabanzas y Glorioso’>>’”

Un hadiz como este ha sido narrado por Mis ‘ar bajo la autoridad de Al-Hakam con la misma cadena de transmisores, pero en el hadiz de Mis ‘ar no están estas palabras: “¿Te puedo hacer un regalo?”.

Un hadiz como este ha sido narrado por Al-Hakam a través de distintas líneas, con la excepción de que dice:<< ‘…y agracia a Muhammed…’>>, sin decir : “Allâhumma”.

Abû Humayd Al-Sâ ‘idî relató: “Le dijeron al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘¡Mensajero de Allah! ¿Cómo hemos de bendecirte?’ Respondió:<<Decid: ‘¡Allâhumma! Bendice a Muhammed y a sus esposas y a su descendencia, como bendijiste a Abraham y a su familia; y agracia a Muhammed y a sus esposas y descendencia, como agraciaste a la familia de Abraham, ciertamente eres Digno de Alabanzas y Glorioso’>>.”

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:<<A quien me bendice una vez, Allah lo bendice 10 veces>>.”
 

XVI. LA PRONUNCIACIÓN DEL TASMÎ ‘ (ALLAH ESCUCHA A QUIEN LO ALABA), DEL TAHMÎD (SEÑOR NUESTRO PARA TI SON LAS ALABANZAS), DEL TA’MÎN (ÂMÎN).

Abû Hurayra relató: “El mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:<<Si el imâm dice: ‘Allah escucha a quien Lo alaba’, decid: ‘¡Allâhumma! Señor nuestro para Ti son las alabanzas’, pues por cierto a quien coincida con los ángeles es esas palabras se le perdonan los pecados pasados>>.”

Un hadiz como este ha sido narrado de Abû Hurayra con otra cadena de transmisores.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:<<Si el imâm dice: ‘¡Âmîn!’, decid: ‘¡Âmîn!’, pues por cierto a aquel cuyo âmîn coincida con el âmîn de los ángeles se le perdonarán los pecados pasados>>.” Dijo Ibn Shihâb: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decía:<<Âmîn>>” (21).

Nos ha llegado un relato similar de Abû Hurayra pero sin las palabras de Ibn Shihâb.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)dijo:<<Si alguno de vosotros dice en la oración: ‘Âmîn’, y coincide con el Âmîn de los ángeles en el cielo, se le perdonan los pecados pasados>>.”

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)dijo:<<Si alguno de vosotros dice : Âmîn y coincide con el Âmîn de los ángeles en el cielo, se le perdonan los pecados pasados>>.”

Un hadiz como este ha sido narrado por Ma ‘mar de Hammâm ibn Munabbih bajo la autoridad de Abû Hurayra.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:<<Cuando el imâm dice:…no el de los que son motivo de ira no de los extraviados (1:7), el que está detrás que diga: ‘Âmîn’, y si coincide su dicho con el de los habitantes del cielo, se le perdonan los pecados pasados>>.”
 

XVII. EL ORANTE DEBE SEGUIR AL IMÂM EN LA ORACIÓN.

Anas ibn Mâlik relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)se cayó de un caballo, raspándose su lado derecho, fuimos pues a visitarle para preguntar por su salud, y llegó el tiempo de la oración. Entonces nos dirigió la oración sentado,oramos pues detrás suyo (también) sentados y cuando terminó la oración dijo:<<Si se pone a un imâm es para ser seguido, si recita el takbîr, recitad el takbîr, y si se prosterna, prosternaos, y si se levanta, levantaos y si dice: ‘¡Allah escucha a quien Le alaba!, decid: ‘¡Señor nuestro para Ti son las alabanzas!, y si ora sentado, todos vosotros orad sentados>>.”

Anas ibn Mâlik relató: “Se cayó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)de un caballo, se lastimó y nos dirigió en la oración sentado…”; el resto del hadiz es el mismo.

Anas ibn Mâlik relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se cayó de un caballo lastimándose el lado derecho…”; el resto del hadiz es el mismo pero agrega:<<…Si el imâm reza de pie, rezad vosotros de pie>>.

Anas relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)montó un caballo y se cayó de él lastimándose el lado derecho…”, y el resto del hadiz es el mismo, aunque en él están las palabras:<<Si el imâm reza de pie, rezad vosotros de pie>>.

Anas ibn Mâlik relató: “El profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)se cayó de su caballo y se lastimó el lado derecho…”, y el resto del hadiz es el mismo.

‘Â’ishah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)se enfermó y un grupo de sus compañeros fue a visitarlo. El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)rezó sentado y sus compañeros de pie, entonces él les indicó que se sentaran y se sentaron, cuando terminó dijo:| Se designa el Imâm para ser seguido, entonces si se inclina, inclinaos y si se levanta, levantaos, y si reza sentado rezad sentados |.”

Este hadiz ha sido transmitido con la misma cadena de transmisores por Hishâm ibn ‘Urwah.

Yâbir relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)se enfermó y rezamos detrás suyo, pero él lo hizo sentado. Abû Bakú repetía (en voz más fuerte) su takbîr de modo que la gente lo escuchara (22). Nos prestó atención, vio que estábamos parados y nos hizo una seña y nos sentamos, y así rezamos sentados detrás suyo. Después de saludar nos dijo:|Estabais haciendo lo que hacían los persas y los romanos, que permanecían de pie delante de sus reyes mientras éstos se sentaban, no hagáis esto, seguid a vuestros imanes, si rezan de pie rezad de pie y si rezan sentados rezad sentados|.” (23)

Yâbir dijo: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dirigió la oración para nosotros, Abû Bakrr estaba detrás suyo y cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)recitaba el takbîr, él lo repetía en voz alta para que lo escucháramos…”, el resto del hadiz es como el anterior.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: |El Imâm está para ser seguido, entonces no hagáis lo contrario de él, luego cuando recita el takbîr, recitad vosotros el takbîr, cuando se inclina, inclinaos, si dicr: ‘¡Allah escucha a quien Le alaba!’, decid: ‘¡Señor nuestro para Ti son las alabanzas!’, y cuando se prosterna, prosternaos. Y si reza sentado, rezad todos sentados|.”

Un hadiz como este ha sido transmitido también por Hammâm ibn Munabbih del profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)bajo la autoridad de Abû Hurayra.

Abû Hurayra relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)nos estaba enseñando y nos dijo:|No os adelantéis al Imâm, cuando recita el takbir, recitadlo (a continuación), cuando dice:…ni de los extraviados, decid: ‘Âmîn’. Cuando se inclina, inclinaos, y cuando dice: ‘¡Allah escucha a quien Le alaba!’, decid: ‘¡Allâhumma! Señor nuestro para Ti son las alabanzas’|”

Abû Hurayra relató del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)un hadiz como este con la excepción del dicho:|…ni de los extraviados, decid: ‘Âmîn’.|Y agrega: |…no os levantéis antes que él (el imâm).|

Abû Hurayra relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)dijo: |Ciertamente el Imâm es un escudo (24), si hace la oración sentado, orad sentados, y si dice: ‘Allah escucha a quien Le alaba’, decid: ‘¡Allâhumma! Señor nuestro para Ti son las alabanzas’. Y si las palabras de la gente de la tierra coinciden con las palabras de la gente del cielo, se le perdonan los pecados pasados |.”

Abû Hurayra relató que el Prefeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: |Ciertamente si se designa un Imâm es para ser seguido, si recita el takbîr, recitadlo vosotros, cuando se inclina, inclinaos, cuando dice: ‘Allah escucha a quien Le alaba’, decid:‘¡Allâhumma! Señor nuestro para Ti son las alabanzas’, y cuando reza de pie, rezad de pie y si reza sentado, rezad todos sentados |.”
 

XVIII. EL IMÂM ESTÁ AUTORIZADO PARA DESIGNAR UN REEMPLAZANTE CUANDO HAY UNA RAZÓN PARA ELLO (ENFERMEDAD, VIAJE U OTRAS) Y SI EL IMÂM DIRIGE LA ORACIÓN SENTADO PORQUE NO LA PUEDE HACER DE PIE, LOS SEGUIDORES DEBEN HACERLO DE PIE, SI SON CAPACES Y ESTO ABROGA EL ORAR SENTADOS CUANDO EL IMÂM ORA SENTADO.

‘Ubaydullah ibn Abdullah relató: “Visité a ‘Â’ishah y le dije:’¿Por qué no me cuentas sobre la enfermedad del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)?’ Ella dijo: ‘Sí, el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba enfermo y preguntó: |¿Ha rezado la gente?| Contestamos: ‘No, te están esperando, Mensajero de Allah’ Dijo:| Traedme agua en un recipiente.| Así lo hicimos y se lavó, y cuando comenzaba a moverse con dificultad, se desmayó; cuando volvió en sí, preguntó:|¿Ha rezado la gente?| Contestamos: ‘No, te están esperando, Mensajero de Allah’ Dijo:|Traedme agua en un recipiente.| Así lo hicimos y se lavó, y cuando comenzó a moverse con dificultad, se desmayó; cuando volvió en sí, preguntó:|¿Ha rezado la gente?| Contestamos: ‘No,te están esperando Mensajero de Allah’ Dijo:| Traedme agua en un recipiente.| Así lo hicimos y se lavó, y cuando comenzaba a moverse con dificultad, se desmayó; cuando volvió en sí, preguntó:|¿Ha rezado la gente?| Contestamos: ‘No,te están esperando, Mensajero de Allah’. Dijo (‘Â’ishah): ‘La gente se había reunido en la mezquita esperando al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)para la última oración de la noche, entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)envió (un mensajero)a Abû Bakr para que dirigiera a la gente (en la oración), cuando llegó el mensajero dijo: ‘El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)ha ordenado que dirijas a la gente en la oración.’ Y Abû Bakr, que era un hombre sensible, dijo: ‘¡Oh ‘Umar! Dirige a la gente’. ‘Umar contestó: ‘Tú tienes más derecho a ello’. Entonces Abû Bakr los dirigió en esos días. Luego el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)se sintió fuerte y salió apoyándose en dos hombres, uno de ellos era Al-‘Abbâs, para la oración del mediodía, y Abû Bakr estaba rezando y dirigiendo a la gente, y cuando lo vio comenzó a retraerse, pero el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)le dijo que no lo hiciera y le dijo (a sus dos compañeros):| Sentadme a su lado.| Y lo sentaron al lado de Abû Bakr, y Abû Bakr rezó de pie siguiendo la oración del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)y la gente de pie siguiendo la oración de Abû Bakr .Y el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)estaba sentado.”’ ‘Ubaydullah dijo: “Fui ante Abdullah ibn ‘Abbâs y le dije: ‘¿Quieres que te diga lo que me contó ‘Â’ishah sobre la enfermedad del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)?’ Dijo: ‘Hazlo’. Le dije lo que ella me había contado, y no objetó nada, excepto que me preguntó: ‘¿Ella nombró al hombre que estaba con Al-‘Abbâs?’ Dije: ‘No’. Dijo: ‘Era ‘Alî.”

‘Â’ishah relató: “La primera vez que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)se enfermó fue en la casa de Maymûnah, entonces les pidió permiso para estar en mi casa durante su enfermedad y ellas le concedieron permiso. Y salió (para la oración)apoyando su mano en Fadl ibn ‘Abbâs y en otro hombre y arrastrando sus pies.” ‘Ubaydullah dijo: “Le conte este hadiz a Ibn ‘Abbâs y me dijo: ‘¿Sabías quién es el hombre que ‘Â’ishah no mencionó? Era ‘Alî’.”

‘Â’ishah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), dijo: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se enfermó y su enfermedad se agravó, pidió permiso a sus esposas para estar en mi casa y le dieron permiso. Y salió apoyado en dos personas arrastrando sus pies; uno de ellos era ‘Abbâs ibn Abdul Muttalib y otro hombre.” Dijo ‘Ubaydullah. “Le conté a Abdullah loque me dijo ‘Â’ishah, y me dijo Abdullah ibn ‘Abbâs: ‘¿Sabes quién era el otro hombre que no mencionó ‘Â’ishah?’ Dije: ‘No’. Dijo Ibn ‘Abbâs: ‘Era ‘Alî’.”

‘Â’ishah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), relató: “Traté de disuadir al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)sobre eso (25)(nombrar a Abû Bakr como Imâm)y no insistí en esto porque tuviese dudas de que la gente no fuese a amar a un hombre que ocupase su lugar, sino porque temía que la gente iba a ser supersticiosa (26)respecto a aquel que fuese a ocupar su lugar. Y por eso quería que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)dejase a Abû Bakrr fuera de este asunto.”

‘Â’ishah relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)entró en mi casa dijo:| Dile a Abû Bakrr que dirija a la gente en la oración.| Yo le dije: ‘¡Mensajero de Allah! Abû Bakrr es un hombre sensible, cuando recita el Corán no puede evitar derramar lágrimas. ¡Nombra a otro que no sea Abû Bakrr!’” Ella dijo: “¡Por Allah! Lo que me preocupaba era la molestia de la gente con el primero que ocupase el lugar del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), e insistí dos o tres veces. Entonces dijo:| Que Abû Bakrr dirija a la gente en la oración, vosotras sois como las que estaban con José.|(27)

‘Â’ishah relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba en cama , vino Bilâl y lo llamó a la oración y le dijo:| Dile a Abû Bakrr que dirija a la gente en la oración|. Dije: ‘¡Mensajero de Allah! Abû Bakrr es un hombre sensible, y ciertamente cuando esté en tu lugar los hombres no lo escucharán. ¡Si nombraras a ‘Umar…!’ Repitió (el Profeta):| Dile a Abû Bakrr que dirija a la gente en la oración.| Entonces le dije a Hafsah: ‘Dile (al Profeta): Abû Bakrr es un hombre sensible, y ciertamente cuando esté en tu lugar los hombres no lo escucharán. ¡Si nombraras a ‘Umar…!’ Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)dijo:| Ciertamente vosotras (actuáis) como las que rodeaban a José, decid a Abû Bakrr que dirija en la oración.| Entonces se le ordenó a Abû Bakrr que dirigiese a la gente en la oración, y cuando comenzó la oración el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)se sintió mejor y se levantó apoyándose en dos hombres y arrastrando sus pies (por su debilidad). Entonces cuando entró en la mezquita, Abû Bakrr sintió su presencia y estaba a punto de retroceder pero el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)le indicó que permaneciese en su lugar, y llegó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)hasta sentarse a la izquierda de Abû Bakrr. Y así el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)dirigió sentado a la gente en la oración y Abû Bakrr de pie siguiendo la oración del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)y la gente siguiendo la oración del Abû Bakrr.”

Al-A’mash relató un hadiz similar que empieza : “Cuando se enfermó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)de la enfermedad de la que murió…”.En la versión que transmitió Ibn Mus-hir se dice (en la parte final): “…Y llegó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)hasta que lo sentaron al lado de Abû Bakú y el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)dirigió a la gente en la oración y Abû Bakrr repetía el takbîr de manera audible…”. En el transmitido por ‘Îsa dice: “…Se sentó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), dirigió la oración y Abû Bakrr sentado a su lado repitiendo (el takbîr)en voz alta”.

‘Â’ishah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)le ordenó a Abû Bakrr que dirigiese a la gente en la oración durante su enfermedad y él los dirigió en la oración.” Dijo ‘Urwah: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)se sintió mejor y salió (hacia la mezquita) y Abû Bakrr estaba dirigiendo a la gente y cuando lo vio comenzó a retroceder. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)le indicó que se quedase donde estaba y se sentó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)al lado de Abu Bakrr. Entonces Abû Bakrr siguió la oración del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)y la gente siguió la oración de Abû Bakrr.”

Anas ibn Mâlik relató: “Abû Bakrr los dirigió en la oración durante la enfermedad que terminó por causar la muerte del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), cuando llegó el lunes y ellos estaban en filas para la oración, el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)corrió la cortina de su habitación y nos miró, estando él de pie y su rostro era (tan brillante) como una lámina del Corán, luego sonrió feliz el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)y nosotros nos alegramos por la salida del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)mientras orábamos, y Abû Bakrr retrocedió sobre sus talones pensando que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)había salido para la oración, pero el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)les indicó con la mano que terminaran la oración y luego se volvió (a su habitación)y corrió la cortina. Y fue en ese mismo día que falleció el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).”

Anas relató: “La última mirada que tuve del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)fue ese día lunes que corrió la cortina…”, (y sigue)con ese relato (el anterior). El hadiz (anterior)transmitido por Sâlih es perfecto i completo.

Este mismo hadiz ha sido narrado por Mâlik ibn Anas con otra cadena de transmisores.

Anas relató: “Durante tres día el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)no vino a nosotros, y cuando la oración estaba por comenzar y Abû Bakrr se adelantó (para dirigir la oración), el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)levantó su cortina y cuando vimos el rostro del Profeta de Alah (Assalalahu alayhi wa salaam) (sentimos)que nunca habíamos visto algo tan agradable como el rostro del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)cuando se nos apareció, entonces el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)le señaló a Abû Bakrr que se adelantase (para dirigir la oración)y regresó el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)a su habitación. Y no lo volvimos a ver hasta su muerte.”

Abû Mûsa relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)se enfermó y su enfermedad se agravó dijo:| Id a Abû Bakrr y que dirija a la gente en la oración.| Entonces ‘Â’ishah le dijo: ‘¡Mensajero de Allah! Abû Bakrr es un hombre sensible, cuando esté en tu lugar no será capaz de dirigir a la gente en la oración.’ Contestó:| Id a Abû Bakrr y que dirija a la gente en la oración, vosotras sois como las que rodeaban a José.| Y así fue que Abû Bakrr dirigió a la gente en la oración durante la vida (mientras duró su enfermedad)del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).”
 

XIX. SI EL IMÂM LLEGA TARDE Y NO SE TEME PERJUICIO ALGUNO SE PUEDE NOMBRAR A OTRO IMÂM PARA DIRIGIR LA ORACIÓN.

Sahl ibn Sa ‘d Al-Sâ ‘idî relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)fue a la tribu de los ‘Amr ibn ‘Awf para meditar sobre ellos. Llegó el momento de la oración y el muecín fue Abû Bakrr y le preguntó: ‘¿Vas a dirigir a la gente en la oración así pronuncio el iqâmah?’ Dijo: ‘Sí’. Y Abû Bakrr comenzó a dirigir la oración. Entonces llegó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)cuando la gente ya estaba rezando, y avanzó hasta ubicarse en una fila, entonces la gente comenzó a aplaudir. Abû Bakrr no hizo caso en su oración pero cuando la gente comenzó a aplaudir más fuerte, prestó atención y vio al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), pero el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)le indicó que siguiese en su lugar entonces Abû Bakrr levantó sus manos y alabó a Allah, poderoso y majestuoso, por lo que le había ordenado el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)y luego retrocedió hasta ubicarse en medio de una fila y se adelantó al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)y dirigió la oración, cuando terminó dijo:|¡Abû Bakrr! ¿Qué fue lo que te impidió quedarte en tu lugar como te lo ordené?| Abû Bakrr contestó: ‘No le corresponde al hijo de Abû Quhâfah (su padre) dirigir la oración delante del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).’ Dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) (a la gente):|¿Porqué aplaudíais tanto? Cuando algo pasa en la oración (28) decid: ‘¡Gloria a Allah! (Subhânallah), ya que si glorificáis atraeréis la atención, en tanto que aplaudir es sólo para las mujeres |.”

Este hadiz ha sido transmitido de Sahl ibn Sa ‘d a través de otros transmisores, similar al narrado por Mâlik, con la excepción de estas palabras: “…Entonces Abû Bakrr levantó sus manos, alabó a Allah y retrocedió hasta ubicarse en una fila.”

Sahl ibn Sa ‘d Al-Sâ ‘idî relató: “El Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue a mediar entre la tribu de ‘Amr ibn ‘Awf…”, y el resto del hadiz es igual pero están estas palabras: “…Y llegó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) atravesando las filas (de los orantes) hasta llegar a la primera y Abû Bakrr retrocedió”.

Al-Mugîrah ibn Shu ‘bah relató que participó con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en la expedición de Tabûk y dijo que: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue a hacer sus necesidades antes de la oración de la mañana y fui con él llevando una jarra (con agua), cuando regresó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) (después de hacer sus necesidades), puse agua en sus manos con la jarra y lavó sus manos tres veces, luego lavó su rostro tres veces, luego trató de levantar sus mangas de su vestimenta para sacar sus antebrazos pero como estas eran demasiado estrechas metió sus manos en la túnica y las sacó por debajo de ella y lavó sus antebrazos hasta los codos y pasó su mano húmeda sobre sus calcetines de cuero, luego se movió, y yo con él, hasta que llegamos con la gente y vimos que estaban haciendo oración dirigidos por ‘Abdu Arman ibn ‘Awf. El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) percibió que era uno de los rak ‘ahs (29) , entonces hizo un rak ‘ah con la gente y cuando ‘Abdu Arman ibn ‘Awf pronunció el saludo (terminación de la oración), se levantó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y completó su oración. Ante esto se asustaron los musulmanes y la mayoría comenzó a glorificar a Allah. Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) terminó su oración se volvió a ellos y les dijo:|Muy bien.| o dijo:| Habéis hecho bien |, haciendo que se alegraran por haber hecho la oración en su tiempo correcto.”
(849) Este mismo hadiz ha sido transmitido por Hamzah ibn Al-Mugîrah con otra cadena de transmisores pero contiene estas palabras: “…Quise tomar y retrasar a Abdu Rahmân pero el profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:|Déjalo|.”
 

XX. CUANDO OCURRE ALGO EN LA ORACIÓN LOS HOMBRES DEBEN GLORIFICAR A ALLAH Y LAS MUJERES DEBEN APLAUDIR.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)dijo:| La glorificación (de Allah, diciendo subhânallah) es para los hombres y aplaudir para las mujeres.| Harmalah en su versión de la narración agrega: “Ibn Shihâb dijo: ‘He visto algunos hombres entre la gente de conocimiento glorificar a Allah y hacer señas’.”
(851) Este hadiz ha sido narrado también bajo la autoridad de Abû Hurayra con otra cadena de transmisores.
(852) Este hadiz ha sido transmitido por Muhammed ibn Rafî, Abdu Razzâq, Ma ´mar y Hammam bajo la autoridad de Abû Hurayra con el agregado (al final) de: “…en la oración.”
 

XXI. LA ORDEN DE HACER BIEN LA ORACIÓN, PERFECCIONARLA Y SOBRE LA DEVOCIÓN EN ELLA.

Abû Hurayra relató: “Un día el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en la oración, luego se volvió y dijo:|¡Fulano! ¿Por qué no haces bien tu oración? ¿Acaso no ve la persona que ora cómo lo está haciendo? ¡Por cierto que ora por su propio bien! (30). En cuanto a mí, ¡Por Allah!, yo veo atrás mío como veo por delante (31).”

Abû Hurayra relató: “Ciertamente el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:| ¿Creéis que yo veo sólo hacia la qiblah? ¡Pora Allah! Que no están ocultos para mí ni vuestra inclinaciones ni vuestras prosternaciones, ciertamente yo veo claramente atrás mío |.”

Anas ibn Mâlik relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: |Inclinaos y prosternaos bien. ¡Por Allah!, que ciertamente yo los veo aún detrás de mí (o quizás dijo: los veo claramente) si os inclináis u os prosternáis |.”

Anas relató: “Ciertamente el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: |Completad bien la inclinación y la prosternación. ¡Por Allah! que yo os veo detrás de mí cuando os inclináis y cuando os prosternáis |.”
 

XXII. ESTÁ PROHIBIDO INCLINARSE Y PROSTERNARSE ANTES QUE EL IMÂM.

Anas relató: “Un día el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en la oración, y cuando la completó se dirigió a nosotros y dijo:_¡Oh gente! Yo soy vuestro Imâm, en consecuencia no os adelantéis a mí en la inclinación o en la prosternación, ni al poneros de pie ni al saludar, ya que por cierto os veo delante mío y (tanto como) detrás de mío_. Luego dijo:_ ¡Por Aquel en Cuyas Manos está el alma de Muhammed! Si hubierais visto lo que yo vi, reiríais poco y lloraríais mucho._ Le preguntaron: ‘¿Y qué has visto, Mensajero de Allah?’ Respondió:_ Vi el Paraíso y el Infierno_.”

Este hadiz ha sido narrado de Anas con otras cadenas de transmisores, de entre ellas en el hadiz transmitido por Yarîr no se menciona:_...ni al saludar…_.

Abû Hurayra relató: “Muhammed (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_¿Acaso el que levanta la cabeza antes que el Imâm no teme que Allah le cambie su cabeza por la cabeza de un burro?_.”

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_¿Es que no teme aquel que levanta su cabeza en la oración antes que el Imâm que Allah le cambie su forma por la forma de un burro?_.”

Este mismo hadiz ha sido narrado por otra cadena de transmisores, salvo que en la versión narrada por Rabî ‘ ibn Muslim las palabras son:_...que Allah le cambie su rostro por el rostro de un burro._
 

XXIII. LA PROHIBICIÓN DE LEVANTAR LA MIRADA HACIA EL CIELO DURANTE LA ORACIÓN.

Yâbir ibn Samurah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_La gente que levanta la mirada hacia el cielo durante la oración , debe evitarlo o perderán la vista_.”

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Que la gente no levante su mirada hacia el cielo, durante la súplica en la oración, o les será quitada la vista_.”
 

XXIV. LA ORDEN DE HACER LA ORACIÓN CON TRANQUILIDAD; LA PROHIBICIÓN DE HACER GESTOS CON LAS MANOS Y DE LEVANTARLAS DURANTE EL SALUDO, Y LA IMPORTANCIA DE COMPLETAR LAS PRIMERAS FILAS Y JUNTARSE BIEN EN ELLAS.

Yâbir ibn Samurah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) vino a nosotros y dijo:_¿Cómo es que veo levantar las manos como si fueran colas de caballos ariscos? ¡Quedaos quietos en la oración!_ Luego volvió a nosotros y nos vio (sentados) en círculos entonces nos dijo:_¿Cómo es que os veo sentados en grupos separados?_ Luego volvió y dijo:_¿Por qué no hacéis filas como los ángeles hacen filas en presencia de su Señor?_ Preguntamos: ‘¡Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)! ¿Y cómo hacen filas los ángeles en presencia de su Señor?’ Respondió:_ Completan las primeras filas y se mantienen bien juntos en ellas_.”

Este hadiz ha sido también transmitido por Al-A ‘mash con la misma cadena de transmisores.

Yâbir ibn Samurah relató: “Cuando hacíamos la oración con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decíamos: ‘La Paz sea con vosotros y la misericordia de Allah, la Paz sea con vosotros y la misericordia de Allah’ y se hacía un gesto con la mano hacia ambos lados. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_¿Por qué movéis las manos como colas de caballos ariscos? Es suficiente con que cada uno de vosotros ponga las manos sobre sus muslos y luego salude al hermano que está a la derecha y al que está a la izquierda_.”

Yâbir ibn Samurah relató: “Hice la oración con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) , y nosotros solíamos, cuando nos dábamos el saludo, hacer gestos con nuestras manos (acompañándolo): ‘La Paz sea vosotros (a la derecha), la Paz sea vosotros (a la izquierda)’, entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos miró y dijo:_¿Qué os pasa? ¿Hacéis gestos con vuestras manos como colas de caballos ariscos? Cuando uno de vosotros pronuncie el saludo (al final de la oración), que gire hacia su compañero y que no haga gestos con sus manos_.”
 

XXV. EL ENDEREZAR LAS FILAS; LA EXCELENCIA DE LA PRIMERA FILA Y LUEGO DE LAS SIGUIENTES; COMPETIR POR ESTAR EN LA PRIMERA FILA Y LA PRIORIDAD DELOS HOMBRES VIRTUOSOS Y SU CERCANÍA AL IMÂM.

Abû Mas ‘ûd relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía tocarnos los hombros y decir:_Estad derechos y no forméis (las filas) en desorden pues discreparán vuestros corazones (32). Los más tranquilos y prudentes que se ubiquen cerca mío, luego los que les siguen y luego los que les siguen_.” Abû Mas ‘ûd agregó: “Pero hoy entre vosotros hay muchas diferencias”.

Este hadiz ha sido transmitido también por ‘Uyaynah con la misma cadena de transmisores.

Abdullah ibn Mas ‘ûd relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Que los más tranquilos y prudentes estén cerca mío, luego los que les siguen (esto último lo repitió 3 veces), y cuidaos de (entregaros a) el tumulto de los mercados (33)”.

Anas ibn Mâlik relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Enderezad vuestras filas ya que las filas rectas son parte de la perfección de la oración_.”

Anas relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Completad las filas, que ciertamente os veo (lo que hacéis) detrás mío_.”

Hammâm ibn Muabbih relató: “Esto es lo que nos transmitió Abû Hurayra del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)”, y recordó unos hadices, y (entre ellos éste) dijo (el Profeta):_Enderezad las filas para la oración, ya que las filas rectas son parte de la excelencia de la oración._

Al-Nu ‘mân ibn Bashîr relató: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: _Enderezad vuestras filas o Allah creará diferencias entre vosotros_.”

Al-Nu ‘mân ibn Bashîr relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía enderezar nuestras filas (para la oración) como si estuviese enderezando una flecha hasta que vio que habíamos aprendido de él. Pero un día vino, se preparó (para la oración) y estaba por pronunciar el takbîr cuando vio a un hombre cuyo pecho sobresalía de la fila, entonces dijo:_¡Siervos de Allah! Enderezad vuestras filas o Allah creará diferencias entre vosotros_.”

Abû ‘Awânah transmitió este mismo hadiz con la misma cadena de transmisores.

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si la gente supiese lo que contienen (de excelencia y bendición) el adhân y la primera fila (de la oración) y no pudiesen(tener estas oportunidades) excepto echándolo a la suerte, sin duda lo harían. Y si supiesen lo que hay en unirse en la oración en el primer takbîr se pelearían unos con otros; y si supiesen lo que hay en la oración de la noche y en la de la mañana irían aunque fuese gateando_.”

Abû Sa ‘îd Al-Judri relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) vio que sus Compañeros se quedaban atrás (en la oración) (34) entonces les dijo:_Adelantaos y seguidme, y los que vengan después de vosotros que os sigan; la gente no dejará de quedarse atrás hasta que Allah los deje atrás_.”

Abû Sa ‘îd Al-Judri relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) vio a la gente en el fondo de la mezquita…”, y el resto del hadiz es el mismo.

Abû Hurayra relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_ Si vosotros supiérais (o ellos supieran) lo que hay en las primeras filas lo tirarían a la suerte (para estar en ellas)_.” Ibn Harb dice en su versión:_…para ocupar la primera fila lo tirarían a la suerte._

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Las mejores filas para los hombres son las primeras y las peores son las últimas, y las mejores filas para las mujeres son las últimas y las peores son las primeras_.”

Este mismo hadiz ha sido transmitido por Suhayl con la misma cadena de transmisores.
 

XXVI. SE HA ORDENADO A LAS MUJERES QUE ESTÁN ORANDO QUE NO LEVANTEN SUS CABEZAS DE LA PROSTERNACIÓN ANTES QUE LOS HOMBRES LEVANTEN LAS SUYAS.

Sahl ibn Sa ‘d relató: “He visto hombres con la parte de abajo de su vestimenta atada a sus cuellos como los niños, por falta de tela, detrás del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), y uno de los anunciadores dijo. ¡Oh grupo de mujeres! No levantéis las cabezas hasta que los hombres levanten las suyas.” (35).
 

XVII. SALIDA DE LAS MUJERES HACIA LA MEZQUITA CUANDO NO SE TEME QUE ESTO PRODUZCA LA TENTACIÓN, PERO NO DEBEN SALIR PERFUMADAS.

Sâlim narró de su padre(Abdullah ibn ‘Umar) que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si a alguno de vosotros su mujer le pide permiso para ir a la mezquita, que no se le niegue._

Sâlim relató que Abdullah ibn ‘Umar dijo: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir_ No prohibáis a nuestras mujeres ir a la mezquita cuando os pidan permiso._” Entonces Bilâl ibnAbdullah dijo: “¡Por Allah! Se lo prohibiremos.” Entonces Abdullah se dirigió a él reprendiéndolo tan duramente como nunca había visto y le dijo: ‘Te estoy diciendo lo que dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y tú insistes: ¡Por Allah! Se lo prohibiremos’.”

Ibn ‘Umar relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _No prohibáis a las siervas de Allah (ir a) las mezquitas de Allah_.”

Ibn ‘Umar relató: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir:_Si vuestras mujeres os piden permiso para ir a la mezquita, dadles permiso_.”

Ibn ‘Umar relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)dijo: “No prohibáis a vuestras mujeres ir a la mezquita de noche.” Entonces un hijo le dijo a Abdullah ibn ‘Umar: “Nosotros no las dejaremos salir para que no caigan en el mal”.Ibn ‘Umar lo retó diciéndole: “Te estoy diciendo: ‘El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo…’ y tú insises: ‘Nosotros no las dejaremos’.”

Un hadiz como este ha sido transmitido también por Al-A ‘mash conla misma cadena de transmisores.

Ibn ‘Umar relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Permitidle a las mujeres ir a la mezquita de noche._” Entonces uno de sus hijos llamado Wâqid, dijo: “Es que causarán problemas…”, entonces (Ibn ‘Umar) golpeó (a su hijo) en el pecho y le dijo: “Te narro un hadiz del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y tú me dices: No.”

Ibn ‘Umar relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_No privéis a vuestras mujeres de su parte de la mezquita cuando os pidan permiso_.” Entonces dijo Bilâl: “¡Por Allah! Se lo prohibiremos”. Entonces Abdullah (ibn ‘Umar) le dijo:’Te digo ‘el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo…’, y tú dices: ‘Se lo prohibiremos’.”

Zaynab Al-Zaqafiyyah solía relatar que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Si alguna de vosotras quiere hacer la oración de la noche (en la mezquita) que no se perfume._

Zaynab, la esposa de Abdullah (ibn ‘Umar), relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si alguna de vosotras quiere ir a la mezquita no vaya perfumada_.”

Abû Hurayra dijo: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “La que se haya puesto perfume que no haga la oración de la noche con nosotros_.”

‘Amrah, la hija de ‘Abdu Rahmân, relató: “Escuché a ‘Â’ishah, la esposa del Profeta, (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Si el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) hubiera visto las cosas nuevas que hacen las mujeres les hubiera prohibido ir a la mezquita, como se les prohibía a las mujeres de los israelitas’.” Le pregunté a ‘Amrah: “¿Es que a las mujeres de los israelitas se les prohibía ir a la mezquita?” Contestó: “Sí”.

Este hadiz ha sido transmitido también por Yahia ibn Sa ‘îd con la misma cadena de transmisores.
 

XXVIII. LA MODERACIÓN DE LA RECITACIÓN EN VOZ ALTA CUANDO SE TEME QUE ESTO CAUSE PROBLEMAS.

Ibn ‘Abbâs relató, sobre lo dicho por el Poderoso y Majestuoso: “Y no subas la voz en tu oración ni la silencies.” (17:110) que fue revelada cuando el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) se escondió en Makka y dirigía a sus Compañeros en la oración levantando la voz con el Corán, y si los idólatras lo escuchaban, insultaban al Corán, a quien lo reveló y a quien lo trajo. Entonces Allah, exaltado sea, dijo a su Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘No recites tan fuerte de modo que te escuchen los idólatras ni tan bajo que no te escuchen tus Compañeros, haz que escuchen el Corán, pero no lo recites fuerte. Busca un término medio fra ellos (la recitación baja y alta) (36).

‘Â’ishah relató que en cuanto a las palabras del Poderoso Y Majestuoso: “Y no subas la voz en tu oración ni la silencies”, fueron reveladas en relación a la súplica (du ‘â’).

Un hadiz como este ha sido narrado por Hishâm conla misma cadena de transmisores.
 

XXIX. ESCUCHAR LA RECITACIÓN DEL CORÁN.

Ibn ‘Abbâs explicó con respecto a las palabras del Poderoso y Majestuoso: “No muevas tu lengua.” (37) (75:16-19) que cuando Gabriel le trajo la recitación al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), él movía su lengua y labios (para memorizarlo), esto era muy difícil para él y se veía en su rostro, entonces Allah, el Altísimo, reveló: “No muevas tu lengua para ir más deprisa (para memorizarlo). Pues reunirlo es algo que Nos corresponde a Nosotros, así como hacer que lo recites.” Ciertamente a Nosotros Nos corresponde guardarlo en tu pecho y (permitirte) recitarlo, “De manera que cuando lo recitemos, sigue la oración.” Lo hemos revelado, entonces escúchalo. “Luego nos Corresponde hacerlo claro”. Ciertamente lo glorificaremos a través de tu lengua. Entonces cuando Gabriel venía a él, se quedaba en silencio, y cuando se retiraba, recitaba como Allah se lo había prometido.

Sa ‘îd Ibn Yubayr relató que Ibn ‘Abbâs explico con respecto a las palabras: “No muevas tu lengua para ir más deprisa” (75:16) que elProfeta (Assalalahu alayhi wa salaam) movía sus labios para aliviar la intensidad de la revelación. E Ibn ‘Abbâs me dijo (a Sa ‘îd Ibn Yubayr-el transmisor-): “Yo los muevo como los movía el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)”, entonces Sa ‘îd dijo: “Yo los muevo como los movía Ibn ‘Abbâs”, y movió sus labios. Y Allah ,el Altísimo, reveló: “No muevas tu lengua para ir más deprisa. Pues reunirlo es algo que Nos Corresponde, así como hacer que lo recites.” Es decir: Guardarlo en tu pecho y (permitirle recitarlo). “De manera que cuando lo recitemos sigue la oración.” Es decir: Escúchalo y quédate en silencio y es Nuestra responsabilidad que luego lo recites. Y entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), cuando venía Gabriel, lo escuchaba atentamente, y cuando Gabriel se iba, el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba como se lo habían recitado.
 

XXX. RECITACIÓN EN VOZ ALTA DEL CORÁN EN LA ORACIÓN DEL ALBA.

Ibn ‘Abbâs relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) no recitó (el Corán) a los genios ni los vio. Cierta vez el mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salió con un grupo de sus Compañeros con la intención de visitar el mercado de ‘Ukâdh (38).I (en aquel tiempo) había habido obstrucciones entre los demonios i las noticias del cielo(39) , i se arrojaban fuegos sobre ellos (40), entonces los demonios volvieron con su pueblo i les dijeron: ‘¿Qué os sucede?’ Contestaron: ‘Han aparecido obstrucciones entre los demonios i las noticias del cielo, i se nos han arrojado fuegos.’ Dijeron: ‘Esto no ocurre sino debido a algún suceso( importante). Viajad pues hacia el este de la tierra i al oeste i buscar por qué se han creado obstrucciones entre nosotros i las noticias del cielo.’ Entonces fueron i viajaron al este i al oeste de la tierra, algunos de ellos fueron hasta Tihâmah(que es un palmeral cerca del mercado de ‘Ukâdh, i el Profeta[BP] estaba allí dirigiendo a sus compañeros en la oración del amanecer), i cuando oyeron el Corán, lo escucharon atentamente i dijeron: ‘Esto es lo que ha causado la obstrucción entre nosotros i las noticias del cielo.’ Regresaron entonces con su pueblo i dijeron: ‘¡Pueblo nuestro! Hemos escuchado una recitación (Corán) asombrosa que nos conduce por la rectitud, y creemos en él i no asociamos a nadie con nuestro señor (72:1-2).’ Entonces Allah, Poderoso i Majestuoso, reveló a su Profeta Muhammed (Assalalahu alayhi wa salaam): “Dí (Profeta): Se me ha inspirado que unos genios lo han escuchado… (72:1).”

Dâwud narró de ‘Âmir que dijo: “Le pregunté a ‘Alqamah: ¿Ibn Mas ‘ûd estuvo con el mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) (presenciando lo que acontecía) la noche de los genios)?” ‘Alqamah dijo: ‘Yo le pregunté a Ibn Mas’ûd: ‘¿Alguno de vosotros estuvo con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la noche de los genios?’ Contestó: ‘No, pero estuvimos esa noche con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) esa noche y lo perdimos (de vista), entonces lo buscamos por las colinas i valles i dijimos: Ha sido raptado (por los genios) o asesinado, i pasamos la peor noche que alguien pueda pasar, entonces cuando llegó el alba lo vimos llegar de la dirección de Hirâ’ i le dijimos: ‘¡ Mensajero de Allah! Te perdimos i te buscamos pero no te encontramos i pasamos la peor noche que alguien puede pasar.’ Entonces dijo:_Vino un representante de los genios a invitarme i fui con él i recité el Corán._ Luego fue con nosotros i nos mostró sus rastros i las huellas de sus fuegos (de los genios). Y les contestó:_Todo hueso en el que se haya mencionado el nombre de Allah se cubrirá de carne cuando caiga en sus manos i todos los excrementos de vuestros animales._ Entonces dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam):_No hagáis el istinyâ’ (41) con ninguna de las 2 cosas, ya que son la comida de vuestros hermanos (los genios) (42)_.”

Este hadiz ha sido transmitido por Dâwud con la misma cadena de transmisores hasta las palabras: “…las huellas de sus fuegos”.Al-Sha ‘bî (otro transmisor del hadiz) agrega: “Le preguntaron sobre sus provisiones, i eran genios de Al-Yazîrah”. Las palabras de Al-Sha ‘bî han sido directamente transmitidas del hadiz de Abdullah.

Este hadiz ha sido narrado bajota autoridad de Abdullah del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) hasta las palabras: “…las huellas de sus fuegos”, i no menciona nada después de esto.

Abdullah (ibn Mas ‘ûd) relató: “No estuve con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la noche de los genios pero me hubiera gustado.”

Ma ‘n relató: “Escuché de mi padre que dijo: ‘Le pregunté a Masrûq: ¿Quién informó al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)sobre (la presencia de) los genios la noche que escucharon el Corán? Me contestó: ‘Me dijo tu padre (o sea Ibn Mas ‘ûd) que el que le informó fue un árbol’.”


XXXI. LA RECITACIÓN DE LA ORACIÓN DEL MEDIODÍA I DE LA TARDE.

Abû Qatâdah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigía en la oración del mediodía y de la tarde recitando en los dos primeros rak ‘ats la sura Al-Fatiha i otras dos suras i lo hacía de forma audible, i alargaba el primer rak ‘ah de la oración del mediodía i acortaba el segundo i lo mismo hacía en la oración de la mañana.”

Abû Qatâdah relató bajo la autoridad de su padre : “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba en la oración del mediodía i de la tarde, en los dos primeros rak ‘ats, la sura Al-Fatiha i otra sura i lo hacía en forma audible (43), i en los otros dos rak ‘ats (sólo) la sura Al-Fatiha.

Abû Sa ‘îd Al-Judri relató: “Solíamos calcular el tiempo que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba en la oración del mediodía i en la de la tarde. Calculamos que en los primeros dos rak ‘ats de la oración del mediodía el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba por un tiempo igual al que toma recitar Alif Lam Mim.Es una revelación…(sura 32, “La prosternación”) (44), i calculamos que en las últimas dos rak ‘ats recitaba la mitad de esto. También calculamos que en los dos primeros rak ‘ats de la tarde recitaba por un tiempo igual a los últimos rak ‘ats del mediodía; i en los últimos rak ‘ats de la tarde lo hacía en la mitad de las primeras.” Abû Bakrr en su transmisión (de este hadiz, por otra línea) no menciona: Alif, Lam, Mim, pero dice: “El tiempo que toma recitar treinta aleyas”.

Abû Sa ‘îd Al-Judri relató: “Ciertamente el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en la oración del mediodía en cada rak ‘ah de las dos primeras rak ‘ats 30 aleyas, i en las dos últimas 15 aleyas o la mitad (del primer rak ‘ah); i en la oración de la tarde en cada rak’ah de los dos primeros rak ‘ats 15 aleyas i en los dos últimos la mitad de esto.”

Yâbir ibn Samurah relató: “La gente de Kufa se quejó a ‘Umar ibn Al-Jattâb de Sa ‘îd mencionando su oración. ‘Umar lo mandó llamar i él vino. Entonces le dijo (‘Umar) que la gente encontraba defectuosa su oración, i él contestó: ‘En verdad que los dirijo en la oración como el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) lo hacía, yo no la disminuyo, alargo los dos primeros rak ‘ats i acorto los dos últimos’. Entonces ‘Umar dijo: ‘Esto es lo que esperaba de ti, ¡oh Abû Is-hâq!’” (45)

Este hadiz ha sido transmitido por Abdul Mâlik con la misma cadena de transmisores.

Yâbir ibn Samurah relató: “ ‘Umar le dijo a Sa ‘îd : ‘Se han quejado de ti en todo, hasta de tu oración.’ Dijo (Sa ‘îd): ‘Lo que hago es prolongar los dos primeros rak ‘ats i acorto los dos últimos, no la disminuyo i no dejo de seguir la oración del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)’. Entonces dijo (‘Umar): ‘Esto es lo que se esperaba de ti’.

Este hadiz ha sido narrado por Yâbir ibn Samurah pero con la adición de estas palabras (de Sa ‘îd): “¿Estos beduinos me quieren enseñar la oración?” (46).

Abû Sa ‘îd Al-Judri relató: “La oración del mediodía empezaba i alguien podía ir a Al-Baqî ‘ (47) , hacer sus necesidades, luego hacer la ablución i volver mientras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) todavía estaba en el primer rak ‘ah de tanto que lo alargaba.”

Qaz ‘ah relató: “Fui a ver a Abû Sa ‘îd Al-Judri i él estaba rodeado de gente; cuando se fue la gente, le dije: ‘No te voy a preguntar lo que te estaban preguntando, te voy a preguntar sobre la oración del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)’. Entonces dijo: ‘No hay bien para ti en esto (48)’.De todos modos (Qaz ‘ah) repitió su pregunta. Dijo Abû Sa ‘îd: ‘La oración del mediodía comenzaba i uno de nosotros podía ir a Al-Baqî ‘, hcer sus necesidades, ir a su casa, hacer la ablución i luego volver a la mezquita i el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) todavía estaba en el primer rak ‘ah’.”
 

XXXII. LA RECITACIÓN EN LA ORACIÓN DE LA MAÑANA.
(918) Abdullah ibn Al-Sâ’ib relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en la oración del alba en Makka i comenzó con la sura de “Los Creyentes” (No.23) hasta llegar a donde se menciona a Moisés i Aarón (aleya 45) o donde se menciona a Jesús (aleya 50) (Muhammad ibn ‘Abbâd-uno de los transmisores-duda en este punto, o bien difiere sobre ello), momento en el cual una tos afectó al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam). Entonces hizo su inclnación.”Abdullah ibn Al-Sâ’ib presenció esto. En el mismo hadiz transmitido por Abdu Razzâq se dice: “…entonces acortó (la recitación) i a continuación hizo la inclinación”.

‘Amr ibn Hurayz relató: “Escuché al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitar en la oración del alba: ¡Por la noche cuando trae su oscuridad!... (81:17)”.

Qutbah ibn Mâlik relató: “Hice (cierta vez) una oración que dirigía el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), quien recitó: Qaf. ¡Por la gloriosa Recitación!” (50:1) hasta llegar a (la aleya): …i esbeltas palmeras (50:10), yo quise repetirla pero no pude seguir su significado.”

Qutbah ibn Mâlik relató que escuchó al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitar en la oración del alba: “…i esbeltas palmeras de apretados brotes” (50:10).

Ziyâd ibn ‘Ilaqah relató, bajo la autoridad de su tío, que este hizo la oración del alba con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) quien recitó en el primer rak ‘ah: “…i esbeltas palmeras de apretados brotes” o quizás dijo: “Qaf” (50:10) (49)

Yâbir ibn Samurah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en la oración del alba: Qaf. ¡Por la gloriosa Recitación! (sura 50) i acortar el resto de la oración.”

Simâk relató: “Le pregunté a Yâbir ibn Samurah sobre la oración del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) i me dijo: ‘Solía acortar la oración i no rezaba como esta gente (50).’ I me informo que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba: Qaf. ¡Por la gloriosa Recitación! (sura 50) i pasajes de ese largo.”

Yâbir ibn Samurah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en la oración del mediodía: ¡Por la noche cuando cubre! (sura 92); en la oración de la tarde algo parecido, i en la oración del alba algo más largo.”

Yâbir ibn Samurah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en la oración del mediodía: Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo (sura 87) i en la del alba algo más largo que esto.”

Abû Barza relató: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba enla oración del alba de 60 a 100.

Abû Barza Al-Aslamî (51) relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba en la oración del alba entre 60 i 100 versículos.”

Ibn ‘Abbâs relató: “Umm Al-Fadl, la hija de Al-Hâriz, lo escuchó recitar: ¡Por los que son enviados sucesivamente! (sura 77). Entonces ella dijo: ‘¡Hijo mío! Al recitar esa sura me has recordado la última sura que escuché recitar al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en la oración del ocaso (magrib)’.”

Este mismo hadiz ha sido transmitido por Al-Zuhrî con la misma cadena de transmisores pero con el agregado de: “…luego no volvió a dirigir la oración hasta que lo llamó Allah, Poderoso i Majestuoso.”

Yubayr ibn Mut ‘im relató: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitar la sura ‘El Monte’ (sura52) en la oración de la puesta del sol (magrib).”

Este mismo hadiz ha sido transmitido por Al-Zuhrî con la misma cadena de transmisores.
 

XXXIII. LA RECITACIÓN ENLA ORACIÓN DE LA NOCHE.

‘Adî relató: “Escuché a Al-Barâ’ narrar del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) que cuando estaba en un viaje rezó la oración de la noche i recitó en uno de los dos rak ‘ats: ¡Por el fruto de la higuera i del olivo! (sura 95).”

Al-Barâ’ ibn ‘Âzib relató: “Recé con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración de la noche y recitó: ¡Por el fruto de la higuera i del olivo!”

Al-Barâ’ ibn ‘Âzib relató relató: “Escuché al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitar en la oración de la noche: ¡Por el fruto de la higuera i del olivo! (sura 95), i nunca escuché a nadie con una voz más hermosa que la suya.”

Yâbir relató: “Mu ‘âdh solía rezar con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) i luego iba i dirigía (en la oración) a su gente. Una noche rezó con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración de la noche, luego fue i dirigió a su gente (en la oración) comenzando con la sura de La Vaca (52). Entonces un hombre se alejó, pronunció el taslim (‘La paz sea con vosotros’, que da por concluida la oración), i a continuación rezó solo i se fue. Entonces le dijeron: ‘¡Fulano! ¿Es que te has vuelto hipócrita?’ Contestó: ‘No. ¡Por Allah! Pero iré al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i le informaré.’ Así lo hizo i le dijo: ‘¡Mensajero de Allah! Nosotros cuidamos camellos que traen agua i trabajamos de día, Mu’âdh rezó contigo la oración de la noche luego vino i comenzó con la sura de La Vaca. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se dirigió a Mu ‘âdh i le dijo: _¡Mu ‘âdh! ¿Tú estás para crear problemas? Recita esto i aquello._” Yâbir relató que dijo:_Recita: Por el sol i su claridad matinal (sura 91), ¡Por la paz de la mañana! (sura 93), ¡Por la noche cuando se extiende! (sura 92) i Glorifica el Nombre de tu Señor, el Altísimo.(sura 87)_ (53).

Yâbir relató: “Mu ‘âdh ibn Yabal Al-Ansâri rezó con sus compañeros la oración de la noche, haciéndola larga para ellos. Entonces uno de los nuestros se separó e hizo su oración (solo). Mu ‘âdh fue informado de ello i dijo: ‘Es un hipócrita’. Cuando el hombre se enteró de esto, fue a lo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i le contó lo que había dicho Mu ‘âdh, entonces el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo (a Mu ‘âdh):_ ¿Quieres ser alguien que causa problemas, oh Mu ‘âdh? Cuando dirijas a la gente en la oración recita: Por el sol i su claridad matinal (sura 91), Glorifica el Nombre de tu Señor el Altísimo (sura 87), ¡Lee en el Nombre de tu Señor que ha creado! (sura 96) i ¡Por la noche cuando se extiende! (sura 92)_.”

Yâbir ibn Abdullah relató: “Mu ‘âdh ibn Yabal solía rezar con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración de la noche , i luego volvía con su gente i rezaba con ellos esa misma oración.”

Yâbir ibn Abdullah relató: “Mu ‘âdh solía rezar con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración de la noche i luego iba a la mezquita de su gente i rezaba (nuevamente) con ellos”.
 

XXXIV. EL DEBER DEL IMÂM ES QUE SU ORACIÓN SEA BREVE I COMPLETA.

Abû Mas ‘ûd Al-Ansâri relató: “Un hombre vino a ver al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i le dijo: ‘Yo no voy a la oración de la mañana por causa de fulano, ya que la alarga demasiado’. Nunca vi al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) tan enojado al dar una exhortación como en ese día. Él dijo:_¡Gente! Ciertamente entre vosotros hay quien ahuyenta a los orantes, tened cuidado. El que dirija (como imâm de la oración) a la gente que sea breve, ya que detrás vuestro hay ancianos, débiles i gente con necesidades_.”

Un hadiz como el anterior narrado por Hushaim ha sido transmitido por Isma ‘îl con la misma cadena de transmisores.

Abû Hurayra relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Si alguno de vosotros dirige a la gente (en la oración) que sea breve, ya que entre ellos hay pequeños i ancianos, débiles i enfermos. Pero si reza solo puede rezar como quiera_.”

Hammâm ibn Munabbih relató: “Esto es lo que nos transmitió Abû Hurayra de Muhammad Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)”, i mencionó unos hadices (entre ellos) éste: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si alguno de vosotros reza con la gente (dirigiéndola como imâm) que acorte la oración porque entre ellos hay ancianos i (personas) débiles. Pero si la hace solo, que alargue su oración lo que quiera_.”

Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si alguno de vosotros reza con la gente (dirigiéndola) que acorte (la oración) ya que entre la gente hay débiles, enfermos i personas que tienen necesidades (que atender)_.”

Abû Bakrr ibn ‘Abdu Rahmân relató que escuchó de Abû Hurayrah decir del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) lo que está en el hadiz anterior con la diferencia de que en lugar de : “enfermos” dice: “ancianos”.

‘Uzmân ibn Abû Al-‘Âs Al-Zaqafî (54) relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Dirigid a vuestra gente (en la oración)._ Yo dije: ‘¡Mensajero de Allah! Siento algo (preocupante) en mi alma.’ Dijo: _Acércate_ .Y me hizo sentar frente a él, puso su mano sobre mi pecho entre mis pectorales, luego me dijo: _Date vuelta_, i la puso en mi espalda entre los omóplatos. Luego dijo:_ Dirije a tu gente en la oración i sé breve, ya que entre ellos hay ancianos, enfermos, débiles i hay quienes tienen necesidades (que atender). Pero si uno de vosotros reza solo, que rece como quiera_.”

‘Uzmân ibn Abû Al-‘Âs relató: “La última cosa que me enseñó el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) fue:_Si diriges a la gente en la oración, sé breve_.”

Anas relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) era breve i perfecto en su oración.”

Anas relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) era de aquellos cuya oración es más breve i perfecta.”

Anas ibn Mâlik relató: “Nunca recé detrás de un Imâm cuya oración fuese más breve ni más perfecta que la del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).”

Anas relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) había escuchado el llanto de un niño que estaba con su madre, durante la oración, i entonces recitó una sura corta (para terminar más rápido).”

Anas ibn Mâlik relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Cuando comienzo la oración quiero hacerla larga, pero cuando escucho el llanto de un niño la reduzco por la preocupación de su madre_.”
 

XXXV. MODERACIÓN EN LOS PILARES DE LA ORACIÓN I SU BREVEDAD I PERFECCIÓN.

Al-Barâ’ ibn ‘Âzib relató: “Observé la oración de Muhammed (Assalalahu alayhi wa salaam) i noté que su posición de pie, su inclinación, su vuelta a la posición de pie luego de la inclinación, su prosternación, su sentada entre las dos prosternaciones, su prosternación i su sentada final, eran casi iguales (en duración).

Al-Hakam relató: “Kufa era dominada por un hombre llamado Zaman ibn Al-Ash ‘az (55) que ordenó a Abû ‘Ubaydah ibn Abdullah que dirigiese a la gente en la oración. Entonces él solía dirigirlos i cuando levantaba su cabeza de la inclinación permanecía el tiempo suficiente para que yo recitase (esta súplica): ‘¡Oh Allah! Señor nuestro para Ti son las alabanzas que llenan los cielos i la tierra i llenan lo que tú quieras además de esto. Merecedor de toda alabanza i gloria. Nadie puede retener lo que Tú das i nadie puede dar lo que Tú retienes i el poseedor de grandeza no se beneficiará de su grandeza ante Ti’.” Al-Hakam dijo: “Le mencioné esto a Abdu Rahmân ibn Abî Layla que dijo: ‘Escuché a Al-Barâ ibn ‘Âzib decir: En la oración del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) (la duración de) la inclinación, cuando levantaba su cabeza de la inclinación, su prosternación i entre las dos prosternaciones eran casi iguales’.” Shu ‘bah dijo: “Se lo mencioné a ‘Amr ibn Murrah que dijo: ‘Vi a Ibn Abî Layla i su oración no era así’.”

Al-Hakam relató: “Cuando Matar ibn Nâÿiah dominaba Kufa le ordenó a Abû ‘Ubayd que dirigiese a la gente en la oración…”, i el resto del hadiz es igual.
(956) Transmitió Zâbit bajo la autoridad de Anas, quien dijo: “Cuando os dirijo en la oración no acorto nada, rezo como vi al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dirigiéndonos en la oración.” Dijo (Zâbit): “Anas solía hacer aquello que vosotros no hacéis, cuando levantaba su cabeza de la inclinación permanecía en esa posición (tanto tiempo) que uno pensaba: ‘Se ha olvidado (de prosternarse)’, i cuando levantaba su cabeza de la prosternación permanecía en esa posición (tanto tiempo) hasta que uno pensaba: ‘Se ha olvidado (de la segunda prosternación)’.”

Zâbit narró de Anas, quien dijo: “Nunca recé una oración tan ligera i perfecta como la que hice detrás del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam). La oración del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) era equilibrada i la oración de Abû Bakrr era equilibrada. Cuando fue el tiempo de ‘Umar ibn Al-Jattâb él prolongaba la oración del alba’, se quedaba de pie hasta que decíamos: ‘Se ha olvidado’, luego se prosternaba i se sentaba entre las dos prosternaciones hasta que decíamos: ‘Se ha olvidado’.” (56)
 

XXXVI. SEGUIR AL IMÂM I ACTUAR DESPUÉS DE ÉL.

(958) “Al-Barâ’ relató (i él no era un mentiroso) que cuando rezaban detrás del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i él levantaba su cabeza de la inclinación, nunca vio a nadie doblar su espalda hasta que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) ponía su frente en la tierra, luego ellos se prosternaban después de él.” (57)
(959) Al-Barâ’ relató (i él no era un mentiroso): “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decía: ‘Allah escucha a quien Le alaba’ ninguno de nosotros doblaba su espalda hasta que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se prosternaba, luego nosotros nos prosternábamos.”
(960) Al-Barâ’ relató que ellos rezaban con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): “Si se inclinaba, ellos se inclinaban i cuando levantaba su cabeza de la inclinación i decía: ‘Allah escucha a quien Le alaba’, nos quedábamos de pie hasta que veíamos poner su rostro en la tierra, luego nos prosternábamos después de él.”
(961) Al-Barâ’ relató: “Cuando estábamos con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) (en la oración) ninguno de nosotros inclinaba su espalda hasta que veíamos que ya se había prosternado.” Zuhayr i otros dicen en su versión(del hadiz): “…hasta que lo veíamos prosternarse”.
(962) ‘Amr ibn Hurayz relató: “Recé detrás del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración del alba i lo escuché recitar: ¡Pues no! ¡Juro por los planetas que aparecen i desaparecen! (81:15, 16), i ninguno de los nuestros doblaba su espalda hasta que completaba su prosternación.”
 

XXXVI (bis). LO QUE SE DICE AL LEVANTAR LA CABEZA DE LA INCLINACIÓN.

(963) Ibn Abî Awfa (58) relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) levantaba su espalda de la inclinación decía:_ Allah escucha a quien Le alaba, ¡Allahummah! Señor nuestro, para Ti son las alabanzas que llenan los cielos i la tierra i llenan todo lo que Tú quieras además de esto_.”
(964) Abdullah ibn Abî Awfa relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía rogar con esta súplica:_ ¡Allahummah! Señor nuestro, para Ti son las alabanzas que llenan los cielos i la tierra i llenan todo lo que Tú quieras además de esto_.”
(965) Abdullah ibn Abî Awfa relató del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) que éste solía decir: _¡Allahummah! Para Ti las alabanzas que llenan los cielos i la tierra i llenan lo que Tú quieras además de esto. ¡Allahummah! Límpiame de los pecados i errores como una vestimenta blanca es purificada de la suciedad._
(966) Este mismo hadiz ha sido narrado por Shu ‘bah con la misma cadena de transmisores; en la versión de Mu ‘âdh las palabras son:_... como una vestimenta blanca es purificada de la mugre_, i en la versión de Yazîd dice:_... de las manchas_.
(967) Abû Sa ‘îd Al-Judri relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) levantaba su cabeza de la inclinación decía: _ ¡Allahummah! Señor nuestro para Ti son las alabanzas que llenan los cielos i la tierra i llenan lo que Tú quieras además de esto. Merecedor de toda alabanza i gloria, i El que más derecho tiene a lo que dice Su siervo i todos nosotros somos Sus siervos. ¡Allahummah! Nadie puede retener lo que Tú das o dar lo que Tú retienes i el poseedor de grandeza no se beneficiará de su grandeza ante Ti_.”
(968) Ibn ‘Abbâs relató: “Cuando el Prefeta (Assalalahu alayhi wa salaam) levantaba su cabeza de su inclinación decía: ¡Allahummah! Señor nuestro para Ti son las alabanzas que llenan los cielos i la tierra i lo que está en medio, i llenan lo que Tú quieras además de esto. Merecedor de toda alabanza i gloria, i El que más derecho tiene a lo que dice Su siervo i todos nosotros somos Sus siervos: ¡Allahummah! Nadie puede retener lo que Tú das o dar lo que Tú retienes i el poseedor de grandeza no se beneficiará de su grandeza ante Ti_.”
(969) Ibn ‘Abbâs relató del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) las mismas palabras (del hadiz anterior) hasta:_... i llenan lo que Tú quieras además de esto_ i no menciona lo que está después.
 

XXXVI (ter). PROHIBICIÓN DE RECITAR EL CORÁN EN LA INCLINACIÓN Y LA PROSTERNACIÓN.

(970) Ibn ‘Abbâs relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) descorrió la cortina (de su habitación) i (vio) la gente en filas (para la oración) detrás de Abû Bakrr. Entonces dijo:_¡Oh gente! En verdad que no quedarán de las buenas nuevas de la profecía excepto las visiones justas (o los buenos sueños) (59) que ve el musulmán o que se le muestran. I sabed que se me ha prohibido recitar el Corán en la inclinación i en la prosternación; en cuanto a la inclinación exaltad en ella al Señor, Poderoso i Majestuoso i en cuanto a la prosternación esforzaos en la súplica, pues así será digna de ser respondida para vosotros_.”
(971) Abdullah ibn ‘Abbâs relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) corrió la cortina i su cabeza estaba vendada a causa de la enfermedad por la que murió, entonces dijo:_¡Allahummah! ¿Lo he transmitido?_ (al Mensaje). Lo repitió 3 veces. (I dijo:)_En verdad que no quedarán de las buenas nuevas de la profecía excepto las visiones (o sueños) que ve el siervo piadoso o que se le muestran_.” I a continuación sigue el hadiz como el anterior transmitidopor Sufiân.
(972) ‘Alî ibn Abû Tâlib relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) me prohibió recitar el Corán en la inclinación i en la prosternación.”
(973) ‘Alî ibn Abû Tâlib relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) me prohibió recitar el Corán cuando esté inclinado i prosternado
(974) ‘Alî ibn Abû Tâlib relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) me prohibió la recitación en la inclinación i en la prosternación, i no digo: os prohibió.”
(975) ‘Alî relató: “Mi amado (Assalalahu alayhi wa salaam) me prohibió que recite inclinado o prosternado”
(976) Este mismo hadiz ha sido transmitido por varios narradores como Ibn ‘Abbâs i otros, i todos ellos relatan que ‘Âli dijo: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) me prohibió recitar el Corán cuando estoy en la inclinación”; i no se menciona la prohibición de la recitación en la prosternación, como si la mencionan en cambio: Al-Zuhrî, Zayd ibn Aslam, Al-Walîd ibn Kazîr i Dawud ibn Qays.
(977) Este hadiz ha sido transmitido por otras vías bajota autoridad de ‘Alî pero sin mencionar: “…i en la prosternación”.
(978) Ibn ‘Abbâs relató: “Se me prohibió recitar el Corán en la inclinación.” I no se menciona a ‘Alî en la cadena de transmisores.
 

XXXVII. QUÉ SE DEBE DECIR EN LA INCLINACIÓN I EN LA PROSTERNACIÓN.

(979) Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Lo más cerca que está el siervo de su Señor es cuando está en la prosternación, por ello aumentad vuestros ruegos (en esa posición)_.”
(980) Abû Hurayra relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba prosternado decía: _¡Allahummah! Perdóname todos mis pecados, grandes i pequeños, primeros i últimos, manifiestos i ocultos_.”
(981) ‘Â’ishah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando estaba en la inclinación i en la prosternación incrementaba (las súplicas):_¡Glorificado seas, Allahummah! Señor nuestro, i en Tu alabanza, ¡Allahummah! Perdóname, Cumpliendo la orden del Corán.” (60)
(982) ‘Â’ishah relató: “Antes de morir el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) incrementó (la pronunciación de las súplicas) :Glorificado seas i en Tu alabanza. Te pido perdón i hacia Ti me vuelvo.” Le pregunté: ‘¡Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)! ¿Qué palabras son estas que estás recitando?’ Respondió: _Se me dio un signo en mi comunidad que cuando lo viese debía decir esto; (el signo es): Cuando llegue la victoria de Allah i la conquista, i veas entrando a la gente en la religión de Allah en tropeles…(110:1, 2)_hasta el final de la sura” (61) .
(983) ‘Â’ishah relató: “Nunca vi al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), después que se le reveló (la sura) Cuando llegue la victoria de Allah i la conquista (sura 110) hacer su oración sin suplicar.” O “sin decir en ella (la oración):_Glorificado seas, Señor mío, i para Ti son las alabanzas, ¡Allahummah! Perdóname_.”
(984) ‘A’ishah relató: “ElMensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) incrementó (la repetición) de las palabras:_ Glorificado sea Allah i en su alabanza. Pido perdón a Allah i hacia Él me vuelvo (arrepentido)_. Entonces le dije: ‘¡Mensajero de Allah! Veo que has incrementado (la repetición) de las palabras: Glorificado sea Allah i en su alabanza. Pido perdón a Allah i hacia Él me vuelvo.’ Dijo:_Mi Señor me informó que vería un signo en mi comunidad, i que cuando lo viese incrementase la repetición de las palabras: ‘Glorificado sea Allah i en Su alabanza. Pido perdón a Allah i hacia Él me vuelvo’, i ciertamente lo vi (cuando se reveló esta sura):Cuando llegue la victoria i la conquista, la conquista de Makka, i veas entrar a la gente en masa en la religión de Allah , glorifica a tu Señor en Su alabanza i pídele perdón. Él siempre acepta a quien él se vuelve (sura 110)_.”
(985) Ibn Yurayÿ relató: “Le pregunté a ‘Atâ: ‘¿Qué es lo que dices en la inclinación?’ Respondió: (digo) ‘Glorificado seas i en Tu alabanza, no hay más Dios que Tú.’ Ibn Abî Mulayka me informó bajo la autoridad de ‘Â’ishah, quien dijo: ‘Una noche no encontraba al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) i pensé que había ido a lo de una de su esposas, lo busqué i luego regresé i lo encontré en la inclinación o en la prosternación diciendo: _Glorificado seas i en Tu alabanza, no hay más Dios que Tú._ Entonces le dije: ‘¡Que mi padre i mi madre sean tu rescate!, yo pensaba que estabas ocupado en una cosa i tú lo estabas en otra’ (62).”
(986) ‘Â’ishah relató: “Una noche noté la ausencia del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en la cama, lo busqué i mi mano tocó las plantas de sus pies mientras él estaba en la prosternación. Estaban levantados (sus pies) i estaba diciendo: _¡Allahummah! Me refugio en Tu conformidad de Tu ira, i en Tu perdón de Tu castigo, i me refugio en Ti de Ti, no puedo calcular Tus alabanzas (e.d.: abarcar). Tú eres como te exaltas a Ti mismo_.”
(987) ‘Â’ishah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando estaba en la inclinación i en la prosternación decía:_Glorioso, Santísimo, Señor de los ángeles i del espíritu_.”
(988) Este mismo hadiz ha sido narrado por ‘Â’ishah con otra cadena de transmisores.
 

XXXVIII- LA EXCELENCIA DE LA PROSTERNACIÓN Y LA EXHORTACIÓN A HACERLA.

(989) Ma ‘dân ibn Talhah relató: “Encontré a Zawbân , el esclavo liberto del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), i le dije: ‘Infórmame de una acción que si la hago Allah me hará entrar al paraíso’ o dije: ‘(Infórmame sobre) el acto más amado por Allah.’ Él se quedó callado; pregunté (nuevamente) i él siguió callado. Pregunté por tercera vez, i entonces dijo: _ Tienes que prosternarte mucho ante Allah, ya que no te prosternas ante Allah sin que Allah eleve tu grado a causa de ello i sin que se te quite un pecado por ello _.’” Ma ‘dân dijo: “ Luego me encontré con Abû Dardâ’ i le pregunté i me contestó lo mismo que Zawbân.”
(990) Rabî ‘ah ibn Ka ‘b Al-Aslamî (63) relató: “ Pasé una noche con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i le alcancé agua (para la ablución) i lo que necesitaba, entonces me dijo: _Pide_. Dije: ‘Pido tu compañía en el Paraíso.’ Dijo: _¿U otra cosa?_ Dije: ‘Eso (es lo que quiero)’. Dijo: _Entonces ayúdame a lograr esto para ti con muchas prosternaciones_.”
 

XXXIX. POSICIÓN DE LOS MIEMBROS EN LA PROSTERNACIÓN I LA PROHIBICIÓN DE RECOGERSE LA ROPA I EL PELO, I DE TRENZARSE EL PELO DURANTE LA ORACIÓN.

(991) Ibn ‘Abbâs relató: “Le fue ordenado al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) prosternarse sobre 7 partes del cuerpo, i (le fue) prohibido recogerse la ropa i el pelo.” Abû Rabî ‘ah dijo-en su versión- (las palabras son): “…sobre 7 partes i le fue prohibido recogerse la ropa i el pelo. (Las partes son): Las manos, las rodillas, los pies i la frente.”
(992) Ibn Abbâs relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Se me ordenó prosternarme sobre 7 partes i no recoger mi ropa ni mi pelo_.
(993) Ibn Abbâs relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) ordenó prosternarse sobre (7 partes del cuerpo) i prohibió recogerse el pelo i la ropa.”
(994) Ibn Abbâs relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Se me ordenó prosternarme sobre 7 partes: la frente (i señaló con su mano a su nariz), las manos, las piernas i las puntas de los pies, i a no recoger la ropa ni el pelo_.”
(995) Abdullah ibn ‘Abbâs relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_ Se me ordenó prosternarme sobre 7 i a no recoger la ropa i el pelo. (Las 7 partes son): la frente i la nariz, las manos, las rodillas i los pies_.”
(996) Abdullah ibn ‘Abbâs relató que vio a Abdullah ibn Al-Hâriz hacer la oración i su pelo estaba trenzado atrás de su cabeza, entonces se paró (Ibn ‘Abbâs) i se las desarmó (a las trenzas). Cuando terminó la oración se acercó a Ibn ‘Abbâs i le dijo: “¿Qué pasa con mi cabeza?” Dijo (Ibn ‘Abbâs):”Escuché al mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir:_El ejemplo de éste (el que reza con el pelo trenzado) es como el que reza con las manos atadas atrás_.”
 

XL. LA MODERACIÓN EN LA PROSTERNACIÓN, PONER LAS PALMAS EN EL SUELO I SEPARAR LOS CODOS DE LOS COSTADOS I EL ABDOMEN DE LOS MUSLOS CUANDO SE ESTÁ EN LA PROSTERNACIÓN.

(997) Anas relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Sed moderados en la prosternación i no apoyéis vuestros antebrazos (en el suelo) como el perro_.”
(998) Este hadiz ha sido narrado también por Shu ‘bah con la misma cadena de transmisores. I en la versión transmitida por Ibn Ya ‘far (las palabras son): _No apoyéis vuestros antebrazos como lo hace el perro_.
(999) Al-Barâ’ (ibn ‘Âzib) relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo:_Si os prosternáis poned vuestras palmas (en el suelo) i levantad vuestros codos_.”
(1000) Abdullah ibn Mâlik ibn Buhaynah (64) relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) hacía la oración (en la prosternación) extendía sus brazos de tal modo que se veía la blancura de sus axilas .”
(1001) Este mismo hadiz ha sido transmitido por Ya ‘far ibn Rabî ‘ah con la misma cadena de transmisores. En la narración transmitida por ‘Amr ibn Al-Hâriz (las palabras son): “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba en la prosternación extendía sus brazos hasta que se volvía visible la blancura de sus axilas.” I en la narración transmitida por Al-Layz (las palabras son): “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba en la prosternación alejaba sus brazos de las axilas de tal modo que se veía su blancura.”
(1002) Maymûnah relató: “Cuando el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba en la prosternación si un cordero quería pasar bajo sus brazos lo podía hacer.”
(1003) Maymûnah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), dijo: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se prosternaba extendía sus brazos (o sea: los separaba) tanto hasta que la blancura de sus axilas se veía desde atrás i cuandopasaba a la posición de sentado lo hacía sobre el muslo izquierdo.”
(1004) Maymûnah,la hija de Hâriz, relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se prosternaba abría sus brazos hasta que se veía desde atrás sus axilas.” Wakî ‘ dijo: “O sea su blancura.”
 

XLI. LA EXCELENCIA DE LA ORACIÓN I ELMODO DE COMENZARLA; DE LA INCLINACIÓN I LA MODERACIÓN EN ELLA, I DE LA PROSTERNACIÓN I LA MODERACIÓN EN ELLA.

(1005) ‘Â’ishah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) iniciaba su oración con el takbir (Allah es el Más Grande) i con la recitación de Las alabanzas son para Allah, Señor de todos los mundos (sura Al-Fátiha), i cuando se inclinaba no levantaba ni bajaba su cabeza sino que lo hacía entre las dos (o sea recta); cuando se levantaba de la inclinación no se prosternaba hasta erguirse (por completo); cuando levantaba la cabeza de la prosternación no se prosternaba (de nuevo) hasta sentarse (por completo); i cada dos rak ‘ats decía el tahiyyah (65). Solía poner su pie izquierdo plano (sobre el suelo) i el pie derecho levantado, i prohibió sentarse sobre los tobillos como lo hace Satanás i prohibió que la gente extienda sus brazos como una bestia salvaje, i terminaba su oración con el taslim (La paz sea con vosotros).”
 

XLII. EL SUTRAH (66) DEL ORANTE.

(1006) Mûsa ibn Talhah (67) relató bajo la autoridad de su padre que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si alguno de vosotros pone frente a él algo, como la parte posterior de una montura, debe rezar sin preocuparse por quien pasa del otro lado_.
 

(1007) Mûsa ibn Talhah relató bajo la autoridad de su padre: “Solíamos rezar i los animales se movían frente a nosotros, entonces le mencionamos esto al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i él nos dijo: _Si ponéis frente a vosotros algo, como la parte posterior de una montura, luego lo que pase delante vuestro no os hará daño_.” Ibn Numayr dijo (en su versión): _...No os hará daño lo que pase delante vuestro._
 

(1008) ‘Â’ishah relató: “Le preguntaron al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) sobre el sutra del orante i dijo:_Como la parte posterior de una montura_.”
 

(1009) ‘Â’ishah relató: “Le preguntaron al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en la batalla de Tabuk sobre el sutrah del orante i dijo: _(Puede ser algo) Como la parte posterior de una montura_.”
 

(1010) Ibn ‘Umar relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salía para el ‘Îd (fiesta religiosa de los musulmanes) ordenaba poner una lanza frente a él i rezaba hacia ella i la gente detrás de él, i (también) hacía esto en los viajes i es por esto que los emires la llevan.”
 

(1011) Ibn ‘Umar relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía poner (en la tierra) (i Abû Bakrr-en su versión- dijo: hundía) una espada i rezaba hacia ella.” Ibn Abî Shaybah agregó: “ ‘Ubaydullâh dijo: ‘Era un sable’.”
 

(1012) Ibn ‘Umar relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía poner su camello (entre él i la qiblah) i él rezaba hacia esa dirección.”
 

(1013) Ibn ‘Umar relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) rezaba hacia su camella.” Ibn Numayr relató que el profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía rezar hacia su camello.
 

(1014) Abû Yuhayfah relató bajo la autoridad de su padre: “Fui a lo del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) en Makka cuando estaba en Al-Abtah (un lugar conocido en las afueras de la ciudad) en su tienda de cuero rojo. Entonces salió Bilâl con agua para su ablución (i con lo que quedó de ella) algunos de ellos se frotaron con ella. Entonces salió el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) cubierto con un manto rojo i yo vi el blanco de sus pantorrilas, hizo la ablución i Bilâl hizo el adhân, yo seguí su boca hacia un lado i el otro (hacia la derecha i la izquierda): ‘Venid a la oración, venid a la felicidad’. Luego se fijo (en el suelo) una lanza frente e él, se adelantó i rezó dos rak ‘ats de la oración del mediodía cuando pasaron frente a él un perro i un burro que no fueron controlados, luego rezó dos rak ‘ats de la oración de la tarde, luego siguió rezando dos rak ‘ats (68) hasta que volvió a la ciudad.”
 

(1015) Abû Yuhayfah relató que su padre vio al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en su tienda de cuero rojo: “Y vi a Bilâl tomar el agua de la ablución (dejada por el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), i presencié a la gente compitiendo para obtener dicha agua, i el que la obtenía se frotaba con ella i el que no, tocaba la humedad de la mano de su compañero (que sí la había conseguido). Luego vi a Bilâl tomar un bastón i fijarlo en el suelo, entonces salió el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) con un manto rojo i dirigió a los hombres en dos rak ‘ats de oración frente al bastón, i vi a los hombres i a los animales pasar delante del bastón.”
 

(1016) ‘Awn ibn Abû Yuhayfah relató bajo la autoridad de su padre del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) un hadiz como el anterior de Sufyân, i ‘Umar ibn Abû Zâ’idah agregó: “…unos compitiendo con otros (para obtener el agua)” , i en la versión de Mâlik ibn Migwal (se agrega): “Cuando llegó el mediodía salió Bilâl i llamó a la oración…”
 

(1017) Abû Yuhayfah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salió hacia Al-Bat-ha, hizo la ablución, rezó dos rak ‘ats de la oración del mediodía i dos rak ‘ats de la oración de la tarde i había una lanza frente a él.” Shu ‘bah dijo: “Y ‘Awn agregó bajo la autoridad de su padre Abû Yuhayfah: ‘Y una mujer i un burro pasaron por delante (de la lanza)’.”
 

(1018) Shu ‘bah relató lo mismo basándose de dos cadenas (de transmisores), i en la versión de Hakam dice: “La gente comenzó a conseguir la sobra del agua de su ablución.”
 

(1019) Ibn ‘Abbâs relató: “Llegué montado en una burra. Yo estaba (por entonces) en el umbral de mi adultez; el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba dirigiendo la oración en Mina, pasé frente a la fila (de la oración), me bajé, envié a la burra a pastar i me uní a la fila, i nadie me lo objetó.”
 

(1020) Abdullah ibn ‘Abbâs relató que llegó montado en un burro i el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba dirigiendo la oración en Mina en ocasión de la Peregrinación de la Despedida. El burro pasó frente a la fila (de la oración), descendió de él i se unió a las filas con la gente.
 

(1021) Este hadiz ha sido transmitido por Ibn ‘Uyaynah bajo la autoridad de Al-Zuhrî conla misma cadena de transmisores, i él dice (como agregado): “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dirigía la oración en ‘Arafat.”
 

(1022) Este hadiz ha sido transmitido también por Ma ‘mar bajo la autoridad de Al-Zuhrî conla misma cadena de transmisores, pero no menciona ni a Mina ni a ‘Arafat, i dice: “En la Peregrinación de Despedida” o “en el Día de la Victoria”.
 

(1023) Abû Sa ‘îd Al-Judri relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Cuando uno de vosotros esté rezando que no deje que nadie pase frente a él (si no ha puesto un sutrah), i que trate de alejarlo lo más que pueda, i si se resiste que lo aleje por la fuerza ya que se trata de un Shaytân (un demonio)_.
 

(1024) Dijo Abû Hilal: “Estábamos yo i un compañero mío citándonos mutuamente un hadiz, cuando dijo Abû Sâlih Al-Sammân: ‘Te voy a contar lo que escuché i vi de Abû Sa ‘îd Al-Judri: Un día yo estaba con Abû Sa ‘îd rezando la oración del viernes hacia algo que lo ocultaba de la gente cuando llegó un joven de la tribu de los Mu ‘ayt que trató de pasar frente a él. Entonces él (Abû Sa ‘îd) lo golpeó en el pecho, buscó otro lugar para pasar pero no encontrando otro camino que frente a Abû Sa ‘îd, lo intentó nuevamente, entonces lo golpeó en el pecho más fuerte que la primera vez, entonces se detuvo i tuvo una pelea con Abû Sa ‘îd i la gente se reunió allí. Fue (el joven) i se quejó a Marwân, i Abû Sa ‘îd también fue a Marwân i Marwân le dijo: ‘¿Qué les pasa a ti i al hijo de tu hermano? Vino a quejarse de ti.’ Entonces Abû Sa ‘îd dijo: ‘Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir:_ Si uno de vosotros está rezando en dirección hacia algo que lo oculta (o protege) de la gente i alguien trata de pasar frente a él, que lo aleje i si insiste que lo aleje por la fuerza porque se trata de un Shaytân_’.”
 

(1025) Abdullah ibn ‘Umar relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si uno de vosotros está rezando que no permita que alguien pase frente a él i si insiste, que lo rechace por la fuerza porque tiene un demonio en él_.”
 

(1026) Este mismo hadiz ha sido narrado por Ibn ‘Umar con otra cadena de transmisores.
 

(1027) Busr ibn Sa ‘îd relató que Zayd ibn Jâlid Al-Yuhanî lo mandó a lo de Abû Yuhaym para que le preguntase sobre lo que había escuchado del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) con respecto al que pasa frente al que está rezando. Abû Yuhaym relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Si el que pasa frente al que está rezando supiera lo que está haciendo se quedaría parado 40 años antes de pasar frente a él_.” Abû Nadr (uno de los transmisores) dijo: “No sé si dijo 40 días, meses o años.”
 

(1028) Este hadiz ha sido transmitido también por Abû Yuhaym por otra cadena de transmisores.
 

(1029) Sahl ibn Sa ‘d Al-Sâ ‘idî relató: “Entre el lugar en el que rezaba el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i la pared (orientada hacia la qiblah) podía pasar una oveja.”
 

(1030) Salamah (ibn Al-Akwa ‘) relató que escogió el lugar (en la mezquita) donde se guardaban las copias del Corán, para allí glorificar a Allah, i recordó que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía escoger ese lugar i que había entre el minbar (púlpito) i la qiblah (dirección de la Kaaba) un lugar donde podía pasar una oveja.
 

(1031) Yazîd relató: “Salamah escogió rezar cerca del pilar donde se guardaban copias del Corán, entonces le dije: ‘¡Abû Muslim! Veo que estás procurando rezar cerca de este pilar.’ Dijo: ‘Vi al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) esmerarse por rezar allí’.”
 

(1032) Abû Dharr relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Cuando uno de vosotros se dispone a rezar que ponga frente a él algo del tamaño de la parte de atrás de una montura. Pues si no pone frente a él algo como la parte de atrás de una montura, le interrumpirá la oración (si pasa frente a él) un burro, una mujer o un perro negro (69)_.” Pregunté: “¡Abû Dharr! ¿Qué diferencia hay entre un perro negro, un perro rojo o un perro amarillo?” Respondió: “¡Hijo de mi hermano! Le pregunté al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) lo mismo que me preguntaste i entonces me dijo: _El perro negro es un demonio_.”
 

(1033) Este mismo hadiz ha sido transmitido por Humayd ibn Hilâl bajo la autoridad de Yûnus.
 

(1034) Abû Hurayra relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: _Una mujer, un burro i un perro interrumpen la oración, pero algo como la parte de atrás de una montura protegen de ello (de la interrupción)_.”
 

(1035) ‘Â’ishah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía rezar durante la noche i yo yacía entre él i la qiblah como un cadáver en el ataúd.”
 

(1036) ‘Â’ishah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía rezar durante toda la noche i yo yacía entre él i la qiblah, i cuando quería rezar el witr (70) me despertaba i yo también lo hacía.”
 

(1037) ‘Urwah ibn Zubayr relató: “ ‘Â’ishah preguntó: ‘¿Qué es lo que interrumpe la oración?’ Contestamos: ‘La mujer i el burro.’ Ella dijo: ‘¿Acaso la mujer es un animal horrible? Ciertamente me veo yaciendo frente al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) como un cadáver en su ataúd i él rezando’.”
 

(1038) Masrûq relató: “Se mencionó frente a ‘Â’ishah lo que interrumpía la oración: el perro, el burro i la mujer. Entonces ‘Â’ishah dijo: ‘Nos comparáis con los perros. ¡Por Allah! Yo he visto al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezando mientras yo estaba en la cama entre él i la qiblah. Cuando yo tenía necesidad de levantarme no quería sentarme frente al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i así distraerlo entonces me movía cuidadosamente hasta el pie del lecho’.”
 

(1039) Al-Aswad relató: “ ‘Â’ishah dijo: ‘Nos habéis puesto en el nivel de los perros i de los burros, mientras que yo he yacido sobre la cama i llegó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i se paró frente a la mitad del lecho i rezó (hacia ella ), yo no quería quitarme la frazada (frente a él) entonces me deslizaba hacia el pie de la cama hasta descender por allí’.”
 

(1040) ‘Â’ishah relató: “Estaba durmiendo frente al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) con mis piernas entre él i la qiblah i cuando se prosternaba las tocaba. Entonces encogía mis piernas i cuando se levantaba las estiraba (de nuevo).En aquellos tiempos las casas no tenían lámparas.”
 

(1041) Maymûnah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía rezar i yo (yacía) opuesta a él, i estaba menstruando, i a veces sus ropas me rozaban cuando se prosternaba.”
 

(1042) ‘Â’ishah relató:”El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía rezar por la noche i yo estaba a su lado con la menstruación, cubierta por una sábana i parte de ella estaba sobre su lado.”
 

XLIII. LA ORACIÓN CON UNA SOLA VESTIMENTA.


 

- Continuará -

 

 

 INDICE VOL. II              FINAL VOL. II              INDICE SAHIH MUSLIM


Libro de las Mezquitas o Lugares de Oración

 

XX. EL OLVIDO (O DISTRACCIÓN) EN LA ORACIÓN Y LAS PROSTERNACIONES COMO COMPENSACIÓN.

 

(1159) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Ciuando uno de vosotros se dispone a rezar viene Shaytân i lo confunde hasta sabe cuánto ha rezado. En consecuencia, si a alguno de vosotros le sucede esto, que haga dos prosternaciones mientras está sentado (63)’.”

 

(1160) Este mismo hadiz ha sido narrado por Al-Zuhrî con la misma cadena de transmisores.

 

(1161) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “Cuando se da el adhân, Shaytân se escapa con ventosidades para no escucharlo. Cuando termina el adhân, vuelve, i cuando se pronuncia el takbir, se escapa de nuevo, i cuando termina vuelve i distrae al hombre diciendo: ‘Acuérdate de esto i acuérdate de esto otro’, de cosas que no tenía en su mente, hasta que el hombre ya no sabe cuánto ha rezado. En consecuencia, si uno de vosotros no saber cuánto ha rezado, que haga dos prosternaciones en la posición de sentado’.”

 

(1162) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Cuando se llama para la oración, Shaytân se escapa con ventosidades’. I el resto del hadiz es el mismo salvo que agrega: ‘…Le recuerda cosas agradables i cosas deseadas i de necesidades que o recordaba…’.

 

(1163) Abdullah ibn Buhaynah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en dos rak’ats de una de las oraciones obligatorias. I se levantó sin sentarse (64), i la gente se levantó con él. Cuando terminó su oración i esperábamos que pronunciara el saludo (as-salâmu ‘alaykum), dijo: ‘¡Allah es el Más grande!’ i se prosternó dos veces mientras estaba en la posición de sentado, antes del saludo i luego saludó.” (65)

 

(1164) Abdullah ibn Buhaynah Al-Asdi, aliado de los Banu Abdul Muttalib relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se paró en la oración del mediodía siendo que debía sentarse (después de dos rak’ats). Cuando completó la oración hizo dos prosternaciones i en cada prosternación dijo: ‘Allahu akbar’ (Allah es el Más grande) i se sentó antes del saludo final, i la gente se prosternó con él. I esto fue en compensación por el olvido (de sentarse después del segundo rak’ah).”

 

(1165) Abdullah ibn Mâlik ibn Buhaynah Al-Asdi relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en su oración se levantó después del segundo rak’ah, cuando tenía que sentarse, entonces cuando llegó al final de la oración se prosternó antes del saludo i luego saludó.”

 

(1166) Abû Sa’îd Al-Judri relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si Alguno de vosotros duda en su oración i no sabe cuanto ha rezado, si tres o cuatro (rak’ats), que aleje la duda i actúe bajo lo que está seguro. I luego que se prosterne dos veces antes del saludo final. Así, si rezó cinco (rak’ats), su oración será impar, i si rezó exactamente cuatro serán una humillación para el Shaytân (66)’.”

 

(1167) Este hadiz ha sido narrado por Zayd ibn Islam con la misma cadena de transmisores, i dice: ‘…que se prosterne dos veces antes del salâm’ como lo mencionó Sulaymân ibn Bilâl.

 

(1168) ‘Alqamah (67) narró bajo la autoridad de Abdullah (ibn Mas’ûd) que dijo: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó (Ibrâhîm dijo: ‘agregó o quitó-a la oración-). Cuando hizo el saludo (finalizando) le dijeron: ‘¡Mensajero de Allah! ¿Hay algo nuevo en la oración?’ Preguntó: ‘¿Por qué?’ Dijeron: ‘Rezaste así i así.’ Entonces movió sus pies, enfrentó la qiblah i se prosternó dos veces i luego hizo el saludo. Luego volvió a nosotros su rostro i nos dijo: ‘Si hubiera algo nuevo en la oración yo os lo informaría, pero en verdad soy un ser humano i me olvido como vosotros olvidáis. Entonces, cuando me olvide, recordádmelo. I cuando uno de vosotros tenga dudas en su oración, que busque lo correcto i complete así su oración i que luego se prosterne dos veces’.”

 

(1169) Este mismo hadiz ha sido transmitido por Mansûr con la misma cadena de transmisores con una muy pequeña modificación de palabras.

 

(1170) Este hadiz ha sido transmitido por Mansûr con la misma cadena de transmisores, pero con el agregado de estas palabras: ‘…Su objetivo debe ser lo correcto, eso es lo aconsejable’.

 

(1171) Este hadiz ha sido transmitido por Mansûr con la misma cadena de transmisores con el agregado de estas palabras: ‘…Que busque lo correcto i completo (en su oración)’.

 

(1172) Este hadiz ha sido transmitido por Mansûr con la misma cadena de transmisores i dice: ‘…Que busque lo correcto es lo aconsejable’.

 

(1173) Este hadiz ha sido transmitido por Mansûr con la misma cadena de transmisores i dice: ‘…Que busque lo que de acuerdo a él es lo correcto’.

 

(1174) Este hadiz ha sido transmitido por Mansûr con la misma cadena de transmisores i dice: ‘…Que busque lo correcto’.

 

(1175) Abdullah (ibn Mas’ûd) relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó cinco (rak’ats) en la oración del mediodía, entonces cuando dio su saludo final le dijeron: ‘¿Se le ha agregado algo en la oración?’ Preguntó: ‘¿Por qué preguntáis eso?’ Dijeron: ‘Haz rezado cinco rak’ats.’ Entonces hizo dos prosternaciones.”

 

(1176) ‘Alqamah relata el hadiz anterior comenzando: “Él rezó con ellos cinco rak’ats…”.

 

(1177) Ibrâhîm ibn Suayd relató: “ ‘Alqamah rezó con nosotros la oración del mediodía con cinco rak’ats, entonces cuando hizo el saludo final, la gente le dijo: ‘¡Abû Shibl! Has rezado cinco.’ Dijo: ‘No, no lo he hecho.’ Insistieron: ‘Sí lo hiciste.’ Yo estaba en un rincón entre la gente i era un niño i dije: ‘Sí, has rezado cinco.’ Me dijo: ‘Tú también, ¡oh tuerto! (68), dices eso.’ Dije: ‘Sí.’ Entonces se giró, se prosternó dos veces e hizo el saludo. Luego dijo: Abdullah dijo: ‘El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió cierta vez en la oración haciendo cinco rak’ats i mientras se volvía la gente susurraba entre sí. Entonces preguntó: ‘¿Qué os pasa?’ Dijeron: ‘¡Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)! ¿Se ha agregado algo a la oración?’ Dijo: ‘No’. Dijeron: ‘Es que ciertamente has rezado cinco.’ Entonces se giró i se prosternó dos veces, luego hizo el saludo i dijo: ‘Ciertamente soy un ser humano como vosotros, me olvido como vosotros os olvidáis’.” Ibn Numayr, en su transmisión agrega: ‘…Luego, cuando uno de vosotros se olvide, que se prosterne dos veces’.

 

(1178) Abdullah ibn Mas ‘ûd relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en la oración haciendo cinco rak’ats. Entonces le dijimos: ‘¡Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)! ¿Se le ha agregado algo a la oración?’ Dijo: ‘¿Por qué preguntáis esto?’ Dijeron: ‘Rezaste cinco.’ Dijo: Ciertamente soy un ser humano como vosotros, recuerdo como vosotros recordáis i olvido como vosotros olvidáis’. Luego hizo las dos prosternaciones por el olvido (al-sahwu).”

 

(1179) Abdullah ibn Mas’ûd relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) hizo la oración, i agregó u omitió algo (Ibrâhîm-uno de los narradores- dijo: la duda es mía), entonces se le dijo: ‘¡Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)! ¿Se le ha agregado algo a la oración?’ Dijo: Ciertamente soy un ser humano como vosotros, me olvido como os olvidáis, cuando alguno de vosotros se olvide, que se prosterne dos veces cuando está sentado’. Luego el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se dio vuelta i se prosternó dos veces.”

 

(1180) Abdullah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) se prosternó dos veces (como compensación) por el olvido, después de haber saludado i hablado.”

 

(1181) Abdullah relató: “Rezamos con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) i agregó u omitió (Ibrâhîm- el transmisor- dijo: ¡Por Allah! Esto- la duda- es solamente mi error), entonces dijimos: ‘¡Mensajero de Allah! ¿Hay algo nuevo en la oración?’ Dijo: ‘No’. Le dijimos lo que había hecho. Entonces dijo: -Si un hombre agrega u omite (en la oración), que se prosterne dos veces.”

 

(1182) Muhammad ibn Sirîn relató que escuchó a Abû Hurayrah decir: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en una de las oraciones de la tarde, dhuhr o ‘asr, e hizo el saludo después de sólo dos rak’ats (de los cuatro correspondientes). Luego fue hacia una madera que estaba ubicada en dirección a la Qiblah i se apoyó en ella como enojado. Entre la gente estaba Abû Bakr i ‘Umar, i temía hablarle. La gente salió rápidamente (diciendo): ‘Se ha acortado la oración’. Entonces se levantó Dhûl Yadayn (69) i dijo: ‘¡Mensajero de Allah! ¿Se ha acortado la oración o te has olvidado?’ Entonces el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) miró hacia la derecha i hacia la izquierda i dijo: -¿Qué dijo Dhûl Yadayn?- Dijeron: ‘Dijo la verdad, rezaste sólo dos rak’ats.’ Entonces rezó dos rak’ats e hizo el saludo, luego dijo el takbir (Allahu Akbar) i se prosternó, luego dijo el takbir i se levantó, luego dijo el takbir i se prosternó, luego dijo el takbir i se levantó.” ‘Imrân ibn Husayn me informó que agregó: “E hizo el saludo final.”

 

(1183) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en una de las oraciones de la tarde…”, i el resto del hadiz es como el transmitido por Sufyân.

 

(1184) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dirigió en la oración de la tarde e hizo el saludo luego de sólo dos rak’ats. Entonces Dhûl Yadayn se levantó i dijo: ‘¡Mensajero de Allah! ¿Se ha acortado la oración o te has olvidado?’ El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)  dijo: -Nada de esto ha pasado- Dijo: ‘Eso ha pasado ¡Oh Mensajero de Allah!’ Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se volvió hacia la gente i dijo: -¿Ha dicho la verdad Dhûl Yadayn?- Dijeron: Sí ¡Oh Mensajero de Allah’ Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) completó lo que faltaba de la oración, i luego se prosternó dos veces mientras estaba sentado e hizo el saludo final.”

 

(1185) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó sólo dos rak’ats de la oración del mediodía i luego hizo el saludo. Entonces vino un hombre de los Banu Sulaym i dijo: ‘¡ Mensajero de Allah! ¿Se ha acortado la oración o te has olvidado?’…”, i el resto del hadiz es el mismo.

 

(1186) Abû Hurayrah relató: “Recé con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración del mediodía i el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) hizo el saludo final después de sólo dos rak’ats. Entonces se levantó un hombre de los Banu Sulaym…”, i el resto del hadiz es el mismo.

 

(1187) ‘Imrâm ibn Husayn relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó la oración de la tarde e hizo el saludo final de sólo tres rak’ats, i luego entró a su casa. Entonces un hombre llamado Al-Jirbâq, que tenía largos brazos, se dirigió a él i dijo: ‘¡Mensajero de Allah!...” i le dijo lo que había hecho. Entonces salió enojado arreglándose su manto hasta llegar donde la gente i preguntó: -¿Ha dicho la verdad este?- Dijeron: ‘Sí.’ Entonces rezó un rak’ah, luego hizo el saludo. Inmediatamente se prosternó dos veces i luego hizo (nuevamente) el saludo final.”

 

(1188) ‘Imrân ibn Husayn relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) Hizo el saludo luego de rezar sólo tres rak’ats de la oración de la tarde. Luego se levantó i entró a su casa. Entonces se paró un hombre de brazos largos i dijo: ‘¿Se ha acortado la oración, Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)?’ Salió enojado, rezó el rak’ah que faltaba, luego hizo el saludo. A continuación se prosternó dos veces como compensación por el olvido i luego hizo el saludo.”

 

XXI. LA PROSTERNACIÓN (70) AL RECITAR EL CORÁN.

 

(1189) Ibn ‘Umar relató: “Cuando el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba el Corán i recitaba una sûrah en la que se mencionaba una prosternación, se prosternaba i nos prosternábamos con él hasta que algunos de nosotros no teníamos lugar para poner nuestras frentes (al prosternarnos).”

 

(1190) Ibn ‘Umar relató: “Algunas veces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba el Corán i pasaba recitando por alguna aleya con una prosternación i se prosternaba i nos prosternábamos con él, hasta que algunos de nosotros no encontrábamos lugar para prosternarnos. Esto sucedía fuera de la oración.

 

(1191) Abdullah ibn ‘Umar relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitó Al-Naÿm (71) (La estrella-sûrah 53) i se prosternó en ella i todos los que estaban con él se prosternaron excepto un anciano que tomó un puñado de guijarros o polvo i lo levantó hasta su frente i dijo: ‘Esto es suficiente para mí’.” Abdullah dijo: “Más adelante vi que él murió en la incredulidad.”

 

(1192) Atâ ‘ ibn Yasâr relató que le preguntó a Zayd ibn Zâbit sobre recitar al mismo tiempo que el Imâm, entonces contestó: ‘No hay recitación al mismo tiempo que el Imâm en nada’. I afirmó que él recitó frente al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ¡Por la estrella cuando desaparece! (Sûrah 53) i no se prosternó.” (72)

 

(1193) Abû Salamah ibn ‘Abdu Arman relató que Abû Hurayrah les recitó: ¡Cuando el cielo se resquebraje! (surah 84), i se prosternó en ella, i cuando terminó les informó que el Mensajero de Allah  (Assalalahu alayhi wa salaam) se prosternó en ella.

 

(1194) Un hadiz como este ha sido narrado por Abû Salamah bajo la autoridad de Abû Hurayrah.

 

(1195) Abû Hurayrah relató: “Nos prosternamos con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando recitó: ¡Cuando el cielo se resquebraje! (Sûrah 84) i Recita en el nombre de tu Señor (Sûrah 96).” (73)

 

(1196) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se prosternó al recitar: ¡Cuando el cielo se resquebraje!(Sûra 84) i Recita en el nombre de tu Señor (Sûrah 96)

 

(1197) Un hadiz como este ha sido transmitido por ‘Abdu Arman Al-A’raÿ bajo la autoridad de Abû Hurayrah.

 

(1198) Abû Râfi’ relató: “Recé con Abû Hurayrah la oración de la noche i recitó: ¡Cuando el cielo se resquebraje! I se prosternó en ella. Entonces le pregunté: ‘¿Qué prosternación es esta?’ Dijo: ‘Me prosterné en ella detrás de Abûl Qâsim (Muhammad) (Assalalahu alayhi wa salaam) i no dejaré de prosternarme con ella hasta que me encuentre con él (en el otro mundo)’.” Ibn Abd Al-A’la dijo: (que Abû Hurayrah dijo) “No dejaré de prosternarme en ella.”

 

(1199) Este hadiz ha sido transmitido por Al-Taymî con la misma cadena de transmisores excepto que no menciona: “…detrás de Abû Qasim (Assalalahu alayhi wa salaam).”

 

(1200) Abû Râfi’ relató: “Vi a Abû Hurayrah prosternarse en: ¡Cuando el cielo se resquebraje!

 

- Continuará -

 

 INDICE VOL. II              FINAL VOL. II              INDICE SAHIH MUSLIM


Libro de la oración del viernes

 

I. LA ORACIÓN DEL VIERNES

 

Abdullah relató: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: Si uno de vosotros tiene la intención de ir al yumu’ah que tome un baño (ablución mayor).”

 

Abdullah ibn ‘Umar relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo mientras estaba en el minbar (púlpito): Quien de vosotros venga al yumu’ah que se bañe.

 

Este hadiz ha sido relatado por Ibn ‘Umar con otra cadena de transmisores.

 

Abdullah relató que escuchó lo mismo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).

 

Abdullah relató que mientras su padre ‘Umar ibn Al-Jattab estaba dando el jutbah (sermón) del día viernes entró un hombre de los Compañeros del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y ‘Umar le dijo en voz alta: “¿Qué es esta hora (de llegar a la oración)?” Dijo: “Hoy estuve ocupado y no pude volver a mi casa hasta que escuché el llamado (para la oración del yumu’ah), entonces sólo hice la ablución”. Dijo ‘Umar: “¡Solamente la ablución! ¡Tu sabes que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos ordenó que tomásemos un baño!”

 

Abu Hurayrah relató que mientras ‘Umar ibn Al-Jattab estaba dando el jutbah del día viernes entró ‘Uzman ibn ‘Affan y ‘Umar lo intimó diciéndole: “¡Qué será del hombre que se retrase luego de haber escuchado el llamado (a la oración del viernes)!” Entonces ‘Uzman dijo: “¡Emir de los Creyentes! Luego de escuchar el llamado no hice otra cosa que la ablución y venir (a la mezquita)”. ‘Umar dijo: “¡Solo la ablución! No has escuchado al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: Si uno de vosotros viene al yumu’ah que tome un baño”.

 

II. LA OBLIGATORIEDAD DE TOMAR UN BAÑO PARA LA ORACIÓN DEL YUMU’AH PARA LAS PERSONAS ADULTAS

 

Abu Sa’id Al-Judri relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: El baño es obligatorio para toda la persona adulta en el día viernes.

 

‘Aishah relató: “La gente solía venir para la oración del yumu’ah desde sus casas en los pueblos vecinos (a Medina) vestidos con ropas de lana sobre la que se depositaba polvo y de la que  salía un feo olor, y vino uno de ellos al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando estaba en mi casa y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo: ¡Si os limpiases en este día (sería mejor)!”.

 

‘Aishah relató: “La (mayoría) de la gente eran trabajores, no tenían sirvientes , y tenían feo olor, entonces se les dijo: ¡Si os bañases para el yumu’ah!’.”

 

III. EL PERFUME Y EL SIWAK EN EL DÍA VIERNES

 

‘Abdu Rahman ibn Abu Sa’id Al-Judri relató bajo la autoridad de su padre que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: El baño en el día viernes para toda persona adulta, el siwak y ponerse el perfume que se consiga (todo esto es de la sunnah. Con respecto al perfume dice: “Aunque sea el perfume que usan las mujeres”.

 

Taws relató que Ibn ‘Abbas mencionó las palabras del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) respecto al baño en el día viernes. Taws dijo: “Le pregunté a Ibn ‘Abbas: ‘¿Uno se puede poner el perfume o el aceite de su mujer?’ Dijo: ‘No se’.”

 

Este hadiz ha sido narrado por Ibn Yurayj con la misma cadena de transmisores.

 

Abu Hurayrah relato que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Es un derecho de Allah sobre todo musulmán que se bañe (por lo menos) una vez cada siete días (el viernes) lavándose su cuerpo y su cuerpo.

 

Abu Hurayrah relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Quien se bañe en el día viernes, como se baña para la ablución mayor que se toma al estar en estado de impureza ritual y luego sale (hacia la mezquita) es como si sacrificara un camello; el que llega en la segunda hora es como el que sacrifica una vaca; el que llega en la tercera hora es como si sacrificara un carnero con cuernos; quien llega en la cuarta hora es como si sacrificara una gallina, y el que llega en la quinta hora es como el que ofrece un huevo. Y cuando sale el Imam se presentan los ángeles para escuchar la mención (de Allah).

 

IV. GUARDAR SILENCIO DURANTE EL SERMÓN

 

Abu Hurayrah informó que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Si le dices a tu compañero: ‘Callate’, mientras el Imam está dando el sermón, entonces has hablado en vano.

 

Un hadiz como éste ha sido narrado por Abu Hurayrah a través de otra cadena de transmisores.

 

El mismo hadiz ha sido narrado por Abu Hurayrah con la diferencia de que en lugar de la palabra lagawta (hablado en vano) usa lagita. Abu Zinab (uno de los narradores) dice lagita es en el dialecto de Abu Hurayrah mientras que la correcta es lagawta.

 

V. HAY UN MOMENTO ESPECIAL EN EL DÍA VIERNES

 

Abu Hurayrah relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), mencionando el día viernes, dijo: En él hay un momento en el que si el siervo musulmán reza y le pide a Allah alguna cosa le será otorgada. Qutaybah en su narración agregó: “E hizo un gesto con su mano mostrando lo corto que es ese momento”.

 

Abu Hurayrah relató: “Abu Al-Qasim (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente en el día viernes hay un momento que si un musulmán se para, reza y le pide a Allah algo bueno, El se lo otorgará, y señalo con su mano cuán corto es ese momento”.

 

Un hadiz como éste ha sido narrado por Abu Hurayrah.

 

Este hadiz también ha sido narrado por Abu Hurayrah a través de otra cadena de transmisores.

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el viernes hay una hora que si un musulmán le pide a Allah algo bueno, El se lo otorgará, y es un tiempo muy corto.

 

Abu Hurayrah relató este hadiz del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) pero sin mencionar: “Y es un tiempo muy corto”.

 

Abu Burda ibn Abu Musa Al-Ash’ari relató: “Abdullah ibn ‘Umar me dijo: ‘¿Has escuchado a tu padre narrar del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) algo respecto al momento (especial) del viernes?’ Dije: ‘Si, lo escuché decir: Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: Está entre el momento que el Imam se sienta hasta que termina la oración’.”

 

VI. LA EXCELENCIA DEL DÍA VIERNES

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: El mejor día en el que sale el sol es el día viernes, ese día fue creado Adán, ese día entró al Paraíso y ese día fue expulsado de él.”

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: El mejor día en el que sale el sol es el día viernes, ese día fue creado Adán, ese día entró al Paraíso, ese día fue expulsado de él y no llegará la (Ultima) Hora sino en un viernes.

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Nosotros que fuimos los últimos seremos los primeros en el Día del Juicio, excepto que a cada comunidad se le dio el Libro antes que a nosotros y a nosotros se nos dio después; éste (el viernes) es el día que fue prescrito para nosotros, Allah nos guió hacia él y la gente que vino después de nosotros lo siguió, los judíos tienen el siguiente (sábado) y los cristianos el que le sigue a éste (domingo)”.

 

Un hadiz como éste a sido narrado por Abu Hurayrah en el que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dice: Nosotros somos los últimos y seremos los primeros en el Día del Juicio.

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Nosotros, los últimos seremos los primeros en el Día de la Resurrección y seremos los primeros en entrar al Paraíso, pero ellos se les dio el Libro antes que a nosotros. Ellos disintieron y Allah nos guió en lo que disintieron respecto de la verdad, y respecto a este día, (el día festivo) de ellos, que era sobre lo que disentían, Allah nos guió hacia él, (el día viernes) es nuestro día, y el día siguiente es para los judíos y el siguiente para los cristianos.”

 

Abu Hurayrah relató que Muhammad el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Nosotros, los últimos, seremos los primeros en el Día de la Resurrección, pero a ellos se les dio el Libro antes que a nosotros. Y éste era el Día que Allah prescribió para ellos (el viernes) pero ellos disintieron y Allah nos guió a él y en esto ellos vinieron detrás nuestro, los judíos con el día siguiente y los cristianos con el que le sigue a éste.

 

Abu Hurayrah y Hudhayfah relataron que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Allah extravió del viernes a los que vinieron antes que nosotros, entonces para los judíos fue el sábado y para los cristianos el domingo. Allah se volvió hacia nosotros y nos guió hacia el día viernes, entonces hizo del viernes, sábado y domingo (días de adoración), y así (en ese orden) nos seguirán en el Día de la Resurrección. Nosotros somos los últimos entre la gente de este mundo y los primeros entre las criaturas en ser juzgados en el Día de la Resurrección. Y en otra narración dice: “...en ser juzgados entre ellos”.

 

Hudhayfah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Allah nos guió el viernes y extravió de él a los que nos precedieron”. El resto del hadiz es el mismo.

 

VII. LA EXCELENCIA DE SALIR TEMPRANO (HACIA LA MEZQUITA) EL DÍA VIERNES

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Cuando llega el día viernes los ángeles se paran en cada una de las puertas de las mezquitas anotando a la gente en orden de llegada y cuando el Imam se sienta (para dar el sermón) cierran sus hojas y escuchan la mención (de Allah), y aquel que llegó temprano es como el que ofrece una camella (como sacrificio), el siguiente como el que ofrece una vaca, el siguiente como el que ofrece un cordero, el siguiente como el que ofrece una gallina y el siguiente como el que ofrece un huevo.

 

Este hadiz ha sido relatado por Abu Hurayrah a través de otra cadena de transmisores.

 

Abu Hurayrah relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: En cada una de las puertas de la mezquita hay un ángel anotando a la gente en orden de llegada (y lo comparó al que ofrece una camella y luego fue  disminuyendo hasta llegar al mínimo ejemplo de un huevo) y cuando el Imam se sienta cierran sus hojas y atienden a la mención (de Allah).

 

VIII. LA EXCELENCIA DEL QUE ESCUCHA EL SERMÓN EN SILENCIO

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Quien se baña, luego va al yumu’ah, reza lo que le ha sido prescrito, luego guarda silencio hasta que (el Imam) termina el sermón, luego reza con él, se le perdona lo que tenga (de pecados) entre éste y el yumu’ah próximo, y aun tres días más.

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Quien hace la ablución bien hecha, luego va al yumu’ah y escucha atentamente y en silencio, se le perdona lo que tenga entre éste y el yumu’ah próximo, y tres días más, pero el que toca guijarros lo interrumpe”.

 

IX. LA ORACIÓN DEL YUMU’AH SE DEBE REALIZAR UNA VEZ QUE EL SOL HA PASADO EL ZENIT

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Solíamos rezar (el yumu’ah) con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), luego regresábamos y dejábamos descansar a nuestros camellos portadores de agua”. Hasan (uno de los narradoes) le preguntó a Ya’far (el transmisor): “¿A qué hora era?” Dijo: “Cuando el sol pasaba el zenit”.

 

Ya’far relató bajo la autoridad de su padre que él le preguntó a Yabir ibn Abdullah: “¿Cuándo rezaba el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración del yumu’ah?” Dijo: “Rezaba y luego volvía con nuestros camellos y los hacía descansar”. Abdullah agregó en su narración: “Cuando el sol pasaba el zenit y los camellos portadores de agua (descansaban)”.

 

Sahl ibn Sa’d relató: “No dormíamos siesta ni almorzábamos hasta después del yumu’ah. (Ibn Huyr agregó) en la época del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)”.

 

Iyas ibn Salamah ibn Al-Akwa’ relató bajo la autoridad de su padre: “Solíamos rezar la oración del yumu’ah cuando el sol pasaba el zenit luego volvíamos y buscábamos sombra (para protegernos del calor del sol)”.

 

Iyas ibn Salamah ibn Al-Akwa’ relató bajo la autoridad de su padre: “Solíamos rezar el yumu’ah con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y cuando volvíamos no encontrábamos sombra de las paredes para protegernos”.

 

X. LOS DOS SERMONES ANTES DE LA ORACIÓN (DEL VIERNES) Y EL SENTARSE ENTRE  AMBOS

 

Ibn ‘Umar relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía dar el sermón de pie el día viernes, luego se sentaba, luego se parada (para el segundo sermón)”. Dijo: “Como se hace en la actualidad”.

 

Yabir ibn Samura relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía dar dos sermones sentándose entre ellos; recitaba el Corán y exhortaba a la gente”.

 

Yabir ibn Samura relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) daba el sermón de pie, luego se sentaba, luego se paraba dando el sermón de pie, y quien sea que te informe que daba el sermón sentado miente, ¡por Allah!, he rezado con él más de dos mil oraciones”.

 

XI. RESPECTO A LAS PALABRAS DEL CORÁN: Y CUANDO VEN UN NEGOCIO O UNA DISTRACCIÓN CORREN HACIA ELLO Y TE DEJAN PLANTADO (62:11)

 

Yabir ibn Abdullah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba dando el sermón del día viernes de pie cuando llegó una caravana de Siria, y la gente se aglomeró con ella hasta que quedaron (con el Profeta) sólo doce personas, entonces se reveló esta aleya referida al yumu’ah: Y cuando ven un negocio o una distracción corren hacia ello y te dejan plantado (62:11).

 

Este hadiz ha sido relatado por Husain con la misma cadena de transmisores pero sin mencionar: “de pie”.

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Estábamos con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) y el día viernes cuando llegó una caravana y la gente fue hacia ella, sólo doce personas se quedaron y yo era uno de ellos; entonces Allah reveló: Y cuando ven un negocio o una distracción corren hacia ello y te dejan plantado, hasta el final de la aleya. (62:11)”

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Mientras el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba dando el sermón del día viernes llegó una caravana de mercadería a Medina y los Compañeros del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se precipitaron hacia ella hasta que sólo doce personas quedaron con él, Abu Bakr y ‘Umar entre ellos, y fue revelada esta aleya: Y cuando ven un negocio o una distracción corren hacia ello.”

 

Ka’b ibn ‘Uyrah relató que entró en la mezquita mientras ‘Abdu Rahman ibn Umm Hakam daba el sermón sentado entonces le dijo: Mirad a éste desdichado dando el sermón sentado y Allah, exaltado sea, dijo: Y cuando ven un negocio o una distracción corren hacia ello y te dejan plantado.

 

XII. ADVERTENCIA SOBRE EL ABANDONO DEL YUMU’AH

 

Abdullah ibn ‘Umar y Abu Hurayrah relataron que escucharon al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir sobre las tablas de su minbar (púlpito) que: La gente debe cesar de abandonar la oración del viernes o Allah les sellará sus corazones y estarán entre los negligentes.

 

XIII. REDUCCIÓN DE LA ORACIÓN Y EL SERMÓN

 

Yabir ibn Samura relató: “Solía rezar con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y su oración era de duración moderada al igual que su sermón”.

 

Yabir ibn Samura relató: “Solía rezar las oraciones con el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) y su oración era de duración moderada al igual que su sermón.”

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) daba el sermón se enrojecían sus ojos, sibía el tono de su voz y se intensificaba su enojo hasta parecer que estaba advirtiendo a su ejército diciendo: Os atacan por la mañana y por la tarde, y decía: Yo y la (Ultima) Hora hemos sido enviados como estos dos, y unía su índice y su dedo del medio, y decía: Y ciertamente la mejor palabra está en el Libro de Allah y la mejor guía de Muhammad y el peor de los asuntos son sus innovaciones y toda innovación es un error, luego decía: Yo soy más querido para un creyente que él mismo, quien deja riquezas son para su familia y quien deja deudas o hijos la responsabilidad es mía (de pagar sus deudas y criar sus hijos). 

 

Ya’far ibn Muhammad relató bajo la autoridad de su padre que dijo: “Escuché a Yabir ibn Abdullah decir: ‘En el sermón del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) del día viernes él solía alabar a Allah y elogiarlo, luego pronunciaba su sermón y subía el tono de su voz”, y el resto del hadiz es el mismo.

 

Yabir relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando daba su sermón a la gente alababa a Allah y lo elogiaba con lo que El se merece y luego decía: A quien Allah guía nadie extravía, y a quien extravía nadie guía, y la mejor palabra está en el Libro de Allah”, y el resto del hadiz es el mismo. 

 

Ibn ‘Abbas relató: “Dimad, de la tribu de Azd Shanu’a, llegó a Makka. Él solía sanar a los que estaban endemoniados, y escuchó a algunos tontos de la gente de Makka decir: Ciertamente Muhammad está endemoniado, entonces dijo: Si veo a ese hombre quizás Allah lo cure a través de mi mano; y lo encontro y le dijo: ‘¡Muhammad! Yo sano a los que están endemoniados y Allah cura a quien El quiere a través de mi mano, ¿quieres tú (que te cure)?’. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “Ciertamente las alabanzas son para Allah, Lo alabamos y pedimos Su ayuda, a quien Allah guía nadie extravía y a quien extravía nadie lo guiará, y atestiguo que no hay más dios que Allah, solo y sin asociado, y que Muhammad es Su siervo y Su mensajero, y luego de esto. Dijo: ‘Repíteme tus palabras’, y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se lo repitió tres veces, entonces dijo: ‘He escuchado los dichos de los adivinos, los dichos de los brujos y los dichos de los poetas pero nunca he escuchado palabras como éstas que llegan a la profundidad del mar (de la elocuencia), dame tu mano para que te jure obediencia en el Islam’. Entonces le juró obediencia y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo: ¿Y en nombre de tu gente también?, dijo: ‘Y en nombre de mi gente también’. El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) envió una rápida expedición que pasó por su gente (la gente de Dimad) y el jefe de la expedición le dijo a sus soldados: ‘¿Habéis tomado algo de esta gente?’ Un hombre entre la gente dijo: ‘Tomé de ellos un recipiente para el agua’, entonces le dijo: ‘Devuélvelo, ya que ellos son de la gente de Dimad’.”

 

Abu Wa’il relató: ‘Ammar nos dio un sermón corto y elocuente, cuando descendió (del púlpito) le dijomos: “¡Abu Al-Yaqdan! Nos has dado un sermón elocuente y corto, si lo hubieras alargado un poco...”. Entonces dijo: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: Si un hombre prolonga su oración y acorta su sermón significa que tiene entendimiento, entonces prolongad la oración y acortad al sermón, ya que en la elocuencia hay cierta magia.”

 

Adi ibn Hatim relató que un hombre dio un sermón frente al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) diciendo: “Quien obedece a Allah a y a Su mensajero está en lo correcto  y quien desobedece a ambos ciertamente está extraviado”, entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo: ¡Que mal predicador eres! Dí: y quien obedece a Allah y a Su mensajero. Ibn Numayr (uno de los transmisores) dijo: ...ciertamente está extraviado.

 

Safwan ibn Ya’la relató bajo la autoridad de su padre que éste escuchó al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitar en el minbar (púlpito): Llamarán: ¡Malik! (43:77).

 

‘Amra, la hija de ‘Abu Rahman relató, bajo la autoridad de su hermana, que ella dijo: “Memoricé (la surah): Qaf, Por el Glorioso Corán (50) del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) ya que él la recitaba todos los viernes en el minbar (púlpito)”.

 

La hija de Hariza ibn   Nu’man relató: “No memoricé (la surah) Qaf de otro que no fuese el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) ya que él daba el sermón junto con ella (Qaf) todos los viernes, y agregó: Nuestro horno y el del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) eran uno (o sea el mismo).

 

Umm Hisham bint Hariza ibn Nu’man relató: “Nosotros y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) tuvimos el mismo horno durante dos años o un ano o parte de un año, y yo memoricé ‘Qaf, Por el Glorioso Corán’ de boca del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) que la recitaba todos los viernes desde el minbar cuando daba el sermón.”

 

‘Umara ibn Ruwayba relató que vio a Bishr ibn Marwan en el minbar levantando sus manos y diciendo: “Allah, desfigura estas manos, yo he visto al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) no hacer más gesto que éste con sus manos”, y señaló con su dedo índice.

 

Este hadiz ha sido narrado por otra cadena de transmisores bajo la autoridad de Husain ibn ‘Abdu Rahman.

 

XIV. DOS RAK’ATS DE SALUDO A LA MEZQUITA MIENTRAS EL IMAM ESTA DANDO EL SERMÓN

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Miestras el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba dando el sermón del día viernes llegó un hombre y el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo: ¿Haz rezado, fulano? Contestó: ‘No’. Dijo: Levántate y reza.”

 

Este hadiz ha sido narrado por Yabir a través de otra cadena de transmisores, y Hammad (uno de los narradores) no menciona: “dos rak’ats”.

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Un hombre entró en la mezquita mientras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) daba el sermón del día viernes, entonces le dijo: ¿Has rezado? Contestó: ‘No’. Dijo: Levántate y reza dos rak’ats.” Y en la narración de Qutaybah dice sólo: Reza dos rak’ats.

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Llegó un hombre mientras el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba sobre el minbar dando el sermón del día viernes, y entonces le dijo: ¿Has rezado dos rak’ats? Dijo: ‘No’. Entonces le dijo: Reza.

 

Yabir ibn Abdullah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) en su sermón dijo: Cuando uno de vosotros llega el día viernes y el Imam recién sale, que rece dos rak’ats.

 

Yabir relató: “Sulayk Al-Gatafani vino un día viernes mientras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba sobre el minbar y Sulayk se sentó antes de rezar, entonces el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo: ¿Has rezado dos rak’ats? Dijo: ‘No’. Dijo: Levántate y rézalos.”

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Sulayk Al-Gafatani vino un día viernes mientras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) daba el sermón y se sentó, entonces le dijo: ¡Sulayk! Levántate y reza dos rakáts y hazlos cortos, luego dijo: Si uno de vosotros llega el viernes mientras el Imam da el sermón que rece dos rakáts y que los haga cortos.”

 

XV. RESPECTO A DAR INSTRUCCIONES DURANTE EL SERMÓN

 

Abu Rifa’a relató: “Fui al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) mientras daba el sermón y le dije: ‘¡Mensajero de Allah! Aquí hay un extranjero que quiere saber sobre su religión ya que no la conoce’. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se dirigió hacia mí, abandonando el sermón, hasta llegar junto a mí; le trajeron una silla y pensé que sus piernas eran como de hierro, el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se sentó en ella y comenzó a enseñarme lo que Allah le había enseñado, luego volvió a su sermón y lo completó hasta el final.”

 

XVI. QUÉ SE DEBE RECITAR EN LA ORACIÓN DEL VIERNES

 

Ibn Abu Rafi’ relató: “Marwan nombró a Abu Hurayrah como su representante en Medina y partió hacia Makka, y Abu Hurayrah nos dirigió en la oración del viernes y luego de recitar la surah del Viernes (62), en el segundo rak’ah recitó: Cuando vienen a ti los hipócritas... (63), cuando Abu Hurayrah terminó me encontré con él y le dije: ‘Has recitado las dos suras que ‘Ali ibn Abu Talib solía recitar en Kufa’. Entonces Abu Hurayrah me dijo: ‘Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitar estas dos suras el día viernes’.” 

 

Este hadiz ha sido narrado por Abdullah ibn Abu Rafi’ con la misma cadena de transmisores, pero con esta modificación: “Recitó la surah del Viernes en el primer rak’ah y en el segundo: Cuando vienen a ti los hipócritas.”

 

Al-Nu’man ibn Bashir relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en los dos ‘Ids (Fiestas) y el viernes: Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo (surah 87) y ¿Te has enterado de la historia de la que cubre? (surah 88). Y cuando el ‘Id y el viernes se juntaban en un mismo día también recitaba ambas (suras) en las dos oraciones.

 

Este hadiz ha sido transmitido por Ibrahim ibn Muhammad ibn Al-Muntashir con la misma cadena de transmisores.

 

Al-Dahhak ibn Qays le escribió a Al-Nu’man ibn Bashir preguntándole: “¿Qué recitaba el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) el día viernes además de la surah del Viernes?” Contestó: “Recitaba: ¿No te ha llegado...? (surah 88)”. 

 

Ibn ‘Abbas relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en la oración del alba del día viernes: Alif, Lam, Mim, Tanzil ul-kitab... (sura 32) y ¿Acaso no hubo un tiempo para el hombre en el que no fue nada... (surah 76); y en la oración del viernes solía recitar la surah del Viernes (surah 62) y la de Los Hipócritas (surah 63).

 

Un hadiz como éste ha sido narrado por Sufyan con la misma cadena de transmisores.

 

Mujawwal también narró este hadiz bajo la autoridad de Sufyan.

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en la oración del alba del día viernes: Alif, Lam, Mim, Tanzil.. (surah 32). Y Acaso no hubo... (surah 76).

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitaba en la oración del amanecer del día viernes: Alif, Lam, Mim, Tanzil... (surah 32), en el primer rak’ah y en el segundo: ¿Acaso no hubo un tiempo para el hombre en el que no fue nada, ni siquiera un recuerdo? (surah 76)”.

 

XVII. ORACIONES SUNNAH DESPUÉS DE LA ORACIÓN DEL VIERNES

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Cuando uno de vosotros reza la oración del viernes que luego de ella rece cuatro rak’ats.”

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Si rezas después del yumu’ah, reza cuatro (rak’ats), (Amr, en su narración, agrega):Y si estás apurado por algo, reza dos rak’ats en la mezquita y dos rak’ats al volver (a tu casa)”.

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Quien de vosotros rece después del yumu’ah, que rece cuatro (rak’ats). En la narración de Yarir no está: ...de vosotros...”.

 

Nafi’ relató que Abdullah (ibn ‘Umar) luego de terminar de rezar el yumuáh, rezaba dos rak’ats en su casa y luego decía: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía hacer así”.

 

Abdullah ibn ‘Umar describiendo la oración voluntaria del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “El no rezaba después del yumuáh hasta volver a su casa donde rezaba dos rak’ats. Yahia dijo: “Creo que dije estas palabras (frente al Imam Malik) y él por supuesto lo hizo”.

 

Salim relató bajo la autoridad de su padre que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía rezar dos rak’ats después del yumu’ah.

 

‘Umar ibn Ata’ ibn Abu Al-Juwar relató que Nafi’ ibn Yubayr lo envió a lo de Al-Saib el hijo de la hermana de Namir para que le preguntara sobre lo que había visto de la oración de Mu’awiyah, y dijo: “Si, yo recé con él la oración del viernes en Maqsura, y cuando el imam dio el saludo me levanté en mi lugar y recé (sunnah), entonces cuando entró (a su habitación) me mandó a llamar y me dijo: ‘No vuelvas a hacer lo que hiciste, cuando has rezado la oración del viernes no reces (sunnah) hasta hablar o salir ya que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos ordenó eso, a no combinar dos formas de oración sin antes hablar o salir (o movernos)’.”

 

El mismo hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de ‘Umar ibn Ata’ pero con esta modificación: y cuando dio el saludo me levanté en mi lugar, y no menciona: el Imam.

 

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Libro de la oración de las dos festividades

 

I. LA ORACIÓN DE LAS DOS FESTIVIDADES

 

Ibn ‘Abbas relató: “Participé en la oración del (‘Id) Fitr con el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), Y Abu Bakr, ‘Umar y ‘Uzman, todos rezaron antes del sermón; luego él dio el sermón y después descendió (del púlpito). Es como si lo estuviese viendo mientras ordenaba con su mano a los hombres que se sentaran, luego fue a través de ellos hasta llegar a las mujeres y Bilal estaba con él, y recitó: ¡Profeta! Cuando vengan a ti las creyentes para jurarte fidelidad de que no asociarán nada a Allah... (60:12) y continuó con esta aleya hasta completarla y luego dijo: ¿Estáis de acuerdo con esto?, y dijo sólo una entre las mujeres, no contestando ninguna otra entre ellas: ‘Si, ¡Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)!’, y no se sabe quien era ella. Dijo: Entonces dad caridad, y Bilal estiró su túnica y luego dijo (Bilal): ‘¡Dad limosna! ¡Que mi padre y mi madre sean tu rescate!’ Y ellas empezaron a arrojar anillos y pulseras en la túnica de Bilal.”

 

Ibn ‘Abbas relató: “Atestiguo que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó antes del sermón, luego dio el sermón, y vio que las mujeres no escuchaban, entonces se acercó a ellas y las exhortó y les predicó, y les ordenó que diesen caridad, y Bilal estiró su túnica, y entonces las mujeres arrojaron sus anillos, aros y otras cosas.” Este hadiz también ha sido transmitido por Ayyub con la misma cadena de transmisores.

 

Yabir ibn Abdullah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) rezo en el día del Fitr, entronces comenzó con la oración antes del sermón, luego dio su sermón a la gente, y cuando el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) terminó, descendió y se dirigió hacia las mujeres  exhortándolas (al bien) mientras se apoyaba en la mano de Bilal, y Bilal extendió su túnica para que las mujeres arrojasen su caridad.” Le pregunté (dice uno de los narradores) a Ata’ (otro de los narradores): “¿Era el Zakat Al-Fitr?” Contestó: “No, era caridad (sadaqah) que se dio en esa ocasión; una mujer dio su anillo y otras la siguieron espontáneamente.” Le dije a Ata’: “Es correcto, ahora, que el Imam se aproxime a las mujeres, una vez que terminó (de dirigirse a los hombres), y las exhorte?” Dijo: “¡Por mi vida! Por supuesto que es correcto para ellos. ¿Cuál es el problema con ellos que ahora no lo hacen?”.

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Presencié con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración del día del ‘Id, y comenzó con la oración antes del sermón, sin adhan ni iqamah, luego se levantó apoyándose en Bilal, ordenó temer a Allah, exhortó a la obediencia a El, y predicó y los advirtió. Luego caminó hasta llegar a las mujeres y les predicó y les advirtió diciendo: Dad caridad, ya que la mayoría de vosotras sois leña para el Fuego. Una mujer que tenía manchas oscuras en sus mejillas se levantó y dijo: ‘¿Por qué (es esto)? ¡Mensajero de Allah!’ Dijo: Porque os quejáis mucho y sois ingratas con vuestros esposos. Entonces comenzaron a dar caridad de sus adornos arrojando en la túnica de Bilal sus aros y anillos.”

 

Ibn ‘Abbas y Yabir ibn Abdullah Al-Ansari relataron: “No había adhan ni en el Día del Fitr ni en el Día del Adha.” Luego, pasado cierto tiempo, le pregunté (Ibn Yurayy, uno de los narradores) sobre esto, y él (Ata’, otro de los narradores) me informó diciéndome: “Yabir ibn Abdullah Al-Ansari me informó que no había adhan para la oración del Día del Fitr ni cuando salía el Imam ni después de haber salido, ni iqamah, ni nada, no había ningún tipo de llamado ni de iqamah.”

 

Ata’ relató que Ibn ‘Abbas lo envió a ver a Ibn Zubayr, al inicio del juramento de obediencia a su califato, (para decirle) que no hay adhan para la oración del Día del Fitr, por eso no se debe llamar a ella; entonces Ibn Zubayr no llamó para la oración (no dio el adhan) ese día. Y también lo envió con éste (mensaje): “Que el sermón se debe dar después de la oración”, y así fue hecho y entonces Ibn Zubayr rezó antes de dar el sermón.

 

Yabir ibn Samura relató: “Recé con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la oración de los dos ‘ids, más de una o dos veces, sin adhan ni iqamah.”

 

Ibn ‘Umar relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), Abu Bakr y ‘Umar rezaban los dos ‘ids antes del sermón.

 

Abu Sa’id Al-Judri relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía salir en el Día del Adha y en el Día del Fitr y comenzaba con la oración, y luego de haber rezado y saludado se levantaba enfrentando a la gente mientras ellos se quedaban sentados en sus lugares de oración, y si él quería enviar un ejército se le mencionaba a la gente y si quería algo distinto de esto, se los ordenaba, y solía decir: Dad caridad, dad caridad, dad caridad, y las que daban más caridad eran las mujeres, luego se iba. Esta práctica continuó hasta que vino Marwan ibn Al-Hakam (al califato), y (un día) salí de la mano de Marwan al lugar de oración, en donde Kazir ibn Salt había construido un minbar (púlpito) con barro y ladrillos, entonces Marwan comenzó a tirarme con su mano hacia el minbar mientras yo lo empujaba hacia la oración, cuando vi lo que estaba haciendo le dije: ¿Qué pasa con la práctica de comenzar con la oración? Dijo: No, ¡Abu Sa’id! Se ha abandonado lo que tu conocías, entonces le dije: De ningún modo, ¡por Aquel en cuyas manos está mi vida! No estás haciendo algo mejor que lo que yo conocía. (Lo repitió tres veces y luego se fue).

 

II. ESTÁ PERMITIDO PARA LAS MUJERES IR AL LUGAR DE LA ORACIÓN PARA LOS DOS ‘ÍDS Y PRESENCIAR EL SERMÓN A DISTANCIA DE LOS HOMBRES

 

Umm Atiya relató: “El (o sea el Profeta –BP-) nos ordenó que sacásemos a las jóvenes solteras que están cubiertas para los dos ‘ids y ordenó a las menstruantes que estén alejadas de los lugares de oración de los musulmanes.”

 

Umm Aiya relató: “Se nos ordenó que sacásemos para los dos ‘ids a las mujeres que se cubren y a las solteras”, y ella agregó: “y las menstruantes salierón pero permanecieron atrás de la gente, recitando el takbir (Allah es el Más Grande) con ellos”.

 

Umm Atiya relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos ordenó que saliésemos para el ‘Id Al-Fitr y el ‘Id Al-Adha, las jóvenes, las menstruantes y las mujeres cubiertas, en cuanto a las menstruantes que se mantuviesen alejadas de la oración pero que participasen en el bien y en los ruegos de los musulmanes”. Dije: “¡Mensajero de Allah! Hay una de nosotras que no tiene ropa para cubrirse bien”. Dijo: Que su hermana la cubra con su ropa.

 

III. RESPECTO A NO REZAR NI ANTES NI DESPUÉS (DEL ÍD) EN EL LUGAR DONDE SE LO REZA

 

Ibn ‘Abbas relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salió en el Día del Fitr o en el Día del Adha y rezó dos rak’ats, pero no rezó ni antes ni después (en el lugar del rezo de la oración del ‘Id). Luego fue hacia las mujeres y Bilal estaba con él, y les ordenó que diesen caridad, y entonces las mujeres dieron sus anillos y collares. Este hadiz también ha sido narrado por Shu’ban con la misma cadena de transmisores.

 

IV. QUE SE DEBE RECITAR EN LA ORACIÓN DE LOS DOS ‘IDS

 

Abdullah ibn ‘Umar relató que ‘Umar ibn Al-Jattab le preguntó a Abu Waqid Al-Layzi: “¿Qué recitaba el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en el Adha y en el Fitr?” Contestó: “Solía recitar en ambos: Qaf, ¡por el Glorioso Corán!, (surah 50) y La Hora se acerca y la luna se ha partido en dos (surah 54)”.

 

Abu Waqib Al-Layzi relató: ‘Umar ibn Al-Jattab me preguntó que es lo que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía recitar en el Día del ‘Id, entonces contesté: La Hora se acerca y Qaf, ¡por el Glorioso Corán!.

 

V. ESTÁ PERMITIDA LA DIVERSIÓN EN LOS DÍAS DE FIESTA, EN LO QUE NO SEA DESOBEDIENCIA

 

‘A’ishah relató: “Abu Bakr vino a verme cuando dos muchachas de los Ansar estaban conmigo cantando lo que los Ansar cantaron en la batalla de Bu’az, pero ellas no eran cantantes. Entonces Abu Bakr dijo: ‘¿Cómo? ¿El sonido del Shaytan en la casa del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)? Y además en el día del ‘Id’. Y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ¡Abu Bakr! Ciertamente todos los pueblos tienen su ‘Id (fiesta) y este es nuestro ‘Id”.

 

Este hadiz ha sido transmitido por Hisham con la misma cadena de transmisores, pero las palabras son: “...dos muchachas tocando un tambor”.

 

‘A’ishah relató que Abu Bakr fue a visitarla en los días del ‘Id Al-Adha mientras estaban con ella dos muchachas que cantaban y tocaban un tambor y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se había envuelto con su ropa; Abu Bakr las regaño y entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) descubrió su rostro y le dijo: ¡Déjalas, Abu Bakr! Estamos en los días de ‘Id. Y recordé que una vez el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) me ocultó con su manto mientras yo miraba los juegos de los etíopes y yo era sólo una jovencita, y figúrate cuanto tiempo puede haber estado disfrutando esto una muchacha árabe de tierna edad.

 

‘A’ishah relató: “¡Por Allah! Recuerdo al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) parado en la puerta de mi habitación mientras los etíopes jugaban con sus dagas en la mezquita del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), y él me cubría con su manto para que yo pudiese ver sus juegos, y él permaneció de pie por mi hasta que estuve satisfecha y me volví; figúrate cuanto tiempo puede haber estado disfrutando estos juegos una muchacha de tierna edad.”

 

‘A’ishah relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) vino (a mi habitación) mientras había dos muchachas cantando las canciones de la batalla de Bu’az, y él se recostó en la cama y giró su rostro. Entonces entró Abu Bakr y me regaño diciendo: “¿Un instrumento de Shaytan en lo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)?” Y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se giró hacia él y le dijo: Déjalas, cuando se distrajo les indiqué (que se fueran) y se fueron. Esto era en el Día del ‘Id y había unos negros jugando con arcos y espadas, (No recuerdo) si le pregunté al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) o él me dijo: ¿Quieres mirar?, le dije: Si. Entonces me puse detrás de él con mi rostro pegado al suyo, y él dijo: Continuad, Banu Arfada, hasta que estuve satisfecha, dijo: ¿Es suficiente?, dije: ‘Si’, dijo: Entonces vete.

 

‘A’shah relató: “Vinieron unos etíopes y dieron una demostración de lucha armada en el día del ‘Id en la mezquita, entonces el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) me invitó (a verlos); yo puse mi cabeza sobre sus hombros y observé sus juegos hasta que yo fui la que dejé de observarlos.”

 

Este hadiz ha sido transmitido por Hisham con la misma cadena de transmisores pero sin mencionar: en la mezquita.

 

‘A’ishah relató que mandó a decir a los luchadores que quería verlos y dijo: “Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se paró y yo me paré en la puerta (detrás de él) mirándolos entre sus orejas y sus hombros mientras ellos hacían sus juegos en la mezquita. “Ata’ (uno de los narradores) preguntó: “¿Eran persas o etíopes?” Dijo: “Ibn ‘Atiq me dijo que eran etíopes”.

 

Abu Hurayrah relató: “Mientras los etíopes estaban jugando con sus armas frente al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) entró ‘Umar ibn Al-Jattab y se inclinó para recoger piedras con la intención de arrojárselas (a ellos para que se retiren), entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo: ¡Déjalos, ‘Umar.”

 

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Libro de la oración para que llueva

 

I. LA ORACIÓN PARA QUE LLUEVA

 

Abdullah ibn Zayd Al Mnziní relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salió hacia el lugar de oración, rogó para que descienda la lluvia y dio vuelta a su manto al enfrentar la qiblah.”

 

Ibn Tamim relató bajo la autoridad de su tío (Abdullah ibn Zayd): “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) salió hacia el lugar de oración, rogó pidiendo lluvia, enfrentó la qiblah, dio vuelta su manto y rezó dos rak’ats.”

 

Abdullah ibn Zayd Al-Ansari relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salió hacia el lugar de oración para rezar pidiendo lluvia, y cuando quería hacer el ruego enfrentaba la qiblah y daba vuelta a su manto.

 

Abbad ibn Tamim Al-Maziní escuchó a su tío, que era uno de los Compañeros del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salió un día para rezar pidiendo lluvia, dio la espalda a la gente, rogó a Allah, enfrentó la qiblah, dio vuelta su manto y rezó dos rak’ats.

 

Anas relató: “Vi al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) levantar sus manos al hacer su ruego pidiendo lluvia hasta que se vio la blancura de sus axilas”.

 

Anas relató que el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) no solía levantar su manos en ruegos, excepto cuando rogaba pidiendo lluvia, (y las levantaba tanto) que se veía la blancura de sus axilas. ‘Abd Al-A ‘la dijo (que dudaba si era): la blancura de su axila o de sus axilas.

 

Este hadiz ha sido narrado por Anas ibn Malik a través de otra cadena de transmisores.

 

Anas ibn Malik relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) rogaba pidiendo lluvia con las palmas de sus manos hacia abajo.

 

II. CÓMO ERA LA SUPLICA PIDIENDO LLUVIA

 

Anas ibn Malik relató que un hombre entró en la mezquita el día viernes por la puerta situada del lado de Dar Al-Qadá mientras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) daba el sermón, se puso frente al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y le dijo: “¡Mensajero de Allah! Los camellos se mueren y el tránsito (de caravanas) está detenido, ruega a Allah que envíe la lluvia sobre nosotros”. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) levantó sus manos y dijo: ¡Allahumma! Envía la lluvia sobre nosotros, ¡Allahumma! Envía la lluvia sobre nosotros, ¡Allahumma! Envía la lluvia sobre nosotros. Anas dijo: “¡Por Allah! No vimos en el cielo ninguna nube ni parte de ellas y no había ni casa ni edificio entre nosotros y (la colina) Sal’a, entonces detrás de ella apareció una nube con la forma de un escudo que se extendió en el cielo, lo cubrió y luego llovió, y ¡por Allah! No vimos el sol durante un tiempo (una semana), luego, el viernes siguiente, entró un hombre por la misma puerta mientras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) daba el sermón, se puso frente a él y le dijo: ‘¡Mensajero de Allah! Los camellos se mueren y el transito está detenido, ruega a Allah que deje de llover sobre nosotros’. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) levantó sus manos y dijo: ¡Allahumma! (Que llueva) en las afueras pero no sobre nosotros, ¡Allahumma! (Que llueva) sobre las lomas, las colinas, los lechos de los ríos y donde crecen los árboles. Y dejó de llover y cuando salimos caminamos bajo el sol”. Sharik (uno de los narradores) dijo: “Le pregunte a Anas ibn Malik: ‘¿Era el mismo hombre?’ Dijo: ‘No sé?’ “.

 

Anas ibn Malik relató: “La gente estaba pasando hambre en el tiempo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y un día viernes, mientras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) daba el sermón a la gente desde el minbar, un beduino se levantó y dijo: ‘¡Mensajero de Allah! Los animales se están muriendo y los niños tienen hambre...’ “, el resto del hadiz es el mismo, y en el (las palabras son): ¡Allahumma! (Que llueva) en las afueras pero no sobre nosotros. Y dice: “A cualquier dirección que señalaba con su mano las nubes se partían y vi a Medina como bajo un espacio abierto (sin nubes) y el arroyo de Qanat fluyó durante un mes y todo el que llegaba de cualquier parte (de Arabia) informaba de una intensa lluvia”.

 

Anas ibn Malik relató: El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba dando el sermón del día viernes cuando la gente se paró frente a él y dijeron en voz alta: ¡Profeta de Allah! Hay sequía, los árboles están amarillos y los animales han muerto, y el resto del hadiz es el mismo. Y en la narración de ‘Abd Al-A’la (las palabras son): El cielo se abrió sobre Medina y comenzó a llover alrededor de ella y en Medina no llovió una sola gota, y miré hacia Medina y vi el cielo sobre ella despejado, pero alrededor nublado.

 

Este mismo hadiz ha sido transmitido bajo la autoridad de Anas agregando: Allah juntó las nubes y nos tuvimos que quedar y hasta un hombre fuerte que quería ir con su familia (se tuvo que quedar).

 

Hafs ibn ‘Ubaydullah ibn Anas ibn Malik relató que escuchó a Anas ibn Malik decir: Un día viernes, un beduino vino ante el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) mientras él estaba en el minbar (púlpito), y el resto del hadiz es el mismo, y agrega: Entonces vi la nube despejarse y replegarse.

 

Anas relató: Llovió sobre nosotros mientras estábamos con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), y el Mensajero de Allah (BNP) removió algo de su ropa permitiendo que la lluvia lo mojara. Entonces dijimos ¡Mensajero de Allah! ¿Porqué has hecho eso? Dijo: Porque (la lluvia) viene del Exaltado Señor.

 

III. PROTECCIÓN DE UN FUERTE VIENTO, DE UNA NUBE NEGRA Y ALEGRÍA POR LA LLUVIA

 

Ata’ ibn Abi Rabah relató que escuchó a ‘Aishah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), decir: Cuando había un fuerte viento o una nube negra se veía en el rostro del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y se movía de un lado a otro (ansiosamente) y si llovía se alegraba y se tranquilizaba. ‘Aishah dijo: Le pregunté (¿por qué estás ansioso?). Y me contestó: Ciertamente temía que una catástrofe cayera sobre mi comunidad. Y si veía la lluvia decía: Es una misericordia (de Allah).

 

‘Aisha, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), relató: Cuando el viento se volvía intenso el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía decir: ¡Allahumma! Te pido lo bueno de él, el bien que hay en él y el bien con el que ha sido enviado, y me refugio en Ti de su mal, del mal que hay en él y del mal con el que ha sido enviado. Y cuando había truenos y rayos en el cielo, cambiaba su color, entraba y salía, iba hacia delante y hacia atrás, y si lloviá se alegraba y se le notaba en el rostro. ‘Aishah dijo: Le pregunté y me dijo: ¡’Aishah! Podría haber sido como dijo la gente de ‘Ad: Cuando lo vieron como una nube que se dirigía a sus valles dijeron: Es una nube que nos trae la lluvia. (46:24).

 

‘Aishah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) relató: Nunca vi al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) reírse hasta el punto que se le viese la campanilla sino que más bien sonreía. Y ella dijo: Y cuando él veía nubes negras o viento, se le veía en el rostro (el temor) y yo le decía: ¡Mensajero de Allah! Yo veo que cuando la gente ve nubes negras se alegra con la esperanza que traigan lluvia y veo que cuando tu las ves se te nota en el rostro el disgusto. Dijo: ¡’Aishah! Es que temo que haya un castigo en ella, ya que la gente ha sido castigada con el viento y cuando la gente vio el castigo dijo: Es una nube que nos trae lluvia.

 

Ibn ‘Abbas relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: He sido ayudado por el viento del Este y la gente de ‘Ad fue destruida por el viento del Oeste.

 

Este mismo hadiz ha sido transmitido por Ibn ‘Abbas a través de otra cadena de transmisores.

 

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Libro de la oración por el eclipse

 

I. LA ORACIÓN EN EL MOMENTO DEL ECLIPSE

 

‘A’ishah relató: Hubo un eclipse de sol en la época del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se levantó y rezó, y prolongó mucho su posición de pie luego se inclinó y prolongó mucho su inclinación, luego levantó su cabeza permaneciendo de pie mucho pero menos que su primera posición de pie, luego se inclinó nuevamente prolongando mucho la inclinación pero menos que la primera inclinación, luego se prosternó, luego se levantó prolongando su posición de pie pero menos que la primera vez, luego se inclinó prolongando su inclinación pero menos que su primera inclinación pero menos que la primera vez, luego se inclinó prolongando su inclinación pero menos que su primera inclinación, luego se prosternó, luego el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se giró y el sol estaba brillante, entonces habló a la gente alabando a Allah y elogiándolo y luego dijo: Ciertamente el sol y la luna son signos de Allah y ellos no se eclipsan por la muerte de alguien ni por su nacimiento, entonces cuando los veáis glorificad y rogad a Allah y rezad y dad caridad, ¡comunidad de Muhammad! Nadie se indigna más que Allah cuando Su siervo o Su sierva fornica, ¡comunidad de Muhammad! ¡por Allah! Si supieras lo que yo se lloraríais mucho y reiríais poco. ¿Lo he transmitido? (Esto es: ¿No he explicado con claridad que los eclipses no tienen nada que ver con la muerte y nacimiento de seres humanos? Los cuerpos celestiales y todos los fenómenos físicos son controlados por Allah). Y en la narración de Malik (dice): Ciertamente el sol y la luna son dos signos entre los signos de Allah.

 

Este hadiz ha sido transmitido por Hisham ibn ‘Urwah con la misma cadena de transmisores pero con este agregado: Ciertamente el sol y la luna están entre los signos de Allah, y también agrega: luego levantó sus manos y dijo: ¡Allahumma! Lo he transmitido.

 

‘A’ishah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), relató: Se eclipsó el sol en vida del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) salió hacia la mezquita, se paró, declaró la grandeza de Allah (Allah Akbar), la gente formó filas detrás de él y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) recitó una larga recitación luego dijo Allah Akbar (Allah es el Más Grande) y se inclinó prolongadamente luego levantó su cabeza y dijo: Allah escucha a quien Le alaba, Señor nuestro para Ti son las alabanzas, luego se levantó y recitó largamente pero más corta que la primera recitación, luego dijo Allahu Akbar y se inclinó prolongadamente pero menos que en la primera inclinación, luego dijo: Allah escucha a quien Le alaba, Señor nuestro para Ti son las alabanzas, luego se prosternó (Abu Tahir no menciona: luego se prosternó) e hizo esto en el segundo ra’kah hasta completar cuatro ra’kats y cuatro prosternaciones, y el sol brilló antes de partir, luego se levantó y habló a la gente alabando a Allah como El se lo merece y luego dijo: Ciertamente el sol y la luna son dos signos entre los signos de Allah, no se eclipsan por la muerte de alguien ni por su nacimiento, entonces cuando los veáis (eclipsarse) apresuráos a la oración. Y también dijo: Rezad hasta que Allah os alivie la ansiedad (por este fenómeno). Y dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): Vi en mi lugar (de oración) todo lo que se os ha prometido hasta me vi queriendo tomar un racimo (de uvas) del Paraíso, esto cuando me visteis adelantarme y por cierto vi el Infierno con sus partes rompiendo las otras y esto cuando me visteis retroceder, y vi en el a Ibn Luhayy (Fue el primer hombre que cambió la religión del profeta Ismael (P) y puso ídolos en los lugares de adoración, también introdujo la perversa costumbre de abandonar camellas luego de cortarles las orejas en el nombre de los ídolos) que es el que abandonó la camella. En el hadiz transmitido por Abu Tahir termina con las palabras: Apresuráos a la oración, y no menciona lo que viene después.

 

‘A’ishah relató que el sol se eclipsó en tiempos del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), entonces él envió a uno que llamase a la oración comunitaria y la gente se juntó y se adelantó, recitó el takbir y rezó cuatro rak’ats en la forma de dos rak’ats con cuatro prosternaciones (O sea dos veces la posición de pie (qiyam) y dos veces la inclinación (ruku’) en cada uno de los rak’ats)

 

‘Urwah relató bajo la autoridad de ‘A’ishah que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) recitó en voz alta durante la oración del eclipse y rezó cuatro rak’ats en la forma de dos rak’ats y cuatro prosternaciones. Kazir ibn ‘Abbas relató bajo la autoridad de ‘Abbas que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó cuatro rak’ats en la forma de dos rak’ats y cuatro prosternaciones.

 

Al Zuhri dijo que Kazir ibn ‘Abbas narró que Ibn ‘Abbas solía relatar sobre la oración del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) el día que se eclipsó el sol lo mismno que relataba ‘Urwah bajo la autoridad de ‘A’ishah.

 

‘Ata’ relató: Escuché a Ubaid ibn Umair decir: Me ha narrado alguien veraz (me imagino que se trataba de ‘A’ishah) que el sol se eclipsó en tiempo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) entonces él estuvo de pie (recitando en la oración) durante un largo tiempo luego se inclinó, luego se levantó, luego se inclinó, luego se levantó, luego se inclinó o sea tres ruku’s en dos rak’ats y cuatro prosternaciones luego se fue y el sol ya estaba brillando, y cuando se inclinaba decía: Allah Akbar (Allah es el Más Grande), y luego se inclinaba y al levantar su cabeza decía: Allah escucha a quien Le alaba, luego se levantaba y alababa y elogiaba a Allah, luego decía: Ciertamente el sol y la luna no se eclipsan por la muerte de alguien o por su nacimiento sino que ambos están entre los signos de Allah con los que Allah aterroriza a Sus siervos, entonces si los veis eclipsarse recordad a Allah hasta que brillen (nuevamente). Este hadiz también ha sido narrado por ‘A’ishah con otra cadena de transmisores pero dice: El Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó seis ruku’s y cuatro prosternaciones (en dos rak’ats).

 

II. EL RECUERDO DEL CASTIGO DE LA TUMBA DURANTE LA ORACIÓN DEL ECLIPSE

 

Amra relató que una judía fue a lo de ‘A’ishah a preguntarle (sobre algo) y (luego) le dijo: Que Allah te proteja del castigo de la tumba. ‘A’ishah dijo: ¡Mensajero de Allah! ¿La gente será castigada en la tumba? El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Que haya protección de Allah. Una mañana el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) montaba su cabalgadura cuando el sol se eclipsó. ‘A’ishah dijo: Salí con unas mujeres detrás de las habitaciones en la mezquita, y vino el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) desmontando su cabalgadura hacia el lugar de oración donde él solía rezar, se paró para rezar y la gente se paró detrás de él. ‘A’ishah dijo: Estuvo de pie (recitando) durante mucho tiempo y luego se inclinó prolongando mucho su inclinación, luego se levantó y estuvo de pie prolongado esta posición pero menos que la primera posición de pie, luego se inclinó y prolongó mucho la inclinación pero menos que la primera inclinación, luego se levantó y el sol había comenzado a brillar, entonces dijo: Ciertamente veo que seréis probados en la tumba como la prueba (conflicto) que provocará el Dayyal (Anticristo). Amra dijo: Escuché a ‘A’ishah decir: Después de esto escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) buscar refugio (en Allah) del castigo del Fuego y del castigo de la tumba.

 

Este hadiz también ha sido transmitido por Yahia ibn Sa’id con lamisma cadena de transmisores.

 

Yabir ibn Abdullah relató: El sol se eclipsó en la época del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en un día de intenso calor y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó con sus Compañeros y prolongó su posición de pie tanto que (sus Compañeros) comenzaban a caerse, luego se inclinó prolongadamente, luego se levantó prolongando la posición, luego se inclinó prolongadamente, luego se levantó prolongando la posición, luego se prosternó dos veces, luego se levantó y repitió esto, entonces fueron cuatro ruku’s y cuatro prosternaciones (en dos rak’ats), luego dijo: Me fueron presentadas todas las cosas en las que se os hará entrar, me fue presentado el Paraíso (tan cerca) que si hubiese querido tomar un racimo (de uvas) lo hubiera tomado y me fue presentado el Fuego, y vi en él a una mujer de la tribu de Israel que estaba siendo castigada por un gato que tenía al que había atado y no le daba de comer ni lo dejaba libre para comer las alimañas de la tierra, y vi a Abu Zumama ‘Amr ibn Malik (quien cambió la religión de Ismael) arrastrando sus intestinos en el Fuego. Ellos (los árabes) solían decir: El sol y la luna no se eclipsan sino por la muerte de una persona importante, pero (la realidad es que) son signos entre los signos de Allah que El os muestra, entonces si se eclipsan rezad hasta que vuelvan a brillar. Este hadiz ha sido narrado por Hisham con la misma cadena de transmisores excepto que dice: Y vi en el Fuego a una mujer gritona, negra y alta, y no dice: de la tribu de Israel.

 

Yabir relató: Se eclipsó el sol en tiempo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), el día que murió Ibrahim, el hijo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), entonces la gente dijo: Ciertamente se eclipsó por la muerte de Ibrahim, entonces el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) se levantó y dirigió a la gente en una oración de (dos rak’ats) con seis inclinaciones (ruku’s) y cuatro prosternaciones, comenzó con el takbir (Allah Akbar), luego recitó una larga recitación, luego se inclinó prolongando la inclinación tanto como su posición de pie, luego levantó su cabeza de la inclinación y recitó menos que la primera recitación, luego se inclinó prolongando su inclinación tanto como su posición de pie, luego levantó su cabeza de la inclinación y recitó menos que la segunda recitación, luego se inclinó prolongando la inclinación tanto como su posición de pie, luego levantó su cabeza de la inclinación, luego cayó en prosternación dos veces, luego se levantó e hizo de nuevo tres inclinaciones, sin completar el rak’ah, y la primera (posición de pie o inclinación) era más larga que la que le seguía y las inclinaciones del mismo largo que las prosternaciones, luego se movió hacia atrás y las filas se movieron hacia atrás con él hasta llegar al fondo (Abu Bakr dijo: hasta llegar cerca de las mujeres), luego se adelantó y la gente se adelantó con él hasta volver a su lugar y completó (su oración) cuando la tuvo que completar y el sol estaba brillando, entonces dijo: ¡gente! Ciertamente el sol y la luna son dos signos entre los signos de Allah, y ciertamente no se eclipsan por la muerte de alguien entre la gente (Abu Bakr dijo: por la muerte de un ser humano) y si veis algo de este tipo rezad hasta que vuelva a brillar. Nada hay que os haya sido prometido que yo no haya visto durante esta oración, me fue traído el Fuego y esto (sucedió) cuando me visteis retroceder por temor de que su calor me afectara, y vi en él al dueño del bastón curvo arrastrando sus intestinos en el Fuego, y él solía robar a los peregrinos con su bastón curvo, si fuera consciente diría: Se me enredó en el bastón curvo pero cuando se distrae se lo lleva, y también vi en él a la dueña del gato al que había atado y no lo alimentaba ni le permitía comer de las alimañas de la tierra hasta que (el gato) se murió de hambre, luego me fue traído el Paraíso, y esto (sucedió) cuando me visteis adelantarme hasta volver a mi lugar, y yo estiré mi mano para tomar alguno de sus frutos para que vosotros lo vierais luego pensé en no hacerlo, y no hay nada que os haya sido prometido que yo no haya visto durante esta oración.

 

Asmá relató: El sol se eclipsó en tiempo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), y fui a lo de ‘A’ishah que estaba rezando y le dije: ¿Qué pasa que la gente esta rezando?, entonces ella me señaló el cielo con la cabeza. Yo dije: ¿Es un signo (especial)? Me dijo: Si, el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) prolongó tanto su oración que yo estuve a punto de desmayarme entonces tomé un odre con agua que estaba a mi lado y puse agua sobre mi cabeza o me mojé la cara con agua. El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) terminó y el sol estaba brillando entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dio un sermón a la gente, y alabó y elogió a Allah y luego dijo: Y después de esto, todo lo que yo no había visto antes lo he visto aquí, en esta ocasión, incluso el Paraíso y el Infierno y se me reveló que seréis probados en la tumba o seréis probados con la prueba del Mesías ad.Dayyal (el Anticristo) (Asmá dijo que no sabía cual de los dos dijo), y se os traerá a cada uno de vosotros y se os dirá: ¿Qué sabes de este hombre? Entonces el creyente o el convencido (Asmá no sabe cuál de los dos dijo) dirá: El es Muhammad, él es el Mensajero de Allah, nos trajo pruebas claras y la guía recta, entonces respondimos y obedecimos (repitiendo esto tres veces), entonces se le dirá: Duerme, ya sabemos que eres un creyente en él, y el hombre recto irá a dormir, en cuanto al hipócrita o al desconfiado (Asmá no sabe cuál de los dos dijo) dirá: No sé, yo simplemente repetí las cosas que la gente decía.

 

Asmá relató: Llegue a lo de ‘A’ishah mientras la gente estaba rezando y ella también estaba rezando, entonces le dije: ¿Qué le pasa a la gente? Y el resto del hadiz es como el anterior. ‘Urwah dijo: No digas: Kasafat ash-Shamsu, sino que di: Jasafat ash Shamsu (Normalmente no hay diferencia entre las palabras kasafa o jasafa, ambas son usadas para el eclipse. Algunos lingüistas opinan que kasafa es para el ecilpse solar y jasafa para el eclipse lunar ya que el Corán dice: jasafat al-qamaru (se eclipsó la luna). Otros sabios opinan que kasafa se refiere a un eclipse total y jasafa cuando es parcial).

 

Asmá, bint Abu Bakr, relató: Un día el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) estaba tan inquieto (el día que el sol se eclipsó) que (en su prisa) tomó el manto (de una de las mujeres de su casa) hasta que le alcanzaron el suyo,, y dirigió a la gente en la oración de pie durante tanto tiempo que si un hombre entraba no se iba a dar cuenta si el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) ya había hecho la inclinación, como yo ya ha sido narrado respecto a la inclinación relacionado con lo prolongado de la posición de pie.

 

Ibn Yurayy narró este hadiz con la misma cadena de transmisores (pero con esta adición): La posición de pie fue muy prolongada y luego se inclinó. Y también (agregó): Y vi una mujer mayor que yo y otra más débil que yo.

 

Asmá bint Abu Bakr relató: El sol se eclipsó en tiempo del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) y él se inquieto y por error tomó el manto de una mujer hasta que después le llevaron el suyo. Yo terminé de satisfacer mis necesidades y luego fui y entré en la mezquita y vi al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezando de pie y me puse con él, y prolongó tanto la posición de pie que me dieron ganas de sentarme pero observé una débil mujer y dije: ella es más débil que yo, entonces me mantuve de pie, y luego se inclinó y prolongó su inclinación luego levantó su cabeza y prolongó nuevamente su posición de pie hasta el punto que si un hombre llegaba hubiera pensado que aún no se había inclinado.

 

Ibn ‘Abbas relató: El sol se eclipsó en tiempo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam). Entonces rezó el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en compañía de la gente y prolongó mucho la posición de pie tanto como el que toma recitar la surah de La Vaca, luego hizo una inclinación prolongada, luego se levantó y prolongó la posición de pie pero menos que la primera vez, luego hizo una inclinación prolongada pero más corta que la primera, luego se prosternó, luego se levantó prolongando la posición de pie pero menos que la primera vez, luego hizo una inclinación prolongada pero más corta que la primera, luego se levantó prolongando la posición de pie pero menos que la primera vez, luego hizo una inclinación prolongada pero menos que la primera, luego se prosternó y luego terminó y el sol ya estaba brillando, entonces dijo: Ciertamente el sol y la luna son signos entre los signos de Allah, no se eclipsan por la muerte o el nacimiento de alguien, entonces cuando veáis esto recordad a Allah. Dijeron: ¡Mensajero de Allah! Te vimos tratando de alcanzar algo desde tu sitio (de oración) y luego vimos alejarte. Entonces dijo: Ciertamente vi el Paraíso y alcancé un racimo de uvas que si las hubiera tomado hubierais comido de ellas mientras exista este mundo, y vi el Infierno y no he visto hasta hoy una visión tan horrible y vi que la mayoría de sus habitantes eran mujeres. Preguntaron: ¿Por qué? ¡Mensajero de Allah! Dijo: Por su incredulidad (o ingratitud). Dijeron: ¿Renegarán de Allah? Dijo: Por ingratitud hacia sus esposos e ingratitud hacia su gentileza, si tratas a una de ellas con gentileza durante todo un tiempo y luego ella ve en ti algo (desagradable) dirá: Nunca he visto en ti algo bueno.

 

Este hadiz ha sido transmitido bajo la autoridad de Zayd ibn Aslam con la misma cadena de transmisores, excepto que dice: Luego te vimos retrasarte.

 

Ibn ‘Abbas relató: Cuando hubo un eclipse solar el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó ocho rak’ats con cuatro prosternaciones. Esto también ha sido narrado por ‘Alí.

 

Ibn ‘Abbas relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó durante un eclipse, Recitó (el Corán) luego se inclinó, luego recitó luego se inclinó, luego recitó luego se inclinó, luego recitó luego se inclinó, luego se prosternó; y el segundo (rak’ah) fue igual a este.

 

Abdullah ibn ‘Amr ibn Al-‘As relató: Cuando se eclipsó el sol en tiempo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se llamó a la oración en congregación. El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) hizo dos inclinaciones en un rak’ah, luego se levantó e hizo inclinaciones en un rak’ah, luego el sol comenzó a brillar y ‘A’ishah dijo: Nunca hice unas inclinaciones o unas prosternaciones más largas que estas.

 

Abu Mas’ud Al-Ansari relató: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el sol y la luna son signos entre los signos de Allah, con los que Allah asusta a Sus siervos, y ciertamente ellos no se eclipsan por la muerte de nadie entre la gente, entonces si veis alguno de estos (signos) rezad y rogad a Allah hasta que se aclaren para vosotros.

 

Abu Masud relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el sol y la luna no se eclipsan por la muerte de nadie entre la gente sino que son dos signos entre los signos de Allah, entonces cuando veáis eso levantáos y rezad.

 

Este hadiz ha sido relatado por Isma’il con la misma cadena de transmisores, y en el narrado por Sufyan y Waki (las palabras son): El sol se eclipsó el día de la muerte de Ibrahim, entonces la gente dijo: Se eclipsó por la muerte de Ibrahim (el hijo del Profeta –BP-).

 

Abu Musa relató: El sol se eclipsó en tiempo del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), entonces se levantó temiendo que fuese la Hora (del día del Juicio) hasta que llegó a la mezquita, y rezó prolongando la posición de pie, la inclinación y la prosternación como nunca lo vi hacerlo en la oración y luego dijo: Ciertamente estos son signos que Allah ha enviado, no por la muerte de alguien o por el nacimiento de alguien sino que Allah los envía para asustar a Sus siervos. Entonces cuando veáis alguna de estas cosas apresuraos a invocar a Allah, rogarle y pedir Su perdón. Y en la narración transmitida por Ibn Al-Ala: El sol se eclipsó y dijo: Aterroriza a Sus siervos.

 

‘Abdu Rahman ibn Samura, relató: Mientras estaba arrojando más flechas en Medina en vida del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se eclipsó el sol, entonces las tiré y me dije: Debo ver que es lo que se hace el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) en un eclipse solar como hoy, cuando llegué a él estaba rogando con sus manos levantadas, declarando Su grandeza, alabándolo y reconociendo Su unicidad hasta que terminó el eclipse entonces recitó dos suras y rezó dos rak’ats.

 

‘Abdu Rahman ibn Samura, que era uno de los Compañeros del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), relató: Estaba arrojando mis flechas en Medina en vida del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando el sol se eclipsó entonces las tiré y me dije: ¡Por Allah! Debo ver que es lo que hace el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) durante un eclipse solar y llegué a él y estaba de pie rezando, levantando sus manos, glorificándolo (Subhanallah), alabándolo (Alhamdulillah), reconociendo Su unicidad (La illaha illallah) y declarando Su grandeza (Allahu Akbar) hasta que el sol se aclaró, y cuando terminó el eclipse recitó dos suras y rezó dos rak’ats.

 

‘Abdu Rahman ibn Samura relató: Mientras yo arrojaba mis flechas en la época del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), se eclipsó el sol, luego el resto del hadiz es el mismo.

 

Abdullah ibn ‘Umar relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el sol y la luna no se eclipsan por la muerte o el nacimiento de alguien sino que ellos son signos entre los signos de Allah, entonces cuando los veáis rezad.

 

Ziad ibn Ilaqa relató: Escuché a Al-Mugirah ibn Shu’ban decir: El sol se eclipsó en época del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), y el día de la muerte de Ibrahim, entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el sol y la luna son signos entre los signos de Allah, no se eclipsan por la muerte o el nacimiento de alguien, entonces cuando los veáis rogad a Allah y rezad hasta que se despeje.

 

 INDICE VOL. II              FINAL VOL. II              INDICE SAHIH MUSLIM


Libros de los funerales

 

I. EXHORTACIÓN AL MORIBUNDO A QUE NO PRONUNCIE: LA ILLAHA ILLALLAH (NO HAY MÁS DIOS QUE ALLAH)

 

Abu Sa’id Al-Judri relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Exhortad a vuestros moribundos a pronunciar: la illaha illallah’”.

 

Este hadiz ha sido transmitido por Sulaiman ibn Bilal con la misma cadena de transmisores.

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Exhortad a vuestros moribundos a pronunciar: La illaha illallah’”.

 

II. LO QUE SE DICE EN TIEMPO DE DESGRACIA

 

Umm Salamah relató: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Si un musulmán cuando le sucede una desgracia dice lo que Allah le ordenó: Ciertamente pertenecemos a Allah y ciertamente a Él regresaremos, ¡Allahumma! Recompénsame por mi desgracia y dame en su lugar algo mejor; Allah le dará algo mejor en su lugar’ Cuando murió Abu Salamah (su esposo) dije: ¿Qué musulmán es mejor que Abu Salamah? Su familia fue la primera en emigrar con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam). Luego dije las palabras (que Allah ordenó, entonces Allah me dio en su lugar al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam). El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) me envió a Hatib ibn Abu Balta’a con la propuesta de matrimonio, entonces le dije: Tengo una hija y soy celosa y él (el Profeta) dijo: ‘Respecto a su hija rogaremos a Allah para que ya no necesite tanto de ella, y rogaré a Allah que la libre de sus celos’”.

 

III. QUE SE DEBE DECIR AL LADO DEL ENFERMO Y DEL MUERTO

 

Umm Salamah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si visitáis al enfermo o al muerto suplicad el bien ya que los ángeles dicen: Amin, a todo lo que decís’. Cuando murio Abu Salamah fui al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) y le dije: ¿Mensajero de Allah! Ha muerto Abu Salamah, me dijo: ‘Di: ¡Allahumma! Perdóname y perdónalo y dame un mejor sustituto’. Lo dije y Allah me dio en su lugar alguien mejor que él, Muhammad (Assalalahu alayhi wa salaam)”.

 

IV. CERRAR LOS OJOS DEL MUERTO Y LOS RUEGOS AL VISITARLO

 

Umm Salamah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue a lo de Abu Salamah (cuando este murió) y sus ojos estaban abiertos y fijos, entonces se los cerró y luego dijo: ‘Ciertamente cuando el espíritu parte de la mirada lo sigue’. Entonces algunos entre su familia lloraron, y él dijo: ‘No roguéis para vosotros sino el bien ya que los ángeles dicen: Amin, a lo que decís’. Luego dijo: ‘¡Allahumma! Perdona a Abu Salamah, eleva su grado entre los rectamente guiados, garantízale un sucesor entre sus descendientes que permanezca, perdónanos a nosotros y a él, oh Señor del Universo, haz su tumba espaciosa y pon luz en ella’”.

 

Jalil Al-Hadha transmitió este hadiz con la misma cadena excepto que dice: “Que seas Tu quien cuide lo que él deja”, y dijo: “¡Allahumma! Expándele su tumba”, y no dice: “Haz su tumba espaciosa”. Y Jalil Al Hadha dice: “Y rogó por una sexta cosa que he olvidado”.

 

Abu Hurayrah relató: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘¿No veis que cuando el hombre muere deja sus ojos fijos y abiertos?’. Dijeron: ’Si’. Dijo: ‘Esto es por que la mirada sigue al alma (cuando parte)’”.

 

Este hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de Al-Ala con la misma cadena de transmisores.

 

V. EL LLANTO POR LOS MUERTOS

 

Umm Salamah relató: “Cuando murió Abu Salamah me dije: Extranjera y en una tierra extraña, lo lloraré con un llanto que dará que hablar y me preparé para llorar por él cuando llegó una mujer de la parte alta de la ciudad que quería ayudarme (en los llantos) y que se había encontrado con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) quién le había dicho: ‘¿Quieres hacer entrar a Shaitan en una casa de la que Allah lo expulsó dos veces?’. Entonces controlé mi llanto y no lloré”.

 

Usama ibn Zayd relató: “Estábamos en lo del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando una de sus hijas lo mandó a llamar informándolo que su niño o su hijo se estaba muriendo, entonces (el Profeta) le dijo al mensajero (de su hija): ‘Vuelve con ella e infórmala que ciertamente a Allah le pertenece lo que se ha llevado y lo que El ha dado, y que El ha determinado un tiempo para todas las cosas, ordénale que sea paciente y busque la recompensa (de Allah)’. El mensajero volvió y dijo: ‘Ella ha jurado que irías con ella’. Entonces el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) se levantó y se levantaron con él Sa’d ibn Ubada y Muád ibn Yabal y yo fui con ellos. El niño fue levantado hacia él y su alma estaba inquieta como si estuviera en un odre, entonces sus ojos (del Profeta) se llenaron de lágrimas y Sa’d le dijo: ‘¿Qué es esto? ¡Mensajero de Allah!’ Dijo: ‘Esto es misericordia que Allah ha puesto en el corazón de Sus siervos, y Allah es misericordioso con aquellos de entre Sus siervos que son misericordiosos’”.

 

Este hadiz ha sido transmitido por otra cadena de transmisores bajo la autoridad de ‘Asim Al-Ahual.

 

Abdullah ibn ‘Umar relató: Sa’d ibn Ubada se quejó de su enfermedad, entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue a visitarlo con ‘Abdu Rahman ibn ‘Awf, Sa’d ibn Abi Waqqas y Abdullah ibn Mas’ud, y cuando entró lo encontró desvanecido y dijo: ‘¿Ha muerto?’, dijeron: ‘¡No, Mensajero de Allah!’ Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) también comenzaron a llorar y dijo: ‘Escuchad, ciertamente Allah no castiga por las lágrimas que derrama el ojo ni por la tristeza del corazón, sino que castiga por esto (y señaló su lengua) o es misericordioso’”.

 

VI. VISITA AL ENFERMO

 

Abdullah ibn ‘Umar relató: “Estábamos sentados con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando llegó un hombre de los Ansar y lo saludó, luego el ansari se quiso marchar y, entonces, el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le dijo: ‘¡mi hermano Ansar! ¿Cómo está mi hermano Sa’d ibn Ubada?’ Dijo: Mejor, y dijo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘¿Quién de vosotros lo quiere visitar?’. Se levantó y nos levantamos con él; éramos más de diez personas, no teníamos zapatos, ni calcetines, ni capuchas, ni camisas. Caminamos por la tierra desnuda hasta llegar a él (a Sa’d), entonces su gente se apartó de su alrededor hasta que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y sus Compañeros se le acercaron”.

 

VII. PACIENCIA EN LA DESGRACIA AL RECIBIR EL PRIMER GOLPE

 

Anas ibn Malik relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Paciencia en el primer golpe’”.

 

Anas ibn Malik relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue a una mujer que lloraba por (la muerte de) su hijo y le dijo: “Teme a Allah y ten paciencia”. Ella dijo: “¡Tu no has tenido mi desgracia!” . Y  cuando él se iba le dijeron: “Es el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)”. Entonces ella sintió que se moría y se fue a su puerta, no encontró guardianes en ella y dijo: “¡Mensajero de Allah! No te reconocí”. Y él dijo: “Ciertamente hay que ser pacientes en el primer golpe”, o dijo: “ En el primer golpe”.

 

Un hadiz como este ha sido transmitido por la misma cadena de transmisores pero con estas palabras: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) pasó por una mujer que estaba (sentada) en una tumba.

 

VIII. EL MUERTO ES CASTIGADO POR LOS LLANTOS DE SU FAMILIA

 

Abdullah ibn ‘Umar relató que Hafsah lloró por ‘Umar (cuando estaba por morir), entonces él le dijo: “¡Silencio hija mía! Acaso no sabes que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Ciertamente el muerto es castigado cuando su familia llora por él.”.

 

‘Umar relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “El muerto es castigado en su tumba por las lamentaciones sobre ella”.

 

El mismo hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de ‘Umar a través de otra cadena de transmisores.

 

Ibn ‘Umar relató: “Cuando ‘Umar fue herido se desmayó y entonces hubo lamentaciones sobre él, al volver a la consciencia dijo: ‘¿No sabéis que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo?’”.

 

Abu Burda relató bajo la autoridad de su padre que: “Cuando ‘Umar fue herido Suhayb dijo (lamentándose): ‘¡hermano! Entonces ‘Umar le dijo: ¡Suhayb! ¿No sabes que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo?’”.

 

Abu Musa relató: “Cuando ‘Umar fue herido Suhayb vino a verlo desde su casa y fue con ‘Umar, se puso a su lado y comenzó a llorar, entonces ‘Umar le dijo: ‘¿Por qué lloras? ¿Lloras por mí?’. Dijo: ‘¡Por Allah! Es por ti que lloro, ¡Emir de los Creyentes!’. Dijo: ‘¡Por Allah! Tu sabes que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) ha dicho: Aquel que es lamentado es castigado. Le mencioné esto a Musa ibn Talha y me dijo: ‘A’ishah dijo que esto era para los judíos’”.

 

Anas relató que cuando ‘Umar ibn Al-Jattab fue herido Hafsah se lamentó por él, entonces él dijo: “¡Hafsah! ¿No has escuchado al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘El que es lamentado será castigado?’. Suhayb también se lamentó por él, y ‘Umar le dijo: ‘¡Suhayb! ¿No sabías que: Ciertamente el que es lamentado será castigado?’”.

 

Abdullah ibn Abu Mulaika relató: “Estaba sentado al lado de Ibn ‘Umar esperando el funeral de Umm Aban, la hija de ‘Uzman, y estaba también ‘Amr ibn ‘Uzman, entonces llegó Ibn ‘Abbas conducido por un guía y yo pensé que él estaba informando del lugar de Ibn ‘Umar, entonces vino hasta sentarse a mi lado, y yo estaba entre ellos dos (Ibn ‘Abbas e Ibn ‘Umar) cuando llegó un sonido (de lamentaciones) de la casa, entonces Ibn ‘Umar dijo: ‘(mientras le indicaba a ‘Amr que se pare y las detenga) Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: El muerto es castigado por el llanto de su familia’. Y así Abdullah generalizó (lo que había sido dicho para una ocasión particular) Ibn ‘Abbas dijo: ‘Estábamos con el Emir de los Creyentes ‘Umar ibn Al-Jattab entonces llegamos a Al-Baidá y había un hombre bajo la sombra de un árbol, y me dijo: Ve y dime quien es esa persona, fui y él era Suhayb, volví con él y le dije: Ordénale que venga a vernos, dije: Está con su familia, dijo: Aunque esté con su familia. Entonces, fue y le dijo (que viera al Emir de los Creyentes). Cuando volvimos (a Medina) no pasó mucho tiempo que el Emir de los Creyentes fue herido, entonces vino Suhayb y dijo: ¡compañero, oh hermano! Y ‘Umar le dijo: No sabes o no has escuchado que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por algunas lamentaciones de su familia. En cuanto a Abdullah (Ibn ‘Umar), él lo generalizó (a toda ocasión), y ‘Umar, en cambio, lo aplicó a algunas ocasiones. Entonces me levanté y fui a lo de ‘A’ishah y le conté lo que había dicho Ibn ‘Umar y ella dijo: No, ¡por Allah! El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nunca dijo que: El muerto es castigado por el llanto de su familia, sino que él dijo: Ciertamente Allah aumenta el castigo del incrédulo con el llanto de su gente y ciertamente Allah es el que hace reír y hace llorar y nadie cargará con la carga ajena’. Ibn Abu Mulaika relató que Al-Qasim ibn Muhammad dijo que cuando las palabras de ‘Umar e ‘Ibn ‘Umar le fueron transmitidas a ‘A’ishah, ella dijo: ‘Ciertamente vosotros me habéis narrado de quienes no son mentirosos ni sospechosos de mentir pero si de (algunas veces) escuchar erróneamente’”.

 

Abdullah ibn Abu Mulaika relató: “La hija de ‘Uzman ibn ‘Affan murió en Makka, y fuimos a presenciar sus funerales. Estaban presentes Ibn ‘Umar e Ibn ‘Abbas y yo estaba sentado entre ellos dos, primero me senté al lado de uno de ellos y luego llegó el otro y se sentó a mi lado. Abdullah ibn ‘Umar le dijo a ‘Amr ibn ‘Uzman que estaba sentado frente a él: ‘¿Por qué no prohibes los llantos?, ya que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: Ciertamente el muerto es castigado cuando su familia se lamenta por él’. Ibn ‘Abbas dijo: ‘ ‘Umar solía decir algo por el estilo’. Luego narró: ‘Veníamos de Makka con ‘Umar hasta llegar a Al-Baidá cuando vimos un grupo de jinetes bajo la sombra de un árbol, y (‘Umar) me dijo: Ve a ver quienes son esos jinetes. Fui. Observé y Suhayb estaba entre ellos, lo informé de esto y me dijo: Dile que observé y Suhayb estaba entre ellos, lo informé de esto y me dijo: Dile que venga. Entonces volví con Suhayb y le dije: Ve y reúnete con el Emir de los Creyentes. (Luego) cuando ‘Umar fue herido llegó Suhayb llorando y diciendo: ¡hermano, oh compañero! Entonces ‘Umar le dijo: ¡Suhayb! ¿Lloras por mi? Y el Mensajero de Allah dijo: Ciertamente el muerto es castigado por algunas lamentaciones de su familia por él. Ibn ‘Abbas dijo: Cuando ‘Umar murió le mencioné esto a ‘A’shah y ella dijo: Que Allah tenga misericordia de ‘Umar, ¡por Allah! El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nunca dijo: Ciertamente Allah castiga al creyente por el llanto de alguien, sino que dijo: Ciertamente Allah aumenta el castigo del incrédulo con las lamentaciones de su gente por él. El Corán es suficiente para vosotros: Nadie cargará con la carga ajena. (6:164)’. E Ibn ‘Abbas dijo: ‘Y Allah es El que te hace reír y El que te hace llorar’. Ibn Abu Mulaika dijo: ‘Por Allah, Ibn ‘Umar no dijo nada’”.

 

‘Amr relató bajo la autoridad de Ibn Abu Mulaika: “Estábamos en el funeral de Umm Aban, la hija de ‘Uzman”, y el resto del hadiz es el mismo pero él no lo narra bajo la autoridad de ‘Umar del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) como si lo narraron Ayyub e Ibn Yarayy, y el hadiz de estos dos es más completo que el de ‘Amr.

 

Abdullah ibn ‘Umar relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “Ciertamente el muerto es castigado por el lamento del vivo”.

 

Hisham ibn ‘Urwah narró bajo la autoridad de su padre que le mencionaron a ‘A’ishah el dicho de Ibn ‘Umar: “El muerto es castigado por el llanto de su familia por él. Entonces ella dijo: ‘Que Allah tenga misericordia de Abu ‘Abdu Rahman (el kunia de Ibn ‘Umar), escuchó algo pero no lo retuvo (bien) (lo que pasó fue que) pasó frente al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) el funeral de un judío y (su gente) lloraba por él entonces dijo: Vosotros lloráis y él está siendo castigado’”.

 

Hisham ibn ‘Urwah relató bajo la autoridad de su padre que le fue mencionado a ‘A’ishah que Ibn ‘Umar había narrado que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) había dicho: “Ciertamente el muerto es castigado en su tumba por el llanto de su familia por él”. Entonces ella dijo: “Entendió mal, lo que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo fue: ‘Ciertamente es castigado por sus errores y sus pecados, y ahora su familia llora’, esto es como cuando dijo que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se detuvo ante el foso donde estaban los cuerpos de los politeístas muertos en la batalla de Badr y dijo: ‘Ciertamente ellos escuchan lo que les digo’, y realmente Ibn ‘Umar había entendido mal porque lo que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo fue: ‘Ciertamente ellos saben que lo que yo les decía era verdad’”. Luego ella recitó: “Tu no puedes hacer que los muertos oigan(27:80), y: Tu no puedes hacer que quienes están en las sepulturas oigan (35:22), y no les puedes informar cuando hayan tomado sus asientos en Fuego”.

 

Este hadiz ha sido transmitido por Ibn ‘Urwah con la misma cadena de transmisores. El hadiz narrado por Abu Usama es más completo.

 

Amra, la hija de ‘Abdu Rahman, narró que escuchó de ‘A’ishah y le fue mencionado a ella que Abdullah ibn ‘Umar dijo: “Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo”. Entonces ‘A’ishah dijo: “Que Allah perdone a Abu ‘Abdu Rahman (Ibn ‘Umar), él no mintió pero se olvidó o se equivocó, ya que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) pasó cerca de una judía que estaba siendo llorada, entonces dijo: ‘Ellos lloran por ella y ella está siendo castigada en su tumba’”.

 

‘Alí ibn Rabi’ah relató: “El primero del que se lamentaron en Kufa fue Karata ibn Ka’b, entonces Al-Mughira ibn Shu’bah dijo: ‘Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: Aquel del que se lamentan (al morir) será castigado por lo que se lamentaron por él en el Día del Juicio’”.

 

Un hadiz también como este ha sido narrado por Al Mugirah ibn Shu’bah del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).

 

Este hadiz también ha sido narrado del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) a través de otra cadena de transmisores.

 

Abu Malik Al-Ash’ari relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “Mi comunidad tiene cuatro características de la época pre-islámica que no abandona: el orgullo por la posición, el denigrar los antepasados (de los otros), la búsqueda de lluvia por las estrellas y las lamentaciones (por los muertos)”, y dijo: “Si la que se lamenta no se arrepienta antes de morir resucitará en el Día del Juicio usando ropa de alquitrán y una camisa de sarna”.

 

‘A’ishah relató: “Cuando le dijeron al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) que habían matado a Ibn Hariza, a Ya’far ibn Abu Talib y a Abdullah ibn Rawaha, el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se sentó mostrando signos de tristeza y yo lo miraba por la rendija de la puerta, y vino un hombre y dijo: ‘¡Mensajero de Allah! ¡Las esposas de Ya’far!’, y luego mencionó sus (excesivas) lamentaciones. Entonces, (el Profeta) le ordenó que fuese (a ellas) y se lo prohibiese. El hombre fue y volvió diciendo que no le obedecieron. El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) repitió la orden de ir y prohibirles. Al tiempo, el hombre regresó diciendo: ¡Por Allah! ¡Nos han sobrepasado Mensajero de Allah! ‘A’ishah pensó que el Mensajero  de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le había dicho (al hombre): ‘¡Ve y lánzales tierra en sus bocas!’ Entonces, ‘A’ishah recriminó al hombre con las siguientes palabras: ‘¡Que Allah te humille! No hiciste lo que el Mensajero de Allah te ordenó ni dejaste de molestarlo’”.

 

Este hadiz ha sido transmitido por Yahia ibn Sa’id con la misma cadena de transmisores como el transmitido por Abdul Aziz que cambia estas palabras: “No dejaste de incomodar al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).”

 

Umm Atíia relató: “Además del juramento de obediencia el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos tomó una promesa: que no nos lamentaríamos (exageradamente por los muertos). Pero sólo cinco de nosotras cumplimos con esta promesa: Umm Sulaim, Al-Ala, la hija de Abu Sabra esposa de Muádh o la hija de Abu Sabra y la esposa de Mu’adh”.

 

Umm Atíia relató: “Junto con el juramento de obediencia al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le prometimos no lamentarnos exageradamente por los muertos y sólo cinco de nosotras cumplimos, entre ellas Umm Sulaim”.

 

Umm Atíia relató: “Cuando fue revelada esta aleya: ‘Cuando vengan a ti las creyentes para jurarte fidelidad en los términos de no asociar nada a Allah... y no desobedecerte en nada de lo reconocido como bueno...’. (60:12) Ella dijo: ‘En esto estaban (incluidas) las lamentaciones’. Entonces dije: ‘¡Mensajero de Allah! Exceptúa a la tribu de fulano, ya que ellos me ayudaron en los tiempos preislámicos y sin duda yo los tendré que ayudar a ellos (en sus lamentaciones)’. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Excepto la tribu de fulanos’”.  

 

IX. LA PROHIBICIÓN PARA LAS MUJERES DE SEGUIR LAS PROCESIONES FÚNEBRES

 

Umm Atíia relató: “Se nos prohibió seguir las procesiones fúnebres, pero no fue una prohibición absoluta”.

 Umm Atíia relató: “Se nos pidió dejar las procesiones fúnebres, pero no fue una prohibición absoluta”.

 

X. EL LAVADO DEL CUERPO DEL MUERTO

 

Umm Atíia relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) vino a nosotras mientras lavábamos el cuerpo de nuestra hija y nos dijo: ‘Lavadla tres veces o cinco o más veces si os parece necesario, con agua y hojas del árbol del loto, y en el último (lavado) ponédle alcanfor o un poco de alcanfor, y cuando terminéis llamadme’. Cuando terminamos lo llamamos y él nos dio una ropa suya y nos dijo: ‘Ponedla junto a ella’”.

 

Umm Atíia relató: “Trenzamos su pelo con tres trenzas”.

 

Umm Atíia relató: Murió una de las hijas del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam). En el hadiz transmitido por Ibn Ulaiia. Vino a nosotras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y estábamos lavando a su hija. Y en el transmitido por Malik dice: Entró con nosotras el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando murió su hija. El resto del hadiz es como el narrado por Yazid ibn Zurai’ de Muhammad de Umm Atíia.

 

Un hadiz como este ha sido transmitido por Hafsah bajo la autoridad de Umm Atíia con la excepción de que dice: ‘Tres, cinco o siete o más veces si os parece necesario’. Y dice Hafsah bajo la autoridad de Umm Atíia: “Trenzamos su pelo con tres trenzas”.

 

Umm Atíia relató: “La lavamos un número impar de veces, tres, cinco o siete”. Y dijo: “Trenzamos su pelo con tres trenzas”.

 

Umm Atíia relató: “Cuando murió Zaynab, la hija del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam). Él nos dijo: ‘Lavadla un número impar de veces: tres o cinco, y la quinta vez, ponedle alcanfor o algo similar, y cuando la hayáis lavado informadme’. Lo informamos y entonces nos dio una ropa suya y nos dijo: ‘Ponedla junto a su cuerpo’”.

 

Umm Atíia relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) vino a nosotras mientras lavábamos a una de sus hijas y dijo: “Lavadla un número impar de veces, cinco o más”. El resto del Hadiz es el mismo. Y (también) dice: “Trenzamos su pelo con tres trenzas, dos a los costados de su cabeza y una en su frente”.

 

Umm Atíia relató que cuando el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) le ordenó que lavase a su hija le dijo: “Comienza por el lado derecho y con las partes que son lavadas en la ablución”.

 

Umm Atíia relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) les dijo en el lavado de su hija: “Comienza por el lado derecho y con las partes que son lavadas en la ablución”.

 

XI. EL AMORTAJAMIENTO DEL MUERTO

 

Jabbab ibn Al-Aratt relató: “Emigramos por Allah con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) tratando de complacer solo a Allah, por eso nuestra recompensa estaba con Allah. Y entre nosotros había quienes pasaban su vida (en tal estado de piedad y austeridad) sin consumir esa recompensa. Entre ellos estaba Mus’ab ibn Umair quien fue muerto en la Batalla de Uhud y no se encontró para amortajarlo sino una túnica de lana con la que si le cubríamos la cabeza sus pies quedaban descubiertos y si le cubríamos sus pies era su cabeza la que quedaba descubierta, entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Cubridle con ella la cabeza y cubridle sus pies con hierba’, y entre nosotros hay uno para quien la fruta esta madura y él la está disfrutando”.

 

Un hadiz como este ha sido transmitido por ‘Uyaynah bajo la autoridad de Al-A’mash con la misma cadena de transmisores.

 

‘A’ishah relató: “Amortajamos al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) con tres telas blancas de algodón yemenita de Sahul sin camisa ni turbante, en cuanto al hula había dudas respecto a que había sido comprado para amortajarlo con él paro luego se abandonó y se lo amortajó con las tres telas blancas de algodón yemenita de Sahul. Entonces Abdullah ibn Abu Bakr lo obtuvo y dijo: ‘Lo guardaré para que se me amortajé con él, pero luego dijo: Si Allah, exaltado y majestuoso, hubiera deseado esto para Su profeta lo hubiera amortajado con él.’ Entonces lo vendió y dio lo obtenido como caridad.”

 

‘A’ishah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue cubierto con un hula yemenita que pertenecía a Abdullah ibn Abu Bakr, luego le fue cambiado y se le amortajó con tres telas de algodón yemenita de Sahul que no eran ni una camisa ni un turbante. Entonces Abdullah tomó el hula y dijo: ‘Seré amortajado con él, pero luego dijo: ¿El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) no fue amortajado con él y yo lo seré?’ Entonces lo dio en caridad.”

 

Este hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de Hisham con la misma cadena de transmisores, pero en el hadiz narrado por él no se menciona la historia de Abdullah ibn Abu Bakr.

 

Abu Salamah relató: “Le pregunte a ‘A’ishah, la esposa del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam): ¿Con cuantas telas fue amortajado el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam)? Ella contestó: ‘Con tres telas de Sahul.’”

 

XII. CUBRIR EL CUERPO DEL MUERTO CON UNA TELA

 

‘A’ishah, LA Madre de los Creyentes, relató: “Cuando murió el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue cubierto con una tela yemenita.”

 

Este hadiz fue relatado por Al-Zuhri con la misma cadena de transmisores.”

 

XIII. CUBRIR COMPLETAMENTE AL MUERTO CON UNA MORTAJA APROPIADA

 

Yabir ibn Abdullah relató que un día el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) durante uno de sus sermones mencionó a un hombre de sus Compañeros que al morir había sido amortajado con una mortaja que no era suficientemente larga y que fue enterrado durante la noche, y recomendó que no se lo entierre durante la noche para que se pueda rezar por él, a menos que sea absolutamente necesario, y dijo el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam): ‘Cuando amortajéis a uno de vuestros hermanos amortajadlo bien.’”

 

XIV. LA RAPIDEZ EN EL FUNERAL

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: “Apresuraos con los funerales, ya que si era recto (el muerto) es bueno a lo que lo estáis enviando, y si no lo era os estáis librando de un mal.”

 

Este hadiz ha sido narrado a través de otra cadena de transmisores con la excepción de que en el narrado por Ma’mar dice: “No se si el hadiz es marfu (o sea si la cadena de transmisores llega hasta el Profeta).”

 

Abu Hurayrah relató: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Apresuraos con los funerales ya que si era de los rectos lo estáis acercando a lo bueno, y si no lo era es un mal del que os estáis librando.’”

 

XV. EL MÉRITO DE LA ORACIÓN DEL FUNERAL Y EL SEGUIR AL CORTEJO FUNEBRE

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Quien esté presente en un funeral hasta que se rece la oración tiene la recompensa de un qirat y quien esté presente hasta que sea enterrado tiene la recompensa de dos qirats.’ Se preguntó: ¿Qué son dos qirats?. Contestó: ‘El equivalente a dos enormes montañas.’ Otros dos narradores agregaron que Ibn ‘Umar solía rezar y luego partir, pero cuando supo del hadiz de Abu Hurayrah dijo: Hemos perdido muchos qirats.”

 

Este hadiz ha sido narrado por Abu Hurayrah a través de otra cadena de transmisores hasta las palabras: ‘dos enormes montañas’, y no menciona el resto. Y en el hadiz narrado por Abdul’ Ala: ‘hasta que se completa (el funeral).’ Y en el de ‘Abdu Razaq: ‘hasta que es puesto en la tumba.’

 

Este hadiz ha sido narrado por Abu Hurayrah a través de otra cadena de transmisores y dice: ‘y quien lo siga hasta que sea enterrado.’

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Quien reza por el muerto y luego no lo sigue (en su cortejo) tiene la recompensa de un qirat y quien lo siga tendrá la recompensa de dos qirats’, preguntaron: ¿Qué son dos qirats? Dijo: ‘El menor de los dos equivale a (la montaña de) Uhud.’

 

Nafi’ relató que le dijeron a Ibn ‘umar que Abu Hurayrah dijo: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Quien sigue al funeral tiene una recompensa de un qirat.’” Ibn ‘Umar dijo: Abu Hurayrah lo narraba a menudo, entonces mandó a preguntar a ‘A’ishah (sobre lo que decía Abu Hurayrah) y ella confirmó a Abu Hurayrah, entonces Ibn ‘Umar dijo: Hemos perdido muchos qirats.

 

Abu Hurayrah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘El que reza por el muerto tiene la recompensa de un qirat, y el que sigue el funeral hasta que es depositado en su tumba dos qirats.’ Pregunté (Abu Hazim, uno de los narradores): ¡Abu Hurayrah! ¿Qué es un qirat! Contestó: “Como la montaña de Uhud.”

 

Daud ibn Amir ibn Sa’d ibn Abu Waqqas relató bajo la autoridad de su padre que éste estaba sentado con Ibn ‘Umar cuando Jabbab, el dueño de Mansura dijo: ¡Abdullah ibn ‘Umar! ¿Has escuchado lo que dice Abu Hurayrah? Que escucho al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Quien sale con el funeral desde la casa (del muerto), reza por él y luego lo sigue hasta que es enterrado tiene una recompensa de dos qirats, siendo cada uno equivalente a la montaña de Uhud y quien reza por él y luego se va tiene una recompensa como Uhud.’ Entonces Ibn ‘Umar envió a Jabbab a lo de ‘A’ishah para preguntarle sobre el dicho de Abu Hurayrah y que luego regresara y le informara lo que ella había dicho. Mientras tanto Ibn ‘Umar tomó un puñado de piedras que daba vuelta en su mano hasta que regresó su enviado y le dijo: ‘A’ishah dijo que Abu Hurayrah dijo la verdad, entonces Ibn ‘Umar arrojó en la tierra las piedras que tenía en su mano y dijo: Hemos perdido muchos qirats.

 

Zawban el esclavo liberado del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Quien reza por el muerto tiene la recompensa de un qirat y el que presencia su entierro tendrá dos qirats de recompensa, un qirat equivale a la montaña de Uhud.’

 

Este hadiz ha sido transmitido por Catada con la misma cadena de transmisores. Y en el transmitido por Sa’id y Hisham dice: Le preguntaron al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) sobre el qirat y dijo: ‘Es como (la montaña de) Uhud.’

 

 XVI. SI CIEN REZAN POR EL MUERTO SU INTERCESIÓN SERA ACEPTADA

 

‘A’ishah relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si un grupo de cien musulmanes rezan por un muerto y todos interceden por él, su intercesión es aceptada.’

 

Abdullah ibn ‘Abbas relató que cuando su hijo murió en Qudaid o Usfán dijo: “¡Kurayb! Mira cuanta gente se ha reunido para su oración fúnebre.” Dijo (Kurayb): Entonces salí y vi que la gente se había reunido. Dijo: ¿Te parece que hay cuarenta? Dijo: Si. Dijo: Traedlo, ya que escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘Si un musulmán muere y para su oración fúnebre se reúnen cuarenta hombres que no asocian nada con Allah, Allah aceptará su intercesión por él.’

 

XVII. EL MUERTO QUE ES ELOGIADO CON BUENAS PALABRAS O EL QUE ES CENSURADO CON MALAS PALABRAS

 

Anas Ibn Malik relató: “Pasó un cortejo fúnebre que fue elogiado con buenas palabras y el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto.’ Y pasó (otro) cortejo fúnebre que fue censurado con malas palabras y el Profeta de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto.’ ‘Umar dijo: ¡Que mi padre y mi madre sean rescate! Pasó un cortejo fúnebre que fue elogiado con buenas palabras y dijiste: se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, y pasó un cortejo fúnebre que fue censurado con malas palabras y dijiste: se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto, se ha vuelto cierto. Entonces el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Para el que fue elogiado con buenas palabras el Paraíso se ha vuelto cierto y para el que fue censurado con malas palabras el Infierno se ha vuelto cierto, vosotros sois los testigos de Allah en la tierra, vosotros sois los testigos de Allah en la tierra, vosotros sois los testigos de Allah en la tierra.’”

 

Este mismo hadiz ha sido transmitido a través de otra cadena de transmisores.

 

XVIII. COMO SE DICE DE AQUEL QUE ENCUENTRA DESCANSO EN LA MUERTE Y DE AQUEL DE QUIEN DESCANSA LA GENTE

 

Catada ibn Rabi relató que cuando un funeral pasaba frente a él, el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decía: ‘El encontraba alivio (al-mustarih) o los otros encontrarán alivio (al-mustarah).’ Le dijeron: ¡Mensajero de Allah! ¿Qué quiere decir al-mustarih y al-mustarah? Entonces dijo: ‘El siervo creyente descansa de las dificultades de este mundo y del siervo perverso descansa la gente, las ciudades, los árboles y los animales.’

 

En el hadiz transmitido por Yahia ibn Sa’id bajo la autoridad de Catada, (las palabras son): ‘Descansa de los problemas de este mundo y de sus dificultades y entra en la misericordia de Allah.’

 

Abu Hurayrah relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) el día que murió el Negus (Titulo que se daba al rey de Etiopía)  informó a la gente de su muerte y fue con ellos al lugar de oración y rezó cuatro takbir. (Este fue un milagro del Profeta [BP] que supo de su muerte en el mismo día, pese a la enorme distancia).

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) nos dio la noticia de la muerte del Negus, Gobernante de Etiopía, el mismo día en que murió y dijo: ‘Pedid perdón por vuestro hermano.’ Luego los dispuso en filas en el lugar de oración y rezó pronunciando cuatro takbir.”

 

Este hadiz fue narrado a través de otra cadena de transmisores.

 

Yabir ibn Abdullah relató que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó por Ashama, el Negus, pronunciando cuatro takbir.

 

Yabir ibn Abdullah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Hoy murió un recto siervo de Allah, Ashama’, y se paró y nos dirigió en la oración por él.”

 

Yabir ibn Abdullah relato: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Un hermano vuestro ha muerto, levantaos y rezad por él.’ Entonces nos levantamos y nos dispusimos en dos filas.”

 

‘Imran ibn Husayn relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Un hermano vuestro ha muerto, levantaos y rezad por él.’ O sea el negus. Y en el transmitido por Zubayr dice: ‘Vuestro hermano.’”

 

XIX. LA ORACIÓN ANTE LA TUMBA

 

Shaibani relató bajo la autoridad de Sha’bi que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó ante una tumba después de haberse enterrado un muerto, pronunciando cuatro takbir por él. Shaibani dijo: “Le pregunte a Sha’bi: ¿Quién te lo relató?.” Contestó: Alguien de confianza, Abdullah ibn ‘Abbas. Es el texto de un hadiz hasan. Y en la narración de Ibn Numayr dice: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) fue a una tumba recién cavada y rezó ante ella y formaron filas detrás suyo y él pronunció cuatro takbirs. Le pregunté a Amir ¿Quién lo relató? Contesto: El digno de confianza que fue testigo, Ibn ‘Abbas

 

Este hadiz ha sido narrado a través de otra cadena de transmisores, es uno de ellos (las palabras son): El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) pronunció cuatro takbir por él.

 

Este hadiz ha sido narrado por Shaibani a través de otra cadena de transmisores.

 

Anas relató que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó ante una tumba.

 

Abu Hurayrah relató que había una mujer negra (o un joven) que solía barrer la mezquita. El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) la extrañó y preguntó por ella (o por él), y ellos dijeron: Murió. Dijo: ‘¿Por qué no me habéis informado?’ Era como si ella (o ‘el) no fueran importantes. Entonces dijo: “Llevadme a su tumba.” Lo llevaron, rezó ante ella y luego dijo: ‘Ciertamente estas tumbas están llenas de oscuridad para sus ocupantes y ciertamente Allah, Poderoso y Majestuoso, las ilumina para ellos por mi oración ante ellas.’

 

‘Abdu Rahman ibn Abu Laila relató: « Zayd solía pronunciar cuatro takbir en nuestros funerales y en un funeral pronunció cinco takbir, le pregunté porqué y me dijo: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) pronunciaba así.” (El Imam Nawawi afirmó que este hadiz ha sido abrogado e Ibn Abdul Barr dice que hay consenso entre los musulmanes que éste es un hadiz abrogado. Los eruditos han estudiado todos los hadices relacionados con el número de takbir de la oración fúnebre y llegaron a una conclusión final basada final basada en el último acto del Profeta [PB] que nos da una indicación clara de que él pronunció cuatro takbir).

 

XX. LEVANTARSE CUANDO PASA UN FUNERAL

 

Ha sido narrado bajo la autoridad de Amir ibn Rabi’ah que: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si veis una procesión fúnebre levantaos por ella hasta que pase o que lo depositen en el suelo.’”

 

Ha sido narrado bajo la autoridad de Amir ibn Rabi’ah que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si alguno de vosotros ve una procesión fúnebre, y no la va a acompañar, que se levante hasta que pase o hasta que sea puesto en el suelo antes de pasar.’

 

Ha sido narrado bajo la autoridad de Ibn Yuraij que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si alguno de vosotros ve una procesión fúnebre que se levante mientras se vea si es que no va a seguirla.’

 

Ha sido narrado por Abu Sa’id Al-Judri que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Cuando sigáis una procesión fúnebre no os sentéis hasta que depositen al difunto en el suelo.’

 

Ha sido narrado por Abu Sa’id Al-Judri que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Si veis una procesión fúnebre levantaos y el que la siga que no se siente hasta que sea depositado (el difunto) en el suelo.’

 

Yabir ibn Abdullah relató: “Pasó un funeral y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se levantó por él y nosotros nos levantamos con él, y dijimos: ¡Mensajero de Allah! Es de una judía. Dijo: ‘Ciertamente la muerte es un asunto que aflige y asusta, entonces si veis una procesión fúnebre levantaos.’”

 

Ibn Yuraij me dijo que Abu Zubayr escuchó a Yabir decir: ‘El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) se mantuvo de pie mientras pasaba un funeral hasta que pasó.’

 

Yabir relató: ‘El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) y sus Compañeros se levantaron al pasar el funeral de un judío hasta que desapareció de la vista.

 

Ibn Abu lAila relató que cuando Qays ibn Sa’d y Sahl ibn Hunaif estaban en Qadisiia pasó frente a ellos un funeral y ambos se levantaron. Y se les dijo: ¿Es de gente de la tierra.’ (Se refiere a que era alguien de ese país o sea un incrédulo).  Entonces ellos dijeron: Un funeral pasó frente al mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) y él se levantó, y entonces le dijeron: Es de un judío, y él dijo: ‘¿Acaso no era un ser humano (o un alma)?’ Y en el hadiz transmitido por ‘Amr ibn Murra con la misma cadena de transmisores dice: Estábamos con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando un funeral pasó frente a nosotros.

 

XXI. LA ABROGACIÓN DEL LEVANTARSE CUANDO PASA EL FUNERAL

 

Waqiq ibn ‘Amr relató: “Nafi’ ibn Yubayr me vio cuando estábamos de pie por un funeral mientras que él estaba sentado esperando que el féretro fuese puesto en el suelo, entonces me dijo: ¿Por qué estas de pie? Dije: Estoy esperando que el féretro sea puesto en el suelo basado en lo que me relató Abu Sa’id Al-Judri. Entonces Nafi’ me dijo: Ciertamente Mas’ud ibn Al-Hakam me relató de ‘Ali ibn Abu Talib que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) al principio solía levantarse pero en una época posterior se quedaba sentado.”

 

Mas’ud ibn Al-Hakam Al-Ansari informó a Nafi’ que había escuchado a ‘Ali ibn Abu Talib decir con respecto a los funerales que el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) que al principio se levantaba pero en una época posterior se quedaba sentado. También ha sido narrado que Nafi’ ibn Yubayr vio a Uaquid ibn ‘Amr levantarse por un funeral hasta que fue depositado en el suelo. (Algunos comentadores de hadices opinan que el primer acto, el de levantarse cuando pasa un funeral, fue abrogado por el último acto del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), el de quedarse sentado, pero otros como el Imam Nawawi, el Hafid Ibn Hayar Al-Asqalani y otros opinan que el acto de levantarse no es obligatorio pero meritorio.

 

Este hadiz también ha sido transmitido por Yahia ibn Sa’id con la misma cadena de transmisores.

 

Ha sido narrado por Muhammad ibn Munkadir que dijo: “Escuché a Mas’ud ibn Al-Hakim relatar que ‘Ali dijo: Vimos al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) levantarse, por un funeral, y nos levantamos, y sentarse y nos sentamos.”

 

Este hadiz también ha sido transmitido por Shu’ban con la misma cadena de transmisores.

 

XXII. EL RUEGO POR EL MUERTO DURANTE LA ORACIÓN FÚNEBRE

 

Yubayr ibn Nufayr relató: “Escuché a ‘Awf ibn Malik decir: El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó una oración fúnebre y recuerdo su ruego: ‘¡Allahumma! Perdónalo, ten misericordia con él, dale paz y absuélvelo, recíbelo con honor y expande su tumba, lávalo con agua, nieve y granizo, límpiale sus faltas como limpiarías una ropa blanca de sus impurezas, recompénsalo con una morada mejor que su morada, con una familia mejor que su familia y una esposa mejor que su esposa. Hazlo entrar en el Jardín y protégelo del castigo de la tumba (o castigo del Fuego).” (‘Awf ibn Malik) dijo: Llegué a desear ser yo ese muerto.”

 

Un hadiz como este ha sido transmitido a través de otra cadena de transmisores.

 

‘Awf ibn Malik Al-Ashayai’ relató: “Escuché al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) (en un rezo fúnebre) decir: ‘¡Allahumma! Perdónalo y ten misericordia de él, dale paz y absuélvelo, recíbelo con honor y expándele su tumba, lávalo con agua, nieve y granizo, límpiale sus faltas como limpiarías una ropa blanca de sus impurezas y recompénsalo con una morada mejor que su morada, una familia mejor que su familia y una esposa mejor que su esposa y sálvalo de la prueba de la tumba y del castigo del Fuego.’ ‘Awf dijo: Desee ser yo el muerto y así recibir los ruegos del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).’

 

XXIII. DÓNDE SE DEBE UBICAR EL IMAM CUANDO REZA LA ORACIÓN FÚNEBRE

 

Samura ibn Yundab relató: “Recé detrás del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando rezó por Umm Ka’b quien había muerto embarazada y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se paró para la oración frente a la mitad de su cuerpo.” (Un hadiz de Abu Dawud aclara explícitamente este hadiz diciendo que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) cuando dirigía la oración fúnebre de un hombre se ubicaba frente a su cabeza y en el caso de una mujer se ubicaba frente a la mitad de su cuerpo).

 

Este hadiz ha sido narrado por Hussain con la misma cadena de transmisores, pero sin mencionar a Umm Ka’b.

 

Samura ibn Yundab relató: “Yo era un niño en los tiempos del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam), y memorizaba de él y lo único que me impedía hablar ha sido el hecho de que había gente mayor que yo. Y ciertamente recé detrás del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) por una mujer embarazada que había muerto, y para la oración el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se ubicó frente a la mitad de su cuerpo.” Y en el transmitido por Ibn Muzanna las palabras son: “…se ubicó frente a la mitad de su cuerpo para su oración.”

 

XXIV. ESTÁ PERMITIDO VOLVERSE CABALGANDO DE UN FUNERAL

 

Ha sido relatado por Yabir ibn Samura que: “Le preguntaron al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) un caballo sin montura que él montó cuando terminó el funeral de Ibn Dahah y nosotros íbamos a pie.” (El Imam Nawawi dijo: Es preferible ir a pie a un funeral pero la vuelta puede ser sobre una montura).

 

Yabir ibn Samura relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó por Ibn Dahah, luego le trajeron un caballo sin montura que un hombre retenía, lo montó y corcoveó y nosotros lo seguimos corriendo detrás. Un hombre entre la gente dijo: El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘¿Cuántos entre los racimos que cuelgan en el Paraíso están destinados a Ibn Dahah?’”

 

XXV. CAVAR UN NICHO Y PONER LADRILLOS SOBRE ÉL

 

Amir ibn Sa’d ibn Abu Waqqas relató que Sa’d ibn Abu Waqqas durante la enfermedad de la que murió dijo: “Haced un nicho al costado de la tumba y poned ladrillos sobre mi como se hizo con el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam).”

 

Ibn ‘Abbas relató: “En la tumba del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) se puso un trozo de tela roja.” (Este acto no es correcto, fue hecho por Shaqran, uno de los esclavos liberados del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), por su profundo amor por él. Daraqni dice que fue una excepción para el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) e Ibn Abdul Barr dice que esta pieza de tela fue puesta bajo el cuerpo del Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) pero que fue retirada antes de ser cubierto por la tierra).

 

XXVI. LA ORDEN DE NIVELAR LA TUMBA

 

Zumama ibn Shufai relató: “Estábamos con Fadala ibn ‘Ubayd en la tierra de los bizantinos, en un lugar llamado Rudis, cuando uno de nuestros compañeros murió. Entonces Fadalah ibn ‘Ubayd ordenó que se le cavara una tumba y que se la nivelara y luego dijo:”Escuché al Mensajero de Allah  (Assalalahu alayhi wa salaam) ordenar que se nivelara la tumba” (Es desaconsejable levantar el nivel de una tumba sobre el de la tierra más de aquello que permita distinguirla).

 

Abu’l-Haiay Al-Asadi relató: “’Ali ibn Abu Talib me dijo: ‘¿Quieres que te envíe con la misma misión con la que me envió el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)? Que no dejes pintura sin borrar ni tumba importante sin nivelar.’” Este hadiz también ha sido relatado por Habib con la misma cadena de transmisores y dice: “…ni una pintura sin borrarla.”

 

XXVII. LA PROHIBICIÓN DE RECUBRIR LAS TUMBAS O CONSTRUIR SOBRE ELLAS

 

Yabir relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) prohibió cubrir con material las tumbas, sentarse sobre ellas y construir algo sobre ellas.”

 

Un hadiz come este ha sido transmitido por Yabir ibn Abdullah.

 

Yabir relató: “Se me prohibió cubrir (enlucir, enyesar) las tumbas.”

 

XXVIII. LA PROHIBICIÓN DE SENTARSE SOBRE LA TUMBA Y DE REZAR HACIA ELLA

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Es mejor que uno de vosotros se siente sobre una brasa ardiente, que queme sus ropas llegando a su piel, a que se siente sobre una tumba.’”

 

Un hadiz como este ha sido transmitido por Suhail con la misma cadena de transmisores.

 

Abu Marzad Al-Ganawi relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘No os sentéis sobre las tumbas ni recéis hacia ellas.’”

 

Abu Marzad Al-Ganaui relató: “Escuché al Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) decir: ‘No recéis hacia las tumbas ni os sentéis sobre ellas.’”

 

XXIX. LA ORACIÓN FÚNEBRE EN LA MEZQUITA

 

Abbad ibn Abdullah ibn Zubayr relató que ‘A’ishah ordenó que se trajese los restos de Sa’d ibn Abi Waqqas a la mezquita para rezar por él, la gente rechazó esta orden, entonces ella dijo: “¡Que pronto se olvida la gente! El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó por Suhayl ibn Al-Baida’ en la mezquita.”

 

Abbad ibn Abdullah ibn Zubayr relató bajo la autoridad de ‘A’shah que, cuando Sa’d ibn Abi Waqqas falleció, las esposas del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) enviaron un mensaje para que trajeran sus restos a la mezquita y rezar por él. Así lo hicieron y lo pusieron frente a sus habitaciones y ellas rezaron por él, (luego) fue sacado por la puerta conocida como: Bab Al-Yana’iz (puerta de los funerales) que estaba del lado de Maqa’id. Y les contaron a ellas que la gente no estaba de acuerdo con eso y decían: No es deseable llevar los restos mortales a la mezquita. Le contaron esto a ‘A’shah, entonces ella dijo: “¡Qué rápida es la gente para criticar lo que no sabe! Nos critican por haber llevado los restos mortales a la mezquita y sin embargo el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó la oración fúnebre por Suhayl ibn Bayda’ dentro de la mezquita.”

 

Abu Salamah ibn ‘Abdu Rahman relató bajo la autoridad de ‘A’shah que cuando falleció Sa’d ibn Abi Waqqas ella dijo: “Traedlo a la mezquita para que rece por él”, pero esto fue desaprobado. Entonces ella dijo: “¡Por Allah! Ciertamente el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) rezó por los hijos de Bayda’, Suhayl y su hermano; en la mezquita.”

 

XXX. LO QUE SE DICE AL VISITAR UN CEMENTERIO Y EL RUEGO POR SUS OCUPANTES

 

‘A’ishah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) (siempre que le tocaba pasar la noche con ella) salía hacia el final de la noche hacia el Baqi (cementerio de Medina) y decía: ‘La paz sea con vosotros morada de gente creyente. Y lo que os fue prometido os llegará mañana, lo recibiréis con algún retraso y nosotros, si Allah quiere, nos reuniremos con vosotros. ¡Allahumma! Perdona a la gente del Baqi’ Al-Garqad.’” Y Qutaybah no menciona las palabras: ‘os llegará.’

 

Muhammad ibn Qays dijo un día: “¿Queréis que os cuente (un hadiz)- bajo mi autoridad y la de mi madre?” Nosotros pensamos que se refería a la madre que lo engrendró. Pero dijo: ‘A’ishah dijo: ‘¿queréis que os cuente sobre mi y el Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam)?” Dijimos: “Si”. Ella dijo: “Cuando llegó la noche en la que el Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) solía estar conmigo él se dio vuelta y se quitó su manto, se sacó sus zapatos y los puso cerca de sus pies, extendió un extremo de su vestido sobre su cama acostándose sobre ella hasta que pensó que yo estaba dormida, entonces tomó despacio su manto y se puso sus zapatos lentamente, abrió la puerta, salió y la cerró suavemente. Yo me cubrí la cabeza, me puse mi chal, me envolví con mis ropas y seguí sus pasos hasta que llegó al Baqi’ donde se detuvo de pie durante largo tiempo, luego levantó sus manos tres veces, luego volvió y yo también volví, apresuró sus pasos y yo apresuré los míos corrió y yo también corrí, entro (a la casa) y yo también lo hice, pero antes que él y cuando me acostaba en la cama entró y dijo: ‘¿Qué pasa contigo? ¡’A’ishah! ¡Estás agitada!’ Dije: ¡Mensajero de Allah! ¡Que mi padre y mi madre te sirvan de rescate! Y le conté toda la historia. Dijo: ‘¿Entonces tu eras esa sombra que vi frente a mi?’ Dije: Si. Entonces me golpeó en el pecho causándome dolor y luego dijo: ¿Piensas que Allah y Su Mensajero serían injustos contigo?’ Dije: Lo que sea que la gente oculte Allah lo sabe. Dijo: ‘Gabriel vino cuando tu me vistes y me llamó ocultándolo (el llamado) de ti y yo le contesté ocultando (mi respuesta) de ti ya que él no vino a ti porque no estabas vestida correctamente y yo creía que estabas dormida y no quería despertarte temiendo asustarte y dijo: Tu Señor te ordena que vayas a la gente del Baqi’ y pidas perdón por ellos’. Dije: ¿Cómo me dirijo a ellos? ¡Mensajero de Allah! Dijo: ‘Di: La Paz sea con vosotros gente de las tumbas (el cementerio) de entre los creyentes y los musulmanes y que Allah tenga misericordia con aquellos de nosotros que se nos han adelantado y con aquellos que vendrán después y nosotros, si Allah quiere, nos uniremos a vosotros.”

 

Sulayman ibn Buraydah relató bajo la autoridad de su padre que: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) solía enseñarles cuando iban al cementerio”. Uno de los narradores decía (en el transmitido por Abu Bakr ibn Abu Shaybah): “La Paz sea con vosotros gente de las tumbas”. (Y en el transmitido por Zuhayr): “La Paz sea con vosotros gente de las tumbas de entre los creyentes y los musulmanes, y nosotros, si Allah quiere, nos uniremos a vosotros y le pido a Allah bienestar para nosotros y vosotros.”

 

XXXI. EL PROFETA (Assalalahu alayhi wa salaam) PIDE PERMISO A SU SEÑOR, EXALTADO Y MAJESTUOSO, PARA VISITAR LA TUMBA DE SU MADRE

 

Abu Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Le pedí permiso a mi Señor para pedir perdón por mi madre pero no me fue concedido y le pedí permiso para visitar su tumba y me fue concedido.’” (Como la madre del Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) no era musulmana en el sentido técnico del término, ya que vivió en lo que se llama el período intermedio, o sea cuando las enseñanzas de los profetas anteriores se habían perdido y aún no había llegado un nuevo profeta, no se le autorizó el pedir perdón por ella. De todos modos sólo Allah conoce su posición en la religión. El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam), con su natural tendencia al amor y el perdón, quería pedir indulgencia para su madre, pero la decisión de su Señor fue otra, no obstante le concedió permiso para visitar su tumba. Allah es la autoridad final que decide lo que debemos hacer o no).

 

 Abu Hurayrah relató: “El Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) visitó la tumba de su madre y lloró y lloraron los que estaban con él y dijo: ‘Le pedí permiso a mi Señor para pedir perdón por ella pero no me fue concedido y le pedí permiso para visitar su tumba y me fue concedido. Visitad las tumbas ya que os recuerdan la muerte.’”

 

Ibn Buraydah relató bajo la autoridad de su padre que: “El Mensajero de Allah (Assalalahu alayhi wa salaam) dijo: ‘Os había prohibido visitar las tumbas pero ahora podéis visitarlas, os había prohibido comer la carne de los animales sacrificados después de tres días pero ahora podéis guardarla el tiempo que deseéis y os había prohibido el nabidh excepto en odres, podéis beberlos en todo tipo de recipientes pero no bebáis embriagantes.’”

 

Este mismo hadiz ha sido transmitido a través de otra cadena de transmisores.

 

XXXII. NO HACER LA ORACIÓN FÚNEBRE POR EL QUE SE HA SUICIDADO

 

Yabir ibn Samura relató: ‘Trajeron frente al Profeta (Assalalahu alayhi wa salaam) el cuerpo de un hombre que se había suicidado con la cabeza de una flecha y no quiso rezar por él.”

 

 INDICE VOL. II              INDICE SAHIH MUSLIM



 

Fuente: Organización Islámica para América Latina

 

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